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8.CITA MÁGICA

En este capítulo cambiaré el nombre de la mascota de Minho, no se preocupen solo será el nombre , no afecta la historia , se que me van a entender cuando lo lean . En los capítulos anteriores también haré el cambio ..
Nephilim: el alguien que desciende de angeles  o es un ángel


Taemin se había encogido en el sofá de la cafetería tipo "Java Lava", su cabello negro se rizaba por la lluvia  fuera, no recordaba ni cómo había abandonado el edificio ni cómo había llegado allí. Se sentía demasiado perturbado. Las palabras de Taeyon le taladraban la mente de una manera cruel. Era demasiado ingenuo al pensar que Choi Minho lo amase, era demasiado simple para un hombre como Minho, ni siquiera había dicho en voz alta que era gay.
Quería estar con Minho, ¿cómo en tan poco tiempo podía desear algo así?, ¿las personas se sentían como él?, ¿era solo un niño ilusionado con un hombre?. Había investigado a Choi Minho, era diez años mayor que él y había tenido demasiados novios y novias. ¿Qué podía ofrecerle él?, ni siquiera podía comprarle algo.

Miro a lo lejos, las pantallas le recordaron a Choi Minho, las pantallas promocionaban a uno de los cantantes de su disquera, entonces la duda dejo de abrumarlo. Lo quería, de eso estaba seguro, y quizás Minho lo llegaría a amar tanto como él comenzaba a amarlo. Esas eran las decisiones que se tomaban con el corazón aun cuando doliera, aun cuando fuese lastimado después, quería conocer al verdadero Choi Minho.

***

Un saco marrón con lentejuelas azules formando la palabra "Minho" en la espalda, un pantalón de mezclilla a la cadera, una playera negra pegada al cuerpo que definía perfectamente la musculatura del hombre, un cinturón oscuro y botas cafés.
Choi Minho se observó en el espejo por décima vez, lucía por demás encantador, su amigo Woolsey Scott, diseñador de modas, le había enviado desde París sus nuevas ropas a pedido. Quería lucir poco formal pero atractivo, quería que al verlo su nephilim se ruborizara. Por fin saldría en una cita con el hermoso joven que tanto lo enloquecía.

La primera vez que Minho había besado a Taemin había sido un beso inexperto pero lleno de emoción y eso le gustaba a Minho. El hombre amaba a las personas emocionales, como Jonghyun y Taeyon, pero había algo en Taemin que nadie más tenía, una natural franqueza, una simpatía que lo hacía lucir frágil y una inocencia similar a la de los ángeles, puro en cada detalle y suyo, solo de Minho.

La calle se encontraba repleta de personas, todos caminando de un lado a otro sin prestar atención a nadie más que sus propias vidas. Taemin caminaba observando los aparadores, nunca había caminado por Queens pero él mismo había citado a Minho allí, de esa forma nadie los vería. Noto a lo lejos el cine, sería una película de terror, consejo de Sulli para cualquier primera cita. Taemin estaba nervioso, jamás había salido a una cita, no una que le interesara, solía salir con las amigas que Jinki ya no quería o que le pedían algo más, por lo cual se las pasaba al amigo Gay.

Observo la cartelera y le latió el corazón rápidamente, más adelante estaba Choi Minho, vistiendo lo que él consideraba casual.

- Luces endemoniadamente sexy.- dijo Minho caminando hacia él. Taemin siempre se preguntó si Minho caminaba con esa ligereza felina por hábito o solo para él.
- Tu, luces muy bien.- se limitó a responder ruborizándose, sentía que los miraban, pero entonces noto que muchos de los que allí acudían eran hombres caminando de la mano de otros hombres.
Sí, lo miraban. Un joven de cabello rubio y ojos violetas le sonrió mientras sostenía la mano de un hombre más robusto. Taemin torno la mirada desconcertada hacia Minho.
- Es un cine gay, pero no "ese" tipo de cine gay.- dijo Minho estirando la mano, Taemin la tomo.
Escuchaba el latir de su corazón y sentía el enrojecer de su rostro, pero no le importaba, sentir la mano de Minho fue fascinante. Ya había sentido esas manos sobre su cuerpo, eran grandes y cuidadas, las suyas eran pequeñas y callosas, puesto que practicaba demasiados deportes.

Minho compro los boletos para la película "El Conjuro 2", una película de terror en reestreno.

Al girarse, Choi noto que el joven de ojos azules usaba el suéter marrón que siempre utilizaba, siempre esa ropa desgastada. Parecía ser natural en él, Taemin era alguien que valoraba todo y a todos. Era un joven de buena posición, podía comprarse ropa muy fina, pero no lo hacía, prefería verse natural, y eso le gustaba a Minho.

Taemin guio a Minho por el pasillo del cine hasta la sala mientras le hablaba entrecortadamente de diferentes cosas, el joven nephilim estaba emocionado, Minho lo veía. Los labios de Taemin se movían tan rápido que Minho no pensaba otra cosa más que besarlos, saborear a Taemin de maneras muy intensas. Taemin eligió los asientos más separados de la pantalla, o de miradas curiosas, y miro a Minho, este le sonreía de vez en vez.
Ambos estaban en sintonía, solo con una mirada sabían lo que querían hacer.

Las luces se apagaron y la proyección comenzó, Taemin inclino el rostro y deslizo una mano hacia Minho, pero fue Choi quien se acomodó casi sobre él para empezar a besarlo desesperadamente. Sus labios se presionaron con fuerza, después se separaron dejando a la hábil lengua de Minho juguetear dentro de la boca de Taemin, este dio un leve gemido mientras se ajustaba a él.
¿Esto sentían todos?, ¿esta era la sensación de un profundo afecto?, como si te quemase con una caricia, como si al separarse uno del otro no pudiesen respirar.

Los dedos de Minho se aferraban al suéter de Taemin, buscando quitárselo. Taemin se armó de valor, se levantó un poco más para deslizar sus labios sobre el cuello de Minho, torpemente enredo sus dedos en los flequillos del cabello de Choi, un roce inexperto de la lengua sobre el cuello de Choi. La succión desesperada que enloquecía al flamante carisma, después una caricia, sintiendo los dedos de él rozar su torso. Estremecimiento total.
Minho quería sentir más de su nephilim, sentirlo más íntimamente. Taemin era hermoso, y Minho lo deseaba, pero sentía el placer de ir lentamente, ir paso a paso para que al final toda esa inocencia le perteneciera solo a él. Al final Taemin era el único en su vida y Minho lo sería para el nephilim.

El tiempo se perdió, el día se volvió noche, la noche se volvió infinita, y Taemin se sentía tan febril, tan desesperado, quería ser abrazado por Minho hasta que la sensación de que sus huesos eran solo líquido y volaba, desapareciera.

Minho disfrutaba igualmente del contacto, deslizó al nephilim sobre sus piernas y se aferró de él como un niño pequeño se aferra de su peluche favorito. Deslizo una mano debajo de la playera de Taemin sintiendo el bien torneado y ligeramente musculoso torso, su piel estaba sensible, mientras sus labios acariciaban su cuello. Era fácil notar que Taemin disfrutaba de las caricias, con el solo roce de sus dedos sobre sus muñecas, este se estremecía con fuerza hasta casi desfallecer.

Tenerlo era más que una bendición, adoraba al joven de cabello negro y ojos azules, era como una adicción que lo enorgullecía. En pocos minutos las luces se encendieron, la película terminó y ellos ni siquiera la miraron. Taemin tenía los labios un poco hinchados, la ropa arrugada y el cabello alborotado, Minho le paso una mano por el cabello y le sonrió.

- Debemos ponernos presentables.- dijo Minho juguetón.

Taemin bajo la mirada, no sentía la vergüenza de haber actuado mal, más bien sentía la vergüenza de no querer detenerse, pensó en que la próxima cita debía ser en el apartamento de Minho, después se sonrojo al sentirse muy atrevido y directo.

- ¿Se puede morir de felicidad?.- pensó Taemin mientras salían de la sala tomados de las manos.

Caminaron distraídamente por el lugar, visitaron un pequeño centro de entretenimiento, hasta una librería donde Taemin le relato muchas introducciones a libros de Folclore Americano, así como Mitologías Eslavas, Escandinavas, egipcias y demás.
Se detuvieron en una heladería y Minho compró un par de helados, Taemin eligió de nuez y Minho sostuvo uno de fresa. Los ojos verde-dorado de Minho se enfocaron en los labios de Taemin.

Era erótico en niveles que no comprendía. Sentía el deseo fluir con solo ver el deslizar de la lengua sobre el cremoso helado, se estremeció cuando los perfectos dientes blancos de Taemin trozaron un poco de la galleta del cono, un hilo teñía sus labios de un tono húmedo, brilloso. Minho no pudo resistirlo, se acercó a Taemin y lo beso tomando de sus labios el sabor de la nuez, después le ofreció el sabor de la fresa y solo detuvieron el beso cuando Minho sintió su helado caer al piso.

Taemin se convertía poco a poco en más que un hombre atractivo de rasgos perfectos, era su exacta combinación perfecta, como lo era Jonghyun, pero con el carácter más complejo que en su vida hubiese conocido.
Choi sabía que cualquier hombre en el lugar de Taemin buscaría entrar en su cama y hacerse de un nombre en la industria musical, como Taeyon o D.O, pero no Taemin, él era... un ángel.

- ¿Cómo es vivir con Lee Son Man?.- pregunto Minho cuando se sentaron a comer en un Restaurante fuera de los cines del centro comercial, era mucho más alejado de Queens, pero la comida valía el viaje.
- Lleno de falsedad.- dijo Taemin bajando la mirada.- Son infelices uno con el otro, mi madre y mi padre. Mi madre ha pedido el divorcio por que ama a otro hombre, pero... mi padre... no lo comprendo. Tienen amantes, ¿sabes?, y no les importa que lo sepamos. Ten sabe que eso es incorrecto solo porque lo murmuran los más allegados. Entonces nuestra madre dejo de salir con su novio, pero aun lo quiere, lo veo. En cuanto se divorcie se casará con él. Eso lo sé.- añadió con frialdad.
- Taeyon era una verdadera manipuladora.- dijo Minho. Taemin lo miro con un brillo celoso en aquello ojos azules.
Minho adoraba que todo fuese nuevo en relación a Taemin, los celos, el amor, el deseo. Todo era nuevo, sorprendente.
- Me engañaba con quien deseaba y yo la amaba.- continuó Minho tomando la mano de Taemin por debajo de la mesa, este se sonrojo pero continuó mirando directo a Minho.- A veces creía que era su favorito, pero un día me di cuenta de que ese no era la clase de amor que yo quería, no de esa manera.- Minho deslizo los dedos sobre la piel sensible de la muñeca de Taemin.- He estado esperando por ti toda mi vida.- finalizo Choi.
Minho lo deseaba, hablaba con sinceridad y lo demostraba de una intensa manera. Su corazón latía aceleradamente, sentía que le saltaría del pecho, ¿Minho no escuchaba su golpeteo?, él pensaba que todo el mundo lo escuchaba.
- Aquí estoy.- respondió Taemin deseando besarlo más, besarlo tan profundo que su propio cuerpo este tan cubierto por su aroma que jamás lo olvide. Estiro los dedos para acariciar las mejillas de Minho. Amaba a ese hombre con cada fibra de su cuerpo, lo amaba de una manera que jamás creyó amar a nadie.- Tenía miedo, ¿sabes?.- añadió, evitando la intensidad de aquellos ojos verde-dorado que lo quemaban con una mirada.
- ¿Miedo?, ¿a qué le puedes temer?.- pregunto Minho arqueando las cejas verdaderamente interesado.
- A ti.- dijo Taemin, al segundo sus ojos azules como topacios se dilataron por el intenso sentimiento de afecto.- Miedo a enamorarme de ti, de alguien, pero en especial de alguien que puede verme insignificante, porque no soy mejor que Jinki, ni mucho mejor que Sulli. No tengo encanto y soy muy... simple.- añadió mientras sus palabras dejaban sus labios con rapidez.

Minho arqueo las cejas, sonrió ante la idea de sentirlo más cerca, deslizo una mano y rozo el muslo de Taemin, quien lo miro con anhelo, haciendo del roce algo más dulce.

- Eres sincero, casi nadie lo es a tu edad, mi hermoso Taemin.- dijo Minho arrastrando el dedo índice por todo su muslo. Los pantalones dejaban traspasar el roce con miles de intensas oleadas de calor, era como quemar sobre su piel una marca suave.- Eres un sueño para mí, como si la imagen perfecta de lo que necesitaba y esperaba fuese colocado frente a mí, incluso tu cabello negro y tus ojos azules. Eres mi sueño hecho realidad.- añadió sujetando la barbilla de Taemin con ligereza, lo jalo suavemente y lo beso queriendo expresar su necesidad de amarlo solo con ello. Sus labios se acariciaron, rozándose con delicadeza a la espera de profundizar el beso era agónica.

- ¿Me presentas a tu novio, Taemin?.- pregunto una voz demasiado suave que dejaba ver burla.

Taemin sabía a quién le pertenecía esa voz y se tensó al reconocerlo, palideció hasta casi lucir como un fino papel blanco. Minho se separó de Taemin y observo al hombre de cabellos platinados, sus ojos verdes eran crueles, pero algo parecía reflejar que sufría.

- Hola Jimin.- dijo Taemin. Jimin se cruzó de brazos satisfecho por el reconocimiento del joven.- Déjame presentarte a un conocido, Park Jimin, es hijo de Chanyeol, amigo de la familia.- añadió dirigiéndose hacia Minho mientras señalaba a Jimin.- Él es Choi Minho, es mi novio.- agregó ruborizándose mientras hablaba.
Minho sonrió más que complacido, le dio una mirada de superioridad a Jimin, este pareció inexpresivo.

- Vaya.- dijo Jimin y por largos minutos inspeccionó a Minho.- Bien por ti, creo.- finalizo sin ironía.
- ¿Por qué estás aquí, Jimin?, no sabía que vendrías con tu padre.- dijo Taemin queriendo que el joven se marchase, más en su lugar el joven se sentó junto a él mientras estiraba sus largas piernas mirando a Minho.
- La duquesa Irlandesa,  mi IU, está conmigo, soy su joven amante.- dijo Jimin señalando a una hermosa mujer sentada en la mesa más atrás.-  Nos divertimos hasta que Lukas regrese de su escuela privada, su hijo, ¿lo recuerdas?, salió con Sulli, según recuerdo. En fin, decidimos venir aquí para no ser vistos.- añadió burlón.

Taemin recordaba a Lukas, lo detestaba. De todos los novios de Sulli, Lukas era el más hipócrita y ambiguo hombre que conocía.

- ¿Por qué nos dices esto?.- pregunto Minho ciertamente desconcertado.
- Porque nos soy el único que debe ocultar sus amoríos, ¿no?.- respondió Jimin palmeando el cabello de Taemin para después levantarse del sofá semicircular, despedirse y marcharse a la mesa de Sealie.

Minho miro al joven de cabello platinado, le desagradaba, aun así la mirada de Taemin no era de molestia o desagrado, parecía pensar algo doloroso, y lo hacía. Taemin pensaba que quizás Ten y Jimin eran hermanos, quizás a pesar de todo, ellos compartían la misma sangre, y de alguna manera Jimin siempre estaba muy envuelto en sus vidas.
Minho aclaro la voz haciendo que Taemin lo mirase.

- No observes a un hombre más joven cuando estamos en nuestra primera cita, Taemin, eso me molesta.- dijo en tono burlón, Taele sonrió.
- Ciertamente contigo a mi lado, no podría mirar a nadie más.- dijo Tae, su tono tan sencillo y sincero.

Minho amaba esa hermosa expresión sincera, franca, directa, esa hermosa mirada dulce que no abandonaba a Minho por nadie. Taeyon muchas veces notaba a hombres frente a él, pero él solo quería no verlo, ahora Taemin ofrecía su atención solo a él.

- Eres adictivo.- murmuró Minho. Taemin no escucho bien y lo miró con inquietud.- Solo un pensamiento suelto.- añadió con una seductora sonrisa en los labios.
- Entonces, Choi Minho, háblame de ti.- dijo Taemin.
Minho ya lo había pensado, cuando Taemin pronunciaba su nombre era casi angelical, le daba tal torrente de emociones que quería estallar en besos para su hermoso nephilim.

- ¿Qué más puedo decirte sobre mí?, poseo muchos amigos, conozco a muchas celebridades. Madona me pidió ser bailarín en su gira el pasado año.- respondió Minho  deslizando la mano sobre la piel blanca de Taemin, tenía cicatrices, pero hasta esas cicatrices mínimas eran hermosas en él.- Me muevo con agilidad y destreza pues bailo expertamente. Puedo demostrarte mis otras destrezas más íntimamente.
- ¿De verdad serás bailarín en la gira de Madona?.- pregunto Taemin asombrado por lo que pensaba era un logro, sus ojos azules abiertos con expectativa. Minho sonrió ante ello. Taemin parecía no haber prestado atención de su seductora propuesta sexual, o quizás no la comprendió.
- Estaría lejos mucho tiempo, así que me negué.- dijo Minho. Taemin no pareció comprender la pequeña mentira blanca.- Quería estar cerca de cierto joven de cabello negro y ojos azules.
- ¿Temes que Jonghyun destruya tu compañía mientras no estás?, ¿por eso necesitas permanecer con él?.- pregunto Taemin de una manera tan suave y preocupada, inocente incluso.

Minho lo miro con asombro, se inclinó rodeándolo con sus brazos, lo beso lenta y dulcemente, apenas rozando sus labios en castos besos. Sentía que después de tanto tiempo su corazón se estremecía al sentir entre sus brazos a Taemin.
- Eres mi sueño hecho realidad, pero, ¿yo soy el tuyo?.- pregunto Minho separándose un segundo para susurrarle al oído esa pregunta. Taemin parpadeo, sus grandes ojos azules no dejaban de mirarlo, pareció reflexionar.
- Eres más que eso, un sueño a veces no es lindo o no se cumple como debe, tú eres la mejor de las realidades.- dijo Taemin más que sonrojado, sus orejas brillaban de un puro escarlata.

Un paseo después de comer los hizo conocerse más, había una pasión y necesidad de encontrarse uno con el otro que los hacía temblar. Minho guio a Tae por todo Morningside Park, en el este de Manhattan, hasta la salida del parque donde una pequeña colina estaba vacía, sin embargo, muchas personas estaban en el lugar. Niños jugando con sus padres, parejas tomadas de las manos, grupos de personas riendo y caminando en derredor de algo peculiar, una tarima empotrada con muchos bloques de madera y papel, colocados justo a los pies de la colina. Así lucía desde donde Taemin lo observaba. Minho se sentó en lo alto de la colina y espero a Taemin, este continúo mirando hacia las personas más abajo, parecían muy ocupados, todos lucían peculiarmente bronceados.

- Será un espectáculo de fuegos artificiales.- dijo Minho notando la sorpresa en la expresiva mirada de ojos azules.
- No tenía idea de que te gustaran los espectáculos de ese estilo.- dijo Taemin sentándose junto a Minho, este lo abrazo.
Tae se sintió capaz de deslizar sus manos sobre la cintura de Minho, se aferraba a él olvidándose del mundo fuera de ellos. Sus manos se entrelazaron como si solo desearan sostenerse el uno al otro.
- Te quiero, quiero estar contigo.- añadió Taemin con una decisión que nadie más había demostrado. Estirando los dedos para cubrir las manos de Minho – eran grandes y tersas, de alguna manera se sentían como la seda – se acomodó entre sus brazos y escucho el corazón acelerado de Minho.

Minho siempre había deseado llevar a un ser amado justo a ese lugar, muchos recuerdos de su soledad siendo disipada en esa colina hacían de ese un lugar hermoso. Taeyon siempre desprecio la esencia mundana del lugar, pero estar allí con Taemin lo hacía darse cuenta de que todo mejoraba en la vida.
Los fuegos artificiales comenzaron a estallar intensamente, los cielos se iluminaron como un lienzo vacío que se teñía de vida, como su vida se teñía de colores al llegar Taemin. Sin pensarlo un segundo más Minho recostó sobre el pasto a Tae, presionando sus muñecas juntas sobre su cabeza con una sola mano mientras la otra recorría con lentitud el contorno de los musculosos pectorales de Tae, se detuvo en el torso seccionado por cuadros.

- ¡Lindo six-pack!.- murmuró Minho dedicándole un guiño que calentaba la sangre de Tae, este quiso tocar a Minho como si al no tocarlo se volviese loco.
Choi inclinó el rostro hundiéndose entre el cuello y el hombro de Taemin, dio un suspiro profundo antes de besarlo. Amaba a Lee Francesco Taemin tan profundamente que a veces se estremecía de solo pensar la posibilidad de perderlo.

***

Taemin miró por la calle, reconocía el lugar, era Brooklyn. Miro el enrejado a la derecha y la puerta frente a él, Minho deslizo sus llaves por la hendidura y la puerta se abrió. Las escaleras estaban vacías, contenían un aroma extraño a pizza y polvo. Minho lo guio hasta su loft.

Era la primera vez que entraba en el departamento de un hombre, no esperaba sentirse tan nervioso, tan decidido y a la vez, tan confundido. ¿Qué significaba esto?, ¿solo le mostraba donde vivía o era algo más?. La puerta se abrió dejando ver a un gato atigrado que cómodamente saltaba del sofá a la mesa y luego al frente de la puerta, cuando vio a Taemin dio un maullido y se tallo contra él.

- Le gustas a Kkong.- dijo Minho mientras Taemin observaba la sala tan sumamente adornada por el pasado, como si Minho fuese coleccionista de arte o de antigüedades.
Miro a lo lejos un sofá doble, una silla otomana, una mesita de té estilo inglés, un televisor de pantalla plana muy grande, también había un pasillo que llevaba a varias habitaciones.

- ¿Eso es bueno?.- pregunto Tae admirando el departamento de Minho. Tenía una pequeña terraza cuya puerta casi no se abría, Taemin lo noto por una hilera de polvo en el piso.
- Claro, no salgo con personas que mi gato no apruebe.- respondió Minho casi indignado. Taemin sonrió y se aferró a él. Tae estaba enamorado de Choi Minho y estaba cansado de negarse a ese amor, quería estar con él, siempre, si era posible.

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