3. LA BIBLIOTECA
Taemin había pasado todo el día conociendo a importantes partidarios Conservadores mientras Jinki se escapaba para besarse con su novia. Y por alguna razón Taemin se encontraba desanimado, ¿cómo no estarlo?, quería haber podido bailar con Minho, o solo saber más del famoso Flamante carisma. Se sentía cansado, molesto, iracundo, había reñido con sus hermanos todo el día, había llamado al novio de su hermana "nerd", había rayado dos tomos de la colección de mangas de Luna, había regañado a Ten por sus modales, había discutido con su madre por la ropa que utilizaba y peor aún, había querido gritarle a su padre todo el día que él no quería una carrera política.
Pero era lo que se esperaba de él, su familia había estado en la política desde hacía tanto.
Se mordió los labios al recordar el beso que había sido su primer beso. Los labios de Minho eran perfectos, de alguna manera, y él sabía cómo profundizar el beso continuamente, sintiendo aun los movimientos inconstantes y casi rítmicos de sus labios, lenguas y caricias. Tae se estremeció al pensarlo, necesitaba aire fresco.
Salió del hotel huyendo de la presión, de las cámaras, de las personas conocidas, choco sin desearlo con la periodista que cubría la nota, hablaba muy suavemente con Aline Penhallow, esta parecía nerviosa al verlo, lo saludo desviando la mirada y este se alejó de ellas. En poco llego a las calles y comenzó a caminar, observo un comercial de la cantante y actriz Taeyon.
El joven de cabello negro no la consideraba bonita, de hecho lo hacía sentir muy incómodo, su falsa perfección le desagradaba, y mucho.
Su corazón casi se detiene al ver el anuncio de una de las famosas fiestas Hollywoodense de Choi Minho, su rostro varonil y atractivo que contrastaba con sus delicadas expresiones lo hicieron suspirar, recordó el roce de esos labios sobre los suyos, la caricia de ese cabello sobre sus mejillas, el aroma suave a canela que desprendía, se estremeció al recordarlo. Pronto la imagen de Minho se vio reemplazada por un comercial, Taemin sonrió ligeramente apartándose de las pantallas.
Camino hasta la biblioteca principal entre las calles del este, allí no habría ningún conservador que lo tachara de proeza para su familia, se odiaba por ser tan hipócrita, pertenecer a una familia así y ser... de la clase de hombre que se derrite por un beso de Choi Minho.
Tomo de la repisa el libro "Quin & Hart", una historia hermosa y romántica de temática homosexual que Taemin disfrutaba leer. Escucho la leve conmoción y al acercarse al barandal, puesto que estaba en el tercer piso, observo a un hombre con una cámara, alegaba que seguía a alguien. El tipo era un paparazzi.
- ¿Qué clase de estrella puede estar en Washingtong?.- se preguntó Tae molesto.
Observo a lo lejos un título de su agrado: "Tatuajes de Pasión", un libro igualmente dulce, a veces.
Tae camino hasta los anaqueles y observo los títulos cuando una mano se deslizo sobre la suya, era en tonos dorados, suave, una mano masculina más grande que la suya. Fue presionado contra el librero por un cuerpo duro y esbelto, sintió el recorrer de otra mano sobre su cintura, sentía una emoción sin palabras, algo que lo quemaba desde dentro hacia afuera. Sintió el aliento contra su nuca, quiso darse la vuelta, pero el extraño lo detuvo.
- Faltaste a la cita, mi hermoso Taemin.- dijo Minho suavemente.
Con ternura y delicadeza lo giro sin soltarlo y sin separarse de él, lo miro en silencio intensamente. Tae quería gritar, sentía que su pecho se inflamaba, extendió las manos anudándolas detrás de Minho, lo jalo lentamente hacia él.
- Perdón.- susurro acercando sus labios, pero Minho, queriéndolo torturar un poco más, se apartó ligeramente.
- Me vas a compensar, todo el día de hoy serás mío, desde las cuatro de la tarde hasta las cuatro de la madrugada.- pidió Minho arrastrando una mano sobre su mejilla, un dedo recorrió suavemente el contorno del labio inferior del adolescente de ojos azules y este suspiro. Se inclinó y lo abrazo completamente, sus labios se encontraron después de esperar desesperados, como si ellos se conocieran de siempre, sus cuerpos vibraban en sintonía de una manera casi absurda.
Tae separo los labios dejando que Minho profundizara el beso, se sentía tan confundido y a la vez tan en calma, se aferró más profundamente de Minho cuando este parecía no tener suficiente del joven de ojos azules. Él abrió los ojos observando la intensidad que recorrían los almendrados ojos verde-dorado, dio un tirón a las mangas del abrigo de Minho cuando creía que sus piernas estaban tan débiles, sus mejillas sonrojadas, sentía el calor agolparse en su cara, por un segundo sentía que su cuerpo se fundía en el de Minho casi seguro de que no podrían separarse nuevamente.
Minho observaba al joven con adoración, ¿cómo en solo un beso podía aferrarse tanto a él?, ¿cómo es que no quería a nadie más cerca, como si su mundo se redujera a Taemin o comenzara con él?. Era eso, su mundo comenzaba con él, había estado tan...muerto sin él cerca suyo.
Un flash de una cámara lo hizo levantar la mirada, en un solo movimiento pego a Tae contra su pecho, y este se aferró a él, cubrió cualquier rastro del hermoso joven con su cuerpo y miro al frente. Un estúpido paparazzi obsesionado con la loca idea de que Minho aún era pareja de Taeyon lo seguía a veces, dejaba de perseguirlo para llegar en el momento exacto o solo se escondía tomando fotos en silencio.
Cubrió a Tae con su abrigo y lo jalo por la Biblioteca hasta la salida, al frente su automóvil de alquiler esperaba, subió a Tae ordenándole que se cubriera el rostro y condujo desesperado por la calle hasta el Hotel donde se hospedaba.
Taemin lo miraba, Minho no hacía aquello por él, lo hacía por Taemin, para protegerlo como algo hermoso y perfecto que podía cuidar, como el ser más precioso que debía apartar de cualquier cosa que pudiese herirlo o ensuciarlo.
Minho se preguntó, ¿desde cuándo pienso así de Taemin?, ¿será alguna loca atracción momentánea como con tantas y tantos otros?.
- Lee Taemin es especial, es valioso, y me gusta.- pensó Minho mientras miraba el estacionamiento del Hotel, Tae lo miro por unos instantes, sus mejillas blancas se tiñeron de un hermoso tono escarlata, Minho desabrocho su cinturón de seguridad y se inclinó para besarlo, Tae levanto las manos para sujetar suavemente el rostro de Minho, el beso era mutuo, profundo e intenso, ambos necesitaban aire pero prefirieron solo olvidarlo, si podían hacerlo.
- ¿Cómo...cómo me encontraste?.- pregunto Tae mientras se separaban por instantes.
- Te vi por la televisión, de alguna manera ambos somos igual de famosos.- se burló Minho enroscando sus dedos en el cabello corto de Tae, este lo miro sintiéndose culpable.
Abrió la puerta del automóvil y Tae lo siguió sin decir palabra, cuando estuvieron en el ascensor Tae logro mirarlo.
- Quería ir, de verdad quería ir contigo. Tuve un problema con mi padre.- murmuró Taemin, Minho bufó fuertemente.
- ¡Padres!, todos tienen expectativas que no queremos cumplir, el mío solía dejarme solo, jamás me visito, claro que mi madre era su amante, y mi padrastro me quería ver muerto.- dijo en tono tan condescendiente que Tae no dudo de que fuera verdad, Minho caminaba delante de él.
El "Flamante carisma" guio al hermoso joven de ojos azules por el estacionamiento del Hotel mientras hablaba de los defectos de tener padres, de lo muy complejos que eran y lo aburrido que era cumplir expectativas que no eran las tuyas. Sin previo aviso comenzó a comentarle como tomo un vuelo hasta esa ciudad buscándolo en cada hotel hasta que encontró el hotel de los miembros del partido Conservador y así soborno a una mesera para que averiguara si allí estaba Tae, para después buscarlo por toda la ciudad.
Minho conducía mientras el cabello negro inconfundible del joven atrajo su atención, casi choca con un semáforo.
- No había conocido a nadie que me dejase tan impactado como para salir a buscarlo por toda una ciudad.- dijo Minho abriendo la puerta de su habitación, era muy similar a la suya en el otro hotel, pero había algo de Minho por todo el lugar.
- ¿Te gusta la música antigua?.- pregunto Tae señalando unos discos de vinil sobre el sofá, parecía tan íntimo que no le resultaba solo una habitación de hotel.
- Tengo buenos recuerdos de ellos, pero no me preguntes mi edad.- respondió socarrón.
- Yo tengo 22 años, tal vez tengas solo tres años más.- dijo Tae mientras caminaba hacia los discos. Minho deslizo un dedo sobre la muñeca de Tae y lo miro, sentía su respiración fallar con un solo toque.
- Créeme, me veo joven pero no lo soy. Aun así, pareces Universitario, ¿estudias...?.- la voz suave de Minho le resultaba como un ronroneo. Tae se giró y abrazo a Minho, nada le importaba, solo sentía que moriría sino lo abrazaba.
***
Los pasos eran casi inaudibles, una mano blanca y pálida se deslizo por la perilla, abrió con demasiada lentitud observando dentro, todo estaba en total desorden, como si la huida de Minho hubiese sido en el instante. Taeyon observo los papeles por toda la mesa, doce bandas y cuatro solistas, todos a la espera de que Minho los haga tan famosos como ella.
Ella era solo una torpe cantante de ópera cuando conoció a Choi Minho, nunca nadie la había apoyado como ese hombre, nunca nadie espero nada de ella, por eso lo amo y por eso lo siguió por un tiempo, él la hizo triunfar más cuando no lo requirió simplemente lo deshecho. Minho no era celoso, no con ella, pero Taeyon tampoco era celosa, no le importaban los novios o las novias que lo persiguieran, pero ahora no era igual. Había un brillo en su mirada tan intenso que nunca lo vio cuando fueron pareja.
- ¿Buscas a alguien, Taeyon?.- pregunto la voz tenue de Kai, este parecía un fantasma, nunca sabía dónde estaba.
- Buscaba a Minho, pero no está.- respondió sentándose en la silla vacía de Minho.- ¿Buscas a Kibum?, porque él esta con Jonghyun, creo que están enamorados.- se burló Taeyon, hubo una pisca de dolor que Kai oculto.
- Taeyon, eres egoísta, inestable y vacía. Se puede vender tu voz pero el resto de ti es... verdaderamente molesto.- dijo Kai siendo desconsiderado de una manera simple.
- ¿Minho tiene un amante?.- pregunto Taeyon ignorando las palabras de Kai.- Nunca durará con nadie, él aun me ama, nunca me va a olvidar.- añadió mostrando su natural altivez.
- Creo que eso debes preguntárselo a él, por ahora, mejor sal de su oficina.- dijo Kai señalando la puerta, Taeyon le sonrió y solo salió de allí como siempre, con ese aire de reina.
***
Había sido una noche especial. Tae había pasado la mitad de un día perfecto conversando con Minho sin importarle nada, había conocido cosas como que le gustaba la lentejuela en la ropa, le gustaba los dulces de canela por picosos y suaves, después se abrazaron para dormir en el sofá largo. Tae se sentía relajado con el respirar de Minho, lo miraba aferrado a su pecho, sus hermosos ojos almendrados, su tez de tonos canela, su aroma y su esencia. Él sentía que ese hombre le estaba gustando mucho, de una manera demasiado profunda.
Cuando de nuevo abrió los ojos, Tae busco a Minho. Este se encontraba al teléfono hablando mientras una mesa de comida deslizable, ordenada por Minho, estaba instalada frente a él. Se incorporó y miro la hora, eran las nueve de la mañana, había pasado toda la noche y mitad del día con Choi Minho, se acomodó el cabello mientras tomaba trozos de un sándwich. Una mano se posó sobre los dedos estilizados del joven de cabello negro, y acaricio su camino hasta los pantalones de Tae, este aspiro aire de manera casi desesperada, después lo miro sacar el celular de su bolsillo.
- Dame tu número mi pequeño Nephilim.- murmuró Minho al oído de Taemin, este enarco las cejas con confusión.
- ¿Qué es un nephilim?.- pregunto Tae tecleando para buscar su número, Minho le sonrió mientras anotaba en su propio celular el número obtenido.
- Es alguien parte ángel, está en el Génesis.- murmuró Minho al oído de Taemin, este se estremeció más el momento fue interrumpido por el estridente sonido de un tono oscuro, era el padre de Taemin llamándolo por el teléfono.
- Lee Francesco Taemin!, ¿dónde estás?, dice Jinki que pasaste el día con él y Luna, ¿es verdad?.- decía la voz autoritaria de su padre mientras Taemin no podía ni responder, Minho lo miro un tanto triste.
- Lo lamento padre, regresaré pronto, estaré allí en unos minutos y te explicaré todo.- intento justificarse mientras no desviaba la mirada de Minho.
Minho le sonrió, comprendía que debía perder al hermoso joven, se escabulló contra él esperando que Taemin hablase primero, pero este no hablo, lo miro con una pizca de agonía haciendo claro que él no quería irse pero ya habían pasado juntos todo un día.
Minho lo abrazo y beso su cabello negro; pasaron varios minutos en silencio hasta que Tae se apartó de Minho y se despidió con un movimiento de la mano. Corrió apresuradamente por el pasillo hasta el ascensor.
Taemin pensaba en las explicaciones y en la ayuda de Jinki cuando su celular vibro con un tono peculiar, observo el número desconocido en la pantalla y reviso el mensaje.
"Minho- Este es mi número, querido Taemin, mi pequeño nephilim. Así que nos veremos en Nueva York, "ojos Azules"."
Tar se estremeció por el nerviosismo, ¿qué debía responder?, ¿cómo debía interpretarlo?, temeroso tecleo la respuesta pero no la envió. Salió a la avenida y espero por un taxi, ya dentro decidió enviarlo.
"Taemin- Nos veremos allá, Choi Minho. Te debo una cita."
Después sonrió mientras recordaba las expresiones que de Minho logró obtener, quizás todo iría mejor.
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