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22. TIRAR LA TOALLA

Lee Jong Suk corría por las calles de Londres sin importarle nada más que llegar al hotel donde Choi Minho se había estado hospedando. Maldito el momento en que su debilidad como hijo le permitió perder de vista a su padre.
El informante que tenía en Francia no había respondido a sus llamadas, así que tomó un vuelo sin escalas directamente al país que decapitaba a sus Regentes. Su informante parecía imposible de localizar, ni llamadas, ni mensajes, había dejado de “logearse” en las redes sociales por tres días. Nadie se mantenía lejos tanto tiempo.

Cuando aterrizo tuvo la terrible confirmación de sus sospechas. El informante llevaba un mes completo muerto en su departamento. Su portátil y teléfono celular habían sido robados, así que quien sea que accedía bajo su nombre lo había estado engañando por un mes completo. Tras una rigurosa investigación, las autoridades de Francia le revelaron que el departamento completo estaba tapizado con las huellas de su padre.
El portátil y el teléfono fueron ubicados por un vagabundo a las puertas de Versalles. Ciertamente Hyun era muy teatral.
Jong Suk pronto ubico aquellas pruebas y cuando estaban siendo revisadas, el departamento arrojó más pruebas. Una pared falsa ocultaba un mapa, centrado plenamente en los movimientos de tres personas: Taeyon en Francia, Lee Taemin en  Londres y Woo-shik en Rusia.
Hyun también parecía tener una red de informantes capaces de muchas cosas, informantes  mejores que los suyos, admitió Jong Suk.

Había muestras de que Taeyon y Hyun se habían encontrado en algún momento antes de la muerte de su informante, y también después del lamentable deceso. Taeyon y el informante suplantado confirmaron información que la primera podía ofrecer referente a un supuesto asesinato que sucedería pronto. Según los correos, Taeyon sabía que Hyun asesinaría a Taemin. Sin embargo esto jamás sucedió. Las pruebas eran simples: correos electrónicos, llamadas, vigilancia sobre el joven, fotografías de lo que hacía, una cuenta bancaria en Suiza a nombre de su padre y constantemente rellenada por Choi Woo-shik. Además de un video encriptado.

Había sido fácil conectar el alias Asmodeaus con Woo-shik, el padre de Minho; pero fue mucho más difícil encontrar sus muchos alias con cuentas bancarias diversas. La conexión entre Woo-shik y Hyun había sido establecida, además de una relación entre Woo-shik y Taeyon. Sin embargo, el video encriptado era el punto central. Necesitaban encontrar a Taeyon o Woo-shik.
Al desencriptar el video se mostró una conversación entre Woo-shik y Hyun. Ninguno parecía saber que estaban siendo grabados.

- ¿Qué quieres de mí?.- preguntó Hyun, su rostro avejentado mostraba las claras señales de una abstinencia media. El hombre temblaba se movía erráticamente.
- Necesito que asesines a alguien.- respondió Woo-shik con cierta superioridad.- Quiero que no permitas que Lee Taemin llegue vivo a Nueva York. Lo quiero muerto en Londres.- añadió extendiendo la mano y mostrando un paquete.

Por pura observación, Jong Suk sabía que eran noventa gramos de cocaína pura. Hyun tembló antes de aceptar el paquete y colocarlo contra su pecho. Lucía tan quemado por su adicción que Jong Suk no pudo evitar sentir pena por su padre.

- Asesinar al niño no es algo fácil.- dijo Hyun con cierta confusión; culpa de la abstinencia o del acto mismo, Jong Suk no lo sabía. 
- Te propongo algo.- Woo-shik enarcó las cejas y se relajó en el sofá.

Jong Suk pudo reconocer el estilo femenino del lugar. Era el departamento de una mujer, quizás de Taeyon. La ventana tras ellos daba hacia una pastelería ubicada en una de las mejores villas del centro de Francia. Algo que claramente una cantante de ópera tan popular como Taeyon, quizás podía costearse.

- Tú deseas a Amber.- continuo hablando Woo-shik, y la manera en la que los ojos de Hyun brillaron asqueo a Jong Suk.- Asesina para mí al niño, y yo mismo te ayudaré a secuestrar a Amber. La conocía bien, trabajo para mí. Vendrá a mí por trabajo, la secuestras y te la llevas.- añadió aplaudiendo fuertemente.
- Suena fácil.- espetó Hyun.
- Te ofrezco una de mis casas, en Alemania.- insistió Woo-shik. El hombre tomó un pastelillo azucarado y aquello pareció hipnotizar a Hyun.- Estarás con ella para siempre. Nada habrá en la casa, es insonora. Yo mismo la utilizaba a veces. Si despellejas a una mujer viva, nadie escuchará sus gritos.- añadió buscando convencer al hombre.

Jong Suk bajó la cabeza, avergonzado por su padre cuando este acepto. Formalizo el trato y se hizo el primer pago en efectivo. Tras marcharse ambos hombres Taeyon abrió la puerta y miró hacia la pantalla. Aquella mujer manipuladora podía controlar perfectamente a dos seres tan aberrantes como Woo-shik y Hyun.

Woo-shik había ordenado el asesinato de Taemin, sin ninguna razón obvia. A cambio de ello,  Woo-shik le ayudaría a Hyun a secuestrar a Amber y los ocultaría en Alemania.

La verdad de aquel perverso plan le dio escalofríos a Jong Suk.

El joven detective, Granville, se puso en contacto con los custodios de Minho, pero no parecían encontrar razón de la paranoia de Choi Minho. Aquello le dio un respiro a Jong Suk, quizás el hombre se confundió.
Tras revisar las ubicaciones se encontró la casa que Taeyon rentaba. Era una villa muy hermosa, en la zona elitista de Francia. Sin embargo al llegar allí no se encontraron con Taeyon, el cadáver relativamente fresco de Choi Woo-shik se hallaba recostado contra la mesa. Envenenado por cianuro y absenta. La comida de olor y aroma dulce ocultó perfectamente ambos venenos.

- Taeyon debió haberlo hecho.- conjeturó Granville.- Las mujeres siempre recurren a los venenos.- añadió con estoicismo, como si aquello fuese una perla de sabiduría de su propia colección.
- Taeyon no sabe de venenos.- comentó Jong Suk, observando el cuerpo en descomposición de Woo-shik.- Ella es astuta, pero no es brillante. Ella nunca dejaría un buen bacanal para investigar la disolución de venenos en alimentos.
- Hyun sabe sobre venenos.- comentó un detective veterano, se llamaba Charles.

El hombre miró a Jong Suk y este asintió. Aquel hombre era amigo de Chanyeol, lo había conocido en una conferencia sobre “detalles imperceptible post mortem”. 

- Entonces, se debe proteger a Lee Taemin.- comentó el joven y errado detective. El veterano negó con la cabeza.
- Es lógica simple.- comentó el detective veterano.- Taeyon está en peligro. Su protector más valioso está muerto. Necesita a alguien que la haga sentir segura.
- Taemin está en Nueva York, está a salvo.- dijo Jong Suk sacando su teléfono celular.- Pero Choi Minho está en Londres. Taeyon irá en su búsqueda.- añadió antes de reservar un vuelo a Londres.

* * *
Minho se había sentido tan paranoico desde que Taemin había dejado su habitación. Pensó que quizás debía comprar una casa amueblada para los meses en los cuales deba estar en Londres. Tendría que traer a Taemin con él, no podía hacer mucho sin Taemin a su lado. Quería ver brillar el mundo y quería que este brillase para Taemin.
Mientras revisaba las casas más cercanas a donde los mejores actores londinenses vivían, el teléfono celular de Minho vibro. Observó a su seguridad privada, hombres grandes que había contratado con el fin de no sentirse tan expuesto. Ellos asintieron y esperaron a una distancia prudente.

- Choi Minho, el poderoso flamante carisma de Brooklyn al habla.- dijo engrosando la voz.
- Eso es fue… extraño.- dijo Sulli. Minho negó con la cabeza. Pronto ella sería familia, venía con el paquete, y Minho amaba el paquete de Taemin.
- Quieres inscribirte para otra cátedra de la vida sexual de tu hermano mayor.- Minho sonrió cuando Isabelle hizo un sonido de asco.
- Lily Chen dice que grabo todo ese asunto y lo vendió a una productora de películas Porno Gay.- respondió Sulli con cierta agudización en la voz.- Dice que Taemin está nominado al “Falo de Oro” por mejor Revelación Gay.- añadió con cierta burla en la voz.- Pero olvida eso.
- Olvidado.- Minho miró su pantalla, una llamada de Taeyon. Minho no quería saber de ella. No estaba interesado así que corto la llamada.
- Será el cumpleaños de Taemin.- comentó Izzy de manera fortuita.- Haremos una gran fiesta y casualmente cumple años el mismo día en que regresas a Nueva York, así que… estás invitado como su regalo principal.-  añadió con cierta vulnerabilidad, como si le costase invitarlo a una fiesta en honor a Taemin.
- El año pasado no pude estar con Taemin en su cumpleaños.- dijo Minho mirando la pantalla, la llamada de Taeyon parecía importante pero nuevamente la desvió.- Y el antepasado no podía celebrarlo porque tu padre buscaba la reelección.
- Este año, todos esperamos tu visita.- insistió Isabelle.- Incluso mi madre. Ella ha prometido que no incomodará a ninguno de los dos.
- Asistiré a la fiesta.- Minho sonrió cuando hubo un resoplido de alivio, nada femenino, proveniente de Izzy.
- Somos familia, así que hay que llevarnos bien.- dijo Sulli a manera de despedida. Hubo un sonido de llamada finalizada y Minho sonrió.

Todos se esforzaban por aceptar a Minho. Querían a Taemin y aceptaban a su muy singular novio. Eso era bueno. Entonces el celular de Minho pareció descargarse por completo, lo que era raro puesto que la batería estaba cargada a tope. Pero ciertamente había modelos defectuosos, así que no le interesó más.
* * *

El vuelo se había retrasado varias horas, y tras el despegue tuvo que parar de emergencia en Italia. Jong Suk estaba desesperado por llegar a Londres. Minho se marcharía en unas horas, y si tenía suerte, lo encontraría en el aeropuerto.
Hyun había estado fuera de radar por meses, encontrarlo sería difícil, pero encontrar a sus objetivos sería la manera fácil de ubicarlo a él. En algún punto de la vida de Hyun, este había perdido la cabeza. Amber estaba avisada y Taemin, junto a todos los más cercanos de ambos, ellos estaban resguardados para evitar subterfugios.
Cabía la posibilidad de que aquello fuese un simple juego, una distracción para que Hyun pudiese secuestrar a Amber. Después de todo, muerto Woo-shik no había necesidad de cumplir más homicidios.
Al aterrizar se localizó a Minho aún en su habitación de hotel, aparentemente por el retraso en su vuelo. Jonghyun y Kai, que lo habían acompañado en su estadía en Londres, habían dejado el país hacía solo veintiséis horas.

Jong Suk se contactó con los detectives del caso en Londres y estos se dirigieron hacia donde Minho estaba. Al llegar, la recepción aviso que Minho había entregado la llave hacía solo unos minutos, sin embargo el detective, Josiah , decidió subir a la habitación de igual manera, seguía vacía por lo que simplemente podrían asegurarse.

Al abrir las puertas el aroma a sangre fresca cubría cada rincón de la habitación. El cadáver se encontraba frente a la ventana del salón recibidor, con las puertas que daban a la recámara, cerradas. El cuerpo no se movía pero continuaba sangrando sobre la alfombra. Sus dedos empuñando lo que parecía una unidad Flash Usb. Su cabello estaba teñido con la sangre y las marcas frescas de los disparos sobre la pared blanca.
El sujeto en cuestión había estado de espaldas a la puerta, llamando a la recámara, cuando fue alcanzada por la ráfaga de disparos. Los casquillos aún estaban calientes y el silenciador se encontraba a los pies del cadáver.

- Ella no lo escuchó.- murmuró Josiah poniéndose en cuclillas para mirar el rostro ensangrentado de Taeyon.- Estaba buscando a Minho y eso era lo que Hyun esperaba. Ella lo trajo a él.

El dorado cabello estaba húmedo por la sangre, la ropa, que parecía deslucida, se encontraba empapada. Su cara dejaba ver el terror de haberse encontrado con su verdugo, parecía haber llorado, quizás llamando a Minho y esperando que este le abriese las puertas. Jong Suk consideró que ella no sabía claramente que Minho había dejado el hotel.

- Todos sabían dónde se hospedaba Minho.- afirmó Jong Suk.- Mi padre… El sospechoso sabía que ella lo buscaría y cuando ella sintiese una oportunidad, él estuvo cerca.
- Por eso seguía a Minho, para atraparla fuera de su escondite.- conjeturó Josiah.
- Encárgate de esto.- pidió Jong Suk caminando hacia el ascensor.- Minho aún puede ser el objetivo. Necesito encontrarlo.      

* * *

Choi Minho jadeó al sentir el cañón contra las costillas. No esperaba encontrarse en un predicamento tan terrible a unas horas de retornar a su loft, de retornar a Nueva York, de volver a casa, con Taemin y su fiesta de cumpleaños.
El hombre era más bajo que él, menos corpulento, obviamente más feo, con unos ojos verdes como de serpiente. Su cabello se encontraba encanecido, mucho más de lo que lo había visto tiempo atrás. El hombre lo empujó, obligándolo a desviar su camino.

Jonghyun y Kai se habían marchado solo un día antes, el propio Minho los había presionado para no esperarlo. Ahora se arrepentía de estar solo. Siendo sincero, Hyun lo había estado siguiendo por días, de eso estaba seguro. Por días había estado sintiendo que alguien lo vigilaba. Intento Hyun revisar las pistas pero terminó convenciéndose de que simplemente era paranoia.
lo presionó para que doblara hacia los senderos internos, las callejuelas que circundaban el Aeropuerto de Londres. Tanto Hyun como Minho sabían que por aquella zona no había presencia policiaca. Parecía que ni la peor clase de escoria caminaba por aquel sitio olvidado.

- Así que…- Minho trato de hablar con claridad, ocultando el temblor de su voz.
- Así que… no planeaba encontrarte a ti.- admitió Hyun.- Quería asesinar al desviado de mi sobrino.- añadió encogiéndose de hombros como si aquellas palabras fuesen cualquier cosa.- Pero no pude encontrarlo solo ni por un segundo. Incluso en el hotel parecías colocar algún tipo de magia protectora porque cada vez que creía que tenía una oportunidad, el desviado se rodeaba de gente.
- ¿Es por dinero?.- cuestionó Minho.- Puedo pagarte lo que te hayan ofrecido.
- De hecho esto es venganza.- respondió guiando al hombre hacia una zona terriblemente abandonada.

Tras cierto vacío de una extensa amplitud, se encontraba solo una casa hecha añicos. El recuerdo de alguna familia que tuvo una gran vida en el siglo pasado, pero ahora estaba perdida. No había más casas en pie, y aquella tampoco lo estaba plenamente.
Parecía que aquella casa de tres pisos había tenido mejores días, pero en ese momento se encontraba despedazada. El tercer nivel no tenía techo, había una enorme abertura en la pared del segundo piso, la planta baja había perdido la columna principal y varias vigas de soporte. Todo ello se podía ver claramente desde el frente de la casa pues toda esa cara parecía haber sido arrancada por un gigante. Aquel era la ruina más absoluta.

- Bienvenido a lo que queda de la honorable mansión Lee.- dijo Hyun, arrastrando a Minho hacia ella.

Minho quiso escapar de Hyun, lo empujó y comenzó a correr. Un tiro certero a su rodilla lo hizo flaquear y desplomarse sobre el suelo. Las piedras arañaron su rostro y la sangre se esparció por sus pantalones. Lucía más violento de lo que el tiro había sido. Hyun caminó con toda  calma y colocó el cañón contra la sien de Minho. 

- Sin trampas.- espetó Hyun.

Minho levanto las manos. Hyun lo insto a ponerse en pie, lo empujo contra la derruida entrada y lo arrastro por el escombro de lo que parecía la primera habitación de la casa.

- La idea original era asesinar a Taemin.- Hyun explicó con sublime calma.- Lo acuchillaría muchas veces. Lo colgaría desde la única viga en pie y lo dejaría allí.- añadió con desinterés señalando en lo alto de la casa, cerca de la chimenea aún en pie.- Esa era la orden. Me pagaron muy bien para hacerlo. Woo-shik creyó que una existencia sin el amor de tu vida te haría lo suficientemente infeliz.- finalizó.
- ¿Mi padre?.- jadeó Minho horrorizado.

Comprendía que su padre hubiese hecho tal cosa. Le había advertido claramente. Sin embargo, el escucharlo de labios de Hyun lo hacía mucho más real.

- Taeyon lo convenció.- comentó Hyun.- Parece que ella sentía celos. Quería ser lo único valioso en tu vida. La única que valiera la pena para ti.- añadió mirando directamente a Minho.- Vanidad de mujer, supongo.- se encogió de hombros pareciendo pensativo. Se giró hacia Minho y con una sonrisa en los labios le disparo.

Ambas piernas heridas obligaron a Minho a caer de rodillas.

Un disparo era doloroso, el olor de la carne calcinada, el olor de la sangre, el ardor de la piel. Había cierto cosquilleo en las venas, como si tiraran de ellas con fuerza pero sin ser alcanzadas. El músculo dolía y palpitaba. El cuerpo estaba tan confundido que el cerebro enviaba varias señales a la vez.

Dos disparos intensificaban las sensaciones.

Minho cayó contra los escombros aferrándose a ellos, como si necesitase ayuda para soportar el dolor. Se arrastró necesitando pensar más allá del dolor, necesitando despejar la mente, contemplar la posibilidad de escapar. La posibilidad de defenderse, de vivir. 

- Entonces me di cuenta de que simplemente era un esclavo.- continuó Hyun permitiendo que Minho se arrastrase hacia las escaleras, lejos de él.- Era un esclavo de mis propias pasiones. Deseaba a la mujer de mi hermano, y la poseí. Fue mía. Y con ello podían manipularme. Woo-shik me consideraba inferior, Taeyon solo quería a alguien que arrancase el problema de raíz.- Hyun sonrió.

Era ligero para su edad, así que se movió con simpleza hasta estar tras Minho. Saltó sobre la espalda de Minho colapsando su cuerpo contra los escombros de varillas que perforaron su cuerpo. Con una fuerte patada quebró el hueso de la pierna de Minho.
El hombre se retorció  gritando de dolor. Hyun, sosegado, se colocó en cuclillas frente a él, mirando su sufrimiento de primera mano.

La sonrisa torcida emergió en los labios de Hyun antes de comenzar a patear las costillas perforadas de Minho. La sangre surgía a borbotones como si fuese expulsada por cada patada, el sonido de chapoteo parecía divertir a Hyun. Al fin, cansado, Hyun lo giró hacia él. 

Siempre que un disparo es recibido, en las películas, el protagonista puede moverse y enfrentar al atacante. Pero la verdad es que el trauma del impacto recibido por el cuerpo es procesado tan profundamente que el mismo cuerpo necesita adormecerse con el fin de calmar a los nervios que envían señales de dolor al cerebro. Funciona simplemente aquellos sistemas necesarios, y el dolor se confunde con la morfina natural generada. Son adormecidos gran parte de los sentidos.
No es fácil mantenerse consiente después de tal impacto. Y Minho lo estaba viviendo en carne propia.

- Los cadáveres de Taeyon y Woo-shik serán encontrados en algún momento.- comentó Hyun pateando nuevamente las costillas de Minho, quien escupió sangre.- Es fácil envenenar a un hombre que solo está enfocado en el placer. No perciben muchos sabores distintos, todo es lo mismo.- añadió pisando la mano temblorosa y ensangrentada de Minho.

El hombre apenas se aferraba a los escombros, temblando, vibrando con violencia. Estaba por comenzar la subida de adrenalina. Minho hizo el esfuerzo de arrastrarse, desangrándose.

- Tuviste tu venganza.- logró escupir Minho. Se sentía exhausto, las palabras parecían morir en su mente abatida.
- No del todo.- comentó Hyun.- La arpía de Taeyon planeaba venderme. Envió toda la información hacia un “topo”. Todo estaba preparado para que tras la muerte de Taemin, tú encontrases el nexo. Me asesinarían mientras escapaba o me atraparían, y yo moriría en la cárcel horas después.- puntualizo cada palabras rompiendo los dedos de la mano derecha de Minho.- Taeyon se mostraría como la abnegada amante que nunca vio lo que tuvo, hasta que lo perdió. - Hyun tiro del cabello de Minho, obligándolo a verlo directamente.- Una joya tu mujer, ¿eh?.

Hyun arrastro a Minho por las desvencijadas escaleras, hacia el piso de arriba.
Un arranque de adrenalina –muy esperado por el cuerpo – hizo que Minho pudiese aferrarse a una de las puntiagudas varillas. Sujetando una de las piedras a sus pies, golpeó a Hyun con la mayor fuerza que su herido cuerpo podía ofrecerle. Se defendió hasta que pudo escuchar como uno de los brazos de Hyun se rompía.
Minho se giró, buscando huir, y Hyun vio su oportunidad. Contrataco con todo el cuerpo, empujándolo al suelo, cayendo ambos. Hyun sobre Minho, por lo cual se recuperó antes que Choi.

Hyun lo miró con una sonrisa en su ensangrentada boca. Escupió la sangre y se enfrentó nuevamente a Choi Minho, quien se defendía como le era posible.

En buenas condiciones, era un buen peleador. Pero con dos disparos y magullado por la caída y la golpiza, no parecía ser probable una victoria. Minho lucho con el otro hombre con aquel arranque de adrenalina, esta reducía su dolor y lo despertaba con violencia. Sin embargo cuando este compuesto disminuyo, todo podía caer por su propio peso. Y así lo hizo.
Hyun se liberó de Minho y lo golpeó con el brazo que podía mover.

- Tienes valor, debo admitirlo.- se burló Hyun.- Tu viejo de verdad debería estar orgulloso de ti.

Hyun se sentó sobre uno de los escalones, observando hacia Minho. Se mostraba cansado, como si la vida ya no simbolizara nada, su cabello se pegaba hacia su nuca por la sangre, las marcas de la pelea eran completamente visibles. Si Hyun sobrevivía, tardaría un par de años en curarse. Pero si Minho sobrevivía, su juventud le podía ayudar.
Minho lo observó entre cerrando los ojo, estaba demasiado fatigado.

-¿Por qué… quieres asesinarme?.- Minho logró cuestionar.
- No tengo una verdadera razón.- respondió Hyun encogiéndose de hombros.- Quiero ver si Taemin podrá vivir sin ti. Quizás se suicide después de perderte. Quizás encuentre a otro desviado y viva.- añadió con cierta aflicción en la voz.- Tiene posibilidades, ¿sabes?. Muchas posibilidades.- agregó como si aquello lo asquease.
- ¿Terminará… conmigo?.- preguntó Minho desesperado por escuchar que él sería el último en la cadena homicida de Hyun.
- Es momento de tirar la toalla.- respondió Hyun con un tono cortante.- No podemos más.- sonrió al decir aquellas palabras.

Hyun lentamente se puso en pie, lucía cansado, estaba exhausto de la vida en sí. Colocó el cañón contra la cabeza de Minho, presionó ligeramente el gatillo, como preparándose para saborear el golpe.
El último recuerdo consiente de Minho fue Taemin y el momento en el cual lo conoció. Esa mirada que suplicaba ayuda, ayuda para comprenderse, para liberarse, para ser él mismo. Aquel momento entrelazo su vida con Hyun, y a pesar de la simpleza del destino, Minho volvería a hacer todo de nuevo.

El sonido violento del disparo resonó por toda la vacía calle, por la casa abandonada de una dinastía que agobiaba y torturaba a Hyun. El cadáver cayó de espaldas y la sangre, indetenible, escurrió por la sien hacia la garganta.      

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