19. CORAZÓN HECHO PEDAZOS
La duda comenzó, como el piquete de un mosquito. Se extendió en su mente tan rápido como el fuego en años de sequía. No era posible. No podía ser posible. Perdido por la furia y la incredulidad llego a las puertas del loft casi trasportándose. No recordaba haber tomado un taxi y menos haber pagado. Pero allí estaba. Abrió la puerta encontrando a Taemin junto a kkong. Los ojos azules, inocentes y puros, aminoraron su ira.
- Mi hermoso Taemin, mi amado Taemin.- dijo Minho. Taemin bajo la mirada y se negó a responder. Su voz sonó cortada cuando pudo decir palabras.
- Haz regresado.- murmuró sin mirarlo. Taemin obviamente se sentía más triste al verlo allí.
- Leí un libro, en el avión. Fue muy interesante, muy peculiar, de hecho.- dijo Minho caminando hacia él. Pero Taemin no podía continuar fingiendo.
- Te fui infiel.- dijo Taemin sin mirarlo.
Minho quería gritar, quería estallar. Quería llorar. Se dirigió hacia el clóset y saco de allí todo lo que era de Taemin. Miro la camisa, aquella con las letras bordadas. No la tomo, fue lo único que no tomo. Camino furioso por el pasillo hasta la sala y arrojo toda la ropa sobre Taemin.
- Márchate. No quiero verte de nuevo jamás. Todo terminó.- las palabras emergían con dolor. Minho se dio cuenta, estaba llorando. No lloró cuando encontró a Taeyon con su propio padre, cuando supo que era producto de una violación. Pero estaba llorando porque Taemin le había sido infiel.- No volverás a la empresa jamás y no volverás a mi casa nunca. No quiero verte nuevamente. Todo ha terminado.- añadió caminando hacia las puertas de su casa.- Saca tus cosas en el día, cuando regrese no quiero nada de ti aquí.- agregó tan indiferente que caló en el alma de Taemin.
Taemin asintió sin decir nada ni excusarse. No explico ni una palabra, solo asintió y lloró aferrándose a sus rodillas.
Minho deseó golpearlo en la preciosa cara y extendiendo el puño… se despertó de aquella pesadilla.
La pesadilla se repetía una y otra vez, un retorno, una mirada, el dolor en sus hermosos ojos azules, la belleza de sus facciones empañada por la tristeza, el dolor puro que él mismo vivía. Amaba a Taemin, lo amaba profundamente pero no podía solo fingir que aquello no alteraría su vida.
Había transcurrido casi tres meses desde que los ojos verde-dorados apreciaron la belleza pura del joven de cabello negro y ojos azules. Soñaba con él, deseaba verlo y tocarlo, sentirlo y abrazarlo. El pensar que otro hombre toco lo más preciado, lo único que amaba más que a la música, a su empresa o a sí mismo, le hería más que un cuchillo atravesando su pecho. Se mantenía firme pero malhumorado, odioso e incluso muchos hablaban de que Minho no era una buena elección para hacer negocios. ¿Pero qué podía hacer?, estaba muerto, Nam-joon y Taemin lo asesinaron.
No podía ir a lugares para tener sexo casual, no podía ahogar su dolor en alcohol. No porque no quisiera o no pudiera, sino porque su mente solo se aferraba al joven de cabello negro, a aquel cuyos dedos dibujaron marcas en su pecho uniendo líneas invisibles. Además, cada vez que la idea de estar con otro pasaba por su mente, la verdad era susurrada en su cabeza: “No terminaron. No han terminado. Todo puede pasar y quizás tu relación pueda salvarse.”
Sabía que Taemin estaba bien, eso se murmuraba entre los representantes que iban y venían desde la empresa hasta la subsidiaria en Londres. Todo era para consolidar la gira. Tras un tiempo, al pasar el primer mes, Jonghyun había sido enviado como representante de algunos… representantes. El pasar el tiempo con Jonghyun no disminuyó el dolor, y menos porque al pasar el tiempo Kai se unió a ellos.
Tanto Jonghyun como Kai evitaban hablar de Taemin frente a él, pero Minho había escuchado algunas conversaciones entre Kai y Jonghyun. Taemin parecía cada vez más cercano a la familia de Heechul, parecía pasar el trago con fuerza, enfocándose en el trabajo pero buscando que Jonghyun persuadiese a Minho para leer o responder los cientos de correos electrónicos y las llamadas. Taemin parecía enfocado en rectificar su crimen, o eso creían Jonghyun y Kai.
Más lo enloquecía el saber que su amor no fue nada para Taemin. Quería una explicación pero su ego herido lo mantuvo lejos de cualquier explicación. Entonces los mensajes comenzaron a llegar un par de semanas después de que Jonghyun arribara. Mensajes crueles que parecían provenir de Nam-joon, mensajes que remarcaban la pertenencia de Taemin hacia el intérprete. Era su número de celular, pero los celulares podían ser hurtados.
Minho detestaba a Nam-joon pero el joven no parecía ser de ese tipo.
Y después Jonghyun comentó que Taemin parecía enfermar frecuentemente.
Aquella mañana había escuchado claramente una conversación entre Kai y Jonghyun que lo paralizo. Ambos preferían no hablar de Taemin cerca de Minho, pero en ese preciso momento Minho se encontraba al otro lado de la puerta.
- Jinki está desesperado.- dijo Jonghyun meneando la cabeza mientras Kai toca el violín para él.- Taemin ha estado entrando y saliendo del hospital. Parece que aún no encuentran lo que tiene, pero debe ser malo.
- Las enfermedades son así.- murmuró Kai en un tono melancólico.- Todos hablan de un tipo de infección en el hígado o incluso cáncer. Nada esta comprado.- añadió elevando las notas mientras cerraba los ojos.
- Kim Heechul pelea todo el tiempo con Amber por los hospitales que debe visitar.- Jonghyun saco su celular y pareció revisarlo.- El hombre se ha autonombrado tutor de los tres Lee. Sulli lo adora, le ha abierto muchas puertas a la banda, Taemin también parece apreciarlo, y Ten, ese niño lo idolatra más que a Jinki.
Kai frunció el ceño ligeramente antes de sacudir la cabeza, sin poder reprochar los comentarios de su gran amigo Jonghyun.
- Es cierto.- reiteró Jonghyun.- De no ser porque lo he visto jugando con una niña de la escuela, diría que le van los rubios.- se burló. Kai no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar aquello.
Jonghyun observó con cariño a su amigo, parecía buscar hacerlos reír un poco. Se puso en pie y se giró con celular en mano, caminó hacia el marco de la puerta entonces el teléfono timbró y a más radiante sonrisa surgió del joven.
- Hay un Charmander en el hotel, y voy a capturarlo. Vamos, Kai.- dijo Jonghyun mostrándole el radar que señalaba cerca a un “pokemon”.
Jonghyun no espero a que Kai lo siguiera, comenzó a correr por los pasillos como un crío. Kai solo sacudió ligeramente la cabeza y bajo el violín para seguir a su muy singular amigo. Ese hombre sería todo un caso incluso teniendo ochenta años.
Minho no sabía exactamente qué pensar. Su primer instinto fue reservar un vuelo a Nueva York pero después se negó y dejó que el día de trabajo lo devorase.
Al atardecer comía en uno de los mejores lugares de Londres, cerca de la campiña, cuando su celular vibro. Minho esperaba que fuese Taemin, pero no lo fue. Era una llamada de Taeyon, no había sido molesta, no al principio, pero entonces…
- Lee Taemin no es tan distinto a mí, ¿sabes?.- dijo su cantarina y suave voz.- Somos demasiado parecidos, solo que no pareces notarlo. Ambos consideramos el amor solo una dulce fantasía y comprendemos la realidad muy diferente.- hubo un fría risa después.- Tenemos todo lo que deseamos, tenemos fama y fortuna, lo hemos logrado todo, ¿y lo dejarías por el amor verdadero?, que infantil.
Minho le dijo todo lo que deseo decirle siempre, cada recuerdo que desgarro su corazón de aquella vida a su lado:
- Amo a Lee Taemin, y siempre lo amaré. Hemos terminado y quizás jamás nos reconciliemos.- dijo Minho con una crueldad ajena al hombre.- Pero él siempre será mi único amor. Tú eres nada en comparación con él. Eres un cuerpo vacío de una mujer muerta desde hace años. Taemin nunca estará vacío. El amor es eterno, el amor perdura más que nada y por las grandes tragedias de amor la humanidad siempre sigue prefiriendo la calidez de un beso por sobre la violenta acción de la guerra.- añadió mientras intentaba calmarse.
Entonces sucedió. Choi Minho se giró hacia la derecha y allí vio a Nam-joon, comiendo junto a otros músicos, parecían pasar una muy buena tarde. Incluso un juvenil hombre de cabello rubio casi dorado se abrazó de Nam-joon antes de besarlo. Y aquello detonó la ira en el joven productor. Nam-joon no comprendía cuan preciado era Taemin para él. Solo le había arrebatado lo más querido por nada, puesto que ni siquiera parecía considerarlo valioso.
- Puede que me haya sido infiel pero él había sido más mío de lo que tú o cualquiera antes o después de ti dijo o creyó ser.- finalizó colgando para después arrojar el celular contra el suelo y enfrentarse al hombre que había destrozado su perfecto mundo.
Mimho nunca había sido irracional. Había madurado muy pronto desde su infancia, había actuado siempre con lógica y razón, excepto cuando se trataba de Taemin. Normalmente la razón escapaba de la habitación cuando el tema era Taemin. Minho comprendió entonces, plenamente, que estaba totalmente enamorado de Lee Francesco Taemin.
Todos los presentes lo miraron, tenía muchos arrebatos ahora que no estaba con Taemin. Sin más, y aun cuando no era un hombre violento, se arrojó sobre Nam-joon golpeándolo tan fuerte que creyó haberle destrozado más que la nariz. Nam-joon se giró violentamente y se arrojó contra Minho con patadas y puñetazos. La sangre jamás ensució las ropas de Minho y este jamás había querido golpear a nadie, pero Taemin era suyo, sería de nuevo suyo, cuando lo perdonara.
El nuevo novio de Nam-joon quedó anonadado antes de intentar separar a Minho, pero el joven, de baja estatura uy complexión esbelta, no podía hacer nada contra el más alto Choi Minho. Se tironearon, se arrojaron puñetazos y la nariz de alguien sangro sobre la camisa blanca de otro alguien. Todos envueltos en la trifulca.
No supo el segundo en que Jonghyun y Kai los separaron hasta que vio frente a él a Jonghyun; Kai estaba sujetando a Nam-joon pero el pobre hombre parecía casi ser arrastrado por el intérprete.
- ¿Cómo puedes hacer algo así?.- gritó Minho buscando zafarse del fuerte agarre de Jonghyun.- ¿Tenías que drogarlo?, porque Taemin jamás hubiera accedido a estar contigo jamás.- añadió mientras Jonghyun fulminaba con la mirada a todo aquel que se detuviera a ver la escena.
- Tú fuiste el que dejo a Taemin por un beso, no yo.- respondió Nam-joon queriendo salir del agarre de Kai para golpear la cara del flamante carisma.- Él te amaba tanto que repetía tu nombre.- añadió golpeando la espinilla de Kai para zafarse, lo cual logró. Nam-joon se arrojó contra Minho mientras Jonghyun auxiliaba a su amigo.
- ¿Y aun así lo tuviste?.- grito Minho dando puñetazos descoordinados.
- ¡Jamás!.- exclamó Nam-joon. Ambos fueron sujetados de nuevo, ahora Kai sujetaba a Minho mientras Jonghyun sostenía al pequeño hombre.- No pasó nada. Él me beso llamándote y yo lo deje allí. Jinki lo saco y se lo llevo. Después no supe nada más.- añadió calmándose mientras jadeaba.- Después conocí a Mason y… estoy con él desde ese día. Ni siquiera he llamado a Taemin.
- ¿No pasó nada?, ¿nada más?.- pregunto Jonghyun arqueando las cejas.
- Nada.- respondió Nam-joon. Después pareció recordar algo.- Mientras esperaba a Jinki, Taeyon entro para ver si estaba mejor por la fiebre o debía solicitar un médico.- añadió causando que los tres hombres jadearan.- ¿Acaso no te lo explicó?.- agregó.
- No hablaste con Taemin, ¿me equivoco?, hablo después de que lo dejaste.- pregunto Kai.
- No. No podía verlo a la cara. Me rechazo inconsciente y consciente. ¿Crees que mi ego soportaría más?.- dijo Nam-joon mientras lo soltaban.
- ¿Y los mensajes?.- cuestionó Minho sabiendo de antemano la respuesta.
- Mi celular se perdió poco después. Pero mi Manager me consiguió otro.- respondió mientras el rubio, Mason, lo abrazo casi temeroso de que el violento hombre de cabellos teñidos, lo golpease una vez más.
- Tenemos que movernos, los paparazzi adoraran verte golpear a uno de tus artistas.- murmuró Kai señalando a las personas más allá, todos parecían sostener sus celulares para grabar la violenta pelea.
- Es un ejercicio de actuación.- dijo Jonghyun haciendo una reverencia.- Y por lo que veo, se lo han creído. Recuerden buscarnos en la Compañía Teatral “From Now On”, somos un éxito.- añadió antes de sonreír. Las personas, atrapadas por su carisma, comenzaron a aplaudir sin más.
Minho se sentía mortalmente arrepentido, avergonzado y deprimido. El tiempo había enfriado su temperamento la razón le dictaba, una y otra vez, que resolviera el asunto con Taemin. Pero… quizás Taemin ya había pasado página.
* * *
Jinki había estado preocupado por Taemin. El primer mes Taemin había estado demasiado enfocado en todo menos en Minho, pero los rumores pululaban por la Empresa. Todos hablaban de que Taemin y Minho habían terminado su relación. Se culpaba a una supuesta infidelidad de Taemin, pero Jinki sabía que su amigo no era infiel. Vale, se había equivocado, pero podía haber peores equivocaciones. Minho hacía una tormenta en un vaso de agua y Taemin parecía no poder salir de ello.
Taemin le enviaba correos electrónicos a Minho todos los días, disculpándose, suplicando poder explicar la situación o pidiendo que hablasen por última vez. Taemin llamaba por teléfono a Minho y lo buscaba de todas las maneras posibles, por lo cual Jinki se enfadó y terminó rompiendo su teléfono celular, su ordenador portátil, su Tablet y todo lo que pudiera conectarlo con Minho. Era algo así como una desintoxicación de la tecnología.
Entonces una tarde, que simplemente quiso encontrarse con su amigo, encontró un singular ambiente. Amber caminaba de un lado a otro, frotándose las manos, mirando hacia la habitación de su hijo. Taemin se había mantenido lejos de cualquier momento depresivo mayor, así que verla tan confusa hizo temer a Jinki.
Jinki golpeo a la puerta mientras sentía su corazón ser apretado por una mano invisible, como cuando encuentras a tu hermano menor al borde de la muerte. Su hermano sufría y él no lo había visto hasta este día, conversaban y él demostraba estar destrozado, pero Taemin no sería capaz de una locura, ¿o sí?. Golpeo una vez más y la puerta se abrió con lentitud. Antes de que Taemin pudiera cerrar la puerta, Jinki se hallaba dentro.
La música colocada era del tipo más melancólico, el blues más deprimente, junto con tonalidades de soul, lo que lo sorprendió un poco. Por las botellas en el piso, Jinki supo enseguida que su amigo estaba en su propia desintoxicación de Choi Minho.
El joven de ojos dorados jadeo al ver verdaderamente la condición de su amigo. Sus ojos hinchados y rojos por haber llorado quizás por días, círculos oscuros alrededor de ellos. Su cuerpo más esbelto y más pálido que antes, sus labios resecos. La ropa le quedaba muy holgada, solo era piel y huesos; y un profundo ceño de dolor que no parecía dejar su rostro.
Taemin se inclinó colocando la cabeza en el hombro de Jinki mientras sostenía las cervezas. Había dos botellas de Tequila vacías, una de Ron, y otra de Vodka a la mitad. Jinki pensó que quizás su amigo no sabía cómo embriagarse sin darse una congestión alcohólica.
- ¿Por qué estás aquí?.- preguntó Taemin con la voz ligeramente agudizada.- No importa. Bienvenido a mi fiesta de despedida de Choi Minho en mi vida.
- Sabes que no va de eso esta fiesta.- espetó Jinki mientras sujetaba la cerveza, que Taemin fácilmente cambio por un vaso de Vodka.- Faltaste al trabajo aludiendo enfermedad.
- ¡Y tengo una enfermedad!.- gritó Taemin antes de dar un profundo trago que pareció quemarle la garganta.- Tengo el corazón roto, el alma hecha pedazos y las bolas azules. Todo sin Choi Minho para curarme.- espetó antes de volver a dar un profundo trago. Jinki le quito de la mano el vaso pero Taemin tomó un “caballito” de Tequila.
- Dudo que eso sea una emergencia médica.- murmuró Jinki tomando un trago a la cerveza, lo necesitaría si Taemin comenzaba a hablar de lo que hacía íntimamente con Minho. Amaba a su mejor amigo, pero conversar sobre lo que Minho y Taemin hacía en la alcoba, era un poco su límite.
- Estoy en tratamiento.- espetó Taemin.- Pero solo fue un resfriado. Aun así….- comenzó a reír descontroladamente.- Tengo el corazón roto. Esa es mi enfermedad. Ya lo he investigado, por dolor emocional el músculo cardiaco se contrae provocando una arritmia terrible.- añadió tomando otro “caballito”.
- Taemin, hermano. ¿Qué te pasa?.- preguntó Jinki de la manera más terriblemente directa que pudo.
Taemin se detuvo y arrojo el vaso contra la pared antes de girarse hacia Jinki. Jace jamás lo había visto tan diferente del calmado hombre que ha sido su mejor amigo desde los diez años. Sus azules ojos exudaban desesperación como Jinki jamás lo había visto antes.
- ¿Has deseado que alguien te arranque el corazón solo para no sentir más dolor?.- preguntó Taemin.- ¿Has deseado romperte en mil pedazos como humpty dumpty?.- añadió sonriendo sin alegría.- ¿Has deseado que al despertar ya no estuvieras vivo?.- agregó.
Jinki se congeló. Taemin había vivido en las sombras por mucho, nunca revelando quién realmente era, pero jamás lo vio tan abatido como en ese instante. Jinki lo veía siempre, lo conocía como no conocía a nadie más, pero eso no podía evitar que a veces Taemin actuase muy diferente a cómo actuaría normalmente. Siempre puedes ver al más cercano de tus amigos de una forma y entonces, en el peor momento, la luz cambia y conoces por segunda vez a tu parabatai. Pero eran justo esos momentos donde la amistad se fortalecía.
- Sientes eso porque fue tu primer amor.- murmuró Jinki.- No es gran cosa, lo olvidarás y lo superarás.- la mano del joven se deslizo por el cabello maltratado de Taemin. Solía brillar azulado por el intenso color negro.
- Quiero morirme sin él y quiero olvidar que lo ame y quiero gritar que no me importa y quiero correr a sus brazos y que me quiera de nuevo.- dijo Taemin en una cascada de palabras. Jinki lo sintió temblar a su lado.- Quiero arrancarme el corazón y volver al clóset que es cómodo y quiero olvidar lo que hice con Nam-joon.- añadió apartándose de Jinki.
- ¿Qué crees que hiciste con él?.- pregunto Jinko siguiéndolo hasta la cama.- No fue más que un beso, solo eso. No fue gran cosa.- Jinko quería saltar para aferrarse a Taemin, sentía que se moría frente a él y el joven de cabello dorado no podía hacer nada para salvarlo.
- No importa lo que hice o no, o quizás sí importa.- murmuró Taemin perdiéndose en la nada.- Extraño a Minho, quiero a Minho y él no me quiere, él ya me olvido porque no soy nada. Soy un hombre y no lo haré feliz y solo... lo perdí. Solo lo perdí.- agregó.
Jinki noto que divagaba y quizás no pensaba claramente lo que decía. Un fuego se arremolino en el corazón de Jinki recordando lo que Jonghyun le dijo una vez: Taemin era simple y sincero, directo y una buena persona; pero eran las buenas personas las que eran blanco fácil para las malas personas. La ira continuó aumentando en su corazón cuando se alejó de Taemin y salió de la habitación, debía buscar a alguien que pudiese hablar mejor con Taemin.
El celular de Taemin vibro y él, perdido en sí mismo, lo contesto.
- ¿Cómo estas, querido Taemin?.- pregunto una voz chillona. Era Taeyon
- ¿Por qué te importa?.- gritó Taemin al ponerse en pie.- Además, ¿qué demonios quieres?.- añadió arrojando la botella vacía de “Corona” contra la pared. Tendría cuidado al limpiar su cuarto cuando el alcohol se le bajara.
- Minho es y siempre será mío.- dijo Taeyon concierta indecisión en la voz, como si no se esperase esa respuesta.
- Estás equivocada.- dijo Taemin.- Mis bolas ya no estarán azules nunca más. Ya verás. Yo sé cómo recuperar a mi hombre.- añadió girándose en busca de su cartera y su suéter deshilachado. Hubo un tipo de gruñido como si Taeyon no comprendiese las palabras de Taemin
- Choi Minho merece mucho más que solo ser el juguete de una mujer como tú. Merece ser amado, admirado, respetado y querido. Y muy, muy, pero que muy, cogido por mí.- añadió antes de colgar, guardar su celular en los pantalones y abandonar su habitación.
Amber, Jinki y Sulli parecían discutir en el piso de abajo, por lo cual camino por el pasillo buscando no emitir ningún ruido, sin embargo se encontró con Chanyeol sentado en la entrada de la casa. Chanyeol lo miró con el ceño fruncido.
- ¿Vas a delatarme?.- cuestionó Taemin mientras miraba con superioridad al hombre de cabello platinado.
- No tengo ganas de hacerlo.- Chanyeol se encogió de hombros.- Yo no supe luchar por lo que amaba hasta que mi mejor amigo me dijo que se casaba con ella.- añadió encogiéndose de hombros.- Pero puedo llevarte a dónde quieres ir.
Taemin dudaría de la repentina ayuda de Chanyeol pero consideró que así eran los adultos, demasiado bipolares.
Taemin tenía una misión y no descansaría hasta encontrar a Choi Minho.
* * *
- Taemin estaba muy ebrio.- dijo Jinki, a través del teléfono celular. Jonghyun observaba a Nam-joon, con su novio rubio, Minho y Kai.
Después del pequeño percance, Jonghyun logró convencer a Nam-joon y Mason para hablar sobre el asunto. Así que dirigió a todos a la habitación en el hotel. Se encontraban en la sala de la muy costosa habitación cercana al piso 40.
Minho no había dicho nada, pero Nam-joon tampoco parecía interesado en conversar. Mason, por su lado, no paraba de hablar sobre la suerte que tuvo al coincidir con Nam-joon en una fiesta. Jonghyun estaba por arrojar por la ventana al rubio cuando otro rubio le llamó por el teléfono.
Jinki estaba desesperado buscando a Taemin.
- De verdad que asesinaré a Minho si algo le sucede a mi hermano.- espetó Jinki con demasiada rabia.
- No creo que haga algo estúpido.- dijo Jonghyun. Entonces recordó la última vez que conoció a fondo la posible fusión de cerveza, vodka y tequila.- Esperemos que puedas localizarlo pronto.- añadió girándose para ver como Minho parecía muy atento a su conversación.
- ¿Es Taemin?, ¿está bien?.- preguntó Minho poniéndose en pie.
- Todo va perfecto.- dijo Jonghyun elevando el pulgar de la mano izquierda.- Tú no te preocupes de nada.
- Solo fue un maldito beso. Solo fue un beso.- gritó Jinko.- No fue sexo, ni siquiera sexo oral. Solo fue un beso, y él estaba ebrio o drogado.- insistió Jinki. Al fondo las voces se elevaban por segundos antes de silenciarse completamente.- Si le pasa algo, yo te mato y mato a Minho.- añadió intentando ser amenazante.- ¡Escuchaste!.
- No pasa nada.- dijo Jonghyun con una fingida sonrisa antes de colgar, caminar elegantemente hasta el balcón y conectar una llamada con su detective menos querido.
El detective más querido para Jonghyun era Benson, se “La Ley y el Orden UVE”.
Hubo un par de timbrazos antes de que alguien contestase.
- ¿Sucede algo, hermano Mayor?.- preguntó Sodam. Jonghyun se separó el teléfono de la oreja y miró que en efecto había llamado a Jong Suk. Frunciendo el ceño retomó la llamada,
- ¿Qué haces con el teléfono de Jong Suk?.- preguntó Jonghyun mientras observaba a través de las ventanas cómo Minho comenzaba a discutir con Nam-joon.
- Hay respuestas que una no debe decir en ropa interior.- dijo Sodam. Jonghyun iba a responder con una muy fea expresión cuando la voz de Jong Suk respondió.
- ¿Sabes que es mi día libre?.- preguntó Jong Suk.
- Sabes que mi hermana no debe estar en tu casa por las noches.- respondió Jonghyun, rodó los ojos y se giró hacia un Kai que sujetaba a Minho.- Hablaremos de ello más tarde. Necesito que rastrees lo que sea de Taemin.
- Claro, porque soy un sabueso entrenado.- espetó Jong Suk.
- Hablo de que puedes rastrearlo como un detective puede rastrearlo.- Jonghyun intentó no enfadarse más con el hombre, necesitaba su ayuda.- Taemin está desaparecido, lleva varias horas y nadie lo había notado hasta ahora.
- ¿Por qué no lo rastreas tú?, ya sabes, a lo “Catfish”.- Jong Suk buscaba excusas pero Jonghyun podía escuchar claramente que tecleaba en su ordenador portátil.- Te mando un mensaje de texto cuando lo encuentre.- añadió para después colgar.
- Lee's, todos son iguales, siempre quieren la última palabra.- añadió Jonghyun antes de colgar y enfrentar el infierno que había en la habitación del hotel.
- No pudo haber sido solo un beso. Jamás es solo un beso con Taemin.- gritaba Minho mientras Kai lo sujetaba.- Lee Taemin me sedujo con un simple beso en un callejón. Nunca es un beso.- las palabras de Minho resultaban irónicas ahora. Pero era verdad, jamás era solo un beso. Nunca solo un beso.- Taeyon también se justificaba así.- añadió.
Un sonido hueco retumbó por toda la habitación. No fue ni Nam-joon, ni Jinki, ni siquiera Jonghyun quien había dado una bofetada a Choi Minho. Kai había sido, sus ojos resplandeciendo con ira y desprecio. Sabías que habías hecho mal si Kai te miraba así.
- Taemin es mucho mejor que Taeyon.- dijo Kai.- Supera el dolor que ella te causo y olvídala, porque estas cerca de perder a un hombre muy valioso.- añadió sujetando a Minho de la camisa de una forma violenta tan ajena al joven que Jonghyun solo pudo abrir los ojos y santiguarse, como si estuviese en presencia de un milagro.- ¿Realmente estas dispuesto a perder a Taemin?, a aceptar su abandono, a aceptar que podría hacer una vida lejos de ti. Taemin podría muy bien encontrar a otro hombre y olvidarte.- agregó tirando del alto hombre. Ambos eran de la misma altura por lo cual podían verse directamente. Jonghyun y Taemin tenían la misma altura, también.
Minho reaccionó ante las palabras de Kai. No toleraría vivir en un mundo donde Taemin hubiese encontrado la felicidad lejos de él. Un mundo en el que su nephilim estuviera cada noche en brazos de otro hombre, uno que pudiese valorar lo que él no podía. Sus ojos desenfocados miraban hacia el balcón de la habitación.
- Su honra se mantuvo sin mancha.- dijo Nam-joon cruzando los brazos sobre su pecho.- Solo nos besamos y cuando algo pudo haber pasado, él comenzó a llamarte.- añadió mirando hacia su actual novio.- Te ama y yo lo perdí, pero encontré a quien verdaderamente parece complementarme.- añadió extendiendo la mano hacia su novio.- Yo llegue tarde, pero tú eres un idiota.
Dicho esto tanto Nam-joon como su compañero se apartaron de ellos y abandonaron la habitación. Jonghyun observó a Kai, notando la fatiga que siempre llegaba después de alterarse, caminó hasta él y con un tirón sobre el hombro, lo hizo sentarse a su lado.
- Lo soy.- coincidió Minho dando un suspiro.
Taemin había intentado explicar la situación, no justificarse, como lo hubiese hecho Taeyon.
Siempre había pensado que tras su terrible relación, él no se había cerrado al amor, a los conflictos que el estar profundamente enamorado podía generar. Y entonces, allí estaba. Un beso no era nada. Taemin se había equivocado y sinceramente había sido más terrible alejarse de él que intentar perdonarlo.
Taeyon solía soltarle que era infiel con un perfecto maquillaje y una mirada burlona, Taemin se había mostrado sumamente avergonzado. Taeyon siempre mentía y Taemin difícilmente podía ocultar alguna emoción. Era directo y sublimemente perfecto.
- Jonghyun, necesito ir a Nueva York.- Minho comenzó a caminar hacia la recámara cuando Jonghyun se interpuso.- Debo ir en busca de Taemin.- añadió.
- Sí. Sobre eso…- Jonghyun se encogió de hombros.- Taemin está desaparecido.
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