13. ENGAÑAR A UN INOCENTE
La habitación se encontraba en la parte superior del edificio, todo el piso decorado al estilo francés por Candice Olson. Cada detalle evocaba la Francia Revolucionaria, junto al estilo moderno y contemporáneo.
Taeyon adoraba su departamento, allí vivió con Minho unos años y cuando él se fue simplemente redecoró su habitación. Ahora esta le pertenecía al amante en turno, un hombre poderoso, empresario de mecatrónica. Los procesadores de los actuales automóviles funcionaban gracias a su estructura. Kim Joong Hyun la miro cuando esta se acercó a él, dejo caer el control remoto que sostenía cuando ella se recostó a su lado.
Taeyon tenía un profundo ceño que dejaba ver molestia, demasiado enfado y Joong Hyun sonrió ante ello.
- Mi hermosa Taeyon, ¿acaso haz perdido ante el niño?.- preguntó Kim dando un tirón al brazo de la mujer.
- No. Nunca pierdo.- espetó con desagrado.- Pero verás, Kim Joong Hyun, tengo un pequeño plan.- añadió Taeyon apartándose de él.
- ¿Tanto lo amas?.- pregunto Kim. Taeyon lo miró sin expresión para después dejar escapar una carcajada mortal y sínica.
- Lo necesito.- Taeyon extendió las largas y hermosas piernas atrayendo la mirada de Joong Hyun.- Luhan y Sehun me harán perder todo, son pésimos representantes, no como Minho. Choi es mejor que nadie y era mío, seguirá siendo mío.- añadió con el tono sensual con el que solía hablar cuando quería algo o deseaba simplemente cumplir algún capricho.
- Me parece que el niño bonito, aquel que presume como su novio, es tan virtuoso. No creo que puedas competir con él.- Joong Hyun hablaba de manera burlona. Las cejas de Taeyon se arquearon de manera despectiva.- ¿Por eso defraudas la empresa?, no creo que tu querido carisma se dé cuenta de eso.- añadió extendiendo la mano que Taeyon beso rozando los dedos con sus labios suaves.
- Mi querido Minho ahora esta tan interesado en ese niño.- dijo ella con desdén.- Lo presenta por todos lados como su novio, su amante perfecto. Es como si el niño extraño haya robado todo de Minho.- añadió con suavidad. Sus ojos mostraban un odio intolerable mientras su tono era dulce y empalagoso.- Así que con simples artimañas debo hacer que deje a ese niño y recurra a su padre. Así lo quiere Choi mayor.- añadió deslizando los dedos sobre el brazo de Kim, como si caminaran sobre su piel.- Es orgulloso, pero más que nada desprecia las mentiras. Así que lo haré necesitar a su padre y Taemin mismo se lo pedirá.- añadió mientras sus labios dibujaban una maliciosa sonrisa.
- Si el chico ha embrujado a Choi Minho, entonces, rompe al niño y él sufrirá.- Joong Hyun hablaba resuleto.- Mejor aún, juega con él. Haz que aparente algo que no es. Involúcralo en una mentira o simplemente hazlo caer en lo más bajo.- añadió extendiendo una mano hacia ella. Sostenía allí una tarjeta con el nombre del padre de Minho: "Choi Woo-shik", y otro con una droga suave y dulce llamada "sueño de las hadas".
- Minho no tolera que le mientan, o lo traicionen. Así es Minho y por ello es más fácil manipularlo.- Taeyon parecía extasiada por ello.
Joong Hyun solo deseaba que Minho cayera, pues Kim Kibum, que trabajaba con Choi; se había atrevido a terminar su compromiso con él, y eso no se lo perdonaría jamás. Hacer caer a Minho era hacer caer a Kibum.
***
Había un par de cortinas blancas que cubrían las ventanas. Era lo primero que Minho veía al despertar, Taemin lo sabía. En ese preciso instante el joven de cabello negro se revolvía en la cama de Choi Minho. Extendió la mano mirando sus dedos. No importaba cuanto amase a Minho, simplemente no podían avanzar. Esa misma noche habían dormido juntos, nuevamente sin sexo, solo abrazados. En algún punto de la noche su cuerpo dolía por el deseo, por la necesidad. Terriblemente no había pasado nada.
Se incorporó lentamente parpadeando al ver la habitación tan grande.
- Mi hermoso e inocente Taemin.- dijo Minho entrando a la habitación. Solo vestía con un pantalón. Su pecho desnudo resaltaba por el tono caramelo. Taemin quería tocarlo, siempre deseaba tocarlo.
- ¿Por qué me llamas inocente?, lo dices de una manera como si fuese una virgen sacrificada para ti.- dijo Taemin frunciendo el ceño. Su carácter orgulloso era encantador a los ojos del carisma.
- Eres un dulce y angelical virgen que quiere sacrificarse para mi.- dijo Minho en un tono seductor que endureció el falo de Taemin casi al completo. Taemin trago ruidosamente, así que Minho se acercó cual pantera sobre su pequeña presa.
Minho levanto las sábanas. El pecho blanco y magro resaltaba, sus pantalones cortos no dejaban ver la erección que crecía. Minho, de manera seductora, se inclinó cerca de las caderas de Taemin y acaricio con la punta de los dedos. Suavemente. Como si de un pétalo se tratase. Deslizo los dedos lentamente por la longitud causando que esta se marcase.
- Eres como un platillo delicioso, y quiero devorarte lentamente.- dijo Minho inclinándose hasta que sus labios besaron sobre la ropa húmeda que separaba su dulce boca de la erección de Taemin. Eso no evito que la longitud se estremeciera lentamente.
- Te amo.- dijo Taemin colocando sus manos sobre los hombros de Minho.
Su corazón siempre se aceleraba ante cualquier roce de Minho, su respiración se tornaba lenta pero desesperada. Intentaba controlar su cuerpo como todo un hombre, pero este lo traicionaba. Su pecho sentía el desesperar del amor, la necesidad por aferrarse a Minho y parte de él disfrutaba mucho de este juego delicado.
Minho sentía la necesidad de tomar a Taemin, encerrarlo en una jaula y hacerlo cantar para él, solo para él. Pero no podía hacer eso. Así que disfrutaría de sentirlo tan cerca. Minho lo amaba pero necesitaba más, mucho más, sentía incluso un dolor físico por no poder tocarlo, por no sentirlo tan cerca. El joven de ojos azules también necesitaba su caricia, de manera casi absoluta. En un parpadeo Minho dejo caer los boxers de Taemin.
Deslizo primero sus dedos sobre la longitud. Era suave, vibraba y latía, sentía su tersa piel. Entonces se inclinó, con los brazos sujetando las caderas de Taemin. Primero roces delicados con los labios sobre la longitud, lentos y dolorosos, torturando al nephilim. Después el ligero contacto con la lengua, un roce, apenas un instante. Taemin quería gritar, sentía tal placer y ni siquiera había comenzado. Las mejillas de Taemin, teñidas por el hermoso tono rubí, estaban cálidas. Minho toco las mejillas con los dedos, mientras respiraba sobre la erección causaba lentos estremecimientos en el joven.
El torturador de ojos verde-dorado percibió el aroma almizclado de su pareja y con orgullo pensó que solo él podía hacerlo sentir así. Bajo los labios rodeando la erección mientras él mismo no soportaba su propia longitud. Minho encerró el falo entre sus labios húmedos provocando al joven un torrente de emoción, mientras se sujetaba a sí mismo. Deseaba las manos de Taemin presionar su erección lentamente.
Recorrió con la lengua y los labios de arriba hacia la base enloqueciendo los ojos del joven nephilim. Este comenzó a jadear. Necesitaba a Minho, más, mucho más. Dio un gruñido ahogado que excito más al flamante carisma. Las caderas de Taemin se movían frenéticas, embistiendo la boca del carisma , su mente solo podía perderse en Minho, en cada roce suyo. Cada aspecto de él que conoció desde que sus miradas se encontraron por primera vez. Cada caricia que los dejaba a ambos en el límite. Pronto su cuerpo se estremeció y quedo en blanco. Era como las olas del mar, una fuerte seguida por varias más pequeñas. Los espasmos que acompañaban su cuerpo.
Taemin amaba a Minho. Amaba cada parte de él, amaba cada delicado gesto, su extravagante gusto en ropa, sus expresiones de disgusto y agrado. Amaba a Choi Minho.
- Te devoraré lentamente.- murmuró Minho recostándose junto a Taemin. Lo abrazo mientras el joven continuaba jadeando. En algún instante la liberación de Minho había llegado por su propia mano, el símbolo húmedo continuaba en sus dedos.
- ¡Por el ángel!.- exclamó Taemin. Minho lo miro.
- Esa frase es original. Me gusta mucho.- dijo Flamante carisma acomodando la cabeza en el pecho de Taemin, podía escuchar el latir de su corazón y eso lo relajaba.
***
El registro Universitario estaba casi vacío, Taemin había entrado para dejar los papeles y había tenido la entrevista para el cambio de carrera. La hermosa mañana que disfruto con Minho lo dejo más que feliz. Se sentía seguro de sí mismo, sin estrés. Entrego las solicitudes para la carrera de Mercadotecnia y Publicidad. Se giró saliendo de la oficina, pero terriblemente allí estaba Taeyon a la espera del joven.
Taeyon sonrió suavemente. Taemin quiso evitarla más la mujer ya le cerraba el paso.
- Debemos hablar de Minho, él podría perderlo todo.- advirtió Taeyon arqueando con suficiencia las cejas. Taemin no quiso hablar con ella, pero le importaba demasiado Minho. Cuando Taeyon comenzó a caminar, Taemin la siguió.- La deuda de Minho subió a 10 millones. Ni siquiera ese tonto concierto lo salvará.- continuo hablando. Taemin se tensó al escuchar la suma de la deuda, se detuvo y palideció.
- Minho no me lo dijo.- murmuró Taemin. Taeyon sonrió al notar la preocupación de Taemin.
- Ni lo hará.- respondió con molestia.- Solo existe una solución a su deuda, y es pedir dinero a su padre. Pero Minho no desea hacerlo.- añadió deteniéndose ante un jardín, los jóvenes corrían o solo descansaban en el pasto.- Si tú le pidieras que lo hiciera, no se negaría a hacerlo. Si tú lo convencieras...- las palabras moduladas y suaves de Taeyon causaron sorpresa en Taemin. Quiso responder que no, que jamás. Siempre había parecido que Minho detestaba a su padre, pero por Minho... haría todo. Y Taeyon contaba con ello.
- ¿Y si lo pides tú?. Es decir, pides prestado la suma al padre de Minho. Se lo prestas a Minho y él te lo pagará a ti.- dijo Taemin cayendo lentamente, como Eva cuando fue encantada por la serpiente.
- Podría ser así. Pero quizás su padre, Choi Woo-shik– así se llama él – Woo-shik podría pensar que lo estafo, después de todo, Minho y yo ya no tenemos nada que ver el uno con el otro.- manipulo Taeyon lentamente mientras Taemin parpadeaba pensando las palabras.
- Dame el número del señor Choi. Yo hablaré con él.- dijo Taemin extendiendo la mano. Taeyon fingió pensarlo, intentar recordarlo.
Taeyon extendió la mano con una tarjeta con el nombre y un número de celular. Taemin lo observo pensando que quizás podría ayudar a Minho. La vampireza, como la llamaba Minho, la Reina Helada, como la apodaba Jinki, solo se apartó del joven de ojos sinceros y de tonos como el cielo.
El celular de Taeyon vibro y una profunda voz se escuchó del otro lado.
- Taeyon, hermosa mía. ¿Para qué necesitas mi ayuda?.- pregunto la voz profunda.
- ¿Aún deseas la fidelidad de Choi Minho?- dijo ella suavemente.
- Quizás.- respondió la voz suave de aquel hombre, casi con una pizca de pesar.
- Podría ayudarte.- añadió ella complacida del rumbo que tomaba su plan.
***
Taemin había estado preocupado por Minho todo el día. No quería verlo y que este fingiese que no tenía problemas económicos. Converso con Jinki preguntándole sobre la deuda pero su mejor amigo no sabía absolutamente nada sobre ello. Así que consideró fácil el ir a visitar a Ren para despejar su mente. No dudaba ni por un segundo que Taeyon mintiese, había escuchado de Jonghyun que la empresa tenía problemas, una deuda, pero no sabía a lo que ascendía. Mientras pensaba en los problemas de Minho llego a la casa de Ren, presionó el timbre y espero. Una mujer de cabello rojo, con hermosos ojos pero una cicatriz en la mejilla que aminoraba su belleza, abrió la puerta.
- Sophia Collins.- se presentó la hermosa joven.- Debes ser el hermano de Sulli.- añadió extendiendo la mano para saludarlo. Taemin saludo mirando su belleza. Había pensado que la cicatriz afeaba su rostro, pero no era así. Taemin la observo fascinado con la intensidad de sus ojos. Era gay pero podía ver que ella era bonita, o algo así.
- Sophie. Te esperamos.- grito una voz desde dentro. Sophie sonrió, parecía amable. Taemin pasó cuando ella se movió a un lado. Una mujer de cabello negro y ojos violetas, con un vestido entallado pero hermoso y nada vulgar, esperaba a Sophie, quien vestía muy simple, incluso deslucida.
- Sodam, él es Taemin.- dijo Sophie señalando al joven. Sodam frunció el ceño para después sonreír.
- Soy la novia de Jong Suk, ella es la prometida de Gideon. Casi somos familia.- dijo la joven de cabello negro señalando de ella a Sophie. Cuando lo condujeron al garaje, Taemin se congeló al ver allí a Jonghyun, quien de pie y en una esquina parecía dar órdenes al grupo.
- Vaya, vaya.- dijo Jonghyun al verlo llegar.
- Compórtate, Jonghyun.- ordenó Sodam retomando su lugar al lado de Jordan.
- ¿Eres el representante de la banda?.- pregunto Taemin sin contener la incertidumbre.
- Si. Sodam insistió en estar aquí, así que... debo hacerlo.- dijo Jonghyun mirando a su hermana. Taemin temía conversar con Jonghyun, después de todo lo detestaba.- Terriblemente la banda se terminó llamando "Millenium Lillium". Yo aún votaba por "Patos Hambrientos".- añadió cuando el tono de rock pesado comenzaba.
Sophie tenía una voz aguda mientras hablaba pero se engrosaba al cantar. La voz de Sodam se agravaba delicadamente y entre las voces, aunada la de Jordan, era una sinfonía vocal excepcional. Sulli se sentó junto a su hermano y lo abrazo. Los sueños de Ren se tornarían realidad y ella podía conducirlos, ella podía involucrarse en lo que Ren hacía para que el hombre que amaba cumpliese su sueño.
- ¿Asistirás a la fiesta antes del concierto?.- pregunto Jonghyun. Taemin lo miro atontado pues no hablaba mucho con él.
- Minho lo mencionó pero no lo sé.- respondió Taemin dando un suspiro. Debía preguntarle, debía hacerlo.
- Debes asistir.- prácticamente ordenó el hombre de cabello negro.- Kitty junto con D.O estarán. Ambos son sus ex-novios. No recientes pero fueron amantes.- añadió explotando los celos del chico. Taemin lo miró sin esconder su molestia. Jonghyun se burló por lo bajo, se sentó junto a él y le palmeo el cabello.
- Serás su ruina.- dijo Jonghyun. Los azules ojos de Taemin se enfocaron en él.
- ¿Por qué siempre crees eso?.- pregunto Taemin. Jonghyun le había dicho constantemente esas palabras desde que lo conoció.
- Porque eres tan inocente que no desconfías de quienes rodean a Minho.- dijo Jonghyun como si fuese un defecto horrible.- Taeyon, por ejemplo, es manipuladora. D.O es despectivo y minimiza las habilidades de Minho. Kitty lo lleva por el camino de la estafa. Pero tú eres diferente, y él te atesorará demasiado.- añadió mirando directamente al nephilim. Siempre lo había mirado con superioridad, pero en ese preciso instante lo miraba con compasión.
Taemin pensó que debía dudar de cada palabra de Taeyon pero entonces lo dijo sin más.
- ¿Minho tiene una deuda de 10 millones de dólares?.-pregunto Taemin.
- Las empresas siempre tiene problemas.- respondió Jonghyun, de manera lacónica.- Pero es verdad que justo ahora hay un déficit terrible. La auditoría no revelo quien tomo dinero de la empresa, pero... sea quien sea debe necesitarlo.- añadió extendiendo sus largas piernas.
Taemin amaba a Minho y quería hacer lo que fuese por él, incluso hablar con el padre de Choi Minho.
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