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11. SACUDIDA

Un cuerpo pálido se encontraba enroscado en el sofá, los oscuros ojos castaños miraban el televisor. Kristal sostenía en brazos al horrorizado y aturdido Beck mientras miraba de Susy, desenfocada aferrada de sí misma, a Ten igualmente aterrado. Emergencias había respondido, habían ido a la casa mientras Sulli había esperado en la central de Policía. Una voz le había explicado que su padre le había disparado dos veces a su madre, un tiro atravesó su pulmón, otro aún se alojaba en ella. Su primo Lee Jong Suk, detective de Homicidios, intentaba calmarla y había accedido a estar en el hospital hasta que Isabelle se hubiese recuperado un poco. Terriblemente tuvo que decirle sobre la desaparición de Taemin, posiblemente asesinado por su padre.

Sulli había visto a Hyun, ella lo escucho, ella sabía que fue él quien daño a su madre, que la violó. Ella lo sabía, ella lo dijo pero se insistía en que Hyun había dejado el país hacía un par de días. Ella sabía lo que vio, lo que escucho. Su tío era un peligro para todos ellos.

Jinki había insistido en llevarlos a su casa. Luna había llegado con Ren y Seulgi al poco tiempo mientras Mark intentaba localizar a Minho, solo por si el joven estaba con él. El timbre sonó estridente, una, dos, cuatro veces más y fue Isabelle quien grito. Los reporteros y periodistas continuaban persiguiéndola. Después de todo el ex-gobernador de Nueva York se había vuelto loco, había violado y casi asesinado a su esposa,  y posiblemente había asesinado también a su hijo.

Ahora estaba a salvo, en casa de Jinki, mirando el mundo palidecer. Los timbrazos retumbaron con más fuerza por lo que  Sulli camino hacia la puerta y abrió encontrando allí a un destrozado Choi Minho.

- Taem...- logró decir Minho, ella negó con la cabeza aún desorientada.
- Nadie sabe dónde está Taemin, lo están buscando, pero... no son buenas noticias.- dijo Jinki con voz estrangulada, asomándose detrás de Sulli.- Encontraron el cadáver de la novia de Son Man en su oficina, asesinada después de lo que paso en casa de los Lee. Los forenses revisan los cuerpos en busca de pistas, pero ni rastro de Taemin.- añadió con el dolor reflejado en la cara. Jinki parecía arder, consumirse en vida, dolorosamente pálido y perdido, como Sulli. Ella se apartó aferrándose de Jinki, jalo de su ropa desesperada.
- No debí alejarme de él.- murmuró Sulli.- Se quedó solo allí, solo serían unas horas, no creímos que... ahora mi madre está en el hospital cerca de la muerte y no sé dónde está Taemin.- la voz de Sulli se detuvo, levanto la mirada y observo a Jinki.- Hyun debe saber dónde está mi hermano.- agregó dejando a Jinki allí.- Solo porque es el padre de Jong Suk, él no lo arrestará.- espetó dejándose caer en el sofá.
Minho entonces noto al mal encarado joven allí. Lo conocía, Galadriel, Garadows…

- Lee Jong Suk, detective...- se presentó Jong Suk mirando al hombre.- Mi padre viajo a España ayer, es imposible que estuviese allí. Además las cámaras en los aeropuertos no lo registraron de regreso. Mi padre no está involucrado, solo fue cosa de... Son Man. - desestimó Jong Suk.

En el fondo, el joven sabía que su padre tenía tendencias psicopáticas, pero asesinar a Taemin no podría... no quería creerlo.
- Yo lo vi. ¡Maldición!, no estoy loca. Lo vi allí, mi madre fue violada por él y Ten lo escucho hablar.- la desesperación hería a Sulli. ¿Cómo podían no creerle?
- Los hechos indican...- comenzó a hablar Jong Suk con renuencia.
- Los Lee suelen manipular los hechos.- dijo Minho y todos se giraron hacia él.- Es verdad que no todos son así, pero créeme, tú familia no suele mostrar tanto honor como ustedes lo hacen.- añadió, mirando solo a Sulli.
- Eres un extraño para nosotros.- espetó Jong Suk cruzando los brazos con autoridad.
- Es el futuro esposo de Taemin.- dijo Sulli sin siquiera molestarse en mirar a Minho.- Se llama Choi Minho, y te guste o no, es de la familia.
- Se casarían en Otoño.- añadió Jinki con decisión en la voz, pero Minho sabía que ambos actuaban así solo para molestar a Jong Suk.

El detective farfullo algo antes de salir de la casa.
Minho odiaba a esa familia, eran tan falsos. Curiosamente, el destino reivindico a esa familia con el nacimiento de Taemin, y quizás de Ten.
 
Minho se pasaba frenéticamente la mano por el cabello, necesitaba saber que su nephilim estaba vivo. Su celular comenzó a vibrar, las letras le sobresaltaron: "Yoona". Había hablado con ella hacía dos meses, quizás menos, cuando se debatía en la manera de arrastrarse para recuperar a Taemin. Viajo con ella y su amigo Yunho a Perú hacía unos años,  allí había intentado ahogar sus penas por pésimas relaciones. Minho había estado deprimido por terminar con una mujer a la que amaba, pero que no era la indicada.
Minho siempre había querido encontrar aquello llamado “amor verdadero”, más difícil de hallar que la olla de oro de un duende. Yoona lo había consolado y la había dicho que algún día encontraría a la persona destinada para él, que no debía rendirse y ser tan cruel como Taeyon. También Yunho le había incitado a ir a las fiestas menos llamativas en busca de su alma gemela. El hombre debía ser brujo, pues en aquella primera fiesta a la que asistió conoció a Taemin y entonces… el mundo por fin era real.

Taemin hacía que el mundo de Choi Minho fuese verdadero, como si siempre hubiese vivido en un sueño fugaz y el hombre lo hubiese despertado. 

- No es buen momento, Yoona.- dijo Minho respondiendo a la llamada, iba a colgar cuando la voz alarmada lo detuvo.

- ¡NO!, no te atrevas a colgarme, Choi Minho.- grito ella.- Necesito verte ahora mismo, a la voz de ¡Ya!.- añadió.- Te veré en la clínica donde trabajo.- agregó.

Minho miró a los presentes, no quería ir, no lo haría, pero... algo lo obligo a ir. No sería mucho tiempo y quizás a su regreso Hyun ya estaría localizado. Se disculpó con la mirada. Sulli reaccionó como lo haría Amber, le dio una mirada envenenada y casi le arrojaba lo que estuviese a su mano.

Ella se giró y solo se sentó frente al televisor, esta vez Ren se sentó junto a ella, y esta comenzó a llorar. No había logrado llorar a pesar del dolor que presionaba su corazón.

***

Yoona era una mujer hermosa, de cabellos platinados y orejas muy grandes, lucía un poco cómica, pero era demasiado alegre y siempre buscaba hacer la diferencia. Había sido amiga de Minho desde los ocho años, ella ahora era enfermera de una clínica popular para indigentes, donde Yunho era médico cirujano general.

Golpeo con el pie el piso mientras más desesperada se sentía. Vio a lo lejos la chaqueta púrpura de Minho, cruzo los brazos sobre su pecho esperándolo. Cuando él llegó frente a ella arqueo una ceja con enfado.

- ¿Qué sucede?.- pregunto Minho enfatizando su mal humor.
- Esta tarde llego un joven trayendo a un chico casi muerto, lo habían tirado de un automóvil en movimiento, un auto muy lujoso según pienso.- dijo Yoona comenzando a caminar. Minho la seguía aun inseguro de lo que ello tuviese que ver con él.- Lo grabo con el celular y me lo entrego por si el chico demandaba a alguien, y como era un joven muy bonito, por así decirlo, acepte el celular.- añadió dirigiéndolo por un pasillo hasta la parte de terapia intensiva, que eran solo dos camas separadas por muros de madera.
- ¿Eso qué tiene que ver conmigo?.- pregunto Minho un tanto desesperado.

Quizás Hyun se había llevado lejos a Taemin, o quizás lo mantenía encerrado. Esas ideas atravesaban sus pensamientos antes de que la cortina fuera jalada y un maltrecho joven de ojos azules y cabello negro estuviese sobre la cama.

- Que el chico no deja de decir tu nombre. No deja de llamarte.- dijo señalando a Taemin.

Su rostro inflamado, sus labios hinchados, sangre seca cubriendo parte de su rostro, laceraciones por todo el cuerpo. Había sido casi mutilado. La piel amoratada. Todo el joven se veía como si lo hubiesen golpeado hasta casi matarlo.

- Al principio pensé que era Jonghyun, ya sabes, ya que no lo he visto en mucho tiempo.- cotinuó hablando Yoona.- Pero este es más esbelto y enjuto que él. Además de que tiene un porte diferente, algo que no tiene Jonghyun.- añadió. Minho cayó de rodillas y tomo temblando la mano de Taemin.
- Min...ho, Minho.- murmuraron los labios secos de Taemin mientras este abría los ojos, aquellos azules y brillantes ojos lo miraba con ternura. Su Taemin estaba vivo y eso era lo único que importaba.
- Llama por teléfono a Seulgi, dile lo que sepas, seguramente vendrá la policía. - dijo Minho volviendo a respirar.- Intentaron asesinar a este hermoso ángel.- añadió cuando Yoona palideció. Había dejado de respirar cuando las palabras fueron pronunciadas por el celular, como si le hubiesen arrancado el corazón. Ahora su corazón latía lenta y débilmente, pero latía. Taemin estaba vivo, Taemin lo miraba perdido en un mundo de dolor, pero allí estaba Minho para sostenerlo y amarlo mientras se recuperaba.

- No soy tu secretaria, sabes...- Yoona no pudo continuar con el enfado. Minho sollozaba con dolor, y al mirarlo fijamente, Minho lloraba como jamás en toda su vida había llorado.

Él había perdido a su madre, casi era asesinado por su padre, había vivido solo desde los doce años,  vigilado por el prepotente ojo de su padre biológico. Su vida no fue fácil pero amaba a Taemin como nunca podría amar a nadie. Los ojos hinchados de Taemin se enfocaron en Minho y apretó fuertemente la mano de Minho.
- Minho... se lo dije, lo dije, le dije a mi padre que te amo.- murmuró entre el sueño y los analgésicos.

Minho estaba enternecido y horrorizado, todo a la vez, pues aquello quizás se pudo haber evitado si él no hubiese dicho nada, si no hubiese dicho aquellas palabras que tanto lo hirieron y ahora...

- Estoy feliz por ti, mi hermoso nephilim, pero por ahora debes recuperarte. No me apartaré de tu lado nunca.- murmuro Minho queriendo regular el sollozo que amenazaba con dejarse ver en sus palabras.- Cambiaremos a mi hermoso Taemin al Hospital principal, no quiero que este aquí.- añadió hacia Yoona sin mirarla.

- Tengo lo mejor a pesar de ser para pobres. Así que no se moverá.- ordenó Yoona orgullosa de su clínica y ofendida por las palabras de Minho. Termino extendiendo la mano, Minho colocó en ella el teléfono con el número de Seulgi.
- Pero a pesar de eso... quiero que este en el mejor lugar, para que se recupere. Para que pronto regrese a mi.- murmuró Minho mientras Yoona conectaba la llamada.

La voz de Seulgi se escuchó nerviosa, Yoona dio un suspiro y comenzó a hablar.

Para Minho no existía nada más que el joven aún vivo sobre la cama de esa pequeña clínica.

***

Sulli siempre se preciaba de ser demasiado decidida, nunca tartamudeaba y no parecía sentir temor. Tenía a veces una personalidad demasiado dominante que, según muchos, solo toleraba Ren, y a veces él no dejaba que lo controlase. Pero justo en ese instante no se sentía tan... controlada.

Su primo Jong Suk le había pedido que fuese a ver a Amber, cosa que no había hecho por terror y culpa, debió quedarse allí, no debió huir, pero lo hizo. Corrió y escapo del problema, así lo sentía ella.

Al llegar a la habitación vio asombrada un enorme ramo de flores, eran lilas, narcisos, rosas, de todo un poco. Y allí recostado en una silla estaba Park Chanyeol , su cabello platinado revuelto como si se hubiese pasado los dedos constantemente, sus ojos mostraban una leve sombra alrededor, exhausto e incómodo.
Sulli se mantuvo en silencio por la sorpresa, dio un paso hacia atrás chocando con algo pero no se giró, sus ojos clavados en Chanyeol. Este se despertó y la miro. Había sorpresa y ternura mezcladas. Sulli no supo lo que hacía hasta que sus manos, en puños, viajaban hacia el pecho duro de Chanyeol. Lo golpeo, tan fuerte y con tal desesperación, solo sacaba su propia frustración. El hombre – que pudo llamar a alguien para que la detuvieran, que pudo aventarla a la cama del hospital, que pudo golpearla – solo la abrazo con fuerza, como el que encuentra un gato salvaje y perdido por las calles y solo quiere protegerlo. Ella rompió en llanto y sin saber cómo, estaba llorando en los brazos de Chanyeol, afligida y apenada.

Una mano se deslizo constantemente sobre su espalda consolándola. Era él, era Chanyeol. Un silencio junto al instante de reconocimiento aparto a Sulli de los brazos del hombre mayor, este la miro con la misma aflicción. Ella lo observo por un corto periodo, evaluando o pensando lo que debía hacer.

- ¿La amas?.- pregunto Sulli.
- No sé cómo expresar amor, por eso me abandonó Seulgi y ffany.- respondió utilizando el apodo de la madre de Jimin. Sulli se limpió las lágrimas con los dedos.
- ¿La amas?.- insistió ella. Chanyeol la miro, después observo largamente el cuerpo lánguido de Amber.
- Si.- dijo sin titubeos, y ella sabía que decía la verdad, él amaba a su madre.

La amaba tanto que abandonaría todo, las relaciones públicas, su candidatura, incluso al partido mismo si ella se lo pedía.
 
Sulli intento mantenerse fuerte pero termino desplomándose de nuevo en brazos de Chanyeol, llorando desesperada por todo lo que tenía que afrontar, por todo lo que no quería afrontar: la posible muerte de su madre, la desaparición de su hermano, el suicidio de su padre, que fuera como fuese era su padre. Chanyeol solo la consoló en silencio.

Unos pasos se deslizaron con lentitud cerca, Jimin miro la escena. Su padre, que jamás lo consolaba o le mostraba afecto, estaba abrazado de una persona y era amable, cariñoso e incluso afectivo. Con Jinki era igual, Chanyeol adoraba a Jinki aun cuando no era su hijo biológico lo trataba como si fuese sangre de su sangre. Todos tenían al Chanyeol dulce y comprensivo, menos él. 

Jimin mordió su labio hasta que sangro, después se giró y camino ligeramente por las escaleras. Se detuvo ante la soledad del pasillo y aferrando sus rodillas contra su pecho dejo que la apariencia del hombre que nada teme y que nada le importa dejase su piel. Recordando el abandono de su madre, el abandono de su padre a pesar de estar siempre presente, y sus lágrimas, retenidas por años, emergieron como si siempre hubiesen estado sobre sus mejillas. Lloró y grito débilmente, se presionaba la cabeza con las manos, se derrumbaba con el fragor de la pérdida y la inaceptación hasta que dos brazos lo rodearon. Un hombro se prestó libre para que él descargara todo su dolor y se abrazó de la persona hasta que no pudo más. Balbuceando sobre tanto y sobre nada en especial.

Cuando Jimin calmo su propio dolor, sin saber si habían transcurrido horas o minutos, se apartó con lentitud de la persona que lo abrazaba encontrándose con el rostro de Charlotte Branwell. Una mujer pequeña y delicada, pero tenía fuego en la mirada, y tristeza. Había algo en ella que lo hacía sentir confianza y fuerza. Había visto a la mujer algunas veces, era una publicista muy renombrada, casi una manager experta, ayudo en la reelección del consejo del partido a su padre.

- ¿Estas bien?.- pregunto ella y él no supo qué responder.- Los Park no son de piedra, aun cuando lo crean, ellos sienten y sienten mucho, como Jonghyun y Kai.- murmuró ella. Jimin no comprendió al instante solo la observo con incertidumbre.- Si no tienes dónde vivir puedes mudarte a mi casa, ya viven allí Jonghyun, Kai, Kibum, Nathaniel, el cual es bastante malcriado, e Irene. No me importaría uno más.- añadió volviendo a abrazar a Jimin. Este pensó un segundo y bajo la mirada.
- ¿Tendría mi propia habitación?.- murmuró titubeante.

Después de todo, solo era un niño, uno como Jinki y los demás. No podía con todo el peso del mundo que residía en sus hombros. El fingir que no le dolía estar solo, que no le importaba no ser querido. Nadie puede solo cerrarse al afecto.

- Si.- respondió Charlotte acariciando el cabello plateado del joven. Le recordaba a Jong Suk, tan asustado y confundido. Pero había algo en Charlotte Branwell que la hacía sentir tal tristeza por las personas asustadas y confundidas, vacías y abandonadas, que no podía dejar a Jimin allí. Después de todo no era tan maduro como aparentaba.

***

Minho había accedido a visitar la empresa pues Sulli estaría con Taemin mientras él no estuviera. Desde que se había encontrado a Taemin en tan malas condiciones, Sulli había tenido que dividirse entre su madre y su hermano. Había sido ayudada por todos, él mismo había colocado a todo su equipo más cercano a los pies de Sulli para lo que ella desease.

Terriblemente había estado descuidando la empresa, Jonghyun se lo había repetido constantemente, pero no quería prestarle atención. Terminantemente Taeyon había exigido su presencia en la empresa, así que se había visto obligado a asistir. Antes de acercarse a la oficina su celular retumbo con un tono propio de un Lee, terriblemente todos los de esa familia, excepto su Taemin, eran casi insoportables.

- Si. Jong Suk, ¿qué sucede?.- pregunto Minho con enfado.
- Minho. Revisamos todo sobre el rescate de Taemin y sobre quiénes lo arrojaron del automóvil.- dijo Jong Suk formal y casi iracundo. Pero Minho creía que todos los de esa familia poseían una pizca de ese carácter. Incluso su Taemin.-  Yoona nos fue de ayuda y las cámaras en su clínica. El testigo también fue de importancia, suele visitarlo en el hospital, pero solo cuando tú no estás.- añadió quizás buscando que despertaran los celos en Minho, y lo hicieron.- Vimos la sección donde fue arrojado y revisamos las cámaras de la calle en la que lo tiraron. Cinco cámaras, la hora exacta. La camioneta se desplaza, llega y arroja el cadáver. Justo donde el testigo se encontraba. Terriblemente es verdad. Mi padre, Hyun, arrojo el cuerpo de Taemin desde un automóvil en movimiento, la caída causo las fracturas que Yoona no estaba segura de en qué momento fueron infringidas.- añadió con desprecio en la voz, desprecio hacia su padre.- También se nota en el vídeo de la carretera como Taemin choco con una enrejada de púas metálicas. Eso le ha marcado todas esas cicatrices en el cuerpo.- Minho pensó en el blanco y perfecto cuerpo de Taemin. Y aun cuando estuviese cubierto por cicatrices, él siempre lo amaría.- Pero lo intrigante es algo más.- agregó con lentitud, parecía hacer algo que detenía su atención en la conversación.
- ¿Algo con respecto a qué?.- pregunto Minho mientras observaba lo alto del edificio donde había instalado su empresa.
- Varios automóviles pasaron antes y solo uno se detuvo. El testigo. Este se detuvo para dormir, o grabar con su cámara el atardecer, pues coloco la cámara en el capo. El testigo grabó todo y despertó unos minutos después. El testigo fue identificado como Park Jimin.- dijo Jong Suk causando sorpresa en Minho.- Él revisó si estaba vivo, llamo a una ambulancia y cuando esta llegó Jimin no lo dejó hasta llegar al centro médico donde le dejó su teléfono a Yoona. Jimin lo hizo. Jimin es el testigo que incluso continua visitándolo.- agregó con un tono de confusión. El hombre que los había interrumpido en su cita, la primera cita, no parecía de ese estilo. Pero era verdad que mostraba interés en Taemin.- Es todo, solo te quería poner al tanto. Sulli ya lo sabe, a todos les sorprendió lo sucedido, pero... pues así lo marcan las cámaras en el área.- añadió colgando sin despedirse.

Minho tuvo un arranque de celos. Jimin lucía heterosexual, no debería estar tan pendiente de su hermoso Taemin. Pero era así, él parecía demasiado interesado en Taemin. Minho caminó pensativo hacia el edificio. Entro en su oficina y espero que la paz se rompiese.

- Señor Choi, Taeyon desea hablar con usted.- dijo Irene dejando pasar a Taeyon, quien lo miro con una sonrisa amplia y satisfactoria. Una de aquellas que ella sabía él adoraba pero que justo ahora no causaba ningún efecto en él.

Las facciones de Taeyon eran hermosas, incluso Woolsie la consideraba hermosa. Pero también lo creía a él hermoso, por algo fueron amantes. No obstante, ninguno, ni Woolsie, ni Taeyon, poseían esa ternura e inocencia casi inherente de Taemin. Inocencia que en un segundo se tornaba deseo y placer, enloqueciéndolo. Empuño las manos a los lados mientras quería olvidar el deseo que azotaba su cuerpo y  lo confundía. Ahora no era el momento, cuando él se recuperara habría mucho de ello, pensó Minho.

- Taeyon, ¿a qué debo tu visita?.- pregunto Minho sentándose en el sofá de su oficina, allí solía sentarse Jonghyun.
- Tuve un problema en mi entrevista la semana pasada. Ellos reportaron ya haberme pagado, por el lanzamiento del nuevo single. Pero tengo un déficit de la disquera.- dijo ella intrigando a Minho.- Walker ha investigado, y hay una fuga de capital extrema. Alguien está robando a la empresa, y no son solo unos dólares.- añadió arrojándole sobre el escritorio estados de cuentas bastantes sospechosos.
- Walker no debió hacerlo.- dijo él mientras revisaba los números.

Palideció. Era verdad, era solo una investigación sobre los pagos en los conciertos de las bandas, los solistas y estados de cuentas por presentaciones varias. Pero allí faltaban sumas que no noto. Todo estaba firmado por Jonghyun y Kai, pero seguramente ninguno de ellos era el causante o estaba enterado. Falsificación de firma.

- Incluso Archer encontró que quizás las firmas hayan sido falsificadas.- Taeyon miró a Minho, era seria en lo que hablaba, lo cual dejaba ver que le importaba.- Tienes que pedir una auditoría exhaustiva, además, deberás pedir ayuda de...- las palabras de Taeyon no abandonaron sus labios. Minho la miro con odio, una mirada que no muchas veces veía en él.

- No le pediré ayuda a él. Yo resolveré todo, ya tengo edad suficiente para hacerlo.- dijo helando la sangre de Taeyon, lo cual le gustaba de Minho s, sabía cómo hacerla sentir más.
- Bien, pues arregla todo, porque si continuas faltando tanto... la empresa se acabará, y al final Lee Taemin si habrá arruinado tu vida.- respondió ella con desprecio y odio. Después se puso en pie y abandonó la oficina.

Minho observo los números, dio un jadeo que solo se permitió cuando ella abandonó el lugar. Se desplomó y miro alrededor, no podía dudar de casi nadie, ellos eran sus amigos.

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