Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10.DERRUMBE TOTAL

Los gritos no habían cesado ni por un segundo, los ojos azules se enfocaron en el televisor queriendo evadir su propio corazón roto. Transcurrieron dos meses desde que Taemin había sido despreciado por Minho, este había llamado por teléfono varias veces pero Taemin no había respondido. Minho había ido a buscarlo en distintos lugares, pero Taemin podía desaparecer si lo deseaba. Taemin se sentía herido pero sobre todo sentía haber decepcionado a Choi Minho.

Lee Amber, después de tantos años había recibido los papeles del divorcio, que su esposo muy a su pesar, firmo. Son Man había sido "obligado" a terminar su periodo como gobernador antes de lo habitual por un pequeño escándalo contenido que involucraba a su novia.

Taemin bajó las escaleras cuando escucho que Amber despedía a la servidumbre. Las cámaras de vigilancia estaban siendo apagadas y desactivadas. Ese mismo día se mudarían a una casa en Manhathan, finalizando el trámite y la familia que lo había contenido toda su vida – al menos hasta ese momento de su vida – de manera que todo sería nuevo.
Taemin miró a lo lejos a su padre conversar con su tío Hyun, susurraban molestos, elevaban por palabras la voz antes de volver a su secretismo. Amber entró a la sala, donde se hallaban, conversaron por unos minutos y después Amber se despedía momentáneamente de ellos mientras iba con Ten en busca de Sulli. Taemin no le dio mayor importancia, subió los escalones y se sumergió nuevamente en su depresión.

Para Taemin solo existía un dolor insuperable en ese momento de su vida: el rechazo de Minho.

Amaba a Choi Minho y quería decirlo, pero era verdad, estaban en aquella situación por su culpa. Solo él tenía la culpa. No había dicho a nadie que era homosexual, que intentaba tener una relación duradera con Choi Minho, que en su mente aquel hombre lo cubría todo y lo hacía a tal punto feliz con solo una palabra... Se odio al ser cobarde.

Tomando todo el valor que pudo dio un suspiro, se puso en pie, bajo hasta el despacho de su padre, dio dos golpes en la puerta y al abrir la puerta noto a su padre y a su tío demasiado pálidos.

- Taemin, ahora no es momento.- dijo SonMan dejándose caer sobre su silla giratoria.

Taemin se giró, salió del despacho, pero entre cerró la puerta en su lugar y se quedó tras esta a la espera de reunir valor para hablar con él. No quería marcharse. Necesitaba decirle la verdad a su padre antes de marcharse de su vida, porque eso sucedería, después de decirle la verdad, que era gay, no volvería a verlo y él lo sabía. Su padre odiaba a los homosexuales.

- Esa mujer se ha llevado tu carrera entre las piernas.- dijo la voz de Hyun.- Tu esposa te abandona, ¿cómo crees que eso dañará a tu imagen?.- preguntó arrojando un grupo de papeles sobre el escritorio.
- No lo sé, pero no soy el único con secretos. Tú mismo acudes a prostitutas todo el tiempo.- espetó Son Man arrojando al piso todos los papeles.- IU me dejo, por fin se cansó y me abandonó.- añadió golpeando con fuerza el escritorio frente a él.

Taemin se sintió herido. A Son Man no le importaba en lo más mínimo su familia, o él, solo pensaba en ella. El enojo por los años de un tibio cariño paterno, de no ser suficiente para la familia Lee, de no ser nada a los ojos de su padre, lo rompieron. Abrió de un golpe la puerta.

- Necesito hablar contigo, padre. Ahora, por favor.- dijo Taemin mientras su padre y su tío lo miraban confusos. Hyun lo miraba extrañado, iba a hablar, quizás insultarlo, pero en su lugar cruzo los brazos y salió del despacho pasando junto a Taemin.
- ¿Qué necesitas ahora, Taemin?.- pregunto Son Man exasperado, después levanto la mirada para encontrarse con los azules ojos de su hijo, este se encontraba mirando a su padre directamente, eso jamás sucedía y su padre se tensó ante ello. Un tormentoso mar contra un tormentoso cielo.

- Soy homosexual, soy... soy gay y estoy enamorado de un hombre.- dijo con la voz levemente baja. Había decisión en su expresión pero el temple de su carácter lo detenía.- Tengo una relación seria y exclusiva con él.- añadió elevando un poco la voz. Son Man se puso en pie, camino hacia él. Taemin jamás había visto a su padre tan diminuto como en ese instante.- Quería que lo supieras antes de que me vaya.- finalizo.

Taemin temblaba. Su cuerpo temblaba. Era más alto que su padre, pero jamás lo había mirado desde arriba como en ese momento.

Las expectativas de un padre siempre son importantes para un hijo, pero en ese momento Taemin no se sintió presionado por él, quería ser libre de la terrible verdad, quería saber de una vez si su padre lo amaría a pesar de ello.

- ¿Quién es el hombre?.- pregunto Son Man con voz calmada y regulada.
- Es Choi Minho.- dijo Taemin.

Son Man percibió el dulce susurro en el cual ese desagradable nombre emergió de los labios de su hijo. También percibió la intensidad de la voz de Taemin, la manera en la cual parecía entregado a ese nombre.

El hombre cayó en rabia, empuño las manos y con toda la fuerza que tenía golpeo el rostro de su hijo; este sin esperarlo, cayó golpeándose con el escritorio. Taemin sintió el profundo sabor metálico de la sangre en sus labios y percibió el aroma en el ambiente, levanto la mirada aun sintiendo su cabeza estallar, solo para que los dedos de Son Man lo sujetaran con fuerza de la camisa.

- Esa estúpida camisa era tuya, ¿no?.- espetó con furia su padre.- Pequeña decepción. Uno de “esos” justo en mi casa.- dijo Son Man arrojándolo contra el escritorio por segunda vez.

Taemin no podía reaccionar. Su propio padre lo molía a golpes. Taemin quiso extender el puño para apartarlo, y lo logró. Desorientado se puso en pie, pero no dio más  pasos sin  que algo tirara de él, fue tan fuerte el jaloneo que lo hizo caer de nuevo. Intento arrastrarse pero Son Man ya sostenía en la mano una placa de metal, ¿era acaso un premio otorgado a Taemin?, aquel de debates que le causo orgullo a su padre alguna vez. ¡Qué irónico!.
El padre que lo abrazaba, el que le decía estar orgulloso de él... su padre lo despreciaba.

- ¡Haz muerto para mí!, pequeña zorra.- grito Son Man comenzando a patear a Taemin en el piso, alternando patadas y golpes con el objeto, el joven no podía moverse, le golpeaba la cabeza al punto en que nada más que un mareo intenso se filtraba.
Por un instante Taemin no sabía ya si sentía dolor o solo no sentía nada, estiro la mano queriendo tocar el rostro de Minho, que se dibujaba frente a él, antes de caer inmóvil.
Son Man continuó pateando hasta que un brazo lo jalo y lo giro, este se resbalo y cayó al piso, entonces miro con ojos desorbitados la sangre, ni siquiera sabía de dónde provenía. ¡No!. La furia, el desahogo, el desprecio, todo envuelto en un ataque contra su amado hijo.
Son Man se arrastró por el suelo, mirando el inerte cuerpo de su hijo mayor y el odio se agolpo contra cada idea racional. Un odio a sí mismo como nada jamás lo había sido. Levantó la mirada encontrando el rostro avejentado de Hyun.

- Asesinaste a tu hijo.- murmuró Hyun dando un paso hacia atrás, el cuerpo pálido y sin movimiento yacía a los pies de ambos hombres.
- No lo sé.- murmuró Son Man.- Hablo. Hablaba de Choi Minho, pero yo solo escuchaba decepción, solo escuchaba una despedida. Como Amber, como IU, como con Michael Wayland, como mis propios padres. Una despedida de todo… y todo se volvió... rojo.
- Esta muerto.- dijo Hyun inclinándose para revisar el cuello ensangrentado de Taemin.- Llevémoslo fuera, saquémoslo, tirémoslo lejos.- añadió poniéndose en pie. Son Man temblaba mientras miraba a su hijo.
Con un gesto destrozado se inclinó buscando abrazarlo pero Hyun lo detuvo.
- Sé dónde dejarlo.- dijo Hyun con una mirada vacía y oscura, como si ya hubiese hecho eso antes.
- Es mi hijo.- murmuró Son Man.- Necesito entregarme, necesito… llevarlo a un lugar mejor. Yo…- las palabras culpables quedaron en sus labios cuando Hyun lo golpeo con fuerza.
- No seas tan débil.- espetó Hyun.

Son Man se inclinó, mirando a su hijo muerto, pálido, ensangrentado y comenzó a llorar. Era el momento equivocado, era el lugar equivocado, era el padre equivocado. Su hijo merecía más de lo que le dio. Su esposa merecía más de él. Su mejor amigo no merecía haberse suicidado por sus actos irresponsables, cuando este lo despreció violentamente, en sus años juveniles. El cruel destino lo estaba castigando por lo que hizo con Michael.
- Confesaré.- murmuró Son Man, mirando determinado a Hyun.
- Lo sé.- respondió Hyun girándose hacia la puerta, después se giró hacia Son Man y con un movimiento rápido desenfundó el arma y disparó a la cabeza de Son Man.- Por eso no podemos permitirlo.- añadió con frialdad.  

***

Los dorados ojos iban de un estante a otro, siempre buscando con mucho cuidado los títulos, se inclinó para revisar nuevamente y entonces allí estaba: "La Poesía de Becker" en letras enmarcadas por tonos oscuros pero a la vez muy notorios. Lo sujeto mientras Luna le daba un ligero tirón de la ropa, la mirada dorada de Jinki se tornó hacia su primo Jonghyun, quien conversaba a lo lejos con Kibum.  Jinki se llevaba muy bien con su primo, levanto la mano para llamarlo cuando noto, por el ceño fruncido de Jonghyun, que no era buen momento.

- Fue una molestia, esa mujer solo se paró delante de Minho y exigió hablar con él, de otra manera haría un escándalo.- decía Jonghyun moviendo las manos mientras Kibum le prestaba toda su atención.- Comenzó a hablar de él como un pervertido violador de menores, después le grito y Minho cerró la puerta, ni Irene supo qué decían.- añadió bajando los brazos a los costados.
- Pero, ¿de quién hablaban?.- pregunto Kibum dejando una copia de "Historia de Dos Ciudades".
- De Lee Taemin, el nuevo novio de Minho.- dijo Jonghyun con enfado. Jinki y Luna se miraron Jonghyun estaba tan cerca que podían escucharlos, pero parecía que ni Jonghyun ni Kibum los veían.- Su madre fue a ver a Minho y discutir con él, y después el chico no aparece por ningún lado, fue hace un tiempo y Minho está como zombi. Pero no los de “mi novio es un zombi”, sino del tipo molesto y violento de “Resident Evil”.- continuo hablando mientras sujetaba el libro de las manos de Kibum.- Kai quiso calmarla, pero... nada la calmo y Minho tuvo que recibirla. Y ahora veo a Minho por los rincones vistiendo con ropa luminosa pero sin purpurina en la cara. ¡Sin purpurina!.- finalizó.
- Pues a ella le importa su hijo. - respondió Kibum golpeándose ligeramente la barbilla.- Piénsalo un instante, Taemin es casi un niño en comparación con nosotros y le debe resultar extraño a su madre, después de todo ella aun es joven y Minho sale con su hijo.- añadió mientras Jonghyun hacía muecas.
- ¡Eso es una excusa!.- grito Jonghyun.- Ese niño va a hacer infeliz a Minho, va a jugar cuando le plazca con él, y al final el que quedará herido y vacío será Minho. Te digo que de esa familia solo Jong Suk es una buena persona.- añadió.

Jonghyun se preparaba para decir más, pero su rostro fue impactado por un libro. Jinki le había arrojado el libro y lo miraba molesto, iracundo, nadie hablaba mal de su hermano Taemin, ni siquiera Jonghyun. Taemin era su mejor amigo, lo había sido desde que siendo niños Taemin le ayudo a robar dulces de una tienda y después se regresó a pagarlos. Taemin era su mejor amigo y nadie, ni siquiera su primo favorito, hablaba mal de él.

- Taemin no es lo que tú piensas. Taemin es sincero y ama a Minho, lo ama más que a nada ni a nadie. Moriría por él.- espetó Jinki mientras las puertas de la librería se abrían.- Ahora mismo Taemin está pasando el divorcio de sus padres, por eso no ha visto a Minho, pero créeme cuando te digo que a él de verdad le importa Minho.

Kai había quedado de ver a Kibum y a Jonghyun en esa librería, pero al llegar quedó más que asombrado al ver a Jinki empujando contra los estantes de libros a su amigo. Kibum le gritaba severamente mientras Luna jaloneaba a su novio para apartarlo de Jonghyun. Jonghyun y Jinki se parecían mucho, pero en aspecto Jonghyun era casi idéntico a Taemin, solo que con un suave carácter. Minho a veces solía decir que si Kai y Jonghyun tuviesen un hijo, ese sería Taemin.

- Si alguien debe preocuparse, ese es Taemin, porque Minho suele cambiar de afectos tantas veces como llueve en Londres o cambia de ropa exagerada.- recriminó Jinki. El rubio se arrojó contra su primo cuando Jonghyun le sujeto el brazo y con una llave de judo lo hizo caer al piso frente a él.
- Retráctate, Jinki. Eres mi primo, pero Minho es mi amigo, después de Kai, él es mi gran amigo.- exigió Jonghyun. Kai lo miro para después detenerlo, si Jonghyun se enfadaba de verdad... habría problemas que involucrarían a la ley y muchas cosas destrozadas. Siempre era así, su mejor amigo siempre sabía cómo hacer que la policía se involucrase en las más simples discusiones. Claro que los oficiales ya conocían a Jonghyun, y para el pesar de todos, el carisma de su amigo siempre hacía que los policías le tuvieran consideración y lo dejaran pasar sobre las leyes.

- Jong, basta.- dijo Kai mientras Jinki se ponía en pie. El rubio estaba dolorido, se notaba por su postura, pero su enfado se había calmado, al contrario de su primo.
- Me voy, Kai.- dijo Jonghyun girándose para salir a toda prisa del establecimiento sin importarle nada.

Jonghyun era como una tormenta, nada lo detenía cuando las nubes comenzaban a formarse. Kibum y Kai se miraban aterrados por las locuras que Jonghyun seguramente haría. La última vez que lo vieron moverse tan furioso, termino armando una revuelta en el Harlem. Kibum se giró desesperado por seguir a Jong, para calmarlo y detenerlo, cuando una mano la detuvo.

- ¿Pueden explicarnos lo de Amber visitando a Minho?.- preguntó  Luna.

***

Los oscuros ojos de Sulli escanearon la casa, lucía más oscura de lo normal, lucía terrible, se giró para mirar a su madre, esta también notaba algo diferente. Debían tomar algunos objetos que aún permanecían allí, la mudanza estaba casi terminada, así que solo tomaría sus libros, se despediría de su padre y saldría de allí. Pero no sería tan sencillo. Al entrar en la casa notaron el televisor encendido en la oscuridad de la habitación, caminaron por los pasillos buscando a Son Man.

Sulli toco la perilla del despacho cuando la voz fuerte de su tío provino de la sala. Su madre y Ten se miraron, dieron unos pasos hacia allá, pero la mano de Sulli la detuvo negando con la cabeza. Tenía miedo, mucho miedo. Amber le sonrió, le dio a cargar al pequeño Ten. La joven de cabello negro sujeto en sus brazos a su hermano, no porque fuese muy pequeño, sino porque tenía la necesidad de protegerlo de algo aún desconocido.

Amber sintió un escalofrío recorrerle la espalda, con miedo caminaba hacia la sala.

- Necesito darle las llaves de la casa a Son Man. - dijo Amber.

Sulli sostenía a su hermanito mirando la perilla, esta tenía un ligero tono rojizo, esa mancha no estaba allí antes, ¿o lo estaba?.

- IU desapareció.- dijo Hyun calmado, su voz era fría y sin emoción.- Son Man sabía que eso pasría, eso pasa con las amantes, siempre desaparecen después de romper la familia.
- IU lleva un tiempo desaparecida.- respondió Amber mirando hacia su esposo, sentado en la sala, mientras Hyun estaba de espaldas a ella, de pie, en mitad de la sala. ¿Por qué Son Man no hablaba?.
Sulli colocó en el piso a Ten y deslizo con demasiado cuidado la perilla. Escuchaba a su tío hablar en la sala.

- Son Man, háblame.- exigió Amber. Son Man estaba muy rígidamente sentado.

Sulli abrió la puerta, el despacho estaba a oscuras, tan oscuro que incluso las cortinas estaban cerradas para evitar la luz.

- No comprendes, nunca lo hiciste, pero está bien.- respondió Hyun. Sulli estaba por presionar el contacto para iluminar la habitación cuando escucho la voz elevarse.- ¿Estás sola?.- pregunto él mientras la joven sentía que su corazón se rompería.
Sulli miro a su hermano antes de presionar el contacto. La luz iluminó un piso teñido de rojo, sangre que apenas se secaba con un suéter marrón desgastado empapado de ella. Era el suéter de Taemin ella lo sabía muy bien.
- Estoy sola... ¿por qué?.- la voz de Amber titubeando. Después un sonido hueco hizo que Sulli tomase a su hermano en brazos.
- El niño, ese que tanto quería Son Man, está muerto.- añadió la voz mientras Sulli caminaba de espaldas. No quería creerlo.
- Baja esa arma, Hyun. Por favor, baja el arma.- murmuró Amber queriendo mantener la calma, mas no lograba conseguirlo.

Sulli se acercó a la sala, su respiración se alentaba mientras continuaba escuchando, tenía una mano cubriendo la boca de Ten mientras daba lentos y pausados movimientos hacia el marco de la sala. Debía atravesar la sala para salir por la puerta de servicio, también debía pasar por el pasillo frente a la sala para salir por la puerta principal.

- Mi vida no tiene sentido mucho sentido. Jamás lo tuvo.- el murmullo de su voz se movió. Sulli se acercó a la esquina para mirar.
- ¡Está muerto!.- gritó Amber.
Sulli pudo ver claramente como el cuerpo de su padre caía del sofá, una deformación en su cráneo y sangre goteando por su sien. Amber lo había movido para cerciorarse de lo que quizás ya consideraba. El hombre mostraba un rostro horrorizado con los brazos rígidos y los dedos encrespados.
Su tío sostenía un arma apuntando a la cabeza de Amber mientras esta buscaba por el reflejo del televisor a su hija. Hyun se acercó a Amber  deslizando la punta del arma por el cuello de ella, esta inclino la cabeza mirando hacia la puerta. Sulli comprendió.

En un movimiento silencioso se acercó al teléfono del pasillo. Desconectado. Después supo que debía salir de allí, su celular estaba en el automóvil y ella tenía las llaves.
- Siempre he deseado tener a la mujer de Son Man.- murmuró contra su cuello besándolo con suavidad.- Debe sentirse tan bien como tener a su hija.- añadió.

Amber se giró hacia Hyun e intentó golpearlo, pero quizás el hombre había predicho el movimiento. Levanto el arma por la culata y la golpeó con fuerza antes de disparar una vez. Amber se aferró a él, este la tiro al piso y ella sujeto su pie mientras el arma se giraba hacia ella, un disparo que hizo eco en la vacía habitación. Hyun presionó sus dedos sobre la sangrante perforación y los hundió causando mayor dolor en el impactado cuerpo.
Sulli cubrió los oídos de Ten pero el sonido perforo los suyos. Después los agónicos gritos de su madre y el sonido de ropa cayendo.

Un arranque de adrenalina la guio. Salió corriendo mientras escuchaba a su tío vociferar mientras violaba a su madre. La joven metió a Ten por la ventana abierta del automóvil, cerró las ventanas y comenzó a conducir mientras llamaba al 911, lo que sabía que no se debía hacer pero hizo de todas formas. Miraba por el espejo de vez en cuando escuchando dos disparos más. Atravesó las rejas con el coche sin importarle nada.
Los espejos mostraron a  Hyun, cubierto de sangre, corriendo hacia la puerta y disparando hacia ella. Una bala impacto en el vidrio trasero.
- Baja la cabeza, Ten.- ordenó Sulli histéricamente.

Ella no era una guerrera, ella no podía enfrentarse a Hyun, era más pesado y más grande que ella. En esta vida, Sulli era igual a muchas otras que no podrían defenderse de un hombre como Hyun. Además debía proteger a Ten. Ten era su prioridad.

Hyun miro el cuerpo de Amber, estaba muerta para él, como Taemin. Había deseado ese cuerpo desde el día en que Son Man la presentó. Había deseado poseerla por horas, pero solo tenía un momento más. Levantó el arma apuntando hacia la cabeza de ella, más un horrible vibrar lo hizo girar hacia el celular de la mujer. Lo levanto del charco de sangre que comenzaba a formarse, curioso porque el número marcado en el celular era desconocido. Lo tomó con facilidad a pesar de sentirse resbaloso sobre sus manos.

- Amber, necesito hablar con Taemin.- exigió una voz al otro lado.- ¿Taemin?, ¿Tae, eres tú?.- pregunto con desesperación.
- Taemin está muerto.- respondió Hyun antes de dejar caer el celular, se giró para ver a Amber, sonrió vacío al observar las seductoras curvas del cadáver más hermoso que había tenido.

Tenía que moverse. Sulli llevaría a la policía pronto, debía salir del país si deseaba seguir con vida. Se inclinó contra el cuerpo perforado y presionó los dedos contra los agujeros de las balas. Amber no reaccionó.

- Fuiste una belleza en mis brazos, pero tu hija puede causarme más que placer.- le murmuró al oído.- Intentaré no matarla.- añadió. 

***

El teléfono se mantenía muerto, lo miraba una y otra vez, lo descolgó sabiendo que si sonaba era que él podía llamarlo. Después se desplomó en el sofá. Kkong lo miró altivo con enfado y desagrado. Kkong estaba enojado con él, se recostó a lo largo del sofá pensando lo estúpido que fue.
Taemin quería dormir con él, ambos querían sentir el placer. Minho se estremeció al recordar al joven de ojos azules llegar al punto en el que con un jadeo, un murmullo y arqueando la espalda llegaba al éxtasis al mismo instante que Minho.

El solo recuerdo le causaba erecciones que debía atender tres veces al día. Se sentía un adolescente precoz. Taemin lograba enloquecerlo como nadie. Había escuchado la frase de que salir con un hombre joven te hacía sentir joven, pero solo con Taemin podía comprender esa frase.

La advertencia de Amber había resaltado en su mente tantas veces pero era Taemin, su hermoso nephilim, así que no le importó. Con desesperación marco las teclas del celular de Amber, confiando que en tantos años no lo hubiese cambiado. La llamada enlazó, y sabía que ella respondería pronto. 

- Amber, necesito hablar con Taemin.- murmuró Minho, pero no hubo más que estática.- ¿Taemin?, ¿Taemin, eres tú?.- pregunto Minho escuchando la respiración de alguien del otro lado. Esperaba que fuese Taemin o alguien se molestaría con su llamada. Si le decían que era número equivocado iría a la casa de Taemin solo para arreglar las cosas.
- Taemin está muerto.- murmuró una voz profunda, la reconoció, era un Lee, lo había visto, ¿Barny?, ¿Bernie?, ¿Ernie Lee?. Todos los Lee tenían nombres pretenciosos.

Su corazón dio un salto y se hundió en su estómago cuando la comprensión de las palabras lo golpeó. Si algo le había pasado... Después solo se terminó la llamada. Minho se dejó caer en el sofá aún en shock.

Tomo su chaqueta púrpura, saco con nerviosismo las llaves, abrió la puerta para salir de allí, pero algo lo detuvo. Si Taemin estaba muerto, si había un problema... Minho se regresó, encendió el televisor.

CNN abarcaba la noticia que lo dejo sin aliento. Son Man había enloquecido por su retiro. Había intentado asesinar a su esposa, quien se encontraba en el Hospital, en Emergencias. Había asesinado presuntamente a su hijo. La policía registraba la casa, Son Man se había suicidado y había manchas de sangre en el despacho que podía tratarse de donde había perecido Taemin.

Minho sintió que su corazón se rompía al segundo, su Taemin estaba muerto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro