En menos de una semana Milo había podido averiguar de ese joven pelirrojo, lo que la policía de investigaciones encontraría en meses; Camus Bellrose era su nombre, contaba con 24 años de edad, como él, de nacionalidad francesa... ¡Alto!, Frances, y tenia un enorme parecido a su Ex cuñado, miro de inmediato en los datos familiares, para su alivio no tenia nada que ver con Dégel.

- Milo, ¿ te has dado cuenta de que pareces un acosador?- Kardia le dio un zape, aveces el menor de los dos se le iban de las manos sus investigaciones, pero ella no sabia que dicha investigación tenia otros fines.

- No puedo y no quiero arriesgarme.

- ¿A qué?

-  A nada, olvidalo.

- Andas raro, enano.- salio de la habitacion rumbo a su trabajo.

No podia arriesgarse a que si se interesaba en alguien fuera algun enemigo, o alguien con el poder suficiente para destruirlo, ademas que no quería arriesgar a nadie, ya tuvo la experiencia que por demostrar aprecio por alguien le saldría caro en su profesion. A pesar de los años aun se sentía culpable por la desaparición de Ècarlate y le frustraba el no encontrar pista alguna que le dijera en donde estaba.

Para su alivio Camus no pertenecia a ninguna organización en contra de la suya, sabia que trabajaba como Mâitre*(metre) en eventos como matrimonios y cosas así. Ahora lo que le importaba eran dos cosas, volverlo a ver y que nadie notara el cariño que le tenia desde que lo conoció por casualidad. Esperaba que si las cosas le resultaban como quería, en un futuro no muy lejano pudiera acercarsele como es debido. Por ahora solo podia protegerlo a la distancia, y eso le dolía un poco, no poder estar a su lado como quisiera.

Dejo abandonada sus cosas en la mensa para ponerse a ordenar la casa, lo mínimo que podía hacer ahora que no tenia algún "encargo" por parte de Hades.

Por su lado, Ècarlate se encontraba frente a Mystoria protegiendo a su amigo de los matones que tenían en frente, pero hoy aparte de ellos también estaba la jefa de jefes; Saori Kido, llamada Athena en ese lugar. La pelilila los miraba con una sonrisa de superioridad a ambos niños, hoy daría el segundo paso de la venganza en contra de Antares y toda su organización, tomaría la vida de uno de los mejores Sicarios de Hades por manos de su propio sobrino.

- Hola, mis queridos niños.- estiro su mano para tomar uno de los mechones de cabellos rojizos, pero el niño no la dejo.

- ¡No se acerque más, o no respondo de mi!- solo logro que la sonrisa en el rostro de la mujer se volviera escalofriante.

- Oh, vaya, lo quieres por las malas, bueno pequeño tú lo has buscado. Aspros, ya sabes como convencer a nuestro cautivo.

El peliazul con una sola mano lo corrió del camino para poder tomar a Mystoria de uno de sus brazos y pegarlo a su cuerpo, al mismo tiempo que le apuntaba con un arma que saco de quien sabe donde.

- ¡Dejalo!- sintió la mano de Saori que lo tomo por los hombros.

- Lo ves, esto es tu culpa, si no fueras tan rebelde no tendría que amenazar a tu amigo.- no le respondió, siguió mirando fijo a Mystoria que le pedía ayuda con la mirada que ya soltaba lagrimas- Bien mi querido Ècarlate, quiero que veas esto.

Le mostró un video en donde un hombre de cabellos azules mataba a sangre fría a otro de cabellos negros. No podía creer que fueran las misma persona.

- Tío Milo.

- Milo. Asi se llama... dejame decirte que tu tío no te busca, como ves él es un Sicario, esto lo conseguí por medio de uno de mis espías. Ahora querido es donde entras tú, te entrenaran para que lo mates y puedas vengar el que te vendieran a mi.

- ¡No, mi mamá y mi tío no harían algo así, usted esta mintiendo!

- Piensa pequeño, si así fuera no estarías aquí, ni él ni tú. Que dices, ¿vas a vengarte?

Callo unos segundos mientras procesaba las cosas. Su madre y su tío no serian capas de hacer tal cosa y él ni siquiera seria capas ni de pensar en matar a Milo.

- ¡No!

- Insensato. Aspros, acaba con él.

El mencionado tomo con más fuerza a Mystoria para que no escapara, le quito el seguro a la pistola listo para acabar con la vida del niño. Ècarlate no dejaría que mataran a mejor amigo frente a sus ojos, pidiéndole perdón a Milo internamente, se soltó de Saori.

- Esta bien lo haré, ¡ Ya sueltelo!

Ella solo asintió y su secuas soltó al niño peliazul de una manera brusca, que logro que se golpeara la cabeza con uno de los muebles de la habitación callendo al suelo inconsciente.

- ¡Mys!- corrio donde su amigo, para tomarlo en sus brazos y revisar que se encontrara bien. Mientras Saori y Aspros salían de la habitación, la primera feliz por cumplir con su cometido- Lo siento, lo siento en verdad, por mi culpa te hacen cosas malas.

~•~

La suerte estaba de su lado, si que lo estaba, Milo había salido de su casa a despejarse la mente y poder pensar con claridad, en eso estaba hasta que a lo lejos vio una cabellera rojiza y larga, se acerco de a poco a esa persona y por cosa del destino era Camus. La sonrisa de bobo no se la quitaba nadie, ya que no penso encotrarse con él tan pronto. Por un momento pensó en acercarse más y hablar con él, con la simple escusa de saber como se encontraba luego del primer encuentro que tuvieron, pero se arrepintió a pocos metros de joven francés, no podía hablar con él, simplemente no podía estar demasiado cerca, no quería que corriera peligro por su causa.

Decidió seguirlo desde lejos, deleitar su mirada con el movimientos de sus caderas, sus largos cabellos que con la luz del sol se veían de un rojo intenso. De repente  su vision se vio interrumpida cuando otro joven se acerco a Camus; alto, de cabellos azules violáceos, de unos penetrantes ojos verdes y la piel algo morena. Vio como se saludaron era obvio que se conocían hace mucho tiempo. Suspiro, tal vez era más que un simple amigo, claro alguien tan bello como ese frances no podía estar solo, en el peor de los casos ese hombre posiblemente era su pareja.

Para no seguir torturandose solo se fue con esa idea en la cabeza.

- La jefa quiere que tú entrenes al mocoso.

- Athena sabe que no es mi trabajo, Saga.- siguió caminando hasta su casa.

- De todos modos, una orden es un orden, no querrás desobedecer, ¿Verdad, Ganimedes?

- Esta bien... ahora, largo.- le cerro la puerta en la cara.

- Dioses, que carácter.

🔹🔹🔹

Hola.

Mâitre*:  es el encargado de ofrecer al cliente los servicios de restaurante y cuidar de que el personal a sus órdenes cumpla con la máxima regularidad su labor profesional.(En español, es el que se encarga de que los garzones no dejen la caga)

Ah vieron el francesito no es del todo inocente, igual tiene culpa de las cosas que pasaran.

Chaito.

ScorpioNoMilo. ✌