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10.

El féretro bajaba con una lentitud tortuosa. Camus aun no podía creer que su amado Sicario estuviera ahí adentro, que ya no lo volvería a ver dar vueltas por ahí, que no escucharía nunca más su risa, su voz, que no volvería a ver esos hermosos ojos celestes, nunca más sentiría sus brazos dándole proteccion, nunca más... nunca más lo tendría con él, ¿y todo por culpa de qué? De una mujer rencorosa, de una loca que la primera vez que se interesaba por uno de sus ex Sicarios, termina acabando con la vida de otra persona que solamente hacia su trabajo.

"Maldita bruja" 

En el entierro pensó solo en encontrar familiares y amigos, nunca creyó que algunos de los Sicarios más buscados de Grecia, y hasta el propio Hades estubieran ahí. Athena jamas asistiría al funeral de alguno de sus muchachos.

Pero hubo uno de ellos que logro hacer que su corazón se apretara y sufriera como nunca antes, acompañando a Hades se encontraba un joven muy parecido a Milo, el mismo tono de piel, la misma expresión, solo cambiaba el color del pelo y lo ojos que eran más oscuros.

La primera vez que lo vio entre la gente creyó que los Dioses lo estaban torturando, haciéndolo ver a su griego en todas partes, si dijera que no quiso lanzarse sobre ese hombre pensando que era Milo, mentiría.

Una semana había pasado desde ese día, del día en el que perdió a la única persona que había amado en su vida, y desde ese momento una palabra no se alejaba de su mente; Venganza... venganza en contra de la mujer que le arrebató todo.

- En algo estas pensando, y se nota que no es nada bueno.- la voz de Écarlate lo hizo salir de sus pensamientos.

- No es nada que te importe.

Tuvo la suerte que Kardia lo dejara seguir viviendo con ellos, despues de todo y como había dicho Milo ya era su familia.

- No me mientas Camus, te conozco poco, pero ese poco me sirve para saber que estas pensando. Si planeas matar a esa loca te ayudare.- se había sentado al frente de él.

-No solo voy a matarla, la haré sentir en carne propia lo que se siente perder a alguien...- su mirada se oscureció más de lo que Écarlate conocía- pero no quiero que te entrometas. Si me descubren, sera mejor que solo me persigan a mi.

- Pero...

- Nada. Solo cuida de Kardia y Mystoria, tengo cosas que hacer.

Sin hacer caso a nada de lo que le dijera, Camus fue al arsenal de Milo, saco varias armas de tortura, pero en especial las agujas que tanto amaba ocupar su pareja. En esa semana no había perdido el tiempo, averiguo cada detalle la rutina de su presa, los lugares que frecuentaba, sus horarios, todo, no dejo nada al azar. Ahora se dirigía en su busqueda.

Espero hasta que a su victima lo dejaran solo sus matones, una vez ocurrido eso lo siguió en sus auto desde una distancia prudente, hasta llegar a la zona de la ciudad más acaudalada y por ende con menos publico. Escondiendo sus cabellos, espero hasta que el griego bajara del auto, y sin perder el tiempo comenzó su plan.

Cuando Julian bajo del vehículo sintió como alguien lo tomaba por la espalda  y tapaba su boca.

- Sera mejor que no arme un escándalo, señor Julian. Bien podría matarlo ahora.- Cuando el otro se calmo retiro su mano.

- Si lo haces te perseguirán hasta encontrarte.

- Me da igual, ya no tengo nada que perder...

Media hora de viaje hasta el lugar en donde esperaría a su otra victima. No se molesto en taparle la vista a Julian, después de todo él lo conocía como la palma de su mano. El  celular de Poseidon sería su primera trampa.

- Ella no caerá tan fácil.- se econtraba atado de pies y manos a una silla.

- Lo hará tratándose de ti.

Saori miraba emocionada el mensaje que había recibido de su esposo.

De: Poseidon 🌊❤

Te espero en la casa de la colina, tengo una sorpresa para ti.

Cayo directo en la trampa sin sospechar nada, apenas termino su trabajo en la organizacion fue directo al encuentro con su esposo.

- ¿Julian?

Camus apuntaba al peliceleste con un arma en la sien, para evitar que hiciera algun sonido bajo la mordaza y alertará de algo a Saori. Vio cuando ella entro al lugar, sonrió de una forma macabra. Cuando la pelilila encendió la luz de en donde se encontraban se llevo la desagradable sorpresa de encontrar a Poseidon maniatado y al que solía ser su torturador con él.

- Camus, ¿Que significa esto?

- Sera mejor que por tu bien y el de él, que cooperes sino, bueno ya sabes que les espera.- su mirada daba bastante escalofrios, era fría, aún más fría que de costumbre.

Saori supo que si no hacia lo que decía, las cosas saldrian bastante mal, tanto para ella como para su esposo. Por orden del francés ella misma se ató como pudo a una silla que se encontraba al frente de ellos.

- ¿Quieres ver como sufre la persona que más amas?

- ¿Q-Que estas diciendo?.

Saori se puso más pálida que un papel. ¿Acaso hablaba en serio? No entendía cuales eran sus razones para hacer eso.

- Hoy, vivirás en carne propia lo que se siente ver morir a un ser querido ante tus ojos y sentirte inútil al no poder hacer nada, como lo hiciste con muchas personas, como lo hiciste conmigo.

Ella vio con horror como de la nada el pelirrojo sacaba lo que parecía ser unas lanzas pequeñas, cuchillos y una pistola.

- ¡Tú fuiste parte de eso!, ¡también tienes la culpa!- se desespero mas al ver como se acercaba a Julian.- ¡Camus, por favor, no le hagas nada!... ¡ Ganimedes, esto es en mi contra, no lo metas a él!

- ¿Cuantas personas te rogaron de la misma forma Athena, y tu que hiciste? Ignorarlas olímpicamente.

Sin importale nada paso sobre la mejilla de Julian el cuchillo, logrando que brotara una gruesa linea de sangre. Dibujaba distintos patrones sobre su piel, algunos más profundos que otros, haciendo gemir de dolor al griego. Cuando se aburrió de esa arma tan simple la clavo con fuerza en la mano derecha de su víctima, al mismo tiempo que retiraba la mordaza, dejando que se escuchara un grito desgarrador.

- ¡Ya basta, déjalo por favor!- las lagrimas salían solas.

Camus al verla tan destrozada por un momento quizó dejar eso hasta hay, pero se arrepintió al instante, esto no lo hacia por él, lo hacia por vengar la muerte injusta de Milo, solo y unicamente por él. Nada más le importaba ni su vida. Tomo entre sus manos las pequeñas lanzas, las agujas que tanto amaba su peliazul. Mostrandole una a Saori fue de nuevo donde Julian. Le desato una mano para que la mujer ahí presente viera lo que estaba por hacer.

Coloco la punta del metal bajo la uña de Poseidon, viendo encantado la cara de horror de este.

- ¡C-Camus,no!, ¡Puedes matarlo de un infarto, por favor no!- Saori trataba de desatar desesperada las amarrar que ella misma había hecho.

- Es cierto, el dolor de esto es tan fuerte que si podría darle uno. Seria una muerte demasiado rápida, ¿no crees?- sonrió sádico- lo haré sufrir un poco más.

- ¿¡Que!?

Sin tomar en cuenta los gritos de ambos, comenzo a enterrar cada una de esas largas agujas en el cuerpo de Julian, deleitándose con cada grito de dolor de él y de angustia de ella.

-¿Sabes por que las llaman, Agujas Escarlatas? Porque cada una de ellas produce una herida que duele como el mismo infierno, y la sangre no se queda atrás.

Tomo las ultimas dos, y la más grande la enterró sin piedad en la pierna derecha.

- Es hora.

La aguja más pequeña la volvió a  acomodar bajo la uña de su victima, mirado de reojo a Athena, metiendo en la carne bajo ella, haciendolo sufrir un dolor horrible que recorría todo su sistema.

Athena veía a la persona que amaba sufrir solo por su culpa, y al fin entendió el por que su torturador más experimentado hacia todo esto... Por Antares, solo por él, nunca creyo que se enamoraría de verdad y ver como fallecia sin que pudiera hacer nada tuvo que ser bastante doloroso para él tanto como lo era para ella ahora. Bastante tarde se dio cuenta.

- Acabemos con él sufrimiento de este desgraciado de una vez.- dos disparos se escucharon por todo el lugar.

Dos balas le llegaron a Poseidon en el vientre.

"Las heridas de Antares"

- ¿Me toca?- él solo asintió- yo... lo siento.

- Demasiado tarde.

Un disparo en la sien basto para que Athena dejara este mundo. Tal vez no la hizo sufrir físicamente, pero mental, eso era mil veces peor. Aun así quedo con gusto a poco.

Sabia que había ignorado la petición de Milo.

"No hagas lo que estoy pensando"

Esas habían sido sus palabras.

- Lo siento mi escorpión, no te voy a obedecer.

" No falta mucho, ya te alcanzaré"

🔹🔹🔹

Hola!

Casi casi no publico nada 😅. Entre a clases -otra vez 😢 ya no quiero más- y llegue a mi casa con algo de flojerita ^^;

Bueno, ¡La bruja a muerto! La tortura no salio tal cual yo la quería pero no importa! Sufrió de todos modos! 

Solo falta el segundo funeral.

Chaito.

ScorpioNoMilo. ✌

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