El timbre suena marcando la hora de entrada al Liceo, por lo que Min Yoongi apresura el paso soltando una maldición en un ronco y bajo susurro, se le había hecho tarde justamente hoy, frustrando quizá su plan, para cuando llego a su locker ya estaba ahí el sobre semanal color rojo con una etiqueta dorada sellandolo.

Llevaba más de un bimestre recibiendo cada martes cartas hermosas llenas de estrofas en prosa donde le describe sus sentimientos, ya había intentado un par de ocasiones, cuando empezaron las cartas, llegar temprano y así quizá encontrar al que le escribe.

Sí, Yoongi sabe hasta ahora sólo tres datos por seguro de su admirador secreto, es alguien del mismo Liceo, lo supo por cómo describe momentos entre clases, pensó que era alguna chica quizá, secretamente había estado observando a cada chica de esas clases y ninguna llamaba mucho su atención, luego en su última carta por fin se refirió a su mismo en género y a él como hyung, por lo que ahora sabe que es hombre y en un grado menor.

Hace un par de semanas cuando se dirigía al aula de música, escuchó una hermosa voz que cantaba una melodía dulce, Yoongi entró al aula y vio un chico quizá unos dos años menor que él, su cabello castaño claro y sus labios rellenitos fue lo primero que notó pero cuando sus ojos de cachorrito le vieron y un suave rubor subió a sus mejillas al darse cuenta que era observado mientras practicaba, pensó que realmente ese chico era hermoso.

El menor salió cubriendose su rostro tímidamente, y Yoongi desde ese día lo notaba, entonces fue conciente de que seguido aparecía en su periferia visual, un pensamiento entonces empezó a crecer dentro de Min...

¿Y si ese chico hermoso era quien le escribía?

Y de algún modo le gustaba la idea, tenía un brillo propio y parecía dulce, eso le gustaba a Yoongi.

Para su mala suerte volvió a llegar tarde para encontrar a su escritor...

Tomó la carta del locker, miró alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie cerca y comenzó a leerla en voz baja:

Hyung, ayer fue tu cumpleaños, te ví en la cafetería recibiendo felicitaciones y abrazos de tus amigos, ¡oh, que impotencia y celos sentí!.

Quisiera poder acercarme a ti y abrazarte, no sé si podría dejarte ir o alejarme de ti si así pasará aunque me lo pidieras quizá no podría.

Te veías tan feliz, tu sonrisa es hermosa, no pude evitar sonreír y sentir mi corazón latir fuertemente  al verte, dime hyung, si hoy me atreviera, si me animara, ¿me permitirías abrazarte por tu cumpleaños? 

Entenderé si no aceptas mis sentimientos, pero espero que al menos aceptes mi regalo...

Con cariño, Park Jimin

Yoongi terminó la lectura y su mandíbula colgaba relajada, era la primera vez que estaba firmada y confirmaba lo que él esperaba, apenas pudo reaccionar cuando escucho detrás de él una voz dulce cantando happy birthday...