{Estrés...}

2 meses más tarde.

Rubí#.

Existen dos cosas que más odio en este mundo.

1)Levantarme temprano.

¿Qué necesidad hay de levantarse temprano? ¿Por qué inventaron levantarse temprano en vez de dejarte dormir todo lo que quieras ¡y más cuando te acuestas a las 3:45am leyendo!?

2)Tomar decisiones.

Soy la persona más indecisa que puedas llegar a conocer, siempre termino cambiando los planes a última hora y no es por qué simplemente no me gustaron es que pienso '¿y si del otro modo seria o se vería mejor?'; y tener que tomar la decisión de gorbernar todo un reino, ser la Luna de una Manada, preparar tu boda, elegir entre pasteles, adornos, los vestidos de mis damas de honor, mi vestido, ir al gym, etc, etc, también tener conocer más a tu padre, a su esposa y a tu media hermana, pasar tiempo con tu mate y prometido, era sumamente agotador.

Aunque mi parte favorita del día era la última, pasar tiempo con Andrés, como ambos estábamos sumergidos entre tantas cosas casi nunca podíamos vernos durante el día pero dormíamos juntos a escondidas de Nana, si ella se enteraba (que estoy 100% de que lo sabía solo que se hacía de la vista gorda) nos daba un gran sermón, pero valdría la pena, no puedo explicar lo que sentía cuando estaba entre los brazos de mi mate, sintiendo su calor arropar mi cuerpo.

Dejé el labial a un lado suspirando, ¿desde cuándo me había empezado a maquillar tan seguido? Ah si, desde tenía que cuidar mi imagen como mate del Alpha, futura Luna y porque necesitaba tapar esas grandes ojeras debajo de mis pómulos por haberme desvelado leyendo.

Revisé que Algodón tuviera suficiente comida para luego tomar mi bolso y salir, vi la hora en mi celular 7:50am, ser una adulta comprometida era agotador, extraño esas vacaciones de verano durante mi adolescencia donde podía despertarme a las 10 o hasta incluso las 12 del medio día.

Suspiré cuando mi celular empezó a sonar de nuevo, era la organizadora de eventos Alex, me la había recomendado Nana, ella me estaba ayudando a organizar mi boda y tenia que verla a las 7:30am, iba tarde.

Mordi la manzana y la dejé en el porta vasos del auto a la vez me alejaba cada vez más de la mansión con destino a una cafetería donde me encontraría con Alex, sentí que mi celular vibro y lo vi de reojo, era Adriel, el pobre ha estado destrozado desde lo de Alice.

Conteste poniendo el altavoz.

-Holaaa -dije con mucho entusiasmo, más de lo normal, quería animarlo.

-Hey... ¿Qué tal va todo? -pregunta.

-Estresante, ¿y tu? -dije deteniendome en un semáforo que estaba en rojo.

-Ahí vamos -dijo y lo escuché reír, una risa sin una sola pizca de gracia -te llamaba para decirte tu guitarra está lista.

Mordi el interior de mi mejilla, pensando antes de responderle.

-Que dices si ¿vamos por un helado? Me llevas la guitarra a la plaza, tomamos un helado, platicamos y así nos olvidamos un rato de tantas cosas -hablé mientras rogaba mentalmente que aceptará, arranque el auto llegando a la cafetería.

-Peli... yo... no lo sé -lo oí suspirar.

Mire la cafetería y noté el cabello rojizo oscuro de Alex entre las mesas.

-Vamos Adri, te haría bien -insistí a la vez que tomaba mi bolso.

-Bueno... -no lo deje terminar.

-¡Genial! Nos vemos a las 4:00pm, te quierooo ¡Adiós! -colgué la llamada y salí a paso apresurado hacia la cafetería no si antes activar el seguro del carro.

-¡Pensé que no llegaría nunca! -bufo Alex y yo coloque mis ojos en blanco, -hay tanto por hacer y solo nos queda un mes y medio -suspiro.

Me senté frente a ella, una camarera se acercó a preguntarnos que íbamos a pedir, yo pedí huevo revueltos con tocino y pan tostado, Alex me dijo que ya había comido.

-Bien, ahora que ya tenemos el lugar donde hacerlo, las decoraciones, los centro de mesa, la mesa de dulces y los dulces elegidos, -asentí con las mejillas llenas de comida, podía jurar que parecía una ardilla. -Aún nos falta por elegir el pastel, el vestido, contratar a la maquilladora, peluquera y manicurista, elegir los vestidos de tus damas de honor, elegir como será el diseño de las invitaciones a cuantas personas se van a invitar.... -y así se paso toda la mañana cuando salí de aquella cafetería pude darme cuenta que eran las 12 del medio día.

Conduje hacia la mansión de nuevo pensativa, quería casarme con Andrés, era mi mate y lo amaba pero también tenía mis dudas la decisión de tomar el cargo del Reino de mi padre era la más grande hasta ahora, estacione el carro en el garaje y saque las llave del contacto y salí del coche. Cuando estaba dispuesta a entrar por la puerta del garaje dos grandes cuerpos se pusieron frente a mi, voltee mis ojos dándome cuenta de que eran Moad y Malek, los dos guardaespaldas que me había puesto Andrés, eran árabes y hermanos gemelos.

-Moad, Malek -pronuncie tratando de pasar entre ellos pero se pegaron a mi sombra siguiendome por la cocina y el comedor, me giré hacia ellos de brazos cruzados, -¿Qué se les ofrece caballeros? -pregunté aunque sabía perfectamente que me iban a decir.

-Señorita -habló Moad haciendo una reverencia junto a su hermano -el Alpha nos asigno a usted como guardaespaldas por una razón, su seguridad y hoy ha salido sola.

-Ya lo sé, -me encogí de hombros.

-Si el Alpha se entera de esto... -empezó Malek, lo interrumpí.

-No lo hará.

-Es nuestro trabajo... -intento hablar Moad.

-Su trabajo era seguirme, estar al tanto de mí, díganme ¿a quién Andrés regañara más? -Hice una pequeña pausa tocando mi menton en gesto de duda -¿A ustedes por no estar al pendiente de mí? ¿O a mi por salir sin ustedes? Piénsenlo... -en ese momento habló Moad de nuevo.

-¡Usted se escapó! -frunció su ceño.

-¡Oh querido! Que me haya movido silenciosamente justo cuando ustedes tomaron un descanso no es mi cul.. -una fuerte voz resonó desde la puerta del comedor poniendo los bellos de cuello de punta.

-Es mi culpa el no ponerte más guardias sabiendo lo testaruda que eres y que te terminarías escapando de ellos -la voz de mi mate resonó por todo el lugar haciendo que quedé un silencio sepulcral, su olor característico golpeó mi nariz sacudiendo mis hormonas y haciendo que Lea ronronee, -pueden retirarse Moad y Malek -ambos hicieron una reverencia y se fueron.

Escuché sus pasos acercarse hasta mi, estaba de espaldas a él, sentí sus manos en mis brazos subir hasta mis hombros y despejar de el lado izquierdo de mi cuello todo mi cabello, trague saliva cuando sentí su aliento bajo mi oreja, luego sentí un pequeño beso húmedo haciéndome estremecer, sus manos se apoderaron de mi cintura hasta bajar a mis caderas y así pegarme a cuerpo. Tenía su pecho en mi espalda.

Trague saliva cuando sus labios empezaron a besar y mordisquear mi cuello a la vez sus dedos se clavaban en mis caderas.

-Andrés... -solté un jadeo cuando sentí la punta de su lengua por todo mi cuello.

-¿Qué pasa cielo? -pregunta dándome la vuelta, pude ver sus ojos verdes oscurecidos, relami mis labios haciendo que su vista baje hacia ellos, una de sus manos subió hacia mi rostro acunando mi mejilla para luego delinear mi labio inferior.

-Besame -rogué en un suspiro entre cortado, sentí su aliento peligrosamente cerca de mis labios haciendo que cerrará mis ojos.

Mis labios se entreabieron esperando sentir la suave textura de su boca... que nunca llegó, en vez de esp sentí un beso en la punta de mi nariz y como se separaba de mis brazos alejándose, lo miré, confundida por el rechazo, mi mate se mantenía serio.

—Lo haré si prometes no escaparte de tus guardias de nuevo —bufé en respuesta, —entonces no te besaré cielo —sonrío y salió del comedor.

Voltee mis ojos dándome media vuelta para ir en busca de Nana, necesitaba de alguien que escuchara mis quejas y berrinches.

Andrés#.

–Alpha Smith... no esperaba su llamada —dijo Alek a través de la línea a modo de saludo.

—Rey Ivanov, la llamaba para decirle que nuestra reunión no será posible, necesito atender unos asuntos de mi Manada y no creo poder viajar hacia allí —hablé con el celular entre mi oreja y hombro, tecleando en mi laptop.

—Si le es un problema venir, yo podría ir, no tengo ningún inconveniente —me dijo y entonces pude escuchar la voz de una chica de fondo —un momento Pinky, estoy en una llamada importante —susurró Alek con una voz demasiado melosa lejos de celular, pero no lo suficiente para luego aclararse la garganta —entonces Smith ¿Qué dices? —pregunta dirigiéndose a mi de nuevo.

—Emm bien, pero que sea mañana a las 4:00pm —pedí.

—Nos vemos entonces —dijo y colgó cuando de nuevo esa chica le grito algo.

Reí y deje el celular a un lado pensativo, ya faltaba poco para mi boda con Rubí y no podía estar más feliz.

Recibí una llamada de Moad en ese instante y conteste teniendo un mal presentimiento.

—Alpha tiene que venir al hospital de la Manada.

Rubí#.

Me hubiera gustado decir que pase la tarde con Adriel comiendo helado de chocolate y riendo, pero no fue así, en vez de eso estaba sentada en una sala de espera de una clínica, sintiendo mi corazón encogerse de solo recordar sus muñecas.

Adriel, uno de mis pocos mejores, a quien considero un hermano mayor había intentado quitarse la vida esa tarde, había intentado cortarse las venas.

Cuando llega a su departamento lo llame repetidas veces pero nadie salió, sabía la llave que guardaba escondida entre la arena de la maceta a un lado de su puerta, así que la tomé y entré al departamento, cuando fui a la cocina lo encontré ahí, en el suelo, pálido, con sangre chorreando de sus muñecas, sudando frío. Sentí que mi corazón se hacia pequeño cuando me arodille a su lado y lo llamaba sin obtener respuesta, no dude ni un segundo en decirle a Moad y Malek que subieran y llamaran a una ambulancia, y ahora aquí estoy esperando que los médicos me den más respuestas.

—Se pondrá bien Rubí —me dijo Evan acariciendo mi brazo —el doctor nos dijo que no lo logro.

—¿Y si lo hubiera logrado? ¿Y si no hubiera llegado a tiempo? ¿Y si... —rompí en llanto de nuevo.

Un aroma que conocía muy bien lleno mis sentidos haciendo que levante la vista, Andrés, mi mate, estaba ahí mirándome con pena en su rostro.

No lo dude un segundo y salí corriendo a su encuentro, lo abracé sintiendo que mis pies dejaban de tocar el suelo, hundi mi cara en su cuello llenándolo de lágrimas y maquillaje.

—Lo siento tanto amor, —me susurré besando un lado de mi cabeza.

—No quiero que le pase nada malo —le dije temblando en sus brazos.

—Y no será así, ya lo verás —me dijo dejándome en el suelo de nuevo, me beso la frente y se sentó junto a mi y Evan.

Un doctor camino hacia nosotros con un par papeles entre sus manos.

—Acompañantes de Adriel Miller —nos levantamos de inmediato, —Alpha y Luna—dijo el doctor haciendo una reverencia —se encuentra bien, no perdió mucha sangre —dijo y me tranquilicé —pero es importante que Adriel reciba ayuda cuanto antes, esta hundido en la depresión y sino va a un psicólogo la próxima vez logrará quitarse la vida.

—Gracias Doctor —dijo Andrés apretandome la mano en modo de apoyo.

—¿Puedo verlo? —pregunté dando paso hacia adelante.

—Claro, en unas horas será dado de alta, pasillo izquierdo puerta B-6 con su permiso —dijo y se fue.

Miré a Andrés.

—Tengo que irme, pero me mantienes al tanto de todo, ¿si? —pidió y yo asentí, me dio un casto beso en los labios y se fue.

—Ve tu primero —me dijo Evan cuando estábamos delante de la puerta.

Tome una respiración profunda y entré.

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