-16#Capítulo-.
{Miedos...}
Andrés#.
Miré a la hermosa pelinegra frente a mí jugar nerviosa con sus manos mientras veía a su alrededor titubeante.
-Pues.. je, resulta que yo.. él, bueno, Lea también y no es algo que yo contenga tampoco, es parte de mi ser.. -Mí Mate no decía cosas totalmente coherentes.
-Hermosa ¿qué le hiciste a Victor? -pregunté dando un paso hacia ella.
-Digamos que se fue de vacaciones -me sonrió angelical mente, -lo mande a otro continente -abrí mis ojos de sobremanera a lo que ella se apresuró a agregar -no es mi culpa, él no me dejaba pasar, Lea también sé molesto, además no es como si necesitáramos que nos protejan ¿Sabes? Podemos cuidarnos las dos sólitas. -Se cruzo de brazos.
-¿Pero tenías que mandarlo a otro continente? -pregunté estupefacto.
-Pff! Él se lo busco -y con eso se dio media vuelta caminando hacia Nana, pero sé detuvo un momento, alzó su mano en el aire y chasqueo sus dedos, luego siguió caminando.
Lo siguiente que vi fue como Victor aparecía ante mí más pálido que un papel.
-¿Qué te pasó Victor? ¿Estás bien? -cuando quise colocar mi mano en su hombro se alejo bruscamente sobre saltado.
Me miró un momento y pareció respirar.
-Alpha, discúlpeme pero en mi vida vuelvo a hacer de guardia de su Mate, no creo que le haga falta -habló respirando con dificultad, -¡Me Envió A Un Bosque De Otro Continente! -exclamó -casi un oso de dos metros me devora enteró, ¿Sabe el miedo que sentí cuando de estar aquí pase a estar a sólo centímetros de un oso pardo? -pregunta mirando a la nada, -yo me largo -dijo dándose media vuelta.
-¿Pero a dónde vas?
-A terapia -respondió sin dejar de caminar.
Pude escuchar a Jackson reírse en mi interior a grandes carcajadas.
-¿Y tú de qué te ríes? -preguntó abriendo el Link.
-¡¿No Viste Su Cara?! -pregunta incrédulo sin dejar de reír -tienes que admitir que fue gracioso, -dice antes de seguir riendo -no se tú pero yo las amo.
Sonreí, sinceramente Mí Mate me sorprende cada día más.
~[HORAS DESPUÉS]~
Eran exactamente las dos de la madrugada, y yo todavía no había podido dormir revisando todas y cada una de las cámaras del patio de la Mansión, estaba en mi recamara sentado en mi cama con una laptop en mi regazo. En eso escuchó unos toques en la puerta, tomé una respiración profunda y percibi el olor de Mí Mate.
-Adelante -dije mientras hacía zoom en unos de los videos viendo a un tipo alto y corpulento, sus cabello era negro con pequeñas canas.
-Hola -una hermosa pelinegra asomo su cabeza por mi puerta antes de entrar y cerrar la puerta a su espalda, -¿no debería estar durmiendo? -pregunta mientras se acerca.
Se subió a la cama por el otro lado y gateo hasta estar a mi lado.
-¿No deberías estar durmiendo tú? -le hice la misma pregunta mientras buscaba el mismo video desde otro ángulo.
-No puedo, no tengo sueño -habla recostando su cabeza en mi hombro viendo lo que hacía, -¿qué haces? -pregunta curiosa mientras jala las mangas de su suéter.
-Viendo las cámaras de seguridad, según un soldado llegó a percibir la presencia del Rey Arno -respondo viendo entre la multitud de la Manada a través de la pantalla.
-¿Quién es ese? -pregunta.
-Un Rey que atacó mí Manada hace años junto a los Rogues, él que mato a mis padres-murmure, y justo lo veo entre la multitud, -es él -dije señalando lo con la pequeña flechita en la laptop.
-¿No sabes qué hacía aquí? -pregunta Mi Mate levantando su cabeza y mirándome.
-Tengo la leve sospecha de que esta aquí por ti, porque eres Mí Mate, Eres Mí Mayor Debilidad -respondí suspirando mientras cerraba mis ojos y pegaba mi frente a la suya.
Sentí que Mí Mate se separo de mí un momento, quito la laptop de mi regazo para esta vez situarse ella ahí, con sus piernas a cada lado de las mías, rodeo mi cuello con sus brazos enterrando sus dedos en mi cabello volviendo a pegar su frente a la mía, pude sentir como Jackson ronroneo.
-Pues tiene que prepararse, porque no pienso dejar que ni él ni nadie me separé de ti, -dijo y unió sus labios con los míos empezando los a mover suavemente.
Guié mi mano hasta su cintura y la otra a su mejilla, sentí que una lágrima se derramó por mi mejilla cuando se separo. Sabia que me estaba mirando, podía sentirlo pero yo no abría mis ojos.
-Sí lloras me harás llorar a mi también Amor -habló pasando su mano por mi mejilla retirando la lágrima.
-¿Cómo me llamaste? -pregunté abriendo mis ojos mientras sonreía.
-Eh.. -trago saliva mientras sus mejillas se sonrojaban, -Amor.
Mi sonrisa creció aún más, y le di un beso en la punta de la nariz haciendo la reír, sentí un ronroneo de parte de Lea.
-Te Quiero Andrés.
-Te Quiero Rubí -hablé abrazándola por la cintura -y pienso solucionar todo esto, solo quiero ser feliz contigo Hermosa.
-Y yo no pienso quedarme de brazos cruzados, quiero ayudarte, quiero juntos solucionemos esto -dijo pasando sus dedos pulgares por mis mejillas.
-No quiero que te pase nada malo -admiti.
-No me pasara nada malo, ¿es qué no te has dado cuenta de lo que le hice a esos Rogues cuando tenía 16, o a estos en el bosque encantado, o lo que le hice a Victor hace poco? -me pregunta algo molesta.
-Bien, eres muy poderosa, eso lo sé, pero prométeme algo Cielo -le pedí y ella asintió -prométeme que si algún día no puedes contra todos los enemigos que estemos enfrentando te iras a algún lado poniéndote a salvo.
-Yo...
-Prométeme lo por favor Cielo, -pedí sintiéndome vulnerable.
Mí Mate suspiro.
-Bien, -pude respirar -pero no te hagas tantas ilusiones, porque si he podido contra esos Rogues, y contra uno de tus mayores soldados, sé que podré contra un simple Rey con aires de grandesa -me sonrió algo egocéntrica.
Sonreí ampliamente y la alcé por la cintura pegando su cuerpo totalmente al mío escondiendo mi cara entre la curva de su hombro y su cuello, sintiendo como su corazón empezaba a latir más rápido al sentir mi respiración. Escuche a Jackson ronronear mientras el olor a Chocolate y Frambuesa se colaba por mis fosas nasales.
-¿Me puedo quedar a dormir contigo? -pregunta pasando las manos por mi espalda.
-La pregunta ofende -respondí y Mí Mate río justo en mi oído.
-Por favor que el tiempo se congele ahora mismo, es todo lo que pido -habla Jackson.
-Pido lo mismo -comenté.
-Bien, hora de dormir porque o sino después no vamos querer ni levantarnos de la cama después -habló Mí Mate pero no se movió un centímetro.
-No me quejaría por pasar todo el día acostado mientras y sea a tu lado -dije y con una gran fuerza de voluntad me separé de ella.
Mí Mate se quito de encima de mí, acostándose a mi lado, yo tomé la laptop y la puse en la mesa de noche a mi lado, apague la luz y también me acosté junto a ella de lado quedando frente a frente, tomé el edredón y lo pasé por encima nuestro.
-Que descanses Hermosa -dije dándole un beso en la frente y pasando mi brazo por su cintura.
-Que descanses Amor -me dijo y se hizo una bolita mientras se pegaba a mi pecho.
Rubí#.
~Corre..
~Ocultate de ellos..
~No dejes que te vean..
~No dejes que te vean...~Repetía una y otra vez una voz femenina.
-¿De quién me tengo que esconder? ¿Quiénes no me pueden ver?-pregunté mirando a mi alrededor, solo podía ver la gran oscuridad del bosque.
~No dejes que te vean..
~Te harán daño..
~Mucho daño..
~Mucho daño..
~Mucho daño..
~Daño..
Di vueltas tratando de ver de donde provenía esa voz, caminé siento ramas bajos mis pies. Entonces en la lejanía pude ver a una figura de pie, comencé a correr hacia ella, pero parecía que entre más corría para acercarme más me alejaba.
-¡Oye! -grite -¡Por Favor Ayúdame! ¡¿De Quién Me Tengo Que Esconder?! -seguí gritando mientras no dejaba de correr.
Y lo siguiente que sentí fue como caí al suelo de cara, me coloqué de rodillas sintiendo algo de sabor metálico en mi labios, alcé mi vista viendo que ya no me encontraba en ese bosque, ahora estaba en una habitación totalmente blanca y vacía a excepción de una mesita en el medio de esta, también de color blanca.
Me coloqué de pie y me acerqué a ella, había una cadena, tenía un rubí colgando, cuando la tomé entre mis manos toda la habitación se oscureció pero el pequeño rubí entre mis dedos brillaba con una pequeña luz. Mí corazón latía rápido, estaba asustada, muy asustada, el aire salía por mi nariz y boca era de color blanco.
De pronto escuché una respiración pesada a mi espalda poniendo todos los pelos de mi nuca de punta.
-¡NO DEJES QUE SE TE ACERQUEN! -me gritaron en todo el oído haciéndome caer hacia adelante.
Sentí las lágrimas bajando por mis mejillas hasta mis labios, mezclándose el sabor salado de ellas con el sabor a metal de la sangre de mi boca.
-¡Rubí! -unos brazos me trajeron a la realidad, me empecé a zarandear entre los brazos de esa persona para que me soltará.
-¡NO ME TOQUES! -caí hacia atrás abriendo mis ojos viendo que estaba en una habitación, pero no era aquella del sueño, no, era la de Andrés.
El castaño de ojos verdes se encontraba a un metro de distancia de mí, nervioso y con lágrimas en los ojos mirándome. Miré en donde me encontraba, sentada en un rincón de la habitación, las mangas de suéter estaban destrozadas y tenia manchas de color carmesí, el dolor en mis brazos me hizo saber que esa sangre era mía.
Andrés#
-A-Andrés -tartamudeo Rubí mientras lágrimas salían de sus ojos.
Yo solo podía mirarla algo paralizado en mi puesto, no podía moverme, solo podía recordar las pesadillas que tenia cada noche de los cuerpos de mis padres desgarrados sobre un charco de sangre, tenía lágrimas en mis ojos. Y entonces un sollozo roto salió de los labios de Mí dulce Mate, haciendo me salir de mi ensoñación, al tiempo que la miraba como se hacía una pequeña bolita en su lugar, apretando sus brazos, llenos de su sangre por haberse rasguñado en medio del sueño, al alrededor de sus piernas mientras temblaba en su lugar.
Me moví de mi lugar hasta estar sentado a su lado, la tomé en brazos y la situé sobre mí regazo, envolviendo la con mis brazos pegandola a mi pecho.
-Shh, Hermosa todo esta bien, fue una pesadilla, no es real, aquí estoy, no dejaré que te pase nada malo, todo está bien, -repetí mientras besaba repetidas veces su cabeza.
Sentí como se movía para luego voltearse todavía entre mis brazos y abrazarme con fuerza, sintiendo como sus lágrimas mojaban mi camisa, no pude contener más las mías y las dejé salir, me dolía insoportable mente el corazón de solo escuchar a Mí Mate llorar tan destrozada.
~¿Que soñaste que te tiene así Cielo?~ me pregunte mentalmente sin dejar de repetirle que todo estaba bien, que estaba ahí con ella.
-E-Esa voz, y-yo estaba m-muy asust-tada, n-no dejes que me encuentren, n-no lo h-hagas, me harán d-daño, mucho daño, mucho daño -habló Mí Mate con la cara pegada a mi cuello.
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Soy un mar de lágrimas, mi Niña Rubí me dueles.
¿Qué opinan de este sueño?
¿Cómo van sus teorías? Los leo👀
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