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8.

Trago duro mientras lo observaba, solo había pasado casi un mes desde la elección de los equipos y los primeros en empezar los juegos. Pensó que podría estar tranquila hasta terminar, pero la suerte no estaba de su lado después de todo.

Se cruzó de brazos ocultando sus nervios y respiración casi agitada. Lo miro fijamente, el bastardo nunca quitaba esa sádica sonrisa desde que lo vio la última vez...

-¿qué haces en Tokio? ¿No se supone que estarías en Kyoto con tu equipo?-interrogó duramente

-asuntos de trabajo Kagome, ademas... están en buenas manos-dijo él con mala gana

-¿Manten, verdad?‐preguntó ella al pensarlo

-no es de tu incumbencia-

-pues deja de meterte conmigo-defendió mirándolo molesta tratando de persuadirlo para que no interfiriera más en su vida

Hiten simplemente sonrió ante su comentario.

-vine por asuntos de trabajo, hasta enterarme que el estadio de Yokai's había sido incendiado-respondió restandole importancia-y por lo que veo tienen un nuevo estadio-viajó su mirada en todo el lugar y finalmente a los chicos quienes seguían jugando, estos sin dejar de estar al tanto

Kagome se percató de esa mirada, una que reflejaba la maldad en persona. ¿Que estaría tramando?.

-no los involucres en esto Hiten-le alzó la voz, el hombre la miró arqueando una ceja

-¿yo? ¿Meterme con ellos? Es lo menos que me importa...-

Esto la tranquilizo por unos segundos hasta que el chico se acercó más a ella, esto hizo que retrocederá de apoco.

-lo único que me interesa es sacarte de esa burbuja de sueños que tienes y destruirla, e incluso a ti-

Inuyasha al ver la situación en la que estaba la azabache, miró a su hermano, él asintió e indicó a su equipo con una seña y dejaron de jugar encaminándose hacia su entrenadora.

-¡ahg!-se quejó Kagome en el momento de que Hiten la tomó por su antebrazo sin delicadeza alguna

-hey hey hey-decía Koga parando ese atrevimiento

-no no no no-negó Ginta apartandolo de ella

-a la entrenadora ¡no!-defendió Hoyo

La azabache estaba rodeada por los cuerpos de ellos, como si la protegieran de una amenaza. Pues ella no quería que se involucraran en esta situación puesto que podría llamar la atención de la organización. ¿Pero qué dice? Es Hiten quien trataba de que su imagen se viera mal expuesta, prácticamente él es quien no la tolera en ese trabajo, dudaba que estuviera merodeando por la región solo por "asuntos de trabajo", lo dudaba y mucho.

-¿en serio permitirás que tu equipo se convierta en tus guardaespaldas? No me hagas reír Higurashi-comentó Hiten mirándola, ella frunció el seño

-puede que no, pero estamos presenciando un posible acoso de su parte... entrenador Amura-aclaró Bankotsu dando un paso hacia él

-es la segunda vez que pasa este tipo de cosas, no es por ser mal educado pero, tiene que retirarse-esta vez habló Miroku con cierta molestiq

Kagome no dudó y se colocó al frente de ellos para evitar alguna causa.

-basta, no se entromentan-

-¿¡que!? ¡Pero él...!-trató de decir Naraku, el chico no sabía mucho de la ocasión pero si sabía que puede hacerle algo a la azabache

-¡esto es asunto de Amura y mío, no tienen por qué intervenir!-les alzó la voz

Esto hizo que el equipo bajaran sus hombros derrotados y suspiraran avergonzados, a excepción de los hermanos Taisho que observaban el acto e Inuyasha sin que la entrenadora se diera cuenta se posicionó a su lado, le importaba un grano si él intervenía o no. Tenia el derecho tanto él como los demás, defenderla; una parte por que es la entrenadora y sin ella no jugarían, y por otra parte es menor que ellos... podría correr en riesgo.

-vaya... jamás pensé que podrían defenderla a pesar de que sea menor que ustedes-se burló sin más, Kagome arrugó el entreceño-pero, me gustaría ver si son capaces de defenderla en el momento de que la expulsen en la final, si acaso llega solo por ser... una mujer-

La azabache abrió los ojos mientras que sus jugadores lo miraron incrédulo, ¡se cansó! ¡no permitiría que pisara su persona cuando le de la desagradable gana! Giró rápidamente para entrarle a cachetadas pero fue sujeta por Inuyasha y Naraku que reaccionaron al instante y al ver la intención de la chica.

-¡eres desagradable Hiten! ¡yo misma haré que te tragues esas miserables palabras me asegurare de eso!-gritó mientras forsejeaba el agarre

-¡calma!-tranquilizaron estos, estaban impresionados por la fuerza que tenía esa mujer

-por favor entrenador retirese-advirtió Sesshomaru

Hiten en ningún momento había dejado de sonreír, le complacía verla de esa manera; furiosa y angustiada al mismo tiempo que ni cabía duda que su pequeño plan estaba funcionando, al fin podría deshacerse de esa mujer y se notaba a leguas que sus palabras la hacían sacar de sus casillas.

-nos vemos en la final-fue lo único que comentó dándose vuelta para irse

Kagome disminuyó su fuerza en aquel forcejeo tratando de tranquilizarse. Su mayor miedo había sido casi expuesto, Yokai's estaban al borde de saber una pequeña verdad... y ante eso derramó una lágrima delante de sus jugadores sin importar que ellos la juzgaran.

¡No le importaba nada incluso si ella misma se avergonzaba!.

---*---

-¿está segura que no quiere ir con nosotros?-le preguntó Shippo al verla parada al frente de la puerta del transporte

Kagome decidió en no ir en el autobús con ellos, era muy tarde y prefirió irse sola a su casa, no quedaba tan lejos pero... no quería que la siguieran viendo con lástima.

-tranquilo, dentro de dos días nos veremos... tienen que descansar recuerden que tenemos juego el viernes-explicó ella sin más

-solo si nos avisará al llegar-exigió suavemente Bankotsu ablandando su mirada

Esa noche para ellos fue muy confuso y alterante en cambio, para Kagome era como una amenaza.

-esta bien-asintió dedicandoles una sonrisa a cada a uno, tomó su bolso de equipaje y se dispuso en caminar al mismo tiempo que el autobús empezaba a arrancar

-¡sabía que la entrenadora tenía un archi-enemigo!-expresó Miroku cruzándose de brazos

-si pero... ese hombre parecía peligroso-giró a verlo Hakaku

-ese tipo está es loco, ¿alzarle la mano a la entrenadora? Yo mismo le hubiese partido la cara-murmuró Hoyo formando un puño con una mano

-por lo menos... la defendimos ¿no creen?-animó Shippo, el equipo asintió muy pensativos

-tratemos de... ayudarla en lo que sea, sin importar que nos regañe y cual sea la razón-ofreció Bankotsu, estos no dudaron y apoyaron la idea

Lo intentarían, de todas formas.

-por cierto, ¿donde están Inuyasha, Sesshomaru y Naraku?-preguntó Koga al ver que el trío no se habían montado en el autobús, además... su equipaje no estaban

---*---

-¡entrenadoraa!-conocia esa voz

Detuvo sus pasos al escuchar su llamado y vio a Naraku quien estaba asomado por la ventanilla de una limusina negra, ¿no se supone que estaría en el autobús con los demas camino a su casa? Pensándolo bien, no se percató que estaba en el transporte.

-venga venga la llevamos a su hogar-ofreció el chico de cabellos negros muy sonriente

-¿que..?-trató de completar la pregunta pero cierto ojidorado salió del auto

-ya deja de dudar y montante-para sorpresa de Kagome, Inuyasha la tomo de las muñecas y la adentro al transporte

En todo el camino no dijo nada, se sentía como una niña que la obligaron a montarse a regañadientes ¿En qué momento esos tres salieron del estadio para irse en un transporte privado?.

-no tenían por qué molestarse en llevarme-

-no se preocupe entrenadora, a nosotros nos conviene ayudarla-explicó Naraku, Kagome lo miro de reojo-di-digo ayudarla en llevarla a su casa-rió nervioso

-¿Por qué no se ha ido con los demás?-le preguntó Sesshomaru la chica parpadeo

-me vendría bien caminar un poco, ¿es malo?-interrogó arqueando una ceja

-no, no es malo-respondio Inuyasha cruzado de brazos

¿Como pudo pasar? Ese Hiten siempre ha sido brusco en toda la vida. Tal y como lo suponía... quería venganza por lo que pasó en la niñez, era tan estúpido que empezaba a pensar que es un maniático.

Su vida había sido tranquila hasta ahora que le tenía mucho temor por lo que era capaz de hacer con ella, si se lo decía a Kikyo se atrevería en ir a las autoridades y denunciarlo; eso era lo menos que quería, ¿qué iba a saber si llegase a hacerle daño a su única familia inclusive a ella? Nadie sabe, tenía que evitar tales acciones y sobre todo a su equipo.

Ellos la defendieron ante el posible golpe de Hiten, seguramente estaban sospechando de que ella y él tenían una relación menos favorable y que él la odiaba a muerte por una estupidez.

Entre cerro los ojos, e inconscientemente paso su mano sobre su antebrazo, cosa que no pasaron desapercibido los tres jugadores quienes enseguida intercambiaron miradas. Al cabo de unos minutos después de que Kagome diera la dirección, llegaron al lugar donde convivía.

Una mansión; belleza que dejaron maravillados a Inuyasha y Naraku quienes no dejaron de visualizar el jardín al entrar después de traspasar el portón.

-gracias por traerme, no había sido tanta molestia-limitó a decir Kagome bajando del auto seguida de parte de su equipo

-no, queríamos que llegara lo más pronto posible-dijo Inuyasha tratando de no tocar el tema de lo que pasó en el estadio-es martes, no hay tantas personas en la calle-

Kagome sonrió, sabía que no era por las personas sino por algo más, estaba evitando nombrar lo sucedido. Pero aún así, estaba agradecida.

Hizo una reverencia en señal de agradecimiento y giro para entrar pero antes de tocar, la puerta se abrió repentinamente.

-¡Kagome al fin llegas!-

-¡hermana!-

Kikyo y Sota salieron a abrazarla y dándole la bienvenida por haber regresado a casa. Esta no dudo en abrazarlos con fuerzas y sin más, estaba feliz.

-ya estoy aquí...-les hizo saber, la de cabello liso se separó y miro tras de su hermana

Se sonrojo al instante, y Kagome lo noto.

-¡Naraku gusto en verte!-fue a abrazarlo para ocultar su sonrojo, esto hizo que Kagome riera por lo bajo mientras Sota miraba a los dos ojidorados sin poder creerselo

-ha pasado mucho tiempo y sigues igual de bella-alagó el chico, la fémina se sonrojo más

-jaja ¿cómo crees?-le dio una fuerte palmada en su espalda, haciendo que casi cayera

-y con la mano pesada...-suspiró

-¡ustedes son los Taishos!-señaló el niño 8 años-¡son mis más grandes ídolos!-

Ambos hermanos intercambiaron miradas y sonrieron orgullosos.

-si claro claro gusto en conocerte niño-le sonrió Inuyasha

-ujum ujum-asentía el mayor

-¿te hicieron el favor de traerte verdad?-le preguntó a Kagome su morocha

-si, hasta la puerta de la casa-asintió ella, Kikyo sonrió

-entonces vengan vengan los invito a cenar-jalo del brazo la chica a su amigo de la infancia

-¡si! ¡Tres autógrafos al mismo tiempo!-simpatizo el niño haciendo lo mismo con los Taisho

Kagome rió mientras los dejaban pasar para poder cambiarse y cenar junto con su familia y sus jugadores, sin embargo... una hora más tarde se escuchó la voz de Kikyo desde la cocina.

-¿¡QUE HITEN QUE!?-

Tal y como pensaban los tres hombres; la entrenadora tiene un gran lío con ese entrenador, siendo ella la principal víctima de todo. Algo que Inuyasha juraría en averiguar, y lo hará lo antes posible.

***
Esta historia se está poniendo buenaaaa!! Comentarios comentarios y estareliitasss 💕

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