Bueno, otra vez estaban ahí. Metiéndose en un asunto que ninguno de ellos deberían de meterse o más bien, involucrarse, respetaban la vida personal de las personas, pero... ¿Y de su entrenadora? Mmm efectivamente NO debieron de involucrarse cuando esas dos gotas de agua estaban hablando y ellos estaban casi cerca escuchando todo. Cosa que no debieron hacer.

Flash Back

-¿ese idiota quien se cree?-expresaba con cierto enojo la entrenadora, estaba hasta la cabeza y era capa de ir a por él y dejarlo inconsciente, bueno eso lo dudaba...

-te dije que iba a volver-suspiró una chica al frente suyo-pero jamás pensé en buscarte en un estadio...-

La azabache alzó la vista y se levantó de la banca.

-¿quien le dijo que estaba en el estadio de Yokai's?-

-yo ni se, nos tomó de sorpresa-comento, Kagome maldijo por lo bajo y se sobó la nuca por el cansancio

-Kikyo... ¿Como es posible...?-la miro algo angustiada, esta sólo se encogió de hombros

-él sólo quiere hacerte la vida imposible Kagome, no le hagas caso no es capaz de nada-

Eso es lo que Kikyo pensaba pero ella no, Hiten Amura no es lo que todos pensaban. Era un tipo de persona que puede hacerle la vida echa un lío a cualquiera que lo derrotaba en un juego, era algo estupido que todavía recuerde eso. Y eso sucedió cuando eran tan sólo unos niños, ¡si! ¡Unos niños! La entrenadora se volvió a sentar en el banco con brusquedad aún mirando a su hermana mayor.

-conozco a Hiten desde el jardín de niños... No es un chico que olvide todo tan fácilmente-expresó-solo por que le gané de niña tiene que hacerme todas las cosas imposibles, es ridículo-

Kikyo se sento al lado de ella, mientras que los jugadores disimulaban no haber escuchado nada, pero la curiosidad los mataba a cada uno, incluso Inuyasha.

-¿que harás?-habló por lo bajo-si dices que puede ser capaz de todo puede hacerte algo terrible por una estupidez de cuando eran niños...-

Kagome la miró y soltó un suspiro de cansancio y la verdad esto ya la estaba atormentando cada vez más, giro hacia los muchachos y noto sus miradas puestas en ambas. Observó a cada uno de reojo.

-a entrenar, ¡YA!-ordenó

Y estos.. Bueno saltaron por el grito y corrieron a la cancha, no querían arriesgarse ni mucho menos hacerla enfadar.

Fin del Flash Back

Al pensar la amenaza del día de ayer de que los dejaría sin juegos tuvieron que hacerle caso sin reproche alguno, sería capaz de hacerlo. Entrenaban todo tipo de ejercicio hasta jugaron entre ellos mismos formando dos grupos de cinco personas entablando un juego como práctica. De vez en cuando la observaban junto con la chica que, al parecer es su hermana y, conocía a Naraku quien reaccionó entusiasmado al momento de verla cuando se retiro aquel hombre. Era extraño.

-¿en serio la conoces?-le pregunta Shippo a Naraku

-la conocí en primaria, era la única persona con quien yo estaba hasta que se cambió de escuela, de ahí no la había visto mas-comentó pasándole la pelota

-y hermosa de paso-lo miro de reojo Hoyo mientras le sonreía, pues, este se sonrojo un poco

-la verdad es que si, no sabía que tenía una hermana-hizo saber el chip de ojos rubis sentándose en el piso, los demás hicieron lo mismo algo cansados-cuando vi a Kagome, pensaba que era ella pero al ver a Kikyo pasar a la cancha, supuse que serían hermanas y por lo que veo... Parece que si-

Los jugadores le echaron un vistazo a ambas chicas, la de cabellos lizo se levantó tomándole las manos a la de cabellos ondulados dirigiéndole unas palabras hasta que se abrazaron y está se retiro dejándola en la banca con cierta frustración.

-¿creen que.. Ese hombre de lo que hablaban sería enemigo de la entrenadora?-pregunto Miroku muy curioso

-¿a quien le importa eso? Es algo que no nos conviene-se quejo Inuyasha, escucho algo de esa conversación y la verdad es que no le gustó para nada lo que hablaron, cosa que no debieron de involucrarse, se tocó la muñeca donde su entrenadora lo tomó con fuerza cuando ese hombre la toco, como si quisiera pegarle y era algo que no le agradó para nada

-es cierto pero... Acuerdate que los enemigos no les desea el bien para su contrincante-espeto Koga-y mucho menos si le ganaste en algo en un pasado-

Al decir esas palabras, los muchachos pensaron, era cierto pero a la vez era una estupidez sólo por que la entrenadora le ganó de pequeña. Entonces, aquel hombre pudo haber sentido cierta humillación al ganarle. ¡Un momento! Acaso...

-tengo una duda que podrían interesarlos y que podrían hacer lo posible por averiguarlo-dijo Bankotsu mirándolos con una sonrisa

-habla Chichinintay-dijeron

-¿Kagome Higurashi era como nosotros? ¿A pesar de que es una chica y su edad?-

¿Era como ellos a pesar de su edad? ¿Tiene 22 años no?  Entonces...

-¡imposible!-expresó Hoyo-no creo que cuando era niña jugaba Baskett se supone que sería sólo para hombres-se cruzó de brazos

-puede, pero ¿que sabes?-interrogó Hakkaku y volvieron a pensar

En la banca, una Kagome caminaba de un lado a otro con la mente perturbada. Hiten Amura volvió aparecer, una mala señal para su carrera como entrenadora, aún no se le quitaba la cabeza después de lo que pasó.

Flash Back

-vaya... ¿Quien iba a pensar de que estuvieras aquí? ¿Irónico no?-río aquel hombre de mirada carmín, una risa que le calo los huesos a la entrenadora erizandole hasta los bellos de su piel

-¿que haces aquí?-interrogó con desconfianza, ¿como es que tuvo que encontrarla?

-¿no es obvio? Estoy trabajando en Tokyo como parte de la organización de Inuno Taisho y como nuevo entrenador del equipo Relámpago-le hizo saber con simpleza, aquello le abrió los ojos a la azabache y la hizo desconfiar aún más

-entonces largo-señalo la salida- esta es la casa de Yokai's no tienes ningún propósito para estar aqui-escupio la azabache con furia, ese hombre no tiene que ser entrenador de ningún equipo sea Baskett o de otro deporte

-Kagome...-suspiro el chico y la furia se elevó nuevamente, los jugadores se colocaron alerta cuando el hombre tomó la muñeca de su entrenadora con una fuerza incontrolable justo cuando esta le iba hacer un gesto con su mano, una fuerza donde la idea era para casi doblarla... pero la fémina contuvo aquella fuerza aguantando un inmenso dolor, donde agarró la muñeca de Inuyasha que estaba tras ella por si algo pasaba, pues, no quería que ninguno se involucrara.

-suelta y largate-dijo Kagome casi como una suplica, pero era una orden

-¿duele verdad? Así fue cuando me la doblaste aquel día, quería hacerte lo mimo o peor...-

-Hiten... Basta, eso quedó en el pasado estas reaccionando de una manera agresiva y creeme que esto no le gustara a la organización-fruncio el ceño la chica, esto se estaba saliendo de control

El chico de su misma edad, la soltó con lentitud sin dejar su enojo de lado, mientras que Kagome soltaba la muñeca de Inuyasha con alivio. Seguramente la dejaría morada y la culparía por eso, se prometió disculparse después de que Hiten se fuera. Este mismo se le acercó más pues, no retrocedió.

-por el momento no me ocuparé de ti por que se acercan los juegos, pero si te haré la vida imposible Kagome-con ese dicho le dio la espalda y se retiró

En la salida se encontró con Kikyo quien encontró su mirada seguida con una macabra sonrisa, esta lo observó con cierta seriedad hasta que lo perdió de vista y trotó a donde su hermana revisándole la muñeca casi adolorida; si... Lo había visto todo.

Fin del Flash Back

Fue entonces que se disculpó con Inuyasha quien no había articulado una palabra, prácticamente todo estaba en silencio. Y estaba algo apenada por lo que pasó, temiendo lo que pasaría después. A las 6 de la tarde tenía una reunión con Kikyo y las muchachas en la cafetería que quedaba en una cuadra del estadio, ahí tal vez hablaría de lo que pasó, aunque Kikyo ya lo sabe y de repente les hablaría de eso.

-sólo por una estupidez...-pensó para así misma, es increíble que una persona pelearia por algo tan estúpido como eso y más cuando eso fue en la niñez-fue sólo un accidente...-sin querer, le había doblado la muñeca, se había disculpado pero lo que recibió de ese niño fue un duro golpe en su mejilla

Se frotó los ojos recordándolo, se había estallado una fuerte disputa por eso con sus padres y los de Hiten. Esa situación se podía arreglar pero lo que no se podía, era la lesión que padeció en su adolescencia y que aún padece.

Si, tenía una lesión... Y todo fue por Hiten Amura.