-si les pasa algo no será culpa mía-había comentado el oficial desde su asiento y miro de reojo a la parte del equipo en el auto

Después de que afirmo en conocer al causante del daño en la entrenadora y de tanta insistencia de parte de ellos para ir y verles la caras a los delincuentes, finalmente aceptó. Sin embargo, no se responsabilizará de lo que les pueda ocurrir a los jugadores sobre todo a los hijos del hombre mas importante del país y anterior entrenador de estos.

-descuide no nos pasará nada, solo queremos verlos y si acaso golpearlos por lo que le hicieron a la entrenadora-sonrió Koga desde el asiento de atrás, junto con Inuyasha en el medio y Miroku al lado

-¿tanto alboroto por una mujer?-arqueó la ceja él sin dejar de mirar al frente

Estaban en busca de aquellas personas y lo peor es que era de noche, lo bueno es que venían acompañados donde el resto del equipo iban adelante solo que Naraku decidió en quedarse junto con Kikyo en el hospital por si algo pasaba. Gurumaru tenía la seguridad de que ese idiota estaba en aquella urbanización, no cabía duda...

-otro más que la juzga-suspiró Miroku mirándolo de reojo, el hombre parpadeo

-en fin, ¿en realidad sabe su ubicación?-interrogó Sesshomaru quien estaba en el asiento del copiloto, decidieron ignorar la pregunta de este, Gurumaru asintió

-si, no hay otro lugar en donde pueda estar, conozco a mi hermano y no dejaré que escape esta vez-

-¿¡su hermano!?-preguntaron

-me da vergüenza decirlo pero si, mi hermano-suspiró

-entonces tu también...-murmuró Inuyasha observándolo, él no podría estar involucrado ¿o si?

-espera un momento, yo no sabia nada de esto hasta que me solicitaron para interrogarle a la señorita Higurashi-comentó frunciendo el seño-ademas, si mis sospechas son ciertas, Gatenmaru puede ser el responsable junto con los supuestos amigos que el tiene-explicaba el hombre siendo escuchado por los muchachos-aunque tengo algo de duda...-

-¿por que lo duda si sabes que puede ser él?-preguntó incrédulo Koga

-por que puede ser la primera vez que Gatenmaru hace algo así y peor si es a alguien importante como su entrenadora-les dirigió una mirada rápida y siguió antes de ser interrogado-por eso digo, dudo que solo sea un capricho-

---*---

-¿cómo sigue?-preguntó Kikyo siguiéndole los pasos al doctor junto con su novio, iban camino a la habitación de la azabache

-esta en proceso de recuperación, solo démosle tiempo, sus heridas se están cerrando pero hay que observar su estado psicológico-le sonrió, la chica suspiró de alivio-la doctora Tsukiyomi seguramente estará con ella, tal vez aconsejandola-

-tipico de los psicólogos ¿no?-comentó Naraku

-si, es su trabajo-respondió sin más y cruzaron un pasillo donde visualizaron a una hermosa mujer de cabellos rojos al igual que sus ojos saliendo de la habitación, suponía Kikyo, de su hermana-doctora-

-doctor Chichinintay-se inclino ella en señal de saludo

-¿cómo esta la paciente?-

-digamos que esta avanzando-dijo ella-puedo decir que... no creo que pueda temerle a cualquier hombre que se le acerque-

-¿por que dice eso?-interrumpió el ojicarmin

-por que me dijo lo siguiente, "Yokai's no tienen la culpa"-comentó y Kikyo escapó un gemido de sorpresa mientras que Naraku abría sus orbes por aquellas palabras, Tsukiyomi sonrió amablemente-prontó estará bien, por los momentos esta dormida-

-gracias por la información doctora, estoy seguro que la señorita Higurashi estará muy agradecida-miro a la chica quien asintió con una sonrisa

-y mucho-susurro

La doctora se retiró para atender a otros en su trabajo, Suikotsu abrió la puerta y los dejó pasar. La pareja entró y vieron a la chica acostada y conectada en los aparatos, tal y como la dejó el doctor después de que los oficiales se presentaron en aquella área. La morocha se acercó mientras que sus ojos se cristalizaban, no llorara al verla de ese estado, no lloraría por que si Kagome despierta y la viera de esa forma le gritaría; conociéndola, no le gusta verla llorar y mucho menos si era por su culpa.

-Kagome...-acarició su mano adornada con una vía puesta en su vena, escuchando únicamente el sonido del zigzag en la habitación, que por cierto , era una muy grande a decir verdad,  como si fuera para alguien especial

-si despertó entonces podria estar estable muy pronto-aconteció Naraku mirando al doctor

-es depende de lo que se sienta la joven, hay que recordar que su herida necesita cura todo el tiempo posible-dijo él-esperemos a que despierte con algo de mejoría y ahí podremos saber cuándo darle de alta-

El chico asintió y miró a su novia quien no apartaba la mirada esperando algún despertar de parte de su entrenadora y ahora cuñada. Ablandó sus orbes al verla en ese estado, débil e indefensa. Ahora entendia por que Inuyasha esperaba impacientemente para poder verla, al igual que los demás... el menor de los Taisho es un chico que no se quedaría con los brazos cruzados, así cuando se fue a la fuerza con los oficiales sin importarle las advertencias que estos les dedicaron.

Inuyasha es un chico que haría todo por el bien de los demás.

---*---

-llegamos-estacionó el auto Garamaru fuera de la urbanización, vieron que los demás oficiales salieron de sus autos listos para invadir la casa de los responsables-quedense aquí, estaré avisandoles-dicho esto salió del transporte

Los muchachos observaron que sus demás compañeros estaban haciendo señas desde la parte de atrás del otro auto mientras que los policías se introducían en la urbanización. Al cabo de un largo rato, siendo el silencio reinando el lugar, vieron que una camioneta azul salía rápidamente del área y más atrás los oficiales que corrieron directo a sus respectivos autos.

-¿¡que pasa!?-interrogó Inuyasha cuando Garamaru entró con rapidez

-se nos están escapando, sujentese-dicho esto, prendió el transporte y salieron a perseguir la camioneta

-¿seguro que son ellos?-comentó Miroku

-si, por que lo vi entrando-afirmó molesto

Las vocinas y las luces de varios autos policiales se reflejaron en las calles casi solitarias de Tokio persiguiendo a los responsables de todo este caos mientras que Inuyasha cada vez más se colocaba ansioso por verles las caras y golpearlos hasta cansarse, tenía que saber, él y los demás que fue lo que le hicieron a Kagome.

El freno inesperado lo sacó de sus pensamientos y confundido miraron a Garamaru que observaba el semáforo que estaba en rojo, los demás policiales siguieron en su camino justo cuando el color cambió.

-¿¡por que te detienes!?-preguntó él alterado

-tenemos que respetar las señales de tránsito, hay que obedecer las le...-comentó sabiamente

-¡al diablo las leyes!-el pie de Sesshomaru piso el del hombre junto con la palanca y el auto condujo de allá para acá

-¡SESSHOMARU!-gritaron asustados Inuyasha y los demás por el ritmo en que iba el auto y por la decisión peligrosa que el peliplateado tomó

Garamaru tomó el control y siguieron al resto, más adelante notaron que estos mismos se detuvieron ante un accidente. La camioneta había sido chocada contra un poste, seguramente un mal movimiento o un fallo del mecanismo y de ahí el origen del accidente.

---*---

Pensaron que estaban muertos pero, observaron a los tres hombres con varias lesiones en sus cuerpos, y uno de ellos esta el que tenía el cierto parecido con Garamaru, desde la otra habitación los observaban él, su hermano y el equipo presenciado la charla que los oficiales le daban a los hombres. La habitación estaba siendo separada por un ventanal que donde estaban ellos no se podía ver pero de los delincuentes si, así que tenían una gran ventaja para poder saber el tema de la charla.

-si te dejas de reír trataremos esto con calma-lo miro molesto Garamaru a su hermano, él no paraba de reír como maniático desde que lo llevaron a la comisaría

Los dos hombres lo miraron cansados, ya sabían desde un principio que el tema es sobre alguien importante y que seguro, los jugadores no se quedarían de brazos cruzados

-¿por que no me dejan ir ahí y golpearlo para que se calle y confiese de una vez?-le preguntó Inuyasha a Ginkotsu quien estaba con ellos en la habitación

-por que podría ser peor la situación-dijo este sereno, sabía que el chico estaba harto de tanto escuchar a ese loco, no tenía que permitir semejante oportunidad puesto que podría llamar la atención

Inuyasha bufo furioso y se cruzó de brazos con brusquedad. Si no se callaba iría por la fuerza.

-¿con calma? Estamos claros que este tema es delicado-dijo Gatenmaru con una sonrisa

-veo que lo sabes perfectamente-agregó Renkotsu acercándose a la mesa donde estaban los tres, Jakotsu se localizaba en una esquina con los brazos en cada una de sus caderas-¿qué fue lo que le hicieron a Kagome Higurashi? La entrenadora del equipo de Baskett, Yokai's-

-¿Kagome Higurashi dices?-arqueó una ceja él-no recuerdo haberme involucrado con una mujer-mintió, sus demás amigos suspiraron negando por dentro

-¿¡como que no sabe!?-alzó la voz Inuyasha al escuchar esas palabras, su furia aumentaba cada vez más

-es mentira lo que dice ¿verdad?-miro preocupado Bankotsu a su hermano, el se encogió de hombros

-tal vez-

-Gatenmaru, no vale la pena mentir...-habló su hermano acercandose-Kagome Higurashi confesó que uno de los que le hicieron tal barbaridad era parecido a mi, y estas claro que tenemos varias semejanzas en nuestros rasgos-se posicionó a su lado, el frunció el seño-¿qué fue lo que le hicieron a la entrenadora de Yokai's? Te haz metido en un grave problema y eso que lo conversamos la última vez-

-¿tanto escándalo por una simple mujer?-preguntó él

-listo, mi paciencia se acabo-comentó Inuyasha dispuesto a entrar a la otra habitación

-¡esperate bestia!-lo tomo por el óvulo de su oreja Koga y este se quejó siendo sostenido por Miroku, entendía que estaba desesperado como él y los demás pero necesitaban llevarlo con calma

-de verdad que estoy harto de tus caprichos y esta vez te pasaste, no tengo por qué defenderte  Gatenmaru, estaría en contra la ley...-suspiró y se posicionó delante mirando a los tres

Un oficial entró y le entregó un bate con púas al chico, seguidamente Renkotsu tomó los brazos de uno de ellos y colocó las manos en la mesa. Las miradas incrédulas y sorprendidas de los jugadores estaban puestos en ellos sin saber lo que harían con ese bate de metal, además, Ginkotsu estaba sonriendo listo para disfrutar de su escena favorita.

-si no confiesan por las buenas, será por las malas-agregó Garamaru-les preguntaré una vez más, ¿qué le hicieron a Kagome Higurashi?-

Ninguno respondió, vio que el hombre regordete mordía su labio inferior por el miedo y la angustia, seguramente estaría dudando si decir la verdad o no. Al notar el profundo silencio, se preparó para golpear las manos de él con la herramienta pero se detuvo al oírlo.

-¡LA GOLPEAMOS!-

-¡Tokayin!-gruño Gatenmaru, el otro simplemente se quedó callado

-¡la golpeamos y violamos! ¡e incluso le disparamos en el momento del accidente que tuvimos!-confesó

Esto generó una enorme ira en Inuyasha safandose del agarre de sus amigos para salir de ese lugar y entrar a la otra habitación. Sus palabras lo único que hicieron fue arrebatarle la pequeña paciencia que contenía.

---*---

Siguió observando a su hermana, dormía pacíficamente y se notaba lo débil que estaba, no quería imaginarse su rechazo al equipo que ella entrenaba. No quería imaginarse las caras llenas de tristeza de los jugadores, sobre todo a Inuyasha. El corazón del menor podría partirse si Kagome llegase a rechazarlo por el temor y la trauma que presenció durante su secuestro... entendía eso, y solo tocaba esperar.

-¿puedes creerlo?-susurró con una sonrisa-tu equipo es tan increíble... cuando uno de los oficiales dijo que conocía a tu agresor estos no dudaron y se fueron con ellos a la fuerza-sonrió aún mas-sin importar sus advertencias... ¿puedes creer que ellos te estén defendiendo? Te ha tocado un equipo magnífico Kagome-acaricio su flequillo-te ha tocado un chico que haría cualquier cosa por ti... y eso me pone muy feliz-

No es que quejara de lo suyo, al contrario, Naraku es una persona que siempre quiso tener desde que lo conoció de pequeña. Esa persona cambió su mundo cuando lo volvió a ver en el antiguo estadio del equipo y, que no sabía que Kagome lo estaba entrenado. En ese momento se llevó una grata sorpresa al verlo y las mariposas volvieron a presentarse en su estómago. Estaba tan agradecida en encontrarlo otra vez que juraría no separarse de él nuevamente...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por abrir de la puerta, giro y lo vio entrar con otro hombre, seguramente sería alguien conocido.

-ah, Kikyo él es el mano derecha del anterior entrenador, Myoga-presentó el peli negro mientras que ella se levantaba de la silla y recibía un capuchino de parte de éste

-un gusto señorita-le tomó la mano el hombre mayor

-el gusto es mio, Kikyo Higurashi-sonrió amablemente

Myoga miró el cuerpo cansaso de Kagome se acercó entristecido. Al recibir la llamada de Sesshomaru sobre la situación en la que estaban, prometió ir al hospital en la noche y ver como iban ya que... había tenido mucho trabajo y entre ellos dudaba decircelo al señor Inu no Taisho quien aún estaba en el exterior.

-lo lamento en verdad-se disculpó aún observando a la dormida azabache, Kikyo negó

-estara bien-sonrió entristecida

-aun no le notifique al señor Taisho-se dirigió a Naraku-pero hice que el último juego sea para dentro de tres semanas, seguramente para cuando Kagome se recupere por completo-

-esta bien, seremos pacientes-dijo él-después todo nuestra participación está en manos de la entrenadora-

-ni tanto eso, por lo que nos dijo el doctor que la atendió también es depende de su reacción ante los muchachos-intervino Kikyo

-¿reacción?-preguntó confundido Myoga

-a Kagome...-dirigio su vista a donde su hermana-la abusaron sexualmente-el hombre abrió los ojos-por favor, no se lo diga a nadie y mucho menos a la organización, seria algo que ella no lo soportaría-

-no lo creo...-murmuró para así mismo-tranquila, de todas maneras mantenganme informado, quiero saber como estará cuando despierte-dicho esto, ambos asintieron aliviados

Al cabo de un rato y después de una pequeña charla, la puerta se abrió nuevamente donde el grupo giró desde sus asientos del sofá que habitaba en el lugar y se toparon con las miradas del equipo. Donde un Inuyasha estaba algo lastimado en su rostro con unos pequeños arañazos en las mejillas.

-Inuyasha... ¿qué te pasó?-preguntó curioso Naraku al levantarse

-mejor no se lo preguntes-aconsejó Sesshomaru mientras que su hermano se dirigía a la cama de Kagome donde se dispuso a observarla desde los pies de la cama

-se agarró con toditos y los golpeó-le murmuró bajito Shippo

-¿en serio? ¿Los encontraron?-

-si, cuando confesaron Inuyasha no aguantó y la fiera que tenía dentro se desató y ya sabes lo demás-explicó Hoyó hablando bajito como su compañero-lo hubieras visto Naraku-dramatizó

-ah...-asintió parpadeando

-¿cómo está?-preguntó directamente Inuyasha, Kikyo se acercó

-esta en proceso de recuperación, estará bien-sonrió-pronto saldrá de esta-

Asintió suspirando ya cansado, no se imaginaban la horrible pelea que tuvo con los desagradables hombres de la comisaría. Otro poco y lo dejaban con el rostro desfigurado en especial a Gatenmaru, ese desgraciado pagaría todo lo que le hizo. Además, se resistieron en responder la pregunta de Renkotsu, ¿quién los habían mandado? Estuvieron tratando de averiguar quién fue la persona que mandó hacer semejante barbaridad y nada que respondían. Según él y los demás, podría ser Hiten Amura pero no tenían pruebas como para que invadieran su estado de residencia y le interrogaran.

Prácticamente no tenían nada, no sabían en realidad si fue él o solo fue un capricho de parte de los tres hombres. Pero tenían la certeza que en realidad fuera Amura.

Después de entablar una mena conversación con Myoga sobre los juegos y del estado de Kagome, finalmente estaban solos a esos de las 9 de la noche. Estos se colocaron cerca de la entrenadora recordando aquellos momentos donde ella estaba bien, estaba fuerte, saludable, desafiante, victoriosa, eficaz. Inuyasha recordó sus pequeños  momentos con ella, apasionada y alegre, ¿cómo pudo pasar de eso a este estado donde esta tan débil? No se quedaría con los brazos cruzados y buscaría al principal causante de su desgracia.

Él, Kikyo y demás jugadores, enseguida notaron que la azabache estaba por abrir sus ojos chocolates.

-¿Kagome?-llamó el ojidorado desde una distancia digna para no imcomodarla

El equipo se colocaron a los pies de la cama por la misma razón y Kikyo solamente estaba al lado de ella esperando su despertar.

-hermana... al fin despiertas-sonrió ella acariciando su hombro

Kagome abrió completamente los ojos y miro a todos lados tragando duro sentiendo su garganta reseca, ya pediría agua. Su vista viajo a todos lados observando lo mismo como hace unas horas atrás cuando conversaba con la psicóloga.

Siguió su vista hacia la de Kikyo quien no dejaba de sonreír llorando de felicidad al verla activa, siguió su vista hasta toparse con las de ellos. Estuvo en un pequeño rato observándolos hasta que frunció el seño.

Este acto colocó nervioso a los jugadores, si fruncia el seño seguramente reaccionaría mal, muy mal para el gusto de cada uno y en especial para Inuyasha que suplicaba silenciosamente que no pasara nada hasta que esté completamente consciente.

Tragaron duro esperando alguna respuesta de parte ella, tal vez una que los entristeceria más adelante.

En si, ya estaban preparados... preparados para ser echados de la habitación por su propia entrenadora.

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Nos leemos en la próxima semana!💖