Pov Mei

Cada palabra que salía de su boca era horrible, ¿mi propia abuela tramó esto? ¿tramo la muerte de su propia hija? ¿de mi hermano Lupu? ¿Por qué? ¿Con qué fin? Esto es más de lo que cualquiera puede imaginar realmente es indescriptible, mi padre y tío la miran como si fuera un fantasma, un espectro, no creo que sea para menos hasta donde se sabía habían muerto en un accidente, solo falta que el abuelo aparezca y lo llamamos la reunión de los "si vivos"

- Mei tesoro. -me mira acercándoseme- ¿Sabes de lo que realmente eres capaz? -no respondo a su pregunta creo saber que buscan- Dame tu poder y todo esto termina, así de sencillo.

Lo sabía eso es lo que ella busca, mi poder, pero eso me dejaría inservible sin contar que mi padre perdería a su heredera... espera, es lo que quieren, quieren destruir el reino entero, para eso necesita mi poder, este reino es una guía de una nueva era, pero solo lo ven como equivocación, si es así solo quiere decir que nunca perdono a mi madre por enamorarse de un Hombre Lobo y cruzar las especies, son capaz de todo.

- ¡¡Jamás, primero muerta!! -la encaro levantándome del suelo, sintiéndome débil por la herida que me propició el que una vez fue mi hermano.

- Cuidado con lo que pides. -se me acerca con clara intención de hacerme daño, pero Sergrey interfiere colocándose delante de mí.

- Ese no fue el trato, busca otra manera, con ella me quedo yo. -escucharlo hablar solo incrementa mi repugnancia hacia él, yo confié en él y solo se burló de mí, no hay nada que me moleste más que eso, tengo que buscar la manera de ganar tiempo.

- Bien has lo que quieras, pero encárgate de que ella haga el ritual. -se voltea, caminando hasta dónde está mi madre con intento de tocarla.

- ¡¡No te atrevas a tocarla!! -le grito molesta- Tu ya no eres digna de si quiera llamarla hija, tú la mataste. -ella se gira mirándome de forma burlona.

- Yo no la condene, él fue quien hizo todo esto. -señala a mi padre- En cambio tú. -se me acerca, mientras Sergrey me toma por la espalda inmovilizándome causándome más dolor- Tú querida, eres la perfección en la imperfección, eres tan grandiosa y poderosa que no se ¿cómo es que lo contienes tan bien? – me le quedo callada, solo le escupo la cara ganándome una fuerte bofetada de su parte- Llévatela.

Intento forcejear con él, pero solo me lastimo así que me quedo quieta mientras el me sube por las escaleras a tropezones, se queda quieto cuando ve los cuerpos inertes de varios soldados y la sangre en las paredes.

- Al parecer te divertiste por aquí. -me besa el cuello causándome repulsión, él termina de subirme hasta el piso de mi habitación, hay muchos guardias en cada piso, aquí hay como 50, todos se quedan quietos cuando lo ven, trato de distinguir en su mirado porque hacen esto, pero solo descubro que están bajo un hechizo.

Seguro fue ella.

- Que nadie pase, ni nos interrumpa. -me empuja dentro, intento huir de él, pero me atrapa o por lo menos eso le hago creer ya que al final si obtuve lo que quería, mi pulsera, la verdad es que esta no es cualquier pulsera, sino que se puede convertir en una daga o espada según yo quiera- Al fin solos.

Me habla al oído lanzándose conmigo en la cama donde intenta besarme y como no me dejo me golpea fuertemente logrando hacerme sangrar, alcanzo a ver la hora con el reloj que está arriba de mi espejo y noto que son casi las tres de la mañana.

- Detente, ya basta Sergrey, sea lo que sea que haya pasado o hecho mi padre creo que ya te vengaste lo suficiente. -el niega rasgando mi vestido por un lado empezando a tocar mi pierna, lo miro con repulsión.

- Solo es el comienzo de todo esto, primero tu madre, luego tus hermanos y por último tu padre, no sin antes asegurarnos de que tú nos des tus poderes, pero tranquila a pesar de eso te seguiré queriendo igual. – sube la mano hasta llegar a mi ropa íntima, le tomo la mano y le encajo las uñas logrando que me suelte

- Estás demente, yo jamás les daré mis poderes, primero me matan. -le escupo en la cara como aquella señora que dice ser mi abuela, él solo me ahorca molesto por mi acción ahogándome en el proceso, aprovecho que está distraído con mi cuello, saco mi pulsera convirtiéndola en una daga que le entierro en el corazón y como es de plata inmediatamente cae a mi lado colocándose gris, dando a entender que está muerto, respiro tranquila porque ahora solo quedan dos aunque Filarion no lo veo como una amenaza, creo que solo está equivocado o prefiero aferrarme a eso.

Me dirijo a mi armario y rápidamente agarro las armas y salgo lanzando granadas de humo hacia los chicos del pasillo, no quiero matarlos solo debo destruir el hechizo, tomo los pasajes secretos, pero rápidamente me arrepiento ya que esta llenos de soldados, no me queda de otra que devolverme y salir por la entrada de mi habitación dando golpes para noquear al que se me atraviese, cómo puedo salgo de la cortina de humos tosiendo y corriendo escaleras abajo, me detengo cuando veo a Filarion subir las escaleras y niego agitada alzando las manos.

- Por favor piensa en tu familia ¿sí? –se me queda mirando sin decir nada- Filarion sé que estas molesto, pero ya mataron a mi madre y convirtieron el cadáver de mi hermano en un zombi, ya basta, ya déjalo. Yo no te puedo amar y si estas molesto bien desquítate conmigo, pero no con ellos esto es entre tú y yo. -se me acerca tomándome del brazo cuando unos guardias vienen y me mira guiñándome el ojo.

- Entrégame las armas. -me ordena apuntándome en la cabeza con el arma que tenía en la mano, hago lo que me pide y me lleva de regreso.

Es un campo de anulación de poder Mei, no puedo hacer mucho- me dice telepáticamente y casi grito de felicidad, pero me contengo.

- ¿Y bien? ¿Qué fue lo que paso allá arriba? –pregunta la señora esa.

- Lo mismo que te pasara a ti. –se me acerca amenazadoramente mientras le mantengo la mirada, ella solo presiona mi herida logrando que, caída de rodillas, veo como usa mi sangre para colocarlo en un caldero donde prepara un hechizo, veo a Oss y niega.

Voy a romper la barrera, estén preparados -les informo a todos telepáticamente

Si haces eso necesitaras mucha magia y ella es poderosa Mei -me responde Oss, asiento viéndolo a la vez que miro sobre mi hombro descubriendo que ella está ocupada en su hechizo dándonos la espalda, mientras Filarion solo me ve y vigila las armas, con el solo hay dos guardias, me levanto y me le acerco.

- Está bien te daré lo que quieres. –sonríe entregándome una copa para que beba el contenido de está que no es más que la poción que estaba haciendo, me la entrega y solo la lazo contra los chicos y sus padres logrando hacer que desaparezca por completo el campo de anulación, fue sencillo deducirlo la poción era para quitar el poder y si se lo lanzaba se anularía.

Ellos rápidamente salen y se dividen acorralándola, Filarion mata a los soldados detrás de él y nos pasa las armas, ella en un intento de huir se teletransporta agarrando a Varkolak colocando un cuchillo en su cuello.

- Atrás. -retrocede con él y desaparece.

- ¿Estás bien? –me pregunta mi padre mirándome sin parar buscando un indicio de daño, pero el que me han hecho no se ve, solo se siente. Me alejo de su tacto sin decirle nada.

- Los guardias están bajo un hechizo ¿creen poder contrarrestarlo? -les pregunto a Oleander y a Oss ellos asienten- Filarion ¿Qué otra cosa planea? -le pregunto, pero cuando va a contestar Darick lo golpea.

- ¿¡Sabes lo que has hecho!? –le dice fuera de sí totalmente molesto y no es para menos, lo entiendo a la perfección sino no fuera porque me ayudo un poco y creo en él, ya lo fuera matado no me importaría iniciar una guerra.

- Déjalo ahora no es el momento. -lo agarro cuando veo que intenta volver a golpearlo- Dime, por tú bien, dime.

- Ellos han colocado bombas en los pasajes no demoran en explotar el palacio. -responde mirándome indeciso, me devuelvo y agarro un poco de la poción que ella preparo y boto lo demás.

- Ehlrion, Oss y Dally váyanse y preparen el hechizo, Darick, D'arcy y padre traten de retener a los soldados lo más que puedan, Oceánico y Ciro convoquen elementales de agua, Galater ayúdelos y Filarion conmigo tú me vas a llevar a donde esta esa bomba.

- No, no puedes, es muy arriesgado y más si te vas con él. –Intervine mi padre.

- ¡¡Yo no te estoy pidiendo permiso!! ¡¡Es una orden lo que acabo de decir!! Y si vamos a las pequeñas tú eres tan culpable como Filarion, ¡¡muévanse señores!! -les ordeno saliendo con Filarion a rastras de mi- ¿A dónde?

- Al sótano, pero hay trampas. -me advierte- se cuáles son y donde están, yo las coloque. -Me detengo mirándolo mal.

- Déjame adivinar, las cosas no salieron cómo tú querías. -lo confronto retomando el rumbo hacia el sótano, ya estamos cerca.

- Te amo Mei, hice esto por rabia, por celos, pero nunca estuve de acuerdo con hacerte daño, por favor no pienses que tuve que ver con la muerte de tú madre, yo no sabía, él solo me dijo que colocara los explosivos, pero jamás pensé que de verdad matara a tú familia, cuando vi que mato a tú madre supe que no pararía, su plan era tenerte solo para él. -me repugna sus palabras, por instinto me agarro el cuello recordando lo de hace rato- ¿Te hizo algo?

- Ese no es tú problema, ya hiciste bastante, encargarte de llevarme hacia los explosivos y yo hare el resto. -me jala fuertemente contra su cuerpo y justo pasan tres flechas donde estaba parada.

- Creo que ahora voy adelante, sígueme has todo lo que yo haga. -me dice y veo como se empieza a mover en zip zap, luego se arrastra por el piso y se levanta deteniéndose, lo imito en todo como pidió.

- ¿Ahora qué? ¿Cuántas pusiste? No llevamos ni la mitad y ya conté 15. -le pregunto confundida- Si estás haciendo esto para distraerme te... -me interrumpe.

- Solo queda una, pero hay que subir. -lo miro incrédula, suspiro y saco mi pulsera convirtiéndola en una daga y rasgo mi vestido hasta un poco arriba de mis rodillas, para mayor facilidad, saltamos y empezamos a caminar sobre el techo hasta llegara la puerta del sótano, entramos y veo una gran bomba como para acabar con el palacio y sus alrededores, ¿lo peor? Solo tenemos 1 minuto.

- Yo mismo la arme, la traje poco a poco por los pasajes secretos. -ahora sé cómo supo dónde estaban, asiento mirándolo.

Me coloco manos a la obra y menos mal me gusta prestar atención a mis profesores en clase en la academia siempre nos enseñaban a armar y desarmar bombas de todo tipo, empiezo separando los cables y cortando los de color negro, dejando de lado los verde y rojo, este tipo de bomba es invertida, especial para principiantes lo básico es cortar el cable rojo si fuera pequeña o mediana solo sería buscar el cable rojo indicado, pero con está hay que cortar los negros así se detiene, al terminar el reloj se detiene con solo 5 segundos, respiro aliviada.

- Bien vámonos, debemos regresar con el resto. -me detiene antes de saltar nuevamente.

- Al desactivar la bomba las trampas también, lo siento de verdad lo siento, Mei. -se me trata de acercar, pero lo alejo le paso por un lado y empezamos a subir las escaleras, encuentro todo muy tranquilo y eso no es bueno, nos dirigimos a la parte de afuera y veo como Oss, Ehlrion, Luke y mi tío Oleander están heridos, mi padre está amarrado inconsciente junto a Darick, Galater y D'arcy a los que no veo son a Ciro y su padre.

- Al fin la traes. -le dice mi abuela a Fil, si definitivamente este imbécil ya se murió.

- Desarmo la bomba, la del sótano. –lo miro muy mal- ¿y el niño?

- A si eso... bueno veras Mei resulta que yo quería mucho a Sergrey, y como tú lo mataste solo te devuelvo el favor. -dicho eso lo hace aparecer a mi hermano amarrado a una columna, me mira y niega.

Hermana te quiero –me dice telepáticamente, justo antes de que ella pase su cuchillo por su cuello dejando solo un rastro de sangre, jadeo acercándome a su cuerpo, ni siquiera soy capaz de emitir palabra alguna, solo siento como la rabia me consume.

Todo fue una trampa.

Todo fue un engaño.

Todo, absolutamente todo.

Me dejo llevar por la oscuridad dentro de mí y volteo mirándolos con todo el odio posible, veo como se adentran dentro del palacio y dejan salir a los guardias que vienen dispuestos a matarnos, me les lanzo encima matándolos sin piedad, les rompo el cráneo uno contra otros, les rompo el cuello, los acuchillo y a algunos les saco el corazón, dejando solo un gran charco de sangre y cuerpos inertes a la entrada del palacio, cuando no veo ninguno de pie me acerco a la puerta principal. Invoco a los vientos de la noche y me ayudan a tumbar las puertas, ambas caen en el suelo realizando un estruendo y que el suelo tiemble un poco.

- Mei es lo que quieren no vayas hija. escúchame. -sé que mi padre me grita, pero no quiero escuchar, estoy realmente molesta, ahora solo veo en negro.

Narrador Omnisciente

Mei voltea a ver a su padre dejándolos sorprendidos a todos por su nueva apariencia, su cabello es totalmente negro, sus ojos brillan y en sus pómulos adornan tres pequeñas estrellas de cinco puntas de color dorado brillantes, ella los desata y sana a los tres heridos del pequeño grupo que la acompaña.

- Sera su hijo, pero si lo veo lo matare. -miro con tanta frialdad a Galater que solo baja la mirada avergonzado por las acciones de su hijo.

- No puedo negarte tú derecho, pero es mi hijo, no lo mates por favor. –esas palabras solo la molestaron más, tanto que respiro y un humo frio salió de su boca alterándola más, a tal grado que el ambiente se tornó frio empezando a nevar.

Ella se giró encaminándose hacia adentro del palacio dejando una secuencia de huellas congeladas detrás de ella.

- Debemos detenerla, si sigue así acabara con todos nosotros, la hemos subestimando ella es poderosa, ella ya no tiene el control se lo ha cedido a sus emociones y lo que siente es solo odio y dolor. -hablo Ehlrion.

- El problema está que ella no es controlable. –respondió su propio padre.

- No se equivoca, si lo es, solo hay que hablarle como si fuera una niña, pero no tratarla como tal, hay que hablarle con mucho tacto si cree que la vemos como una niña se enojara más. -les informo Darick, pues, aunque su padre no le gustara la idea él es quien la conoce mejor.

Se adentran al palacio encontrando más guardias muertos por todo el camino, se dirigieron al salón real encontrando a Mei lanzando proyectiles de fuego, ellos tratan de esquivarlos, pero es más rápida tanto que lastima a Náyade dejándola en el piso inconsciente, cuando intentan pasar son detenidos por una capa de retención, ella les ha bloqueado el camino.

Filarion aprovecha ese momento para acercársele por detrás lastimándola, apuñalándola nuevamente, ella jadea cansada y es que ya ha perdido mucha sangre, si sigue de pie es por la magia que corre por su sistema en estos momentos, ella solo toma el cuchillo y lo saca cortándole la cara a Filarion este retrocede gritando del dolor, lo lanza lejos dejándolo inconsciente.

- Mataste a mi hermano lo convertiste en un zombi a tú merced, no con eso me mandaste a secuestrar, dejaste que me lastimaran y por tú culpa mi madre y hermano están muertos, ¿enserio crees que me uniré a ti? –le habla a su abuela mientras esta solo retrocede arrastrándose sobre el piso, Mei se le acerca con el mismo cuchillo agarrándola del pie volteándola y subiéndosele encima con una clara intención.

- Mei cariño escúchame, no hagas eso sé que no quieres hacerlo esa no eres tú, tú eres dulce, cariñosa, amable y bondadosa, deja que sea enjuiciada, ya no mates más amor. -Darick le hablo con cariño, pero no fue suficiente, ella solo la asfixio sin piedad alguna, no le importo que la rasguñara, ni que le suplicara que la soltara.

Ella la soltó cuando se dio cuenta que ya no tenía pulso, justo en ese momento el cuerpo de su hermano Lupu cayó al suelo libre de todo hechizo junto con los demás soldados o los pocos que quedaban vivos, eso dejo a Mei más tranquila, pero no libre de su ira, se levantó con un solo objetivo: Filarion.

- Mei, hija sé que estas molesta, pero ya deja eso te lo ruego, no es la manera. -le habla su padre, logrando que tenga una lucha mental entre si acabar con él o no.

- Primita ven, ven aquí conmigo. -ella mira a Luke y se dan cuenta que una de las estrellas está perdiendo brillo- Si ven vamos a dormir debes estar cansada. -ella niega.

- Si ven Mei, anda quita esto. -le hace referencia a la pared mágica que los divide- ven y vamos a jugar con mi hijo debe de estar esperándonos ¿no me quieres acompañar? -menciono Oceanidouss, él mejor que nadie sabe la importancia de calmarla.

Se nota la lucha interna que tiene, tanta que ella mira a su alrededor un poco desorientada, se observa llena de sangre y se siente culpable, deja caer la pared mágica dándole aseso a los chicos que van ayudarla mientras Galater socorre a su hijo, justo en ese momento aparece Volkodlak lleno de hollín y sangré.

- ¿Qué ha pasado? -pregunta un poco desorientado mirando a su alrededor, espantándose al ver a su hermano Lupu en el suelo y a su madre en la otra esquina del salón muerta justo con guardia y su abuela.

- Debemos hacer que se tranquilice totalmente. -le responde Luke mientras la rodean lentamente para logran inmovilizarla por si decidiera explotar otra vez- Ayúdanos si ella se tranquiliza es mejor, debemos salir de aquí, creo hay una bomba.

- Padre saca a mamá y a mi hermano de aquí. -hablo Volkodlak tratando de ser el más fuerte de los tres.

Su padre hace lo que le pide y con ayuda de D'arcy sacan los cuerpos de su hijo y esposa del gran salón hacia la parte de afuera del palacio, mientras Galater está con su hijo reteniéndolo ya que ha despertado, para que le diga si hay o no otra bomba en el palacio, pero él solo ve a Mei molesto.

- Ya basta hijo ya fue suficiente, fuiste muy lejos, ya basta. -le pide, pero el solo se lanza contra Mei sacando un arma que tenía escondida en la parte de atrás de su ropa, a la vez que su padre llega y se interpone entre los dos recibiendo el disparo que no es nada más si no una bala de plata pura, solo que esta bala está diseñada para dividirse en fragmento y así llegar más rápido al corazón matando a la persona casi al instante.

Mei empuja a todos lejos ya a punto de contenerla y corre hasta su padre que empieza a escupir sangre de sus labios muriendo rápidamente, Volkodlak se acerca también tratando de ayudarlo sin saber que no es posible.

- Mei, Volk...lo...lo lamento...p...po...por...fa...perdón. -les dijo en sus últimos alientos destrozando ambos hijos que no pudieron evitar mirarse mutuamente llenos de odio y rencor.

Mei se levantó molesta respirando agitadamente mirando a Filarion con sumo odio lanzando lejos a Galater, acercándose lentamente mientras su cabello se tornaba entre rojo y anaranjado a la vez que llamas de fuego ardiente salían de ella, formo un plasma de fuego y se lo lanzo paralizándolo, su vestimenta o lo poco que quedaba de ella se tornó negra con destellos rojos cual volcán, su mirada era oscura. Extendió sus manos hacia él pronunciando un hechizo de magia negra, ella lo conocía bien la había estudiado, pero nunca lo había practicado ya que esa magia estaba prohibida, él que la usa se deja llevar por la oscuridad, difícilmente y con mucho control sale, a pesar de eso ella se arriesgó para tomar venganza por sus acciones.

- "Zolang Ik leef, zullen jullie nooit meer je macht gebruiken, jullie zullen een balling zijn en jullie zullen niet in staat zijn om een voet in deze wereld te zetten, wee degene die jullie helpt, want zijn bestemming zal de dood zijn. Tenzij..." -con sus manos creo un plasma de fuego modificándolo en un collar de forma hexagonal con una pequeña piedra negra, pero antes de colocársela se la llevo a los labios susurrando unas palabras que solo ella supo.

- "Tenzij je hart gevuld is met liefde en je daden echt op je wegen, dat je erin slaagt om echt lief te hebben en onvoorwaardelijk geliefd te worden, zoals ik niet kon doen."

Al terminar de decir sus palabras ambos cayeron al piso desmayados, el cabello de Mei se volvió negro y su piel pálida por la falta de sangre y es que ya había llegado a su límite, mientras Filarion desaparecía poco a poco debido al hechizo, ya que de ahora en adelante estaba condenado a vivir en el mundo humano como un humano más.

Sus amigos y hermano se acercaron a ella ayudarla a la vez que escuchaban la cuenta de la bomba al parecer todo el tiempo estuvo allí mismo en el salón, de una forma u otra querían que ella muriera. Rápidamente salieron todos de allí justo a tiempo ya que la bomba explotó derrumbando parte del palacio y logrando lanzar a todos lejos, mientras Mei dormía todos quedaron consternado de las acciones de esa noche, todos se preguntaban ¿cómo era posible tanta destrucción contra una pobre chica? ¿Cómo es posible que ninguno vio venir la traición de Filarion?

Mientras a la vez Volkodlak y Darick se sentían culpables por no haberla escuchado, si fueran hecho lo que ella les pidió, todo podría ser diferente, todo podría ser mejor, pero ya no, ya no lo es, ahora solo quedaba confrontar las consecuencias de las acciones de cada quien.

A su vez en rusia estaban las tres chicas Merialeth, Ondina y Aine abrazadas esperando noticias y rezando a los dioses por su familia, porque salieran con vida y todos a salvo, sin imaginarse las grandes consecuencias que les esperaba, vieron como empezaba a salir el sol amenazando con un nuevo día lleno de esperanza, una que pronto perderían al enterarse de todos los sucesos anteriores.

Mei por su lado estaba en un sueño profundo y tormentoso donde ella se culpaba por subestimar a las personas a su alrededor, por no haber obligado a su familia a salir de allí como se lo había propuesto al principio, ya todo se había ido, se había roto, ya nada sería igual ella lo sabía perfectamente por eso se atormentaba sintiéndose culpable.

- Debemos llevarla a la clínica, está muriendo. -hablo Oceanidouss a todos al notar lo fría que estaba y el pulso casi inexistente.

Volkodlak la levanto en sus brazos y se la llevaron en uno de los autos que empezaban a llegar pertenecientes a los otros reinos para ayudar, lo que no sabían es que ya no era necesario, aunque no era su culpa todas las fronteras y las maneras de entrar estaban colisionadas dificultando su entrada o salida a cualquiera. Cuando al fin pudieron llegar al Imperio Mitia, metieron a Mei en un estanque mágico para que se sus heridas sanaran, pero por más magia o tiempo que le dieran los más importante su corazón ya estaba desecho. 

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Transformación de Mei.

Amuleto que guarda toda la magia de Filarion.

Estanque donde metieron a Mei.

Traducción:

Mientras yo viva jamás volverás a usar tu poder, serás un desterrado y no podrás pisar este mundo, pobre de aquel que te ayude porque su destino será la muerte. A menos que...

A menos que tu corazón se llene de amor y realmente te pesen tus acciones, que logres amar de verdad y te amen sin condiciones, como yo no pude hacer.