Pov Mei

Siento el cuerpo pesado, me duele todo, la cabeza me punza y los rayos del sol son como dagas para mis ojitos adoloridos.

- ¡Magic, magic! -la llamo con voz carrasposa.

- Mmm. -murmura a lo lejos.

- ¿Tú abriste las ventanas? -pregunto ya con una almohada sobre mi cabeza.

- ¡¡Claro que sí, mira este día tan hermoso!! ven levántate salgamos juntas, ya es medio día. –Me dice tan alegre y con tono muy alto.

- Q... q... ¿Qué crees que haces? ¿Por qué no me levantaste antes? –murmuro con la voz carrasposa y sentándome en la cama.

- ¡Si te moví, te llame y hasta te jalonee y nada no te levantaste, parecías piedra mujer! –me dice ella ganándose una mueca de mi parte, por ser tan ruidosa.

- Por favor no grites y cierra las cortinas. -ella se levanta y hace lo que le pedí- Gracias, juro que jamás vuelvo a tomar así, esto es de locos, me duele todo, hay partes del cuerpo que no sabían que podían doler y me duelen, simplemente es horrible.

- Eso te pasa por loca. -se carcajea- Estabas tan molesta anoche que no mediste las consecuencias.

- Ni me lo recuerdes. -me levanto de la cama- Voy a bañarme.

Me encamino al cuarto de baño y me espanto al ver mi retrato en el espejo, mi cabello está todo enredado y tengo sombras bajo mis ojos, me quito la ropa y me meto a la ducho con agua tibia, utilizo los utensilios de aquí al terminar envuelvo mi cuerpo en una toalla y salgo a la habitación encontrando una muda de ropa sobre la cama.

- ¿Y esto? -Le pregunto a Magic, señalando la bolsa sobre la cama.

- Darick vio hace unos minutos y lo trajo, también me trajo ropa ¿me puedo bañar? -me extraña su pregunta, pero igual respondo.

- Si por supuesto ve, de hecho, te deje un poco de los productos que hay allí. –ella se coloca feliz y se va al baño.

Reviso la bolsa y hay cremas y ropa para las dos, agarro una y me la coloco, consta de un vestido negro pegado al cuerpo con hombros descubiertos y la tela tiene destellos, me llega hasta los muslos, agarro mi maquillaje que también está ahí y me maquillo no sin antes hacer mis cuidados de la piel.

Adentro deje otro vestido de color azul claro, es uno de los que me gusta creo que se le vera de maravilla, es pegado al cuerpo y las mangas son transparentosas, cuando sale la ayudo a maquillarse ya listas sonreímos ambas y nos tomamos una foto.

Cuando vamos a salir tocan la puerta, nos miramos extrañadas y ella se adelanta abrir dejando a Darick en la puerta arreglado y listo como siempre.

- ¿Podemos hablar? –me pregunta viéndome directamente.

- Magic si quieres ve a su habitación o recorre el hotel, pero no salgas sola y si vas a salir con uno de los chicos deja dicho en recepción para estar tranquila. –ella se va sonriente mientras Darick entra, una vez solos en se sienta sobre la cama sin verme se ve atormentado y distante.

- ¿Estás bien? –el suspira cómo respuesta- Se que estamos peleados, pero pienso que tienes algo más. -Me mira con la mirada vidriosa y se lanza a mis pies arrodillado.

- Yo... Mei de verdad te amo, no quiero que nunca dudes de eso, quiero que sepas que a pesar de todo te amo y eso nunca cambiara. -lo miro extrañada por su actitud.

- Eso siempre lo has dicho, pero justamente últimamente demuestras lo contrario. -le recuerdo.

- Lo sé, sé que me he equivocado, pero ¿no es nuestro amor más grande que eso? –me quedo callada- Estas molesta y lo comprendo, pero yo solo lo dije por decir, si es verdad la regué y muchísimo, pero te amo... a pesar de todo. -dice las cosas a medias cómo si se contuviera.

- ¿Qué pasa? Estás raro ¿paso algo? -pregunto extrañada.

- Solo pasa que te amo y que no te quiero perder. -se levanta del suelo y me levanta con él, me toma de la cintura y me besa, me separo de él rápidamente negando.

- Esto no lo resuelves con un beso Darick, tú dijiste cosas muy feas, si puede que sean ciertas, pero jamás pensé que tú, en especial tú pensabas eso de mí. -lo encaro- Siempre me hiciste pensar que te gustaba por como soy y quien soy, pero a la hora de la verdad solo me apuñalaste por la espalada diciendo esas cosas a ella, ¡¡A ella!! -le grito las últimas palabras dolida- Y no solo eso la besaste, luego regresaste conmigo cómo si nada ¿se supone que debo confiar en ti? ¿Qué se supone que haga?

- Perdóname Mei, yo te amo y eso es lo único que debe importarnos, solo falta dos meses para la boda, no la canceles, prometo que la hare a un lado, solo serás tú lo juro. -Mentiría si no digo que sus palabras no me alegran, pero no sé, siento algo raro en todo esto, es cómo si dentro de mí hubiera una alerta constante con que todo va mal y nada está bien, solo que no veo donde comienza, pero si donde acabara y estoy segura de que es conmigo en el suelo.

- Darick... yo... -Me besa, el corta cualquier palabra o pensamiento con su beso, robándome el aliento, la cordura y mis sentimientos, no me cuesta nada seguir el beso mucho menos cuando me pega a su cuerpo restando total distancia entre ambos

- Se que un beso no resuelve las cosas, pero ¿una cita sí? Prometo no ser tan idiota. -sus palabras me hacen reír- ¿Eso es un sí?

- Eso es un sí –veo cómo se alegra- Pero quiero que de verdad la mantengas lejos de nosotros, si la vuelvo a ver cerca no respondo, ni para con ella, ni para con nuestra relación, ya estoy cansada de que siempre esté a nuestro alrededor. –Se coloca serio y asiente.

- Si, por eso no te preocupes mi vida. –me toma de la cintura, ya que me había alejado- tú eres más importante para mí. -sus palabras me alegran, trato de disimularlo con una sonrisa ladina.

- Sera mejor que nos vallamos Magic, está sola y no creo que sea bueno, ella no sabe de este mundo, podría perderse o... -me interrumpe.

- Está con los chicos, quedémonos. -menciona metiéndose en mi cuello dejando suaves besos.

- No. -lo alejo- Tú todavía estás bajo castigo, sin contar que el hecho que aceptara hablar contigo no significa que todo esté bien.

- ¿Nunca te han dicho que cuando te lo propones puedes llegar a ser más que difícil? -alzo los hombros restándole importancia.

- Difícil o no, mi palabra es mi palabra, y antes de discutir yo te había castigado, eso se mantiene y más aún que me dijiste que la besaste. -el baja la mirada.

- Mei... -se ve atormentado con ganas de decirme algo- Yo...yo... -siento cómo le tiembla la voz y se pone muy nervioso.

- ¿Está todo bien? Te noto raro desde que entraste. -Niega, se pasa la mano por la cara varias veces y suspira- Darick enserio ¿todo está bien?

Vi que intento decirme algo, pero en eso entra Magic con Ciro riendo animadamente, distrayéndonos, se nos acercaron empezando a contarnos que debíamos bajar al restaurante que nos esperan todos allá, asentimos y nos fuimos con todos, llegamos y ya habían pedido desayuno para todos, nos sentamos y desayunamos entre risas.

Note que Darick estaba perdido en su mente, no le di mucha importancia él siempre ha sido callado de a ratos y otros donde no, además me sostiene la mano y eso me tranquiliza, sin contar que me sonríe de tanto en tanto, cuando ya nos vamos veo cómo Mara sale del ascensor ella también me ve y sonríe con autosuficiencia, solo le dedico una mala mirada de mi parte, la ignoro y nos vamos todos de la misma forma en que llegamos.

- Ustedes dos andan muy callados. -nos señala Luke- ¿Debo preocuparme? -se le quedan viendo a Darick.

- No, claro que no, solo que me duele un poco la cabeza y a diferencia de ti, se cuándo callar, metiche. -los demás se ríen por mi comentario.

- Ja. Ja. Ja, que chistosa horrorosa. –le saco la lengua.

- Si te sigues metiendo conmigo te acuso con mis tíos. -lo amenazo.

- Ay sí que miedo, cuidado, me van hacer algo. –en eso aparca el auto y mis padres, tíos y el padre de Darick están esperándonos, apenas bajan hago de las mías.

- Tío hermoso Luke se está metiendo conmigo. -hago cara triste y con puchero haciendo que se gane una mala mirada de los cinco adultos presentes.

- ¡¡Luke!! Deja a tú prima en paz. –la primera en intervenir es mi quería, bella y hermosa tía Twig.

- Pero si no le hice nada. -se defiende él, todos contiene la risa incluyéndome.

- Mentira, me pego y me jalo el pelo y, y, y me dijo fea. -les digo y lo acorralan dándome la espalda aprovecho eso para taparme la boca en un intento vano por ocultar mi risa, me muerdo los labios para no delatarme.

- Si vuelves a molestarla te desheredo. -lo amenaza mi querido, super guapo e inteligentísimo tío Oleander.

- Pero, pero... -intenta defenderse, pero no lo dejan.

- Pero nada, deja a mi hija tranquila, ya no son unos niños. -interviene mi madre- ¿queda claro? –no aguanto más y termino carcajeándome muy fuerte.

- No tu burles Mei o te castigo a ti también. –me dice mi padre y me recompongo tomando bocanadas de aire.

- Si papi. -asiento y le beso la mejilla- Vamos chicos. -les digo y esos andan todos rojos por aguantar la risa, salimos casi que corriendo de allí para el salón principal dónde todos rompemos a reír.

- Ese fue el mejor berrinche que has hecho Mei. –me felicita Ciro- De verdad te he visto hacer muchos y todos son buenos siempre con un fin, pero el de hoy -me aplaude, se sube a una silla y simula un micrófono con una chuchara y en la otra agarra una copa vacía, carraspea- Su atención por favor, aquí en este momento le damos el premio a mejor actriz a Mei Arasari Woodenclaw por sus icónicos berrinches ¿lo mejor? Que cuando te toca te lo crees y si crees que lo has visto todo, espera al próximo, te aseguro que es mejor que el anterior, salud.

Se toma la copa vacía, logrando que todos riamos por las ocurrencias, yo seré la berrinchuda dramática, pero él no se queda atrás.

- Te pasas Ciro, te pasas, hay veces que pienso que el cerebro solo es opcional para ti. -le dice Oss, en eso entra Luke con mala cara.

- Tú -me señala mirándome con ganas de matarme- Engendro mal oliente, mocosa, te juro por los dioses que un día te sacare los ojos. -le caso la lengua y me cuelgo en su cuello para besar su mejilla.

- Pero si tú me amas, piensa en esto -carraspeo adoptando un aire serio- si me sacas mis hermosos ojos, todos en la habitación incluyendo los guardias y sin mencionar a nuestros padres te harán picadillo, además ¿Quién te ayudara después? Mira que yo sé muchas cosas, no valla a ser que antes de morir me dé por hablar.

- ¿Me estás amenazando? –me mira sorprendido.

- No ¿yo? –me señalo inocentemente- Solo te doy tus opciones, tú verás lo que haces y lo que mejor te conviene. -le sonrío amablemente.

- Al parecer la pequeña del grupo no ha perdido su toque. -menciona Filarion.

- Jamás, yo siempre he sido y soy una buena negociante, no importa las circunstancias. -eso último se lo digo a él en especial, sé que trama algo, lo que no sé es ¿cómo enfrentarlo? Se que si le digo de frente lo negara o puede que de igual manera actúe. Lamentablemente a estas alturas solo me queda esperar a que actúe para poder reaccionar según lo planeado.

- Mei, quedémonos en paz. -menciona Luke extendiendo su mano hacia mí, se la tomo y quedamos en paz.

- Bien ya dejando las cosas tontas de lado, mañana cumpleaños Mei, parece que fue hace poco que apenas llegaste a nuestras vidas. –Oss se pone sentimental me abraza y besa mis mejillas.

- Siento que es mi hija la que creció y se casa. –Ciro se limpia lagrimas falsas y suena su nariz dramáticamente- Lastima que es con un espécimen de mala muerte. -mira de reojo a Darick quien la saca el dedo corazón, antes de que hagan algo Ciro me jala hacia su regazo apretándome fuerte contra él sacándome el aire.

- Ya suelta idiota la necesitamos viva no asfixiada. -me jala Dally hacia ella- Mejor dejen las emociones para mañana, déjenla descansar todos estamos cansados. -habla y se lo agradezco, por mi parte solo miro mala a Ciro, él solo sonríe burlón, en eso llegan nuestros padres.

- Bueno chicos espero que la hayan pasado bien, pero ahora necesito a mi hija, si nos disculpan. -me extiende la mano y se la acepto, me despido de todos y nos vamos hacia el jardín.

- ¿Qué hacemos por acá padre? –pregunto intrigada.

- Para como tú eres eh de suponer que sabes del jardín secreto ¿no? -pregunta mirándome con una ceja alzada, sonrió por su comentario.

- Supones bien, lo descubrí de niña antes de irme a la academia. -en eso abro un portal y nos dejó en el jardín secreto.

- ¿Sabes porque está esté jardín aquí? -me pregunta sentándose en la única banca que hay.

- Supongo que es para mi madre o si no ella lo hizo para ti.

- Supones bien... de hecho yo mismo lo mande hacer para tú madre ¿vez ese árbol? –asiento, de hecho, es el único árbol que hay en este jardín, es grande y los muros son altos como cubriéndolo- Es el árbol de tú madre, lo cuido, es lo más preciado de este palacio.

Si es cierto, el árbol de un hada es muy importante si algo le sucede también al hada, si lo talan mi madre muere, ahora entiendo porque esta oculto este jardín a pesar de ser tan lindo, ahora entiendo porque este lado, lindera con el Reino Mitia porque en realidad es de ellos, no de nosotros.

- Este es un pedazo del Reino Mitia, pero supongo que ya lo dedujiste, sin contar que aquí nos conocimos tú madre y yo. –lo miro y está sonriente.

- ¿Cómo fue? –le pregunto muy intrigada.

- Estaba casando un venado, ella estaba cuidando ese venado ya que anterior mente lo había herido yo mismo, solo que lo solté para jugar con él, ya sabes cosas lobunas -asiento comprendiendo a lo que se refiere, él cazador siempre quiere jugar con la presa- estaba transformado en lobo, le salte encima no la vi, en mi defensa estaba transformada en hada.

- Si las hadas cuando se transforman soy muy pequeñas cómo el tamaño de dos manzanas.

- Ella me golpeo horrible, me insulto y más cuando el venado le dijo que yo lo había atacado, yo solo me quede admirando su belleza, esos ojos morados como los tuyos me parecieron los más hermosos jamás vistos, sin contar que su cabello brillaba bajo el sol, tal como el tuyo. -cuando habla sonríe como bobo y su mirada brilla- Cuando noto que no le prestaba atención me llamo estúpido, por suerte era amiga de D'arcy y eso ayudo a que me acercara, note que le gustaban las rosa y los lirios por eso hay muchos acá, ella me odiaba y siempre me miraba mal, yo siempre la molestaba diciéndole lo bonita que era y lo mucho que le quiero. -se ríe solo- eso la enloquecía. Hubo una vez, que la sorprendí sola estaba llorando por unos animales que mi anterior manada había matado, me dolió verla así, me acerque y por primera vez no me rechazo en ese momento supe que tenía una pequeña ventana con ella.

- Así que te odiaba. -me rio- bueno bien dicen que del odio al amor solo hay un paso.

- Y lo hay, ese día la bese, bueno le robe el beso, para mi sorpresa no me golpeo solo me miro sonrojada. –se carcajea- yo aproveche eso, para enamorarla, apenas nos casamos mande hacer este jardín se lo di unos días antes que tú hermano naciera.

- Debió ser fuerte saber que él no era tú heredero, madre una vez me conto que lloraste cuando nací ¿Por qué padre?

- En este mundo, ser mujer es difícil eso ya lo sabes, solo te vi y me pareciste tan indefensa, tan vulnerable, tan llena de vida y condena a la muerte al mismo tiempo, te deje en sus brazos y me encerré en mi despacho, realizando ideas de cómo protegerte, solo llegue a la conclusión de que debías irte lo más rápido posible a la academia para fortalecerte, no sabes lo que me dolió dejarte ir, pero a la vez me enorgulleció tú fortaleza y capacidad de afrontar las cosas, sin contar que a mis espaldas te encantaba estudiar magia, eres muy poderosa Mei, jamás lo olvides.

- No sabía que tú supieras eso. -asiente.

- Por eso siempre he sido duro contigo, porque debía fortalecerte en todas las maneras pasibles, si eres berrinchuda y terca, pero justo esa es tú esencia y, en lo personal me encanta, el hecho que siempre lleves la contraría solo indica que eres una loba digna de mi apellido y, berrinchuda como tú madre.

- A Darick parece no gustarle, o eso dijo estando molesto. -hago una mueca recordando.

- Uno suele pasar, hacer o decir muchas cosas cuando se está molesto, créeme lo sé. -dice cabizbajo.

- ¿También te has peleado con mamá por cosas así? -pregunto incrédula- Pero nunca los he visto peleando ni escuchado.

- Eso se debe a que eras muy pequeña, seguro Volkodlak opina diferente, cuando te fuiste, tu madre y yo no dejábamos de discutir por todo, en especial por tú partida, sin contar que nunca nos poníamos de acuerdo en casi nada, fue una temporada difícil. -menciona triste- lo único que nos ayudó un poco fue el nacimiento de tus hermanas.

- ¿¡Duraron casi tres años disgustados!? –pregunto muy sorprendida.

- Si, nosotros no lográbamos estar de acuerdo, de a ratos nos llevábamos bien, de a ratos no, tenle paciencia a Darick hija ustedes se aman lo sé, él te mira como yo a tú madre y eso me tranquiliza, te llame aquí porque quería disculparme contigo por todo lo que te he hecho pasar, no me he comportado cómo un padre, sé que he sido muy duro, pero realmente solo para protegerte, mi intención es simplemente fortalecerte, realmente me sorprendió el golpe de estado, -se ríe- pero me gustó, significa más de lo que crees.

- Lo sé, se corrió el rumor de que soy la Reina, el pueblo lo acepta y los guardias también, el consejo me respeta y los herederos me quieren no hay más que pedir... solo que no estoy conforme padre, ese hombre está por allí, creo que atacara mañana en la fiesta, por eso ordene que los guardias fueran al pueblo y los protegieran, otros en las fronteras y unos pocos acá.

- No creo que mañana ataque hija, mañana sería un día muy impropio, mañana estaremos todos los reyes y sus familias en un solo lugar tendría las de perder. -no me gusta su conformismo y se lo hago saber con mi mueca.

- Justo por eso te di un golpe de estado, no te lo esperabas y justo es lo te puso en desventaja. –le saco en cara.

- ¿Quién espera que su hija de 17 años te llegue y te meta preso? Ah y no olvidemos que con ayuda de tus propios guardias. -Nos reímos.

- La expresión de mi madre era épica. -me burlo- estaba entre asustada, asombrada y no sabía si molestarse o ¿quién sabe qué?

- Que te puede decir está enamorada de mí. -se alza de los hombros restándole importancia, me carcajeo y lo contagió a él.

- Ya sé de dónde saque lo egocéntrica. -le digo dejando de reír.

- A mí por supuesto, de tu madre es la belleza. -me mira con orgullo- y lo berrinchuda. -suspira pesadamente- Pobre Darick, debe soportar mucho. -lo miro asombrada e impactada.

- ¡¡Eres malo, yo no soy insoportable!! -me hago la indignada y él se ríe.

- Dejando las cosas de lado ¿crees que puedas perdonarme? -se me queda viendo y yo igual, en eso lo abrazo besando su mejilla.

- Yo te amo padre, por supuesto que te perdono. -siento cómo mis mejillas se mojan y solo escondo mi cara en su cuello- Eres importante para mí, junto con mi madre, hermanos y la pequeña Accalia. -me separo y veo que también llora, le limpio sus lágrimas y el hace lo mismo conmigo- Perdóname tú a mí por todo lo malo que he hecho.

- Tú no has hecho nada malo hija mía, solo has hecho lo que tú corazón dicta y en eso nunca debes pedir disculpas. –me besa la frente abrazándome reconfortando cada parte de mí ser.

- ¿Crees que puedas transformarte y llevarme en tú espalda cómo cuando era niña? -le pregunto.

- Claro que sí, pero antes de volver ¿te apetece jugar un rato? -Asiento conforme, jugar un rato es ir al bosque a cazar algún animal, eso lo hacíamos antes de que me fuera, claro está a escondidas de mi madre, si se enteraba seguro nos regañaba y nadie quiere a mi madre molesta.

Hacer molestar a un hada es equivalente a meterse con la naturaleza misma, ¿lo peor? Bueno hacerlas contentar no es nada fácil pueden durar molestas durante días, incluso meses, mi madre respeta mucho los animales y nos enseñó eso, pero ¿Cómo vas contra tú naturaleza? Somos mitad hadas amamos la naturaleza, pero también nos gusta cazar.

- ¡¡Si madre se entera nos mata!! Pero eso lo hace más divertido, vamos. -salimos corriendo transformándonos en lobos, su pelaje es contrario al mio de hecho es totalmente negro, cuando llegamos a la mitad del bosque nos detenemos.

- ¿Por qué mi pelaje es blanco y el tuyo negro? – le pregunto telepáticamente.

- Porque el mio es un linaje puro de siglos, en cambio tú eres mestiza, pero no cualquier mestiza sino la más importante, tú nacimiento cómo el de todos tus hermanos marco un antes y después en cada clan hija, tu pelaje es blanco porque era el color de los primeros ancestros, ellos fueron los más poderosos lobos de linaje puro que haya existido, solo que al combinarse con otras manadas su color vario a marrón, negro y gris. – me responde tranquilamente.

- Entonces soy muy poderosa por parte tuya y también de mamá. –reflexiono.

- Sí, cielo de hecho tú eres la única de tus hermanos de pelaje blanco, el resto es negro como yo. –me explica- tus tatarabuelos eran así como tú.

Asiento y le señaló un venado que veo pasando a lo lejos, nos preparamos y vamos en busca de el cómo padre e hija, como uno solo, unidos por siempre en paz y sin discordias de por medio, solo nosotros sin importar títulos ni nada.

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Así seria Mei y arriba les deje una idea de como seria su padre transformado