Capítulo 5 ***
— No, para nada, ¿pasó algo? —Filarion responde antes de yo poder articular palabra alguna.
— ¡Necesitamos hablar! —me mira ignorando completamente a mi acompañante, volviendo la incomodidad es palpable en el ambiente.
— ¿Crees que nos puedas dar un momento? —digo tratando de relajar la situación.
— ¡Claro! Cualquier cosa me avisas. —sin más se retira dejándonos a ambos solos.
— Bien, ¿Qué quieres? —pregunto hastiada.
— Cambio de planes, nos vamos mañana. —dice sin más pasando de mí para sentarse al otro extremo que tiene vista al océano.
Yo solo me siento a terminar mi cena, como dije tengo hambre, una vez terminada mi comida simplemente hago lo de todos los días leer y bueno el de ahora es una historia de romance, por lo general nunca leo estos libros, pero lo encontré en la biblioteca de acá, no pude resistirme a leerlo y por lo poco que he leído me gusta es tonto como dos personas que se aman no pueden estar juntos, pero bueno es un libro.
— ¿Si Luke no hubiera entrado, qué hubiera pasado? —me pregunta de repente haciendo que cierre el libro y lo mire.
— ¡No sé! —lo miro sin entender por qué me pregunta eso ahora y sin entender por qué no soy capaz de pensar algo coherente y si está mal, pero de verdad no sé mientras él me besaba, el resto desaparecía.
Como todas sus palabras o mejor dicho sus mentiras.
Vuelvo a lo mío, pero él hace uso de su supervelocidad arrebatándome el libro que leía.
— ¿Qué lees?
— No es tu asunto, ¿Qué te importa? ¡Dame eso! —le digo dando saltos, pues lo ha alzado y como es más alto que yo no lo alcanzó.
— ¿Qué la niña mimada es bajita? ¿Te vas a poner a llorar si no te lo doy? —me pregunta con notable burla.
— Decir que eres insoportable, es muy poco, eres un idiota total sin escrúpulos —le digo totalmente hastiada golpeándolo en el abdomen haciendo que se doble del dolor, aprovecho eso para coger el libro.
— ¿A dónde crees que vas? Me has golpeado todo este día y ¿te vas sin más? —pregunta irritado y agarrándome fuerte del brazo.
— ¡Suéltame idiota! ¿Piensas que puedes hacer lo que te venga en gana? Lo dicho, eres un idiota —forcejeo con él logrando zafarme para dirigirme a mi cuarto, ya tuve suficiente en todo el día, solo que él logra alcanzarme e impide que cierre mi puerta.
— ¿También lo vas a hacer con él? —entra en mi cuarto cerrando la puerta detrás de él.
— ¿Qué cosas dices imbécil? Salte ahora mismo de aquí si no quieres que termine lo que empecé en la sala —lo amenazó.
— Realmente ni siquiera sé por qué me molesto contigo, solo eres una tonta niña mimada. —sale dando un portazo, ¿y ahora este qué? ¿Está loco o yo soy la loca?
(...)
Acabamos de llegar al hotel Intercontinental Bordeaux Le Grand Hotel hasta donde sé y porque vi el itinerario, ya que no nos dirigimos palabra alguna, por dos días nos quedaremos aquí, luego nos mudaremos a un apartamento cerca del centro.
— Vamos —me dice caminando hacia el ascensor y con cara de pocos amigos, solo lo ignoro entrando tranquilamente, luego de unos segundos salimos a nuestro piso para luego entrar en nuestra habitación, solo que él entra primero y casi me tira la puerta en la cara si no la fuera detenido con mi brazo.
— Para ser una pareja de recién casados en su dichosa y gloriosa luna de miel estás muy amargado mi cielo. —le digo con notable ironía.
— Tú duermes en la cama, yo en el sofácama, solo serán dos días después nos vamos al apartamento, allá hay dos cuartos. —sigue sin mirarme, ignorándome totalmente.
— Ok, solo que tengo hambre, ¿vamos al restaurante? —Trato de persuadirlo, creo que en cualquier momento matara a alguien, solo logro que se agarre el puente de su nariz.
— ¡Soy...! ¡Un...! ¡VAMPIRO! ¡Los vampiros no comen, los vampiros se alimentan de sangre! ¿Si entiendes eso? —me grita a la vez que se gira y me mira con los ojos totalmente rojos, asustandome haciendo que me siente en la cama.
— Solo quería que me acompañaras, sé que no comes, solo tomas sangre, no soy tonta —le digo tratando de calmarlo— Sé que estás molesto por lo de ayer, pero no puedes culparme, tú solo me has manipulado a tu antojo sin contar que me menosprecias, solo explote un poco —me excuso dando vueltas en la habitación.
— Si por eso te refugias en los brazos de Filarion.
— ¿Qué? ¿Esto es por ese abrazo? Oye, no puedes simplemente hacer berrinches por cosas así, además no tienes ningún derecho ¿Quién te crees? —Ahora la molesta soy yo.
— ¿Y supones que no lo sé? —Ahora es él, el que da vueltas en la habitación— Solo vete a comer, ¿quieres? – por muy increíble, solo bajo al bar-restaurante y pido de comer para luego ir a mi habitación a cambiarme deseo ir a la piscina. Ya en la habitación lo encuentro saliendo del baño con solo una toalla en la cintura y otra en su cuello que usaba para secar su cabello
— Perdón no sabía que estabas.... Así - le digo mirando a todos lados, menos a él, sintiendo mi cara arder y mucho, mucho calor.
— No está bien... Lamento lo de hace rato, realmente estaba fuera de lugar, yo no tengo ningún derecho a reclamarte nada mucho menos a gritarte, más aún después de lo que hice —se acerca a mí mientras tanto.
— A... Esta... Está bien – digo totalmente distraída con sus abdominales. — Sí... Sí voy... A cambiarme –digo tratando de apartarme de él caminando hacia el baño, solo que recuerdo que primero debo buscar mis cosas.
— Solo voy por mis cosas —digo más nerviosa que antes, no puedo ni mirarlo, sé que estoy totalmente roja. Una vez en el baño me preparo y me coloco el traje de baño de una pieza totalmente negro de tirantes y con una cadena de oro en la cintura, salgo del baño encontrándome a un Darick bien vestido con un traje a medida de color azul marino.
— Estas... Muy... Muy hermosa, realmente... —solo me mira de arriba abajo sin poder articular oraciones completas— Pero tenemos que salir a ''reconocer el terreno''
— Ya me cambio —solo busco ropa en mi maleta y me cambió nuevamente, solo que esta vez me coloco en crop top cruzado de tiras blanco y una falda, cola de pato color azul rey con un cinturón dorado junto con unos tacones color nude, una vez lista salgo para encontrarlo en el balcón tomando no sé qué.
— ¡Estoy lista! —le aviso sin más haciendo que se voltee— ¡whisky! ¿Me das? —pregunto un poco ansiosa por quitar la incomodidad.
— ¿Tomas? ¡Valla, eso es sorprendente! No sabía que la niña mimada tomará —dice divertido acercando a mí su vaso.
— ¡Bueno, la niña mimada hace cosas malas! ''no puedes juzgar a un libro por su portada'' — le sigo el juego a la vez que me acabo el líquido de un solo sorbo.
— Vamos.
(...)
— ¿Ya saben que ordenar? - pregunta muy amena la camarera de la heladería donde nos encontramos.
— ¡Sí! Unas fresas con crema, por favor y gracias —vemos como nos deja solos y aprovechó para hablar con él.
— ¿Por qué una heladería si dijiste que no comes y que no querías acompañarme? —pregunto realmente intrigada, pues no hace menos de dos horas dijo eso.
— Bueno, primero porque fui un idiota y quiero disculparme, no debí tratarte de esa manera, de verdad discúlpame Mei —me sujeta las manos de manera cálida— Y segundo te lo dije, hay que hacer reconocimiento de zona, tenemos que ver a que nos enfrentamos, sobre todo si tú estás a cargo de esta operación y la prioridad es mantenerte a salvo. —siento su sinceridad, pero igual no me fio, ya no sé qué creer de él o de nadie.
— Bueno, la prioridad es salvar a las chicas que estén vivas y cautivas. —le digo para aclarar bien mi posición, en eso la mesera viene y me entrega el pedido.
— Pienso que... tienes razón, solo no le digas a nadie que te la di. —Nos burlamos mutuamente.
(...)
Ya en el hotel nuevamente recaudamos información que deducimos y escuchamos.
— Bueno, sabemos que se fijan en chicas turistas y jóvenes entre más joven mejor, les quitan su documentación, y las obligan a trabajar sin más, las explotan y para cuando ellos dicen que no sirven las matan, si le sirven venden sus órganos si no simplemente las quitan del medio como pieza de ajedrez, los cual nos da a entender que todos esos son peones simples y debemos encontrar a nuestro o nuestros reyes y acabar con ellos.
— Es más difícil de lo que crees. —Dice mirándome.
— Lo sé, pero tengo un plan... Que no te va a gustar, pero es lo mejor, es la mejor manera de atraparlos. —le digo totalmente determinada.
— ¿Qué es?
— Bueno... Podría... Infiltrarme y... —le digo dudosa.
— ¡No, de ninguna manera dejaré que hagas eso! Y ve sacando esa idea absurda de tu cabeza mimada o te regresaré a casa. —determina sin darme opción a una revancha.
— Bueno, está bien, solo no hay que discutir, ni mucho menos caer en que me vaya, porque no lo conseguirás, no te vas a librar tan fácil de mí - lo empujó de forma juguetona del brazo.
— Pues ya es tarde nena, así que a dormir.
— Está bien, solo que no opino que sea necesario que duermas en el sofácama, vamos, la cama es grande, hay espacio suficiente para entrar como tres personas, tú puedes dormir hacia abajo y yo hacia arriba, eso sí, me das el lado izquierdo, me dan miedo las puertas. —me excusó con buenos argumentos y es que después de pasar una tarde tan grata a su lado, fue caballeroso y detallista sin contar que se disculpó.
— No considero que sea buena idea Mei, no quisiera que pensaras cosas que no son y tener problemas los dos, estamos bien y quiero mantenerlo así. —se levanta de la cama para coger los papeles.
— Entiendo... Pero créeme, no voy a suponer nada, solo creí que era buena idea. —le digo un poco apenada, ayudándolo con el resto y organizando la cama.
— ¡Está bien! Dormiré en la cama.
— Voy a cambiarme. —ya una vez lista solo entro en cama mirando al techo, esperando que él salga del baño, una vez acomodados ambos solo se siente el molesto silencio.
— ¿Por qué dijiste que las puertas te dan miedo? —pregunta rompiendo el silencio incómodo, por lo menos para mí, yo solo me siento y lo miró haciendo que él haga lo mismo.
— Es una historia que solo se sabe en la casa Lasare... La verdad es que a los cinco años un amigo de papá me visitaba, pero no es nada de lo que supones, él murió de manera trágica y se comunicaba conmigo, desde entonces siempre que muere alguien de maneras horribles viene y me visita... los veo sin importar que.
Siempre se aparecen a media noche, sin contar que también hay veces que puedo ver a las sombras y los bashees ellos son los que me dan miedo son peligrosos avisan de más muertes, me la muestran. —le digo apenada, pues nunca había hablado de esto con nadie, ni siquiera con los psicólogos, ni mis padres, bueno, ellos lo saben, pero no saben mi miedo por eso.
— Entiendo que ellos te atormentan, no todos, pero sí algunos. —me abraza contra su pecho acariciando mi cabello— ya... ya mimada, me vas a ensuciar mi pijama cara.
— Je, je, je... eres bueno para distraer y eres un idiota. —le digo mientras lo empujo lejos de mí.
— ¿Por eso reprimes los sentimientos? No crees que lo mejor es dejarlo, salir las cosas en vez de esconder los sentimientos.
Su consejo es bueno, pero...
— No, no, no y no, eso no, cada vez que... simplemente no.
— ¡Sentir no es malo! —toca mi rostro.
— ¿Lo dice el que me puso en una apuesta? Perdón, pero tú eres la muestra perfecta porque es mejor no sentir, no demostrar lo que realmente pasa en el corazón, ¿para qué? ¿Para qué te la pasen lastimando una y otra vez? —Soy cruel, quizás, pero es mi manera de ser.
— Bien, en ese caso es mejor dormir. —se aleja y se acuesta dándome la espalda.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Vestimenta de Mei
Look de darick
Traje de baño Mei
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro