Mi camino ha sido largo, durante estos diez años he luchado, caído, levantado, pero sobre todo nunca jamás me he rendido ni cuando era la última en la academia, era solamente una niña indefensa pensando y llorando porque me tocaba estar ahí en ese lugar, luego de varias semanas entendí que si quería sobrevivir en un mundo mágico así de fuerte debía ser fuerte la más fuerte, por eso me dediqué a sacar las mejores notas ser mejor en todo la número uno.

Así que un tonto príncipe no me va a detener en mis planes y ¿cuál son? Pues lo dicho, ser la mejor, puede que parezca arrogante y presuntuoso, pero no lo es, solo quiero sacar a flote mi reino, no va bien para nada y ni hablar del continente, sé que mi padre hace lo que puede, pero últimamente nada va bien.

Sé que en parte es por mí, pues al ser mujer se sienten amenazados y lo reflejan con arrogancia cerrando las puertas a nuevos y viejos negocios, logrando pérdidas innumerables.

Pero acá estoy en la oficina de mi padre con un plan en mente, uno que nos salvará o sin duda nos matara.

— Hija, es tarde, ¿por qué tanta urgencia? - dice mi padre entrando en la oficina.

— Sí lo sé y lo lamento, pero esto es importante. —Le extiendo el documento con mi plan.

— ¡Está bien! —menciona sentándose para empezar a leer todo.

(....)

— ¿Y? ¿Qué te parece? Sé que es mucho dinero que pondríamos de nuestro capital, pero es viable y al cabo de unos seis o siete meses tendremos todo, además se acerca mi cumpleaños 16, podríamos usar eso para impulsar el proyecto y recibir más fondos, yo daría mis regalos como aval para tener un seguro por si sale mal.

— ¡No hija! Yo te ayudaré, pero solo un poco quiero que esto lo logres sola, sé que eres capaz, te ayudaré, pero todo será desde lejos y apoyo, solo cuando lo necesites del resto, solo será tu nombre, creo en ti... Sé que eres capaz. — me dice agarrándome mis manos.

— ¡Gracias, de verdad es lo que necesitaba! – le digo abrazándolo.

— Te amo y solo quiero lo mejor para ti, quiero que seas feliz y sé que no te he demostrado eso, sé que he sido duro, pero es mi miedo a que te lastimen, aunque sé que también ya lo han hecho y no puedo cambiar eso, solo puedo creer en ti. —solo me acaricia la espalda y da besos en mi cabeza— ¿Si hay algo en lo que pueda ayudar, solo dilo? – me dice agarrando mi rostro con ambas manos.

— De hecho, sí, hay algo. —le digo persuasiva.

(...)

Por eso me trajo aquí, al palacio de los Vutteterra tengo una pequeña audiencia con el rey D ́arcy Deathtoe si su hijo no me da el permiso por arrogante mejor que me lo dé su padre, después de todo es el rey y ¿Quién contradice al rey? ¡Exacto!

— Primero que nada, muchas gracias su majestad por recibirme, sé que tiene una agenda muy ocupada y yo soy un imprevisto, pero es realmente oportuno que sepa lo que pasa. —le digo una vez entró en su oficina estrechando su mano con la mía.

Vaya, los vampiros realmente son muy fríos, después de todo ya veo porque cuando su hijo me tocó me estremecí.

— Seré sincero, no entiendo, ¿por qué quieres hablar conmigo? —Está totalmente serio e intrigado.

— Verá... —digo para empezar relatando todo lo que averigüe— Cómo podrá comprender no puedo detenerme solo porque no tengo un permiso, esto es grande e importante.

— Entiendo, pero también sería muy irresponsable de mi parte si te dejo ir sola, dado el caso si pasa algo fuera de control, tus padres me matarían y digamos que no me interesa estar de enemigos con ellos, por lo tanto, te daré solo el permiso si tú y mi hijo van juntos.

Rayos de tantas cosas, ¿eso?

— ¿Su hijo? ¿No puede ser otra persona? Digo él está ocupado y... —

— Padre, necesito tu autorización... —se detiene al verme acá, sorprendiéndome y molestándose.

¿¡Ahora este que!?

— Disculpa alteza, mi hijo seguro al parecer olvidó sus modales. —está realmente apenado, yo solo los miro a ambos, realmente son idénticos, solo que el rey es de ojos negros, pero... Todo el rasgo, su manera de hablar, todo... Es exacto, parecen copias.

— Si disculpen... creo volveré más tarde. —menciona para retirarse.

— No espera, en realidad te iba a mandar a llamar, quiero que acompañes a su alteza a una expedición en Burdeos, quiero que detengan y soluciones todo allá. —logrando no solo detenerlo, sino que me mire con odio y resentimiento.

— Esa es una expedición muy peligrosa, no considero que estés capacitada para eso, ¿Qué tal si ellos te atrapan? —se acerca a mí como si solo estuviéramos los dos.

— Estoy muy capacitada, el hecho que tú te quieras llevar todo el mérito es diferente, además si te importara estarías al pendiente y el caso no fuera llegado a mis manos, ridículo. —le digo acercándome de igual manera.

— ¡Tú... eres realmente insoportable, irreverente y caprichosa, te dije que es mi territorio y que de él me encargo yo! —se acerca aún más de forma desafiante y amenazadora.

— ¡Yo te dije que es mi caso, yo lo encontré, yo lo resuelvo y si no te gusta mal por ti, el único arrogante y caprichoso aquí eres tú! —le hago saber sin poder evitar mirar sus labios por la cercanía.

— ¡Bueno, por lo visto ambos están de acuerdo! Por lo cual está más que aprobado, parten en dos días... les doy... ya sé, dos meses, si en dos meses no resuelven este infortunio se los quitaré y me demostrarán que ninguno es competente. —ambos volteamos a mirarlo como si estuviera loco, mientras el solo bebe de su copa sangrienta tranquilamente.

— ¡Está bien majestad, no se arrepentirá! —le digo ya derrotada, como dije ¿Quién contra un rey?

— ¡De ninguna manera, no iré a ningún lado con ella! —está más que irritado a lo que a mí me causa mucha gracia, a decir verdad.

— Deberías tratar de comer un poco de maquillaje para ser más bella por dentro. —su padre se ríe, haciendo que yo me ría igual.

— Muy... jajaja... Ingeniosa alteza. —dice sin poder dejar de reír.

— Dígame sólo Mei, me gusta más, menos formal. —le digo de manera alegre sin poder evitar sonreír de verdad como hace mucho no lo hago.

— En ese caso dime D'arcy.

— ¡Sigo aquí, y no me parece nada gracioso... Niña mimada! —está realmente molesto.

Yo solo lo ignoro despidiéndome de D'arcy.

— Hankis a las oficinas necesito dejar todo listo antes de partir. —le digo ya una vez con el auto en marcha.

— Como ordene, señorita.

Hankis es un hombre humano, fiel a la familia, confió plenamente en él a pesar de ser joven puesto solo tiene 35 años, pero casi toda su vida ha servido a la familia y si mi padre confió mi seguridad en sus manos es un motivo más para confiar en él. Una vez en las oficinas subo a buscar los documentos que necesito, Luke trata de hablar conmigo, pero solo lo ignoro.

— Prima crees que pod...-me pregunta con semblante preocupado.

— No tengo tiempo, estoy muy ocupada, lo siento. —ni siquiera lo miró y pasó de largo.

Luego de un rato salgo nuevamente, pero esta vez me dirijo al pueblo donde voy directo a la empresa de construcción para dejar en marcha mi plan, ¿Qué cuál es? Bueno, trata de la remodelación de todo el reino, pero primero empezaré con los hospitales, luego las escuelas, seguida de demás instituciones como bibliotecas, orfanatos y por último no menos importante la renovación de las viviendas que necesiten de tales arreglos todo costeado con los impuestos recaudados por años, más dinero de inversiones que ya tengo en marcha. Una vez dicho todo en junta, ellos están encantados de ayudar en el proyecto futurista mencionado.

— Mientras no esté mi hermano Volkodlak se encargará de dirigir todo el proyecto, ¿tienen preguntas? —los miró esperando preguntas las cuales no llegan.

— Estamos bien alteza. —dice el director de la empresa.

— Bien, eso será todo por el momento, en dos meses volveré y espero grandes resultados, hasta pronto. —Y sin más me retiro de la sala de juntas.

Una vez ya concluido todo me devuelvo al palacio para hacer maletas y llevarlas a la oficina, llego y están todos reunidos en la sala, el primero en salir a recibirme es Darick.

— ¡Tú! —me señala con un dedo— niña malcriada ¿¡Qué te crees!? ¿¡Supones que puedes andar de aquí para allá haciendo lo que se te dé la gana!? ¡Pues no, no puedes y no lo harás! —realmente está molesto, sus ojos brillan.

Listo hasta acá llegó su falta de respeto, si piensan que pueden subestimarme están muy equivocados.

Me quito mis gafas y me acerco como cazador a su presa realmente molesta e irritada, haciéndolo retroceder a tal grado que cae sentado en uno de los sillones.

— Si crees que tu actitud de mierda me va a hacer desistir de lograr lo que quiero estás muy equivocado, yo soy su Alteza real Mei Arasari Woodenclaw y ni tú ni nadie, ¡¡NADIE!! —esta vez miro a todos— Me va a decir que hacer o que no —lo agarro del mentón con mis uñas vampíricas haciéndole daño, saco mis colmillos de loba— Vas a ir y vas a hacer tu maleta, vas a investigar lo que haga falta y me vas a suplir en todo lo que necesite, vamos a resolver el caso y vamos a volver con esos imbéciles tras las rejas, ¿quedó claro? —preguntó con gran interés.

Él solo me lanza contra la pared haciendo que los demás se alarmen.

— Bien si es lo que quieres ¡Adelante!

— ¡Ya basta los dos! —Luke se mete en el medio, pero solo hace que yo lo lance hacia atrás para poder irme encima de Darick haciendo que caigamos ambos al piso rompiendo la mesa.

Él me empuja, pero no logra zafarse de mí, yo aprovecho para darle varios golpes en las costillas, siento que tratan de agárrame por la espalda logrando que lo suelte mientras Oss lo ayuda a levantarse, yo solo logro ver rojo por la rabia que me recorre.

— ¡Vamos a ir y si no te gusta de malas, tenemos que ayudar a esas personas, idiota! —le grito mientras trato de zafarme, pero Luke, Ciro y Filarion me agarran muy fuerte, sin embargo, estoy a punto de soltarme solo que Luke se coloca enfrente de mí diciendo:

— Cálmate o nos lastimarás a todos y no quieres eso, ¿verdad? —me mira suplicante— No la suelten hasta que les diga o nos mata. —les dice a los chicos que están detrás de mí.

— Discúlpate con ella, Darick y acepta de una vez por todas la misión. —ese es Oss que le dice muy molesto.

— ¿¡Estás loco!? ¡¡si ella me atacó!! —pregunta desde el otro lado de la sala desafiante.

— ¡Pues tú empezaste, así que hazlo! – ese el Ciro, el que habla sin soltarme aún, lo duda, pero igual lo hace.

— Bien, disculpa, voy a hacer mis maletas, ¿ok? ¿Ya estás satisfecha? —pregunta irritado.

— ¿¡Es en serio!? Si no vas a arreglar nada, cállate que ya bastante cuesta mantener la quiete y entre tres. —dice Filarion muy agitado tratando de detenerme, yo solo aprovecho eso para zafarme el brazo, pero Luke me detiene.

— Bien, bien disculpa Mei. — dice derrotado.

— ¿Satisfecha? Eso lo estaré cuando te parta la cara por idiota o resolvamos el caso cualquiera de las dos está bien para mí, y ya suéltenme que me detengan, solo me molesta más. —les digo a los tres que me agarran.

— ¡No! Ni se les ocurra, miren, su cara tiene tres estrellas hasta que eso no se quite, estamos en peligro, puede y es una máquina mortal en estos momentos, gracias por eso Darick. —les advierte Luke a todos.

— Ya déjame Luke no les voy a hacer nada, sé controlarme, solo quería golpearlo un poco, ya lo hice, ya estoy bien, además ya se disculpó. —les digo realmente irritada.

— ¿Estás segura? —me pregunta un Oss muy preocupado.

— De lo que estoy segura es que si no me sueltan ya realmente me molestaré. —

— ¿¡Realmente!? —preguntan todos a la vez a lo cual yo solo asiento, haciendo que me suelten.

(...)

Y bueno aquí estoy limpiando la sala, ninguno dice nada, solo me miran expectantes y Darick bueno a él se fue a hacer sus maletas, creo viene mañana o más tarde no sé ni me importa.

— ¡Ya supérenlo chicos! No les voy a hacer nada. —ya estoy hastiada de todo esto, un drama por solo unos golpes.

— ¡Realmente eres fuerte! Wow tú... es que realmente sorprendes, jamás pensé que tú fueras capaz de eso... mucho menos controlar dos naturalezas como vampiro y hombre lobo. — dice Oss caminando de un lado al otro tratando de deducir todo.

— Ella es así, siempre ha sido así, lo único que hay que evitar es que las tres estrellas se llenen si no... bueno, esto es nada. —Luke siempre está advirtiendo.

— Ya terminé. —Me dirijo a la cocina para buscar algo de comer, ya satisfecha subo a la oficina donde apenas llegó Darick se levanta, supongo llegó cuando estaba en la cocina.

— Esta es nuestra coartada, somos una pareja ordinaria de recién casados, nos fuimos a Burdeos porque es nuestra luna de miel, somos turistas pasaremos desapercibidos, solo hay que aparentar muy bien y no levantar sospechas, de una vez te digo si veo algo que no me gusta nos regresamos no voy a lidiar ni con tus padres mucho menos con los míos. —me explica todo con detalle.

— Bien, ¿y ya tenemos donde llegar? O...

— El primer día un hotel, luego rentaremos una casa, cerca de dónde fue el primer secuestro para buscar pistas.

— Ok está bien.

— Otra cosa lleva poca ropa, si hace falta algo solo lo compras allá, entre más ligeros mejor, lo importante es ir bien armados de manera discreta, según todos llegaremos en avión, pero ya sabes que no es así. —me termina de decir todo.

— Bien. —sin más me siento en mi escritorio, pero recibo una llamada de la constructora, contestó sin más.

— Alteza, ya tenemos los planos listos, se los envié a su correo para una aprobación. —es el ingeniero a cargo.

—Claro, déjeme revisar de una vez. —Luego de ver que todo esté en orden doy el visto bueno para empezar con todo— No se preocupe por las personas del hospital, ya para mañana a las 10 estarán todos trasladados unos al otro hospital y el resto al castillo de invierno, nuevamente muchas gracias por su colaboración.

Cuelgo y llamo a mi hermanito, contesta al tercer tono.

— ¿Algo más importante que hablar conmigo? – pregunto para fastidiarlo.

— Hay no perdoné usted su majestad, nada es más valioso que usted, sí le he faltado perdóneme se lo suplico. —dice siguiendo el juego.

— Ya están los planos, supongo ya los viste, cómo sabes tú, quedas a cargo mientras regreso, quiero todo perfecto y sin errores... Mientras más rápido terminen mejor, para el año que viene o antes hay que tener todo listo. —le exijo de forma demandante.

— Está bien capitana, solo relájate. —me pide.

— Bueno, te dejo, te quiero cuídate. —le digo en forma de despedida.

— ¡Ay que linda se puso sentimental otra vez! —se burla de mí como siempre.

— Lo dice el que lee cuentos infantiles. —le devuelvo su burla.

— Sabes, tengo mucho que hacer, no como otros, así que adiós. —y sin más me cuelga.

Sigo trabajando unas horas hasta que es hora de cenar para la cual bajo y están todos, solo que agarro mi comida para subir nuevamente a mi habitación, pero Filarion me detiene.

— ¿Podemos hablar? —pregunta con interés y un poco ansioso, a lo cual yo solo asiento.

— ¿Te parece si vamos a la terraza? —le digo con interés de saber que quiere.

Así que solo subimos en silencio hasta que nos recibe una cálida brisa de verano, me siento en uno de los sillones y él a mi lado, yo solo me limito a comer y esperar que él hable.

— Bueno... Yo... uf... Quiero pedirte disculpas, te juzgué mal, lo de esta tarde me ayudó a entender que no puedo juzgar a nadie sin saber quién es y la verdad, ninguno de nosotros te conoce, creo que ni Luke je, je, je... bueno yo... yo no... Esto es más complicado de lo que pensé, pero... Lamento lo de la apuesta estuvo muy, muy mal, no eres un objeto... Tú eres una gran mujer y no mereces que imbéciles como nosotros te traten mal. A y ya me enteré de lo que estás haciendo de tu plan, me gusta, me gusta mucho, quiero ser parte de él, ¿así que dónde me apunto? —me dice y pregunta con verdadero interés.

Le explico todo detalladamente haciendo que se interese.

— Bueno, y ¿Qué dices? —pregunto levantándome con ánimo.

— Cuenta conmigo para hacerlo y me gustaría aplicarlo en mi reino, los elfos necesitamos algunas mejoras, quizás no tantas, pero igual. —me dice totalmente decidido.

— Bueno, socios. —le extiendo mi mano junto con una gran sonrisa.

— Socios y quizás si me dejas ¿amigos? —me dice extendiendo la mano de igual manera.

Lo pienso un poco — Bueno... Amigos, solo que si me mientes otra vez conocerás mi ira y ya vez de lo que soy capaz de hacer. —le digo de forma amena.

A lo cual él me abraza tomándome por sorpresa, pero luego de un rato le correspondo.

— ¿Interrumpo? – pregunta un ¿molesto? Darick.