Así hacemos nos fuimos las tres como mejores amigas por tres días donde solo contesto Merialeth el teléfono a Volko diciendo que decíamos estar bien y a nuestros padres exactamente, fuimos de compras, al cine, al spa en fin tantas cosas que de verdad me olvide de todo y cada uno de nuestros problemas, ahora nos encontramos de regreso, voy sola cada una va con su guarda espaldas, la idea es llegar y arreglarnos para después vernos en mi palacio para el evento donde también están invitados todos los habitantes del pueblo Lasare, ya que en realidad el evento es para ellos.

- Alteza sus padres estaban preocupados. –me dice Sergrey un hombre fornido de como 30 años creo, cabello negro ojos negros piel trigueña.

- Ya te dije que no me digieras alteza, solo Mei. -Lo miro a través del retrovisor logrando chocar nuestras miradas– Y mis padres ya saben dónde estaba así que no te preocupes.

- ¿Por qué se fue así?

- Necesitaba un respiro y se dio la oportunidad. -le digo sin mirarlo, pero siento su mirada en mí- ¿Cómo estuvo el cumpleaños? ¿La traes hoy? –pregunto con interés

- He no pensé en traerla, estoy trabajando y sobre su cumpleaños estuvo muy bien se divirtió mucho. –me dice mirando la carretera todavía falta como media hora de vieje, además dos camionetas nos sigues con más seguridad.

- Me gustaría conocerla, tráela le pondré una de las niñeras para ella. –le propongo, pero hace una mueca.

- No creo que está bien visto, además eso es abuso de confianza. –me mira de tanto en tanto yo blanqueo los ojos.

- ¿Abuso de confianza? Lo dice el que me beso. –trato de tocar el tema, pero noto como se tensa e incómoda.

¡Que sutil eh!

- Sobre eso de verdad discúlpeme, le juro que no volverá a pasar. –me mira fijamente, por mi parte solo sonrió.

- No me molesto solo me sorprendió, no me di cuenta que te gustara, y no, no significa que sea alegre solo que tampoco voy hacer un revuelo por un beso, eres de mi entera confianza, después de la muerte de Hankis no había tenido en quien confiar y tú te has encargado de llenar ese lugar a pulso.

- Gracias y si me gustas, pero se cuál es mi lugar y papel. –asiento dándole a entender que comprendo.

- Llévala y por vestimenta no te preocupes hay vestidos que nunca use y son de niña les daré unos y por su madre también está invitada. –el asiente, yo me muevo hasta el frente del auto y enciendo el estéreo empezando a sonar "cuando nadie ve" de Morat.

Poco a poco nos acercamos al palacio, hasta que por fin llegamos dejando a la vista a mi familia esperando a las afueras por mi llegada, después de una calurosa bienvenida me preparo para la noche.

Escucho como mi teléfono suena y veo que es Darick el que llama decido ignorarlo otra vez, lo dejare sufrir otro poco, ese es el plan con las chicas hacer que sufran un poco ¿Qué por qué? Porque queremos siempre estamos cuando ellos quieren y ahora resulta que les estorbamos y quieren estar "solo amigos" bueno que lo estén.

Luego de un rato llegan las chicas, por mi parte me doy una ducha larga, me coloco crema en mi cuerpo y con ayuda de ellas me maquillo y peino, luego les digo que se vallan y me dejen sola para vestirme, pasa un rato y las llamo encontrándonos todas listas están listas, Dally lleva un vestido rojo de infarto haciendo que se le vea su pequeña barriguita mientras Merialeth lleva uno de color nude resaltando su bella figura con razón trae a mi hermano babeando.

Por mi lado me coloco un vestido azul rey ajustado hasta la cintura tipo corset, con pedrería arriba decorando mi piel, junto con una apertura en mi pierna derecha, una vez lista tomo mi teléfono y me tomo una foto se la mando a Darick que enseguida la ve.

Amor

Te perdono que te fueras así, solo si me dejas quitártelo.

Lo dejo en visto y me rio de él, al salir veo que Sergrey estaba por tocar mi puerta, pero como le gane solo me mira de arriba abajo dejándolo sin palabras.

- ¿Sí?

- Su padre me mando por usted. –me dice saliendo de su asombro solo asiento, pasando por su lado.

- ¿Ya están listas tu hija y su madre? –le pregunto deteniéndome a mitad de camino girando hacia atrás pues allí venia.

- Si, de hecho, ya están abajo.

- Ok, por favor mañana me gustaría ir al cementerio. –le hago saber.

- Como ordene.

Sin tanta demora termino de bajar al salón llevándome la mirada de todos subiéndome más el ego, pero no estoy tranquila sé que está aquí lo intuyo, siempre está escondido esperando atacar en cualquier momento, poco a poco se va llenando el lugar veo como empiezan a llegar los Reyes tan elegantes como siempre, detrás de ellos sus hijos y hay esta Darick que solo verlo hace que quiera correr a donde está pero me contengo ya que esa no es la idea, la idea es darse a extrañar por eso Dally y Merialeth están aquí conmigo mirando como ellos tres nos miran cosa que nos hace sonreír.

Pov Darick

- Se están burlando de nosotros, tienen el descaro de desaparecer por 3 días sin decir nada, es que va a ver, va a ver. –Habla Oceanidouss a mi lado, está indignado.

- A las niñas que se portan mal les sale castigo, así decía mi padre cada vez que Mei hacia una de las suyas, creo que esto aplica. –Habla Volkodlak tomando de su copa sin dejar de mirar a Merialeth.

- Si aplica, de hecho, ya tengo algo en mente. –les digo ambos.

- ¿Qué es? –pregunta con interés Oceanidouss.

- Esperare a que esto acabe luego me la llevare, pero para eso nos cubriremos entre todos. –los miro atrayendo toda su atención.

- ¿Qué hay que hacer? –pregunta Volkodlak.

- Bueno seguro seguirán con su rebeldía repentina nosotros nos aprovecharemos de eso, seguro Merialeth y Mei pedirán permiso para quedarse las tres juntas. –las miramos de reojo- Hay es donde aparecemos nosotros cada uno se lleva a su chica y le enseña modales. –les explico, la verdad es que desde que me mandó esa foto no aguanto las ganas de estar con ella, pero no la niña mimada me ignora, no me contesta y de paso me provoca, ya vera lo que le espera.

- Me parece de todas maneras no llegaran a sus casas si no hasta mañana al mediodía. –Aporta Oceanidouss.

Pov Mei

La fiesta está en su mejor auge, todos están felices y la hija de Sergrey es realmente hermosa, es una pequeña rubia de ojos negros como sus padres realmente se ven como una familia hermosa ¿Quién sabe porque no estarán juntos? Porque de paso es ex es hermosa es de ojos claros y rubia como yo.

- ¿Cómo te llamas hermosa? –me agacho a su altura, le dije a Sergrey que las trajera quería conocerlas, tenía curiosidad.

¡Chisme más bien, metiche!

Hay no empieces.

- Anna. –me dice tímida ocultándose entre las piernas de su padre.

- Que bonito nombre Anna, yo me llamo Mei ¿quieres que seamos amigas? -mira a sus padres los cuales asienten dándole pie para que ella acepte colocándome muy feliz.

- Que bien, bueno ahora podemos jugar al té. -le hablo logrando que salga de su escondite, noto como mis padres y Darick me miran hablando con ella.

- A mí me gusta el té, pero a esta hora no se puede, tendrá que ser mañana.

- Si es cierto Anna, pero mañana no puedo que tal ¿pasado mañana? –le propongo y ella mira a su madre la cual asiente, justo cuando mis hermanas llegan.

- ¿Cómo te llamas? -le pregunta Ondina.

- Anna y ¿tu?

- Ondina, ven a jugar con nosotras los adultos son aburridos. -Ella mira a su madre, pero esta se ve indecisa, yo le tomo la mano atrevidamente.

- Puedes estar tranquila aquí cada una de las princesas tiene a 6 hombres de seguridad es decir estará con 18 hombres cuidándola. –ella se relaja y le da permiso.

- Gracias no quise molestar ni incomodar. –se ve apenada.

- No tranquila está bien, supongo que si fuera madre sería igual o peor. –nos reímos por mis comentarios– pero dime ¿Qué te ha parecido todo?

- Muy hermoso, realmente el palacio es mucho más grande por dentro que por fuera y eso ya es decir mucho. –reímos.

- Mis padres y sus gustos muy convencionales. –en eso llega mi hermano saludando e interrumpiendo.

- Hermana ya es hora. –me recuerda de la presentación del proyecto.

- Si, si nos disculpan. –y sin más nos retiramos posicionándonos en la tarima llamando la atención de todos menos de los niños que están en otro salón jugando bajo supervisión estricta de niñeras y guardias reales por seguridad.

- "Sean todos bienvenidos al Palacio Woodenclaw dónde está noche se les abre las puertas para celebrar un nuevo comienzo, una nueva era, dónde todos sus sueños son posibles, dónde lo que puedas imaginar lo puedes alcanzar si te lo propones". Esas palabras las dice mi hermano, yo intervengo como lo planeado.

- "Gracias a nuestros arquitectos e ingenieros, maestros de obras y demás obreros, se pudo remodelas ciertas cosas que no estaban bien. -detrás de mí en una pantalla grande se muestras imágenes de antes y después de las edificaciones arregladas- De ahora en más la meta es mejorar y seguir puliendo cada pequeño detalle, ahora las universidades tienen más carreras y no solo eso carreras gratuitas dónde cada uno de ustedes sin importar la edad puedes acceder a ellas". –le sedo a mi hermano el turno

- "Si y las clínicas mejorar su atención sin tanta demora, los barrios bajos ahora ya están pavimentados y sus casas son totalmente seguras y estables, las escuelas tienen mayor seguridad y acondicionamiento para sus hijos, sin dejar de lado las iglesias ni los orfanatos"

- "Cada proyecto fue pensado en mejorar la calidad de vida de todos, ya que un Reino no es sin su pueblo y un pueblo no es sin su Reino, ambos nos necesitamos y al cubrir necesidades básicas estamos asegurando estabilidad una que todos necesitamos"

- "Por ahora este mismo proyecto se adaptará en los Reinos vecinos logrando así una armonía entre todos, una hermandad necesaria"

- "Es por eso que también ahora el consejo Real estará conformado por nuestros padres, ellos se encargarán de revisar cada ley minuciosamente y no se preocupen solo se harán los arreglos necesarios nada más, cada mes se reunirán para escucharlos a ustedes, pero es esas reuniones nosotros los Herederos seremos los que estaremos al frente liderando todo, es nuestra era, es su legado"

- "No los defraudaremos en ningún momento, gracias por asistir" –termina mi hermano llevándose los aplausos de todos, están contentos, están esperanzados es lo que quería que confíen que a pesar de ser mujer seré su mejor gobernante.

Siguen pasando las horas donde muchos nos felicitan, yo me escabullo hasta le jardín trasero justo donde me escondí la última vez solo que ahora si me percato de la presencia de alguien y decido jugar con él como en todos estos días.

- ¿Me buscabas? –aparezco detrás del tapando sus ojos.

- Traviesa, no solo te desapareces sin decir nada, sino que también me ignoras. –me atrae a él agarrándome de la cintura logrando robarme el aliento y que mis piernas se debiliten.

- Tu querías tiempo con tus amigos, yo solo te lo di. –me excuso mientras juego con su perfecto traje negro.

- Hay Mei ¿Qué hago contigo? me tienes loco. –me pregunta tomándome de la barbilla, logrando que muerda mis labios.

- Todo lo que tú quieras. –Y con eso me abalanzo sobre sus labios desesperada por su cercanía el no demora en seguirme el juego, tocándome sin reparo– Te extrañe mucho.

- Yo igual nena, no tienes idea de lo que es estar sin ti, me muero sin ti. –me besa de igual manera pegándome a una de las paredes del pequeño jardín oculto.

Sube su mano por mi pierna levantando el vestido tocándome justo donde quería haciéndome gemir, bajando por mi cuello dejando pequeñas mordidas.

- No me dejes marcas, nos matan si se enteran, todos piensan que estoy en mi habitación.

- Esto será rápido. –me acerca a él haciéndome sentir su erección haciéndome jadear.

- Darick... mmm –introduce uno de sus dedos en mi esparciendo toda mi humedad bajando a mis pechos mordiendo mis pezones sin piedad para arremeter contra mi sexo con fuerza.

- Exquisita. –dice luego de sacar sus dedos de mí y chuparlos, logrando que me excite más como si fuera posible, pero antes de poder besarlo se aleja.

- ¿Qué? –mi voz sale carrasposa y si aliento.

- ¿Enserio crees que tus actos no tienen consecuencias Mei? –me dice sonriendo de medio lado retrocediendo hasta el otro extremo de donde estoy.

- ¿Así que esa es tu idea? –el asiente metiendo sus manos en los bolsillos- ¿Qué crees? Yo puedo sola. –intento subir mi vestido, pero se me acerca con su super velocidad impidiéndome el movimiento.

- Ni creas. -me advierte.

- ¿O si no qué? –lo reto como siempre.

- Maldita sea Mei. –Sin previo aviso me empuja de regreso contra la pared dándome la vuelta alejándose un momento, pero cuando me quiero voltear solo siento como me sube nuevamente el vestido haciendo a un lado mi panti para meterse entre mis piernas de un solo golpe logrando gemir alto agradeciendo estar lejos de todos.

Arremete contra mí con fuerza, solo que entre mis fluidos resbala con facilidad dando más placer que dolor.

- Si crees que con esto estas perdonada estas muy equivocada. –Busca mi clítoris para estimularlo haciéndome gemir más alto, recuesto mi cabeza en su pecho y el aprovecha para besarme y morder mis labios ahogando cada una de mis gemidos.

- Mierda Darick... yo no aguanto más.

- Vamos nena dámelo todo. –sin reparo me vengo en su mano y sobre su miembro mismo que siento expulsar todo dentro de mí.

Se separa me mi ajustándose su perfecto traje, me voltea y se agacha pasando su pañuelo entre mis piernas para limpiarme tratando de no dejar evidencias de nuestro pequeño arrebato, me agarra de la cintura y me besa apasionadamente.

- Ni creas que te vas a salir con la tuya, esto solo es el comienzo. –me muerde el labio, pero soy más rápida y lo volteo contra la pared.

- Tú no creas tener el control porque sinceramente ninguno de los dos lo tiene solo lo compartimos. -Lo beso- Solo admite que sin mí no vives.

- Lo hago o ¿porque crees que estoy aquí? Solo mírame me muero por ti eres mi todo. –me hace sonreír y lo beso nuevamente.

- Tu también eres mi todo, te amo Darick quiero todo contigo. –trato de decirle con esa sola frase lo que deseo.

- Yo también mi pequeña mimada, por eso quiero que nos vallamos a Europa.

- Y lo haremos solo déjame resolver lo de México y seré completamente tuya por 3 meses.

- No, ya eres completamente mía.

Nos regresamos del jardín a la fiesta donde algunos están ya retirándose pues pasa de las 2 de la mañana y la mayoría de los niños están dormidos, pero colocados en camas estratégicas que hice colocar para justo este caso.

Como estaba previsto las chicas y yo nos vamos a una pijamada, solo que a mitad de camino cada una es raptada por su pareja, nos esperaron a mitad del camino los tres haciendo detener el auto donde íbamos, sacando a Dally y a Merialeth.

- Esto es para que aprendan modales niñas. –habla Volko llevándose a Merialeth en el hombro, mientras Dally es cargada como princesas por Oss, dejándome a mí con Sergrey en el auto sorprendida, veo cómo se las llevan en sus autos mientras Darick se sube a donde estoy claro no sin antes tratar de pelea como siempre.

- Ni se te ocurra hacer drama o será peor. –yo solo me quedo en shock mientras le ordena a Sergrey que maneje a uno de los portales.

- ¿A dónde me llevas?

- Calla, oficialmente te secuestro hasta mañana. –noto como sonríe de medio lado.

- No pueden hacer eso, Sergrey ni se te ocurra moverte. –me hace caso.

- Lo lamento, solo obedezco ordenes de ella. –agradezco sus palabras, pero de nada sirve ya que se baja y da órdenes a sus hombres de que preparen otro auto.

- Deja el drama niña mimada o te ira peor. –Sergrey está molesto ni hablar de mí.

- Eres un idiota. -empiezo a golpearlo con mis manos apenas sube al auto tratando de bajarme, pero es un vano ya que me sujeta de ambas manos cargándome hasta el otro auto donde quedamos solos.

- Compórtate o te va mal. –intento golpearlo nuevamente, pero solo cierra con seguro y sale para darle órdenes a Sergrey.

- Sergrey nos dejas y te vas asegurando que están bien, pasas por nosotros mañana a las 10 en la frontera. -solo dice ok, no sin mirarme asegurándose que este bien.

- Esta bien vete. –le informo para que se valla tranquilo, pero solo está molesto.

Quiero quejarme apenas quedamos solos y se sube al auto, pero en cambio solo me amarra las manos con una soga que guarda en el auto, conduce hasta llegar a unos de los portales donde nos lleva al mar.

- Estas loco, suéltame me voy a molestar enserio Darick yo no soy ninguna prisionera. –me ignora llevándome a una habitación donde me quita las joyas del vestido y me suelta el cabello para proceder a amarrar mis manos a la cabecera de la cama, me quita los zapatos, intento patearlo cosa que es en vano me sostiene fuerte de los talones.

Intento hablar con este imbécil, pero tapo mi boca imposibilitando mi hablar logrando solo balbuceos de mi parte.

- Si sigues así te amarro de los pies. -me advierte, pero solo se gana una mala mirada de mi parte.

Veo como empieza a quitarse la ropa quedando solo en bóxer logrando excitarme no sé cómo, pero lo hace aparto mi mirada molesta por lo que hace no solo me secuestra, sino que también me amarra y lo peor es que me excita.

El empieza a subir mi vestido repartiendo besos en mis piernas hasta mi sexo donde muerde mi clítoris fuertemente haciéndome gritar y retorcer del placer solo que el trapo apaga el sonido.

- Te voy hacer rogar porque pare, así como tú me hiciste rogar por atención. –me dice empezando a quitarme el vestido dejándome desnuda.

Empieza lentamente lamiendo mi sexo succionando y mordiendo dejándome al borde del placer retirándose de mí, lo miro y solo ríe.

- Te dije que te voy hace rogar.

Y tuvo razón solo juega conmigo, mete sus dedos dentro de mí de a ratos dejándome en el borde del placer pidiendo más, no sé cuánto tiempo llevamos así pero ya no lo soporto lo quiero dentro de mí, lo miro suplicante lo que hace que se acerque y me quite el trapo de la boca.

- ¿Quieres decir algo querida? –lo fulmino con la mirada tratando de regular mi respiración.

- Ya para... por favor. –digo entre jadeos– te necesito, ya basta... lo siento.

- ¿Lo vas a volver hacer? –niego, pero mi risa me delata– Mentirosa ¿sabes lo que se les hace a las mentirosas?

- No.

- Se les corrige. –sin previo aviso me voltea y me nalguea una y otra vez dejando un ardor delicioso.

- Ya por favor te quiero aquí. –le suplico nuevamente.

- Aquí estoy nena, se mas especifica necesito escucharte. –me muerde.

- Adentro... te quiero adentro, ya no lo soporto...por favor. –Entra de un solo golpe haciendo que me estremezca, tiemblo sin parar, él me sostiene de las caderas mientras arremete contra mí con fuerza, se estira y me suelta las manos, me agarra del cuello y me besa rudamente.

- La próxima vez que te quieras ir por que sí, o porque no, o me mandes fotos provocadoras, ya sabes lo que te espera. –me muerde el lóbulo de mi oreja y con la otra mano presiona mis pezones haciéndome gritar.

Sin tantas demoras nos venimos fuertemente cayendo sobre el colchón no dejo de temblar por lo fuerte que fue todo esto para mí.

- ¿Estas bien amor? –me pregunta corriendo mi cabello de la cara con mi respiración a mil.

- Si...solo... necesito...descanso. –le digo apenas audible sintiendo como me pesan los parpados por el cansancio el me acomoda mejor me coloca sabanas sobre mi cuerpo y me abraza.

- Duerme amor, mañana es un nuevo día.

Pov Volkodlak

La verdad no sé dónde llevarla sin contar que esta super molesta tanto que me toco ponerla en la parte de atrás y no ha parado de golpearme, detengo el auto de golpe haciendo que se golpee contra el asiento y revote cayendo sentada sobre el mismo, reprimo una carcajada para no molestarla más.

- Eres un animal. –me grita ya quieta, al fin.

- Ya basta Merialeth déjame conducir tranquilo, te voy a llevar a un lugar bonito. –le digo tratando de guardar la compostura.

- Yo no quiero ir, te ordeno que me lleves de vuelta. -Ahora si me rio mientras niego.

- Definitivamente entre mis hermanas y tú no sé quién es más caprichosa.

- Si quieres te puedo enseñar quien es más peligrosa. –sin previo aviso se me lanza para pegarme en el pecho, no sé ni como, pero termina sentada sobre mi golpeándome sin parar, les sostengo ambas manos deteniéndola.

- Ya para mujer, vas hacer que causemos un accidente. –miento esta vía está abandonada solo quiero que se detenga para que no note mi erección.

Mierda

- Accidente es tu cara idiota de pacotilla. –Se sigue moviendo hasta que siente el bulto entre mis piernas, quedándose quieta con los ojos abiertos notablemente sorprendida, su respiración no me ayuda y menos que tenga los labios entre abiertos.

La tomo de la nuca y la acerco a mi besándola con frenesí, recorro su cuerpo con mis manos disfrutado de su cercanía, nunca habíamos llegado tan lejos, si la otra vez estaba en mi habitación dormida pero solo fue eso se quedó dormida esperando por mí, lo noche anterior su hermano pequeño estuvo enfermo y ayudo a sus padres, con pesar la alejo de mí.

- Es mejor que te sientes allá. –le señalo el puesto de copiloto, pero me sorprende cuando me besa nuevamente colocando mis manos en sus piernas subiéndolas y bajándolas, al final las abandono para empezar a quitar mi saco.

- Espera, espera aquí no. –ella asiente y se sienta a mi lado noto como sus mejillas están rojas no sé si por pena, excitación o ambas.

Manejo rápidamente y la llevo a un portal donde llegamos a una de mis casas en Miami con vista al mar, bajo y le abro la puerta recostándola sobre el carro besándola sin reparo.

La cargo y la llevo adentro dentro se queda mirando todo con admiración y la bajo.

- ¿Es tuya?

- Si, pero también puede ser tuya. –le beso el hombro agarrándola de la cintura.

- Supongo que si me caso contigo.

- Si y no, si te casas conmigo no solo tendrás esta casa. – la tiento quiero saber que quiere, por más que sea las mujeres son algo interesadas y misteriosas, dicen amarte y luego te usan y si hablo por la herida.

- Pero yo solo quiero tu corazón, que me ames solo a mí. –me dice y no le creo mucho, pero se voltea besándome, la alejo.

- No creo que sea prudente seguir así, no estamos casados. -le advierto no quiero que se arrepienta después solo por estar en calentura.

- Entiendo, lo siento no quise incomodarte. –se ve apenada y me siento un imbécil por eso, pero es que no sé cómo actual, veo que se aleja y se sienta en un sillón donde se quita los zapatos y sube sus piernas abrazándose a sí misma.

Mierda.

- ¿Quieres algo? –niega mirando a través del cristal, observa el mar.

- Es hermoso –voltea a verme- el mar, entiendo porque te gusta es tranquilo transmite paz.

- Si la que muchas veces no se tiene. –me sincero.

- Tu presentación estuvo increíble ¿realmente quieren todo eso? –pregunta con cierto brillo en sus ojos.

- Si esa es la idea. –Nos quedamos en silencio un buen rato ella solo mira el mar y yo la miro a ella.

Si es mi novia y me gusta mucho, la quiero más de lo que me gustaría admitir solo que mis traumas pasados no ayudan, soy consciente de que la lastimo a veces y no quiero, pero tampoco puedo evitarlo lo peor es que no dice nada solo se queda callada, nunca me cuestiona, siempre es dócil, cariñosa y me encanta.

- ¿Por qué siempre eres así? –me mira.

- Lo siento. –me acerco hasta donde esta y me arrodillo a su lado intento tocarla, pero me aparta levantándose dejándome arrodillado.

- ¿Sabes? Al principio pensé que si me esforzaba en darte amor ibas a dejar de ser tan tosco, hasta pensé que era mi culpa, pero cuando me llevaste a tú habitación y vi su foto comprendí que solo la vez a ella a través de mí, que yo pago por lo que sea que te hiciera -noto como empieza a llorar- realmente no se ¿qué me duele más sí que seas un egoísta y no te des cuenta de lo que haces o que yo esté dispuesta a seguir? Tú y yo -niega- yo te quiero, pero me quiero más a mí y el hecho de que me traigas hasta aquí y me trates así –nos señala ambos- es el colmo... maldita sea Volkodlak me rechazaste. –termina gritándome

- No quiero lastimarte, no quiero que mañana te arrepientas.

- ¿Lastimarme? ¿arrepentirme? De lo único que me arrepiento es en confiar en ti eres un idiota –me grita limpiándose las lágrimas

- Meri...yo. –ni siquiera sé que decirle.

- ¡¡Di algo!! –se me acerca y me toma de la cara -por favor – no digo nada -ella se aleja decepcionada

- Está bien, se acabó mañana llévame a casa. –me dice totalmente fría.

- ¿Qué significa se acabó? –le pregunto con incertidumbre y miedo a su respuesta.

- Pues ¿tú qué crees? –sin más se va, noto como sube las escaleras, pero voy detrás de ella.

- No espera, no puedes terminar conmigo. –ella se detiene en la primera puerta que ve y se gira lentamente hacia mí.

- ¿Qué no puedo qué? Si puedo, ya lo hice. –esta furiosa, abre de golpe la puerta y entra a la que es mi habitación, intenta cerrar, pero no la dejo.

- Yo no quiero que esto termine yo te quiero solo que no sé cómo demostrártelo, si soy un bruto, un idiota y todo lo que quieras, pero...

- Pero ¿¡qué!? yo no soy ella, tú quieres que pague por lo que sea que te allá hecho. -me grita empujando la puerta, pero como soy hombre tengo más fuerza y logro abrir la puerta.

- Me importas, sé que no lo demuestro seguido, pero es cierto. –trato de agarrarla, pero me esquiva.

- No, se acabó, por favor vete. –aparta la mirada para no verme, me acerco abrazarla me sorprende que no se rehúse.

- Lo siento. –le digo tomando su barbilla mientras veo que llora, me parte el alma verla así por mi culpa– Pero tienes razón yo te quiero por eso no quiero seguir lastimándote, perdóname.

Sin más la suelto para irme de la habitación, pero me detiene apenas me volteo.

- Quédate.

- Eso no está bien. –me besa desprevenidamente la recibo gustosamente, poco a poco la llevo a la cama donde nos dejamos perder en la pasión, la ropa es remplazada por carisias, los besos son nuestros abrazos, nuestras miradas y nuestras palabras, nos fundimos en uno solo donde ya no es pasión si no amor, poco a poco solo somo dos amantes demostrándonos que a pesar de todo nos amamos.

Cuando despierto en la mañana me encuentro solo en la cama con una nota;

"Te amo, pero eso ya lo sabes anoche solo te lo confirme cuando me entregue a ti y no, no me arrepiento jamás podría, pero de igual manera adiós, porque si te amo, pero también me amo más a mí y en esta relación no somos dos sino tres"

Y de esta manera pierdo a la persona que quiero y me importa, por idiota.

-----------------------------------------------------------------

Vestido de Dally 

Vestido de Merialeth 

Vestido Mei

Así es Anna y así estaba vestida con todo y corona.