Capítulo 24***
— No hay nada que explicar mami, eso son golpes de entrenamiento. —le digo a mi madre tratando de explicar lo obvio.
— Aja, ya —nos mira a los dos— entrenamiento, una muy mala excusa, de las peores que me has dado Mei.
— ¡Estuvimos juntos! —le confiesa Darick ganándose que lo mire con odio— Yo la amo, ella me ama y las cosas se dieron, pero créame cuando le digo que no pienso defraudar nunca a su hija, es lo más importante que tengo.
— Espero que sepan lo que hacen, pero que quede claro que solo le acabas de apretar la soga que tiene en el cuello. —nos mira neutral, da miedo cuando está así— Vamos salgan.
Hacemos lo que nos dice, nos dirigimos a la salida donde nos espera Lupu con una mochila.
— ¿Nos vamos? Hoy me toca ir. —me recuerda de verdad, lo había olvidado, solo asiento agarrando camino para la oficina, al llegar bajamos.
Una vez ya adentro Lupu sale corriendo a mi habitación, por mi parte solo me quedo en la alberca viendo como Ciro nada.
— ¿Qué disfrutando de la vista? Ya sé qué estoy sexy, pero ¿no tienes novio? —me dice mientras se toca el cabello poniendo una pose sexy, haciéndome reír— Claro que si quieres con mucho gusto somos amantes.
— Ja, ja, ja, estás loco. —le lanzó más agua en la cara, pero nada rápido a donde estoy y me mete a la alberca, haciendo que no pare de reír.
— ¡¡Yo también quiero!! —Lupu se lanza a la piscina con nosotros y empezamos una guerra de agua donde aquí es todo contra todos, al poco tiempo se nos une Darick, mi primo Luke y Filarion. Al pasar las horas cada uno va saliendo por comida y en mi caso ya tengo mucho frío, subo con mi hermanito a ducharnos y cambiarnos.
— No, yo me quiero bañar con Darick. —me dice Lupu deteniéndonos en el pasillo, pues todos andamos en las mismas, bañarnos para ir a comer.
— Si él quiere, yo no tengo problema peque. —a lo que Darick lo llama y sale corriendo hasta él, por mi parte me meto a mi cuarto a ducharme y quitarme el cloro de piscina, al terminar me coloco un conjunto marrón claro de mangas largas y falda larga con abertura en la pierna derecha, tacones del mismo color y mi cabello suelto en ondas
Ahora se encuentra de color lila, estoy preocupará o como cambia de color según mis emociones, no ayuda, "acabas de apretar la soga que tiene en el cuello" me toco el cuello por inercia, mi madre tiene razón si alguien más se da cuenta quien sabe qué ordene el consejo para mí como castigo ellos son muy arraigados a sus normas y reglas.
Por otro lado, está el tema de Filarion ¿siento algo por él? Y si es así, ¿Qué siento? Sea lo que sea, tengo que pensar muy bien y hablar con él y sin mencionar que ahora Darick confía en mí, aunque siendo justos después de lo que ha pasado entre los dos, es lo mínimo que le debo, tocan la puerta y rápidamente oculto mis emociones, por lo tanto, vuelve a negro, aunque mi tono natural es rubio.
— Vamos a ver pelis. —asiento encaminándome a la sala de cine dónde empezamos con un maratón de Madagascar, ya cuando terminamos dejo a mi hermano en la sala de juegos para irme a mi escritorio adelantar trabajo.
Llevo tres horas sentada llamando coordinando los últimos arreglos de las inauguraciones de los hospitales nuevos que ya están terminados, solo falta el conjunto residencial donde se harán nuevas casas y algunas reparaciones de las que ya están en pie.
— Bueno, quedando así, señores, déjenme felicitarlos todo marcha de maravilla y en tiempo récord. —les digo al equipo de ingenieros y arquitectos por videollamada
— No se preocupe alteza, es un verdadero gusto trabajar con usted. —sin más se da terminada la reunión, me levanto de mi asiento estirándome.
— Al parecer necesitas relajarte. —me sorprende Filarion desde la entrada— lo siento, no quise asustarte.
— No está bien, y si necesito un poco de relajación. —se hace un silencio incómodo entre ambos.
— Podemos subir a tomar aire, ¿si quieres? —me iba a negar, pero pensándolo mejor es idóneo para hablar.
— Sí. —justo subimos y nos quedamos, sentamos admirando el atardecer mientras la brisa pasa entre ambos, dándome esa tranquilidad que justo ahora anhelaba tanto.
— Quiero que sepas que lo que dije ayer es en serio. —empieza él.
— Lo sé, lo vi en tu mirada. —sigo sin mirarlo, solo tengo los ojos cerrados con la cabeza recostada— solo que de verdad me tomó por sorpresa, no esperaba que después de todo tú quisieras seguir.
— Ni yo, pero aquí estoy, esperando por ti. —abro los ojos y me volteó encontrándome con su mirada sobre mí.
— No lo hagas. —las palabras salen más rápido de lo que creí. — Yo tengo problemas con Darick, pero al final del día siempre es el mismo resultado... yo lo amo, y si te bese, aunque no sé muy bien por qué.
— Yo sí sé, tú me quieres. —me agarra de ambas manos.
— Si es cierto, yo te quiero, pero no como tú quieres que te quiera, yo te veo como la persona que me apoya, uno de mis amigos, pero no te amo, lo intente y no funciono. —me sincero— durante nuestro compromiso intente amarte, pero solo logre quererte por ser un gran hombre, príncipe e hijo, pero no pude amarte, es más grande qué yo Fil no espero qué me perdones, ni siquiera que me entiendas solo quiero que sepas que no se puede, por favor ama a otra persona que si te ame.
— Yo tampoco espero que entiendas, pero yo sé que él la va a regar contigo y hay voy a estar yo esperando cuidadosamente por ti. —no sé cómo tomar sus palabras.
— No, no hagas eso, no pierdas tu tiempo conmigo pudiendo encontrar a alguien más. —suelto nuestras manos— perdóname por ese beso, fue un error, que no cometeré otra vez.
Sin más nada que decir, me levanto dispuesta a cerrar esa página, fui sincera y siento un peso menos sobre mí, aunque es cierto que lo quiero no es suficiente para llegar a amarlo, lo estuve pensando antes y por más vueltas que le di simplemente no me veo a su lado formando una familia.
Si soy aún más sincera no quiero una familia por ahora no, lo único que me interesa es mantener la seguridad de los que tengo ahora, quitándome de encima a ese acosador anónimo, que en estos momentos debe de estar esperando en las sombras para su nuevo ataque.
Pov Acosador Anónimo
Día y noche, frío y calor, no importa como, pero siempre estoy tras ella, es lo que quiero, no me importa llevarme a todos por delante, solo la quiero a ella, no importa lo que tenga que hacer
¿Mi plan?
Es simple el mismo del ajedrez obtener la ganancia total y para eso necesito a mi reina que me supla en cada momento, por eso robe el oro y las armas, no porque me hiciera falta, no, solo quería probarla saber de lo que es capaz y no me equivoque es decidida, capaz, ruda y me encanta mira que hacer tratos con la mafia jajaja, está loca y yo quiero explotar todo ese poder.
Uno que quiero solo para mí y justo en estos momentos, como prometí, le deje disfrutar de la boda de su amiga dos menos, ahora me ocuparé de los hermanos, en especial ese niño que parece garrapata siempre con ella, igual que el imbécil de Darick, solo que con él la jugada es diferente haré que lo odie tanto como dice amarlo.
Ese amor será solo para mí y nadie más, cualquiera que se meta terminará tres metros bajo tierra.
— Esto no funciona, cada vez están más unidos, pasaron la noche juntos. —me informa mi secuaz.
— No me importa, luego de mover nuestras piezas, las noches las va a pasar conmigo. —le informo terminando mi copa de vino.
— ¡Pues a mí sí me importa no los quiero juntos! —me gritó, tiró la copa levantándome molesto.
— ¡Vuelves a gritarme y te reviento! —le apuntó a su cabeza sosteniendo de su cuello.
— Está bien cálmate, solo digo que seguro pasaron la noche juntos.
— Pues ya te dije que no me importa, que se revuelque con él si le da la gana, ella será mía quiera o no.
— Está bien. —lo suelto.
— Ahora lo importante, llévate esto, pronto serán luna llena y es cuando son más vulnerables, ya que se pueden convertir, lo que investigaste nos sirve, su alergia será su perdición. —le entregó un frasco con su contenido "mágico"
Pov Darick
Veo como Mei baja de las escaleras, solo asiente y se va, supongo que es su manera de decir que, si me seguirá el juego de verdad, lo necesito, si me moleste por el beso, pero tiene razón, yo la orille a eso la deje sola cuando me necesito, no la justifico, pero tampoco la culpo.
Mara, por otro lado, está incontrolable, quiere hablar con el consejo y eso no me conviene, si lo hace me obligan a casarme con ella y no quiero, está ocultando algo tanto interés en dañarnos, sobre todo a ella, a mí Mei, ya me quedo claro que puede ser muy manipuladora si se lo propone, me engaño muy bien de verdad pensé que Mei la maltrato sin razón.
Lo cual me da más razón para aceptar que nunca estuve con ella, a mí me gusta tomar, no lo niego y esa vez tome mucho, lo último que recuerdo es llegar a la habitación borracho, pero solo, solo, al día siguiente estábamos hay desnudos, no recuerdo nada, ¿videos de seguridad? Nada, solo la palabra de ella.
Averiguando he descubierto su larga lista de amantes, sin contar que es muy mentirosa y escurridiza, hoy en la noche la cité en un restaurante, pienso jugar con ella, mostrarle ese Darick que no conoce, a mí no me mienten en mi puta cara y se salen sin más, por algo le puse seguridad para que me dé todos y cada uno de sus pasos.
— Darick ¿cuál es el plan de hoy? —me dice Lupu apenas entro en mi habitación, ese es otro que es escurridizo, pero con él no me molesta.
— Nada campeón, hoy solo quiero que cuides a tu hermana, ¿puedes? —siempre que viene hacemos planes para manipular a Mei y termine haciendo lo que los dos queremos, ella nos sigue el juego.
— Bueno, yo te aviso cualquier cosa, pero a cambio quiero algo. —definitivamente, esto saldrá caro, es un "poco" manipulador.
— Déjame adivinar dulces, videojuegos y pelis, ¿no? —pregunto fingiendo duda.
— No, esta vez no, es que vi a mi hermana triste y quiero hacerla feliz, ¿me llevas a comprarles flores y chocolates? Si voy con ella se dará cuenta y si voy con los guardaespaldas también ellos le dirán, quiero que sea sorpresa. —me agacho a su altura.
— Claro que sí, ella merece estar bien. —me siento culpable, está así en parte por mi culpa, no quiero meterla con lo del chantaje de Mara, conociéndola, es fijo que tomara represalias contra ella.
— ¿Tú sabes por qué está triste? —me pregunta afligido ¿Cómo se supone que le diga la verdad?
— Son cosas de adultos, pero entre los dos nos encargaremos de que no lo esté, ¿te parece?
— Sí, me parece, ¿sabes?, por eso la dejo estar contigo, creo que tú la harás muy feliz, ¿verdad?, ¿me prometes que siempre estarás con ella haciéndola feliz? —me mira de forma tan inocente.
— Claro que sí, te lo juro, la haré la mujer más feliz del mundo. —le digo de forma sincera, esos son mis planes acabar con las mentiras de Mara para dedicarme solo a quererla.
— Bueno, no me equivoque entonces. —me dice para tirarse en mi cama.
— ¿En qué no te equivocaste? —preguntó con real interés.
— En confiar en ti, espero no me defraudes porque estaré pequeño, pero prometo hacerte mucho daño, tengo contactos. —me mira entrecerrando los ojos para luego voltearse.
Nunca me habían amenazado en todos los años de mi vida, jamás nadie siquiera se atrevió a mirarme mal y llegan ellos y lo hacen, ella y su hermano son un caso perdido, salgo de mi habitación reprimiendo la risa que me provocan con sus cosas.
Al bajar las escaleras la veo, ahí leyendo como siempre sentada en el sillón que da hacia la alberca, se ve tan linda, tranquila y natural, no hay una parte de ella que no me guste, esos ojos morados que me hechizaron apenas los vi por primera vez.
Me quedo de último analizando las palabras del Rey Woodenclaw, realmente es difícil que acepten que una chica gobierne, esto es difícil, creo que busca alianzas, pero en sí nadie se las quiere dar, creo que apenas y mi padre y sinceramente no sé por qué realmente no debería.
Cuando me levanto veo que alguien está saliendo detrás de un muro, me sorprendo al ver una cosa pequeña y ¿rubia? Espera ¿es una niña?
— ¿Acaso no te han enseñado a no espiar niña? —le digo haciendo que jadee por la sorpresa, se me queda mirando sin poder decir nada, solo pienso en una cosa, molestarla por diversión, me encanta colocar a las personas nerviosas, seguro es hija de alguna empleada— Y de paso eres muda, bueno así no andarás de chismosa. —se gira rápidamente y dice.
— ¡Yo no soy chismosa! —bajo mi mirada realmente es pequeña, encontrándome con unos ojos morados, son exóticos, te invitan a perderte en un mar de aventuras sin fin, llamando al peligro, uno muy, muy incentivante, es realmente hermosa.
— Y... yo... yo solo me perdí. —dice totalmente nerviosa sin dejar de mirarme.
— Aja, porque no mejor vas a buscar alguna muñeca y dejas de husmear niñita, ve a buscar a tu madre, deja de molestar. —le digo para molestarla, se ve tan tierna, molesta, hace pucheros y sus ojos brillan, reprimo una risa cuando veo que se agarra el puente de su nariz, solo que escuchamos unos pasos y se esconde detrás de mí ¿y está qué?, dando la entrada a un guardia.
Hace una reverencia – disculpé su Alteza Real, estamos buscando a la princesa Mei ¿no la ha visto?
— ¡No sé quién es la princesa Mei! —digo sinceramente su padre nunca ha dejado verla, debe ser horrible, porque para qué esconder a alguien si no, ¿por qué otra razón sería?
— Bueno, es una niña de cinco años con ojos violeta y rubia. —me responde él tensándome, demonios, ¿es ella?
Sale detrás de mí ganando una mirada de asombro por parte de ambos.
—Bueno, me perdí y llegué hasta acá. —menciona de la forma más inocente posible.
— Alteza Real, por favor acompáñeme ¿si? su madre la necesita. —dice un poco nervioso, algo está mal creo, igualmente ella lo sigue, no si antes darle una última mirada, dejándome con mil preguntas
¿Por qué esconderla? ¿Será cierto que no la quieren?
Es imposible, se gana el cariño de alguien con tan solo verla, provoca abrazarla sin contar sus maravillosos ojos y su olor ¿Qué será? Igualmente, terminó de salir de la sala de juntas para ver a todos a las afueras del palacio Lasare, cuando vemos que sale su majestad con pequeña en brazos.
Aparte de pequeña, mimada.
— ¡Papá! ¿Qué pasa? —le pregunta mirándonos a todos.
— Ellos te llevarán a un lugar. —le informa sin mirarla, dejándola en el suelo, se nota que está sufriendo por dejarla ir, después de todo el campamento no es sitio para una niña, es muy fuerte allá, lo sé hasta unos meses, fue sé, apenas salí.
— Princesa, acompáñenos. —dice uno de los guardias, pero solo mira a su padre que da la orden para que se la lleven.
En eso la agarran del brazo e intentar jalarla, pero usa su poder lanzándolo lejos con solo mover su mano, se acerca de regreso a su padre, pues, si alcanzaron a moverla unos metros, le agarra la cara con ambas manos nuevamente haciendo uso de su poder leyendo su mente creo, logrando el asombro de algunos.
—¿Sabes usar tus poderes? —le pregunta su padre, ella se aleja de él totalmente sorprendida, en eso su cabello cambia de color a negro, hay si me sorprende, considero que al final si podrá con todo.
— Hija, por favor no hagas esto más difícil, sube al auto. —lo mira por una última vez, suspira, girándose, abriendo sus hermosos ojos, lentamente alzando la mirada, camina hasta el auto donde ve su reflejo, ahora tiene el cabello castaño oscuro, se debe a la represión de sentimientos, ella misma abre la puerta del auto y sube.
Desde ese día no puedo sacarme su mirada de la cabeza, esas joyas que tiene por ojos me tienen perdido, su boca tan suave que con tan solo tocarla te sientes en el puto infierno, su olor que te hace delirar, su cabello tan sedoso y grueso que adorna su espalda más si está desnuda esa que me encanta besar y hacer que se erice de placer.
Sus piernas esas que me fascinan besar y hacer que se enreden en mi cadera en busca de más como tanto pide, tan solo de pensar en eso, siento como se me acumula la sangre en un solo lugar.
— Una foto te dura más. —me dice la muy pícara, sin apartar la mirada de su libro.
Por mi parte me acerco con mi super velocidad y la llevo al cuarto de lavado cerrando con llave.
— Sí, pero la quiero de ti desnuda. —sin darle tiempo a responder la beso reclamando esos labios gruesos que me encantan, pero me separa de ella.
— No podemos, están todos, incluido mi hermano, además estoy molesta contigo. —me empuja para que me separe de ella, solo que no cedo.
— Ya te dije nena que confíes en mí. —beso, su cuello para que olvide el tema, cosa que no logró porque vuelve a empujarme.
— ¡No es por eso! —me relaja saber que no es por eso— es por mis marcas —me golpea suavemente el hombro— mi madre se dio cuenta, ya me escribió que quiere hablar conmigo ¿Qué se supone que le diga? Además, tú ya le dijiste. —hace pucheros cruzando sus brazos.
— ¿Te he dicho lo mucho que me encanta que hagas pucheros?, te ves hermosa, molesta, me provoca. —la subo arriba de la lavadora metiéndome entre sus piernas.
— Eso no ayuda. —sigue con su puchero.
— Dile la verdad y ya amor. —beso, su cuello y muerdo su seno sobre la tela de su blusa— no puedes negar lo cierto, además tú también me dejaste marcas, ¿me quito la camisa? – se sonroja mirando a otro lado.
— Está bien... pero eso no quita que me sienta nerviosa, ¿y si hace algo? Me refiero que me castigue o que nos obligue a casarnos. —hay si detengo mis besos.
— ¿No te quieres casar conmigo? —le preguntó mirándola, por su parte solo se mueve hasta bajar de la lavadora.
— Sí, pero no, así como por compromiso no, quiero que sea diferente, que podamos tomarnos nuestro tiempo para hacer nuestras cosas y no lo tomes a mal Darick, pero en mis planes no está casarme ahora, quiero primero hacer otras cosas, como ocuparme de mi reino, salir, viajar, disfrutar, qué sé yo. —ahora sí me sorprendió no sabía que quisiera eso.
— No lo sabía.
— No lo hemos hablado. —me mira detenidamente.
— Pero lo que dices no tiene sentido —le hago saber— puedes hacer todo eso siendo mi esposa, yo estaría ahí contigo a tu lado apoyándote en todo.
— ¡¡Es que eso es lo que todos quieren que me case ya!! Por ejemplo, tu padre hasta ya pidió tres, ¡¡tres nietos!!, ¿sabes qué es eso? Por los dioses solo tengo 16.
— ¿Entonces no quieres hijos? —pregunto molestándome.
— No dije eso. —se excusa.
— ¿Entonces qué quieres decir?, solo has dicho no, no y no, no quiero casarme, no quiero hijos, no quiero ¿Qué quieres Mei?
— ¡Ya te lo dije! —dice exasperada, levantando la voz.
— ¡Y no tiene sentido, si quieres ser Reina tienes que estar casada y al estar casada vienen los hijos, así es! —ahora yo levanto la voz.
— ¡Eso lo dices tú porque ya tienes 27, has vivido lo que yo no, ya fuiste a fiestas, a viajes y tuviste varias novias, yo no! —Esto es el colmo.
— ¿Eso es lo que quiere tener viajes, fiestas y novios? ¿Prefieres eso a estar conmigo? —ya me canso esta conversación.
— ¡Nunca dije que no quería hacerlo contigo, solo que no veo el apuro por casarnos, hay tiempo!
— ¿Y yo qué? ¡Yo si quiero que nos casemos y tengamos hijos!
— ¡Hay por favor si te costó un montón, pedirme que fuera tu novia y ni siquiera lo has hecho oficial! —me saca en cara.
— ¡¡Por no opacar la boda de Oceanidouss y Dhalleeah!! —le gritó.
— ¡¡Siempre tienes una excusa para todo!! —me grita de vuelta cruzándose de brazos.
— ¡¡Siempre tienes un problema para todo!! —Ya esto es una locura sin sentido.
— Esto no nos va a llevar a ningún lado, Mei ya déjalo. —niego y suspiro pesadamente.
— ¡No te molestes, Darick, solo digo que hay tiempo! —trata de acercarse, pero esta vez soy yo quien me alejo.
— ¿Qué no me moleste?, ¿es en serio? ¡Si me estás pidiendo prácticamente que te deje libre para hacer lo que quieras! —me saca en cara, otra vez.
— ¡Darick, eso no es lo que dije! —se toca el puente de la nariz negando.
— ¡Claro que sí, dijiste que quieres hacer cosas, pues hazlas por mí no té detengas! —sin más que decir me voy, ahora resulta que yo la estoy presionando, ¿en qué momento? Agarro las llaves de mi auto y me voy igualmente ya no tengo nada que hacer aquí, veo como los de seguridad me siguen hasta que llegó al palacio del Imperio Vutteterra o mejor dicho mi hogar.
Apenas llego me informan que mi madre y Mara están tomando té, lo que me faltaba.
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