Capítulo 20 ***
Llevan rato en una partida de póker los chicos yo solo trato de entender no sé jugar, luego de dejar las armas, nos vinimos a la oficina para poder hacer nuestra guardia está semana nos toca a todos, bueno casi en dos días es la boda entre Oss y Dally, y mañana es la despedida de solteros, solo que los amantes decidieron que fuera junta que porque no necesitan eso, bueno definitivamente piensas diferente con 28 años, bueno esa es la edad de Oss, porque Dally tiene 23, otra más que le gustan mayores, me río sola por mis ocurrencias.
— ¡Es que solo se ríe, de sus fechorías se acuerda! —Dice Ciro haciendo que todos me miren, yo solo elevo mi mano enseñando mi dedo medio.
— Huy, la princesa, dejo los modales. —Luke y sus mierdas.
— ¿Qué tienes amor? —se me acerca Darick.
— Me duele la cabeza, no es... —me interrumpe el sonido de mi teléfono, es una llamada de un número desconocido, cosa que me extraña y mucho, soy muy cuidadosa con todo y mi número solo lo tienen mis allegados.
Subo corriendo las escaleras para llegar a las computadoras agarrando la de Oss tecleando a mayor velocidad, todos llegan detrás de mí les hago señas para que guarden silencio, contestando.
— Pensé que tendría que llamar varias veces. —me estremece su voz, solo oírla hace que recuerde lo que me hizo paralizando mi cuerpo.
— ¿Qué quieres? —le digo tratando de mantener la calma, cosa que no logro.
— Felicitarte, ya sé que tienes armas, el truco ese de los clones fue de maravilla, realmente eres muy inteligente, eres una belleza exótica, no solo hermosa, sino letal, hay que tener cuidado, supongo que por las buenas cualquier cosa, mientras que por las malas me muero por ver de lo que eres capaz. —miro la pantalla, ya Oss está en ella tecleando tratando de dar con su ubicación, pero solo me hace señas para que alargue la conversación.
— ¿Solo eso? No tengo todo el día. —trato de retarlo para lograr más.
— De hecho, no... te ves bonita en ropa interior... más si es roja y tu cuarto es grande, tu cama también y las sábanas mmm, de seda color lila a juzgar, creo que es tu color favorito, tus almohadas de plumas mmm ellas guardan tu esencia, tu olor, ese que vuelve loco a cualquiera.
— ¡Mientes, es imposible que estés en mi cuarto! —estoy en shock y los chicos, también en especial Darick, tengo el teléfono en altavoz, Oss solo dice que le dé largas.
— Entiendo mmm, ¿te sirve el collar de zafiros? —me responde con simpleza.
— Todo el mundo sabe que tengo collares, ropa y lujos, no tiene sentido lo que dices.
— Entonces pregúntale a tu amigo, él ya debe de saber dónde estoy... por cierto te dejo otra de mis notas aquí en tu cuarto y me llevo unas cosas para poder pensar en ti mejor. —en eso cuelga, miro a Oss y asiente.
— ¡Si esta hay! —solo me siento tratando de procesar todo, está en mi cuarto, en mi palacio, ¿cómo demonios entro allí?
— Quédate aquí. —Luke coge sus llaves para salir.
— No, yo voy, así sabré que se llevó. —solo asiente.
Me quedo reflexionando en todo y nada otra vez, mi cabeza punza, esto apenas empieza y quién sabe cuando termine, apenas llegamos, los de seguridad entran, revisan todo, pero obviamente no encuentran nada y por órdenes de Luke dejan mi cuarto intacto.
Al entrar veo que está todo desorganizado, agarro todas mis cosas, varios de mis vestidos están en la cama junto con mis joyas, misma que se nota que se acostaron en ella, verificó y la verdad no sé qué me falta, estoy aturdida solo veo que como dijo hay una nota, me acercó a leerla.
"Querida princesita, no te prometo que pronto nos veremos porque no será así, respeto el amor, por lo tanto, me quedaré tranquilo en honor a tu querida Dally y Oss, me llevo un panti tuyo, veo que te gusta el encaje a mí también, en las noches cuando piense en ti la usaré, también agarre tu perfume para colocarlo sobre mi cama así pensar que eres tú la que está conmigo no cualquiera de turno, dile a Darick que disfrute de ti mientras pueda porque después serás solo mía.
PD: piensa en mí por las noches yo también lo hago, besos niña mimada"
¿Cómo sabe eso? Él solo me dice así a solas, ¿de verdad me vigila tanto? En eso suena mi teléfono otra vez y es un número desconocido, contestó rápidamente, mis manos tiemblan.
— ¿Vez? Yo no miento no como tu novio, yo sí puedo ponerte en un pedestal, no como él, que solo quiere tenerte oculta.
— ¿Qué quieres? Pero dime la verdad, deja de dar tantas vueltas. —le pido.
— Directa como siempre, lo que quiero es simple... a ti, pero para eso debes de pagar un precio primero, no preguntes cuál es porque no te lo diré.
— ¡Me das asco!
— Más asco te darán los que te rodean cuando sepas lo que te ocultan, tanto que tu sola vendrás a mí buscando consuelo. —me dice y cuelga dejándome sin saber qué hacer.
— ¿Era él? —pregunta mi padre entrando en mi habitación— No sé lo que pasó, pero por los momentos será mejor que te quedes un tiempo con Luke y el resto en las oficinas. —me dice solo asiento sentándome en la cama.
— Esto es mucho para mí, yo no puedo con esto papá. —lloro en sus brazos— él me acosa, sabe cosas que nadie más... y... me quiere hacer daño... otra vez.
— Ya cariño, te prometo que mientras yo viva nadie te va a volver hacer daño, nadie, te amo mi vida hermosa. —me consuela.
— Tengo miedo papá, él me quiere para él, solo para él me lo dijo, va a ir detrás de todas las personas que quiero, y yo no podría con eso... sería mi culpa. —me sincero, ellos son lo que más amo.
— Yo también tengo miedo, pero juntos somos fuertes y no nos vencerán. —me fortalecen sus palabras, me ayuda con las maletas, me lleva a las oficinas dónde están los chicos, Luke me ayuda a bajar unas cosas y mi padre otras, yo solo entro y me encierro, no quiero ver a nadie por los momentos a lo lejos escucho como mi padre les da instrucciones a Luke y Darick.
Oigo unos toques en mi puerta, me levanto a abrir y entra Lupu corriendo por todos lados alegrándome.
— Peque, ¿Qué haces aquí? —le pregunto sorprendida.
— Papi me dijo que te pusiera feliz... pero vine a pedirte disculpas, ¿estás molesta porque te empuje? Perdón no lo vuelvo a hacer. —me mira con sus ojitos tristes y me enternece el corazón.
— Yo jamás me molestaría contigo peque. —me sonríe saltando a mis brazos— ¿quieres galletas? —asiente, bajamos corriendo las escaleras hasta la cocina.
— Ciro, ¿hiciste galletas? —le pregunta mi hermanito llegando a él.
— Sí, vamos. —se lo lleva a la cocina, por otro lado, me siento en el sofá.
— Tío me dio órdenes de llevarte al palacio Mitia por la mañana. —solo asiento Darick por su lado me carga y me sienta en las piernas.
— Aquí estás mejor.
— Loco posesivo. —me río mientras me apoyo en su pecho, en eso aparece Lupu.
— Papá dijo que te cuidara, pero yo duermo contigo y tú suéltala, ella es mía. —nos reímos Lupu agarra los brazos de Darick y los empieza a quitar de mí.
— Vaya, al parecer tengo competencia.
— Yo no soy tu competencia, ella me quiere a mí, a ti no. —le saca la lengua— ¿verdad hermanita?
— Sí, mi vida te quiero mucho, mucho. —lo cargo en mis brazos y lo beso muchas veces en sus mejillas haciendo que ría.
— Ya déjame jajaja. —lo dejo tranquilo y sigue riendo aprovechó para robarle una galleta.
— Ey ladrona. —trata de alcanzarme, pero soy más rápida y me voy corriendo a la cocina.
En eso Darick llega y me sujeta las manos, Lupu aprovecha eso para quitármela, luego lo carga para que bese mi mejilla.
— ¿Desde cuándo se llevan? Ustedes no se llevan. —los señalo ambos.
— No negaré que aquí el pequeñín y yo tenemos rivalidad por llamar tu atención, pero si nos coordinamos lo hacemos mejor, ¿verdad?
— Sí, él se queda contigo y yo también solo nos turnamos, ese fue el trato... ah y en las noches. —me hace señas para que me acerque— solo yo puedo dormir contigo, pero si me da muchos dulces lo dejo entrar, es decir, dormimos los tres juntos.
— Ustedes dos son un caso. —niego mientras sonrió.
— Pero así nos amas. —dicen a la par.
Después de comer, al final termina dormido en muy brazos, lo subo a mi cuarto y lo dejó en la cama, para dirigirme a mi computadora, empezando a redactar informes sobre lo sucedido en los ataques del día de ayer, sin contar con lo que pasó en el palacio hoy, en eso llega un correo solo que al abrirlo veo unas fotos de nosotros compartiendo en el comedor, Darick y yo besándonos otras dónde estoy con mis hermanos todo esto me asusta.
— Oss. —llamo su atención— mira. —Se voltea dónde estoy viendo lo mismo.
— Déjame las rastrearé. —empieza a teclear sin parar.
— No creo que consigas nada y si consigues lo más probable es que nos lleva a un lugar cero. —le informo.
— De igual manera, por lo menos colocaré algo para que no te lleguen mensajes así.
— ¿Qué pasa? —pregunta Luke, entrando con Darick, Ciro y Filarion.
— Les mandaron unas fotos a Mei, ya di con el punto, pero como dijiste no da con nada, se limpia muy bien las espaldas.
— Debemos estar preparados para cualquier ataque. —menciona Fil.
— Él dijo que estaría tranquilo por tu boda. —menciono.
— ¿Qué? —preguntan todos a la vez.
— Eso fue lo que dejo en la carta y cuando volvió a llamar. —explico.
— Déjame el teléfono lo pondré para que cada que te llame un número desconocido quede grabada la conversación.
— Ok, está bien. —se lo entrego.
— Si quieres, ve hacer algo, al final esto demora. —me mira con pena.
— No me mires así, bastante tengo con ese loco, para que todos ustedes me miren con pena o lástima. —salgo molesta de allí y me voy a la terraza
— Solo queremos ayudar, lo siento. —Ciro llega detrás de mí.
— Algo malo, muy malo, va a pasar, lo sé, lo siento y también siento que no voy a poder hacer nada. —controlo lo que siento ocultándolo, como siempre hago.
— Está bien sentir miedo Mei. —escucho que Ciro dicen a mi espalda.
— No quiero sentirlo, no tendría por qué. —me siento y subo mis piernas abrazándolas.
— Nosotros no dejaremos que nada malo te pase. —aparece Filarion.
— Es cierto, te defenderemos a como dé lugar. —Ciro lo respalda.
— El problema no soy yo, son los que me rodean, él no quiere a nadie conmigo y empiezo a creer que realmente puede dañarlos.
— ¿Y qué piensas hacer?, ¿nos vas a alejar a todos? —me pregunta Ciro.
— Si haces eso te colocas en bandeja de plata, es lo que él quiere. —añade Fil.
— No, no considero hacer eso, sinceramente no sé qué hacer, pero tampoco creo quedarme quieta. —reconozco que en estos momentos estoy muy perdida.
— Sea lo que sea te apoyo. —dice Ciro abrazándome por los hombros dejando un beso en mi mejilla.
— Yo igual. —se me acerca Fil por el otro lado abrazándome igual, los miro y les sonrió.
— Gracias, de verdad chicos. —besos, la mejilla de ambos.
— ¡Hermanita! —Lupu, salta de los brazos de Darick que nos mira seriamente— ¿Qué haces aquí?
— Tomando aire, pequeñín —le revuelvo el cabello bajando mis piernas.
— ¿Vemos pelis? —me pregunta tiernamente.
— Te la puedo poner, pero no me puedo quedar contigo, tengo mucho trabajo pendiente. —veo como pone cara triste— pero podemos ver algo en la noche, ¿quieres?
— Sí, ¿pero Darick estará? —pregunta mirándolo.
— Sí campeón, si tú quieres hay estaré. —se acerca agachándose a su altura.
— Bien. —nos dirigimos los tres a la sala de cine, le colocó la película nueva del Rey mono y lo dejamos ahí para seguir con nuestras obligaciones.
(...)
Ya de noche estoy en mi cuarto arreglando las cosas para dormir los dos, solo que se me escapa y no se donde anda, busco en la terraza, pero solo encuentro a Fil leyendo un libro.
— ¿Todo bien? —me pregunta ya de espalda, pues me iba a ir.
— Sí, solo busco a mi hermano. —me giro apretando más el nudo de mi levantadora.
— Mmm... ¿Puedo preguntarte algo? —se levanta dejando el libro a un lado acercándose a mí.
— Sí, dime.
— ¿¡Te prohibió acercarte a mí!? —no logro distinguir si es una pregunta o afirmación.
— Ah... —me quedo muda sin saber que contestar muy bien, estoy desconcertada.
— Lo conozco, no tienes qué mentir por él, así no eres tú. —se acerca a mí acariciando mi mejilla.
— Fil. —agarro su mano— nadie va a cambiarme, yo soy lo que vez... además Darick no me ha prohibido nada y si así fuera no le haría caso, soy una princesa, nadie me da órdenes, yo las doy. —me alejo regresando por donde vine, solamente que me encuentro a Darick bajando las escaleras.
— Darick, amor, ¿Dónde está el peque? —solo me ignora— ¡Darick!
— ¡Está en tu cuarto, buenas noches! —veo cómo se va a su cuarto dejándome parada en medio del pasillo.
¿¡Otra vez!?
Molesta, me voy a mi cuarto, solo que otra vez no hay nadie.
— ¿¡Dónde rayos estás!? —me voy al cuarto de Darick solo que cuando voy a tocar él abre la puerta de una, veo a mi hermano.
— Se quiere quedar aquí conmigo —veo como Lupu solo asiente escondiéndose detrás de sus piernas.
— Bueno, está bien, buenas noches, chiquitín. —me agacho a su altura picando su nariz.
— ¿Me cantas? —me detiene agarrándome de mi levantadora, solo asiento mirando a Darick esperando que se mueva de la puerta.
— Entra. —se hace a un lado y me deja pasar.
Esto es super incomodo.
Sin importarme que no sea mi cuarto, lo acuesto y me siento a su lado mientras le acaricio la carita y le doy besos, al final solo termino cantándole.
— "Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás.
Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás.
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad.
Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás".
Le canto la canción qué me cantaba mi madre antes de dormir, veo como se queda quieto, me levanto, pero me agarra la mano.
— Acuéstate conmigo. —me hace ojitos.
— Mi vida Darick también quiere dormir. —trato de zafarme, él solo me mira desde el sofá con mala cara.
— A él no le molesta, ¿verdad?, aquí cabemos los tres. —dice mirando a Darick para que lo apoye, yo le niego, él solo sonríe de medio lado alzando la ceja.
Mierda.
— Si aquí cabemos los tres. —dice para meterse a la cama— ven cariño —palmea la cama.
Solo los miro a los dos ¿Cómo les digo que no?
— Bueno, pero hagan un lado, ¿no? —solo niegan ambos.
— Aquí en el medio. —Sin más remedio me quito mi levantadora quedando solo en una bata de seda de color rosa palo, gateo hasta el medio de la cama y me meto dándole la espalda a Darick para seguir cantándole a Lupu.
— "Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás.
Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás.
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad.
Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás".
Cuando veo que está dormido yo aprovecho para levantarme, pero rápidamente Darick me sujeta de la cintura.
— Tú no vas a ningún lado. —me susurra en el oído— te vas a quedar aquí, no por nada negocié con tu hermano. —abro mi boca en una gran o.
— ¡Me chantajearon los dos! —le susurro tratando de voltearme, pero no me deja— ¿ahora si me quieres cerca?, ¿ahora si me hablas?
— Ya sabes que soy celoso, no me culpes. —me besa la mejilla.
Simplemente, me quedo callada, no sé qué decir, realmente es una batalla sin fin, lo que sí sé es lo que dije yo no voy a dejar de tratar a nadie solo por sus celos, simplemente así soy, debería de confiar en mí. Siento como se queda dormido porque su agarre es menos fuerte, poco a poco me levanto para ir a mi cuarto.
— ¿A dónde vas? Quédate. —me pide en murmullos— quédate conmigo.
— No puedo sabes que no está bien... anda duerme. —intenta decirme algo, pero el cansancio lo vence, veo que mi hermano de verdad lo agotó, hoy le beso la mejilla y me voy, no sin antes agarrar mi levantadora.
Al salir Ciro, Luke y Oss están mirando el techo como si nada pasara solo paso por su lado escuchando sus risas para ir a mi habitación.
— Que tengas una linda noche primita, espero que duermas muy bien. —Luke y sus cosas.
— Si Mei espero no te quedes con ganas... je, je, je. —Volteo a ver a Ciro entrecerrando mis ojos, Oss iba a decir algo, pero lo señalé y levantó sus manos en señal de paz, al final solo entro, me acuesto dejándome llevar por el cansancio y el sueño.
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