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Capítulo 15 ***

Nos besamos solo un poco más, puesto que mi labio partido nos lo impide.

— ¡Lo lamento! —nos separamos, apenas me quejo— Y si estás hermosa, para mí lo estás siempre.

Y sin esperar menos de él me abraza reconfortando cada parte de mí, porque, aunque no lo digo, esas personas no solo dañaron mi cuerpo si también mi espíritu. Últimamente, sus brazos se han vuelto mi lugar favorito y me asusta, no sé si es bueno o malo, después de todo ¿Qué somos?

Puede ser muy trivial para otros, hasta para él, pero para mí es importante y por más que no quiera tocar el tema, pues tengo miedo de la respuesta y aunque me haga daño no lo quiero dejar ir, lo quiero aquí conmigo siempre.

— ¡Dime que siempre vas a estar! Promételo, que no importa lo que pase, siempre seremos los dos contra todo. —le digo entre una mezcla de súplica y esperanza.

— ¡Claro que sí! "¡Tú eres mi luna... mi sol... mi vida, mi amor... mis estrellas, mi universo entero, eres mi gran ilusión, desde que estás en mi vida no quiero nada más, por ti soy capaz de todo, desharía todo el puto mundo solo por ti!"

Solo me queda sonreír como boba porque inevitablemente mi corazón ya está en sus manos, se acuesta en "mi cama" conmigo en sus brazos, quedándome dormida en sus cálidos brazos.

Al día siguiente el doctor dice que mejoró rápido, pues la sangre que trajo Darick realmente ha hecho bastante efecto, tanto que lo convencí de que me diera el alta, ya no soporto estar aquí, no me malentiendan, es que me pone mal estar encerrada todo el día, sin poder hacer nada. Por otro lado, Darick volvió a la búsqueda junto a los chicos, mis padres fueron a coordinar lo de mi llegada me dejaron con Dally ella me espera afuera, en estos momentos me encuentro en el baño tomando una ducha larga.

Apenas salgo me ayuda con mi vestimenta que no es otra que un vestido de cuello de tortuga con mangas largas de pequeños cuadros blanco y negro con un cinturón delgado negro, junto con unas botas negras que llegan un poco más arriba de mis tobillos, el maquillaje es el mismo de siempre nude solo que mis labios los pinto de rojo y uso gafas de sol oscuras, la luz me sigue molestando.

— ¿Todo listo? —Aparece mi padre por la puerta— De ahora en adelante vas a tener un anillo de seguridad que te acompañará a todos lados, no puedes estar sola.

Yo solo puedo pensar en que ya no podré verme a escondidas con Darick, solo me queda aceptar entiendo que es por mi bien. Nos vamos de allí y apenas nos acercamos a la entrada del hospital, está la prensa con sus cámaras esperándonos para hacer su trabajo.

— No te preocupes, no tienes que dar ninguna explicación. —mi padre junto con Dally y los de seguridad hacen de todo para apartarlos del camino, pero sus flashes me molestan tanto que me marean y hacen doler la cabeza, a pesar de que tengo los lentes de sol realmente me afecta, pues no estoy del todo bien, aunque eso no va a impedir mis planes.

— Vamos a las oficinas. —Papá solo me mira y asiente él respeta mi decisión, cosa que agradezco enormemente.

Apenas llegamos los de seguridad registran el perímetro, luego de confirmar que todo está seguro uno de ellos abre la puerta dejándome salir para luego presentarse como el responsable directo de cada uno de sus compañeros y decir que cualquier cosa que necesite solo le avise a él o a su mano derecha que estaba esperando en la puerta de entrada. Al entrar le digo a Dally que no es necesario que se quede conmigo, que vaya a hacer las cosas de la boda.

— Sobre eso... verás que la boda se canceló. —me confiesa triste y apenada.

— ¿Qué?, ¿pero por qué? Espera... ¿Hay que matar a Oceanidouss? Porque créeme, así como estoy todavía puedo. —le informo, pero solo ríe.

— No, sino que nos pareció más prudente posponerla por ti. —me explica y no sé si matarla o abrazarla.

— De ninguna manera, llama a todos, tu boda será la próxima semana y este bombón estará presente al cien, así que ve... ve si no quieres conocer la ira de un heredero. —la amenazó juguetonamente, jamás la lastimaría a ella o a alguno de ellos los he aprendido a querer a pesar de nuestras diferencias primarias.

Ella se va a hacer lo que le pedí, pero en eso llega Ciro, justo el que quería ver.

— Hola Mei, que bueno que estás aquí... de regreso. — ¿Qué tengo que los colocó nerviosos a todos?

— ¡Gracias!, pero en realidad quiero hablar contigo, ¿puedo? —le pregunto directamente esperando una afirmación, la cual obtengo, para lo cual le propongo ir a la terraza, hace más sombra, subimos en silencio hasta que solo nos sentamos uno enfrente del otro.

— ¿Y bien? —me pregunta juntando sus manos.

— ¿Por qué golpeaste a Filarion, la otra vez? Digo se supone que me odias.

— Yo no te odio... te envidio. —me confiesa dejándome sorprendida— Quiero decir, eres más poderosa que yo, lo dejaste en claro la vez que intente detenerte para que no golpearas a Darick, y nada no puede me empujaste como si nada sin contar que tienes un carisma ideal, estaba celoso, tú... no necesitas esforzarte para que te quieran, sin contar que eres mujer y pues no soporto que maltraten a ninguna mujer y cuando vi a Fil salir molesto de tu cuarto y cuando entro veo tu brazo, pues una cosa llevó a la otra y... —deja las palabras al aire.

— Entiendo.

— Lo siento, sé que soy idiota, pero es mal de hombre. —sé excusa relajándose por completo.

— Bueno, si a esas vamos yo me como tus postres solo porque no me hablas. —le confieso apenada.

— Lo sé, por eso lo dejo, hay a la vista, para ti, te vi en la madrugada, de verdad comes mucho. —dice haciéndonos reír a ambos.

— Bueno, siendo el caso, deja más chocolate con fresa, por favor, y Ciro... yo también siento celos, es decir, eres libre, te veo libre, es algo con lo que yo solo puedo soñar y lo sabes, además nadie te juzga de más por ser hombre, ni te mira mal si tu ropa tiene x cosa... supongo que yo te aleje sin querer.

— La libertad tiene precios altos o por lo menos para nosotros. —menciona cabizbajo a lo que yo asiento.

— Ni que lo digas. —lo dice porque él también es un poco rechazado en esta sociedad clasista, pues al ser del mar lo quieren allá en el mar, pero según yo las sirenas son increíbles.

Pasamos un rato riéndonos de cosas tontas, hasta que me dice algo que no esperaba escuchar o por lo menos no de él.

— ¡Fue mi idea!

— ¿De qué hablas? —lo miro confundida.

— La apuesta fue mi idea, Oceanidouss se opuso al igual que Luke, sólo que los amenace... con decirte que fue su idea y no mía, son mi convincente con mi canto.

El dicho canto de sirena o tritón en este caso.

— A los demás les pareció bien, sobre todo a Darick, dijo que sería el primero en hacerte caer. —eso sí, me dolió, ¿seguirá con eso?, ¿por eso no rompe el compromiso?

— ¿Qué apostaron? —le pregunto con real interés.

— ¡Nada solo ganar! —Eso me dolió aún más, pues no sé qué esperaba, pero saber que lo hicieron solo porque si es... simplemente ni siquiera puedo describir lo que siento.

— El punto era solo burlarnos de ti... hacerte creer algo que era con el fin de lastimarte... si lo sé soy un imbécil, de verdad lo lamento.

— No puede ir por la vida tratando de dañar a las personas simplemente por satisfacción Ciro, eso está más que mal, no te pusiste a pensar en lo que realmente me dolió, saber que me usaron como un juguete, un objeto, y peor obligaste a mi primo y a Oss a callar. —le reclamo.

— Lo sé, lo sé y de verdad lo siento... no sabes lo mal que me siento, por eso... de verdad perdóname. —siento sus palabras sinceras, así que me levanto y le tiendo mi mano, él también se levanta y la acepta.

— ¡Está bien! Pero solo pido más postres, por favor, y que dejemos eso como que nunca paso. —él acepta más que encantado.

Bajamos y encontramos a los demás en la sala hablando, tranquilamente.

— ¿Y bien?, ¿tenemos boda la semana entrante o no? De una vez informo que si la respuesta no, me gusta cortar cabezas al estilo de la reina de corazones. —todos se ríen de mis ocurrencias.

— ¡Si hay boda la semana que viene! —se acerca Oss y me da uno de sus famosos abrazos reconfortantes o por lo menos así dice Dally.

— Me parece que debemos festejar eso. —aparece Luke con una botella de champagne.

— Pero primita linda, este es para ti. —me pasa una copa, pero en vez de vino tiene jugo de piña.

— ¡Piña para la niña! —dicen los cinco al mismo tiempo, haciéndome reír.

Pasamos una tarde amena, entre risas, juegos y chistes, hasta que se hace tarde y nos sorprende mi padre con su presencia.

— ¡Tío! – dice Luke sorprendido

— Solo vine a ver qué hacías Mei. —yo solo bajo el volumen de la música, pues estaba un "poco" alta— Pero ya veo que estás bien, ¿ya comieron? —todos negamos— En ese caso los invito al palacio.

En eso emprendemos el camino a lo que yo llamo hogar, apenas llegamos los chicos van delante, solo que papá me jala haciendo que nos quedemos un poco atrás, supongo que quiere hablar.

— ¿Te gusta, no es así? —me pregunta mientras esconde un mechón de cabello detrás de mi oreja.

— No sé de qué hablas. —intento sonar normal, pero él solo alza su ceja dejándome entender que no me cree nada.

— Darick, él te gusta.

— ¿Eso es una pregunta? —le digo evadiendo lo obvio.

— ¡Mei! —dice en tono de advertencia.

— ¿Qué pasa si digo que sí? —bajo mi mirada.

— Pasa que le diré que te vea en mi despacho después de la cena, agradece a tu madre, ella me convenció y por los demás no te preocupes, nosotros los distraemos. —sonrió ampliamente.

— Pero ¿no se supone que deberías decir que no esté con él y así? —le pregunto más que extrañada.

— ¡Eso fue antes de enterarme de que rompió su compromiso de buenas a primera!

— ¿De verdad hizo eso? —le pregunto muy sorprendida.

— Pregúntaselo tú misma en mi despacho... pero eso si ve despacio, él es más grande que tú.

Ay papi si tú supieras.

Pasan los minutos como horas mientras comemos, pero de igual manera no me impide divertirme con mis hermanos y amigos, entre bromas y más con Lupu, él y yo tenemos una conexión especial, se nota que la ha pasado mal los días que no estuve y ninguno de los pequeños me fueron a ver a la clínica para evitar que ve vieran en tan mal estado.

Por eso apenas llegué salieron corriendo sobre mí que si no fuera por nuestro padre terminó en el piso, todos están alegres y felices, es un recuerdo que quiero y debo guardar en mi mente por siempre, algo me dice que lo que viene no es nada bueno.

— Deja de pensar tanto y ve al despacho. — mi padre pasa cerca de mí dejándome una nota en la mano, con esas palabras escritas, y al percatarme noto que él ya no está.

En eso me acerco a la salida, pero Dally se me atraviesa.

— ¿A dónde vas? —la jalo hacia las escaleras y le digo en susurros lo que pasa— Si alguien pregunta dices que fui a mi cuarto por unas cosas, por favor. —Junto mis manos y le hago ojitos.

— ¡Claro que sí! Todo lo que necesites, soy una tumba, pero también necesito hablar contigo de algo importante. —me dice.

— Está bien, gracias, amiga. —la abrazo y me encamino.

Sin más retrasos me voy al despacho de mi padre que está en el segundo piso, solo que mientras me acerco más nerviosa me pongo, tanto que mis manos tiemblan y mi pulso se acelera, apenas llego tomo bocanadas de aire antes de entrar, lo encuentro mirando unos libros que mi padre colecciona en su biblioteca personal.

— ¡Así que aquí estás! —le digo cerrando la puerta detrás de mí, entrando lentamente.

— Es que se me perdió algo. —se acerca de la misma manera hacia mí.

— ¿Cómo qué? —le pregunto ya de frente a él.

— ¡A ti! —sin tantos preámbulos me agarra de la cintura y me carga haciendo que enrede mis piernas en su cadera, llevándome hasta el escritorio de mi padre— ¡Te extraño tanto!

— Yo también, ¿es cierto que tu compromiso...? —me interrumpe.

— Sí, la verdad lo hice el día de tu accidente, estaba en eso cuando los chicos me llamaron a decirme si sabía dónde estabas. —me acaricia las mejillas.

— ¡Lo importante es que estoy aquí... contigo! —tomo la iniciativa y lo beso ferozmente pidiendo todo de él y dando todo de mí.

— ¡Te amo, mi luna, mi sol, mi vida...! —lo interrumpo.

— ¡Mi estrella, mi gran ilusión... yo también te amo! —Ahora es él quien me besa acariciando mi espalda de arriba abajo, cosa que solo aumenta mi deseo por él, como siempre.

— Espera, espera. —lo detengo— Estamos aquí. —le digo mirando a mi alrededor.

— Sí, por eso, se me ocurrió que me acompañes a Italia, tengo que hacer unos negocios allá, quiero que vayas conmigo, eso te ayudaría a distraerte. —me propone.

— ¡Creo que eso debes pedírmelo a mí! —dice mi padre de repente haciendo que nos separemos rápidamente bajo de un salto de su escritorio, bajándome el vestido. Mi padre se nos acerca entregándole un pañuelo a Darick señalando su boca, él se limpia el resto del labial, a mí me pasa unas servilletas para que haga lo mismo.

— ¿Saben? ¡Deberían tener cuidado, este escritorio me dio trillizos! —menciona tranquilamente Darick se ahoga y yo quedo helada.

— ¡Papá!

— A mí no me digan excusas baratas, que yo también tuve su edad... solo digo que si te vas a llevar a mi hija hagas las cosas como son, como deben de ser, no a escondidas, ella vale mucho y ni tú ni nadie le va a restar valor, por lo menos ya hiciste algo rompiendo ese compromiso, pero ¿y qué más? —solo mira a Darick seriamente y lo invita a sentarse.

— Mei déjanos solos, por favor. —me pide Darick besando mi mano.

Solo asiento saliendo del despacho, me encaminó nuevamente hacia donde están los chicos y ya están borrachos, ni hablar de mi madre, los únicos cuerdos somos los niños, Dally y yo. Seguimos pasándola bien hasta que casi es medianoche, les doy habitaciones a cada uno de los chicos, a mis hermanos los deje a todos juntos en una sola, quisieron así, a mi madre, mi padre se la llevo en el hombro, mejor no suponer nada, solo espero no termine en otro hermano, Dally está conmigo en mi habitación quedamos en hablar y eso hacemos.

— ¿Y bien? ¿Qué pasó? —le digo mientras la miro, estamos sentadas una enfrente de la otra.

— ¡Estoy embarazada! —empieza a llorar— ¡Estoy asustada, no sé qué hacer! —me deja sin palabras, solo la abrazo y la consuelo.

— ¿Oss lo sabe? —solo niega mientras llora más, en eso entra Darick a mi cuarto sorprendiéndonos a ambas.

— ¡Venía a darte una sorpresa y creo que el sorprendido fui yo! —se sienta en la cama y con la mirada le pido ayuda.

— ¡Tengo miedo! ¿Y si no lo quiere? —sigue llorando y Darick me mira pidiendo una explicación, yo sólo niego.

— Saben pueden meterme en la conversación, discreción es mi apodo, además creo que podría ayudar. —Dally lo mira y lo abraza llorando en su hombro como lo hacía conmigo.

— ¡Estoy embarazada! —le dice en su hombro entre sollozos.

— ¡Yo opino que debes calmarte, no pienso que le haga bien al bebe y sobre Oss porque no esperas a darle la noticia como regalo de bodas, es una muy buena idea sin contar de que seguramente se va a alegrar muchísimo! —le digo tratando de mejorar esta situación.

— Si es cierto, una vez hable con Oceanidouss y me confesó que le encantaría tener una familia grande, así que esto sería un buen regalo. —ella deja de llorar enseguida sorprendiéndonos a ambos.

— ¿De verdad? Si es así, ustedes son los padrinos, ¿está bien? —nos pregunta ya feliz.

— ¡Por mí está bien! —respondo alegre.

— Igual. —dice Darick.

— Solo que soy muy consentidora, así que no acepto reclamos cuando lo mime demasiado. —le digo haciéndola reír.

— ¡Bueno, yo los dejo! Seguro quieren estar solos. —sin más se levanta, nos besa en la mejilla a ambos y antes de salir dice— Le coloque seguro para que nadie les interrumpa. —nos guiña su ojo saliendo sin más.

— Pobre Oss con sus cambios de humor. —nos miramos y nos reímos.

— ¿Y tú? —le digo sentándome sobre él.

— ¿Yo qué? —me pregunta apretando mis glúteos acercándome más.

— ¿Qué piensas de tener hijos? —le pregunto jugando con su cabello.

— ¡Que si son contigo todos los que vengan!

Me besa para luego depositarme en la cama con cuidado, mientras poco a poco acaricia mis piernas, solo tengo una bata de dormir de seda, que por cierto solo llega a la mitad de mi muslo, cosa que aprovecha para quitármela completamente, dejando a la vista mi conjunto rosa coral.

— Creo que no estamos parejos. —mencionó y le quitó su blusa dejando a la vista su tonificado abdomen, uno que recorro con mi uña mirándolo con gran deseo, lo miro de vuelta y lo beso con más ganas jalandolo hacia mí, no dejando ningún espacio posible entre ambos.

Él abandona mis labios para descender a mi cuello, lamiendo cada rincón posible haciéndome gemir una y otra vez, mientras yo jalo su cabello y araño su espalda, baja una tira de mi brasier y empieza a dar pequeños mordiscos en mi hombro, luego baja hacia mis senos y empieza a lamer entre ellos.

Introduce una de su mano dentro del brasier y saca mi seno para meterlo en su boca lamiendo y mordiendo mi pezón, yo solo arqueo mi espalda invadida por el placer, él aprovecha para meter su mano por debajo de mí desabrochando mi brasier lanzándolo lejos de nosotros.

Se me queda viendo como si se tratara de una gran obra de arte, para luego besarme y susurrar en mis labios.

— ¡Realmente eres divina, toda una obra de arte! —vuelve a bajar hasta mis senos chupando con más fuerza, haciéndome gemir más fuerte, pero el tope de mi cordura se va cuando me muerde, haciéndome gritar, olvidando por completo todo alrededor.

— ¡Shh nos van a escuchar! —se ríe.

— Es tu culpa, tú me mordiste. —le respondo jadeante, él solo vuelve a besarme mordiendo mis labios haciéndome sentir un bulto en mi abdomen, yo solo bajo mi mano por su espalda, arañando suavemente una y otra vez hasta llegar al borde de su pantalón de dormir y tratar de quitárselo.

Aprovecha eso para separarse de mi boca, bajando por mi cuello nuevamente atendiendo mis senos, para descender por mi abdomen dando pequeños mordiscos y lamiendo a su libre placer.

Yo no para de gemir y susurrar su nombre una y otra vez, hasta llegar al borde de mi panti bajándola suavemente mientras nuestras miradas se conectan sugiriendo mi permiso cosa que claramente tiene, en eso solo acerca mi panti a sus narices.

— ¡Deliciosa, hueles exquisito! —abre mis piernas y se mete entre ellas besando poco a poco hasta llegar a mi feminidad donde da la primera lamida y muerde suavemente mi clítoris, yo solo muerdo mis labios para no gritar, a la vez que jalo su cabello y muevo mi pelvis contra él buscando el máximo placer.

— Darick... ahhh... más... quiero más. —le pido sin ningún reparo, ya a estas alturas la vergüenza se ha escondido dándole paso solo al placer, abandona mi zona íntima para quitarse su pantalón junto a su bóxer, todo bajo mi atenta mirada, dejándome ver su desnudez cosa que hace estremecerme, él solo se sube sobre mí otra vez.

— Podemos parar si no estás segura, no quiero que te sientas obligada a nada, mucho menos...-solo lo interrumpo con un beso casco.

— ¡Si quiero, jamás había estado tan segura de algo y eso es de que te amo y que quiero todo contigo, todo! —volvemos a besarnos, mientras él con su rodilla abre mis piernas y utiliza su miembro para recorrer mi feminidad de arriba abajo haciéndome gemir solo que esta vez los calla con besos llegando a mi oído.

— ¡Esto puede doler un poco, solo confía en mí! —me susurra estremeciéndose.

— ¡Siempre, cada día de mi vida confiaré en ti! —poco a poco empuja dentro de mí haciéndome arquear mi espalda y quejar del dolor.

— Relájate mi vida, solo déjate llevar, no pienses en nada. —hago lo que dice y cierro mis ojos mientras entra poco a poco en mí, mientras él besa mi cuello y baja a mis senos excitándome aún más, siento como una lágrima se resbala de mi ojo por el dolor de tenerlo dentro de mí.

— ¡Tranquila, cielo ya falta poco! —limpia mi lágrima con besos, para luego besar mis labios con pasión para entrar completamente en mí, quedando quieto unos minutos mientras él no deja de acariciar mi piel y besarme una y otra vez desde mi boca hasta mis senos.

— ¡Voy a moverme! ¿Está bien? —Yo solo asiento mientras, empieza un vaivén lento.

— Mírame. —me pide y lo hago, él solo aumenta el ritmo de sus embestidas.

— Ahh... Darick... sigue... ahhh. —le exijo llena de deseo mientras araño su espalda sin piedad, él agarra mi pierna derecha y la sube a su cadera llegando más profundo, no sabía que eso era posible, eso solo hace que involuntariamente contraiga todo mi cuerpo.

— Rayos, si vuelves a hacer eso, no respondo por mi Mei. —jadea sin aliento, a mí solo se me ocurre provocarlo más quiero que pierda la cordura conmigo como él lo hace conmigo.

— ¿Así? —me contraigo como hace unos momentos, él solo sonríe de lado.

— Pequeña pervertida, te lo advertí. —sin más empieza con sus embestidas fuertes nublando mis pensamientos totalmente.

— Darick... ahhh... sigue... sigue... Ahh... mierda. —le digo estando al punto del colapso mental y físico, sintiendo como todas las emociones se juntan en mi vientre.

— Juntos nena... juntos... ahh Mei. —sin más reparo nos dejamos ir al placer absoluto, uno que nos deja jadeantes, sudorosos, con su cabeza escondida en mi cuello, mientras yo solo acaricio su cabello y espalda.

Sale de mí dejándome una sensación de vacío, mientras recuperamos nuestras respiraciones.

— ¿Estás bien?, ¿te hice daño? —me pregunta jadeando con notable preocupación.

— ¡Yo... estoy... de maravilla! —le digo más que feliz, solo que noto la sangre entre mis piernas haciendo que me avergüence, él me toma en brazos y me lleva al baño, donde me mete a la ducha abriendo el grifo de agua caliente, me baña con cuidado mientras yo estoy de espaldas a él, aprovecha eso para besar mi espalda y hacerme cosquillas.

— Jajaja... deja... cielo...jajaja... cielo. —me volteo y lo beso con intensidad, separándonos para terminar nuestro baño, ya una vez listos, salimos y cambiamos las sábanas por unas limpias, acostándonos abrazados.

— Te amo Mei, nunca dudes de eso, por ti y para ti soy diferente, tú haces que quiera ser mejor persona de la que realmente soy, llenas mi vida de alegría, sin ti estaba vacío, ahora me siento completo, te quiero a mi lado siempre. —me confiesa, yo solo lo miro con amor.

— Yo también te amo, eres todo para mí, te amo y siempre te amaré, siempre. —le confieso mirándolo con adoración.

— Siempre mi vida, mi amor. —nos besamos y de esa manera sellamos nuestra promesa de amor.

Nos abrazamos hasta quedarnos dormidos, así unidos unos al otro, como ambos queremos y soñamos, mostrándonos nuestro amor más sincero y puro. 

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Aquí les dejo una idea de cada personaje, bienvenidos a la presentación anual...

Y como primera pareja acá viene Oceanidouss y su prometida Dhalleeah 

Ahora a Ciro nuestro sireno codiciado y divertido.

El primo Luke 

El guapo Filarion

Su majestad el Rey D'arcy 

El sexy coprotagonista Darick

Su majestad el Rey Wolfgang, el padre de Mei, les recuerdo que él es un hombre lobo.

Y ahora la Reina Parisa, tan hermosa y angelical pero ruda como su hija, les recordamos que es un hada, tía de Luke.

Y.... por último tenemos a Mara Afal la ex prometida de Darick

 Mei  es la de la portada, así que ya les dejo para que su imaginación vuele.....

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