Me encontraba en el bosque trotando cuando de repente se es pandeo una neblina a tal punto que ya no se podía ver bien pero a pesar de ello la ví , si la vi a ella, aquella chica que siempre aparecía en mis sueños y que nunca lograba ver su rostro la diferencia es que esta vez si la iba a poder ver así que empecé a correr a través de la neblina pero cuando estaba a punto de alcanzarla paso lo inesperado

—su alteza, joven Canzu su madre lo espera en el comedor, recuerde que hoy es un gran día. — Dijo un criado

—acaso ya no se puede dormir aquí?. — Preguntó con enfado al criado

—lo siento son órdenes de la reina. — Dice haciendo una reverencia y saliendo de mi habitación.

Vuelvo a cerrar los ojos tratando de ver a mi amor platónico pero es imposible aún así no me levantó de la cama .

Al momento entró mi madre se sentó al lado de mi cama y comenzó a acariciar mi rostro

—vamos hijo, levantate a casó no recuerdas que hoy es tu cumpleaños, el día de la gran fiesta. — Dice mamá tratando de animarme

— dime mamá estas feliz por el cumpleaños o porque de pronto hoy me comprometa? — Le preguntó

— por las dos cosas cariño recuerda que para heredar el trono debes de estar casado hijo.

— cuando me comprometa será porque me he enamorado

—otra vez con lo mismo.

Mi madre se para de la cama y salé de la habitación un poco estresada ya que siempre que hablamos de ese tema siempre termina igual, es tanto el deseo de que me casé que hasta hizo una fiesta invitando a la mayoría de princesas haber si por fin me digno a escoger esposa, creó que mamá esta perdiendo el tiempo.

Narra viví:

La reina es una gran persona o al menos hasta ahora lo es, desde que el rey murió ella a tenido que hacerse cargo del reino y ahora que Cansu a cumplido la mayoría de edad ella        

quiere darle el reino pero para ello Cansu debe de estar casado, así que le ha presentado a muchas princesas, le ha arreglado muchas citas, pero al parecer nada de esto ha funcionado es como si al príncipe no le gustaran las mujeres o algo así.

Narra Bella:

Estoy como volando en las nubes a media noche cuando me levanta mamá de un sacudón

—vamos lenvantate no pensarás dormir toda la mañana o si?

—mamá...... Hoy es sábado, además ayer trabajé hasta tarde, es justo que descansé hoy 

— que justo ni que nada, acaso se olvida que somos pobres, y que los pobres no descansan.

Me paró de la cama soñolienta y comienzo a buscar ropa para ducharme.

Minutos después me encuentro atendiendo el negocio de papá, el uno pide una cosa y el otro otra y así sucesivamente. En ese momento entra Yordan un viejo amigo me saluda con un beso en la mejilla.

—hola guapa

—hola guapo

—que hace? Me pregunta.

—no mira?, trabajar como negra para vivir como blanca

—seguro, como si eso algún día fuera hacer así

—las esperanzas son lo último qué se pierde Yordan

—si te casas con el príncipe seguro

—jum, tan chistoso. — Respondo enfadada

—solo era un chiste. Dice Yordan para suavizar el ambiente, y pregunta: por cierto vas a ir a la fiesta?.

—cual fiesta?.— Preguntó estraviada

—pues la del príncipe cual más?

—otra fiesta del príncipe. — Digo estresada

—si. Pero esta es diferente

—ha sí y porque?

— porque es de compromiso, y además pueden ir las pueblanas o mejor dicho todos así que vamos.

—aqui nadie va a ir a ningún lado o al menos mi hija no. — Dice papá enfadado, que estaba detrás de la puerta trasera escuchando la conversación.

Yo me pierdo a seguir atendiendo, mi papá mira a Yordan que se queda ahí parado.

— y usted? es que no tiene trabajo o que? Vaya haga algo por la vida, en vez de estar perdiendo el tiempo y quitándole tiempo a los demás que si tienen ofició.

Yordan sale disparado por la puerta, mi padre se me acerca y dice: cuantas veces te he dicho que no me gusta ese muchacho.

— si pa. — Contestó sumisa para evitar una reprimenda.

Después de un largo día de trabajo me ciento agotada, sentada en una silla recuesto la cabeza en la mesa y empiezo a quedarme dormida. De repente siento que apretan mi hombro

—despierta. — Dice papá en un tono brusco

—que pasa pa? — Le preguntó

—necesitó que bayas al supermercado a traer unas cosas que necesitó para mañana.

—pero papá. Ya es tarde

— por eso mismo, muévase

Me levantó desganada y voy al supermercado cuando llegó hay un alboroto. Todo mundo está saliendo o lo están sacando.

— que pasa? — Preguntó extraviada

—pasa que la señora va ha serrar porque se va a la fiesta del príncipe. — Contestó alguien

—como así? ni que la fiesta del príncipe fuera cosa del otro mundo. — Dije sin querer llamar la atención

— perdón que dijiste? — Preguntó la princesa Estefania que en ese mismo momento pasaba en su carroza.

Mi cara empezó a arder de la vergüenza ante la mirada de todos

— dije que la fiesta del príncipe es la cosa mas fantástica que haya existido en la vida .— mentí

— y piensa ir?

—me encantaría su majestad pero no tengo vestido. — Contesté.

— no te preocupes de eso me encargó yo. — Dijo con certeza.

—eso sería una gran cosa y un gran privilegio, pero vera usted, yo no podría asistir.

—que clase de mujer no quiere ir a la fiesta del príncipe? — Preguntó con ironía y autoridad y replicó — no quiero peros suba ahora mismo a la carroza y no ponga resistencia, usted será hoy mi acompañante entendió?.

No tuve tiempo de poner resistencia, cuando me di cuenta era que ya los guardias me habían subido a la carroza

«hay Dios mio ahora en que me metí.»

Durante el recorrido no dije nada sabia que tal vez podría empeorar las cosas y rogaba en mi mente que en cualquier momento la princesa hiciera parar la carroza y ordenara que me bajara pero eso nunca paso.

Después de un largo recorrido la princesa me llevó a una tienda.

Narra Viví:

La princesa Estefania es una gran joven y por cierto muy hermosa, tiene un corazón muy generoso. Pero le disgusto en gran manera el comentario de Bella y como sabía que ella no quería asistir a la fiesta por eso la obligó.

La llevó a una tienda muy lujosa dónde le compro todo lo necesario para versé como una princesa o mejor aun como una reina única y explendida, también la hizo peinar de una manera muy elegante lo único que no le hecho fue maquillaje porque dijo que no lo necesitaba.

Narra Bella:

Llegamos al palacio con la princesa Estefania y yo no podía creer que tanta belleza fuera cierta, siempre había visto el palacio de lejos nunca de cerca y jamás había entrado y aunque hubiera querido no había sido posible ya que somos del bulgo, pero en fin Dios es fiel y aunque no quería venir ya estoy aquí y voy a disfrutar de este lujo.

— oye vas a entrar o te piensas quedar ahí parada. — Preguntó la princesa Estefania impaciente.

— si, voy a entrar. — dije un poco avergonzada agachada la cabeza ya que había más gente esperando para entrar .

«Nunca había visto tanto lujo en mi vida estoy impresionada es más podría enseñarme a esto, pero que estoy pensando jamás viviría en un lugar como este, tal vez en la otra vida.»

— todo esto será tuyo si te casas con el príncipe. — Dijo Estefania como si adivinara mis pensamientos.

— decía algo su majestad? . — pregunté como si no hubiera escuchado o como si quisiera repetición.

— dije que la noche es tuya y puedes divertirte.

— pero luego, no soy su acompañante?.— Dije confundida

—yo no necesitó acompañantes — Y dicho esto se fue y me dejó en medio de la nada

Empiezo a caminar en medio del salón observando las paredes, las pinturas y un poconon de cosas y esculturas que ni siquiera se el nombre. Las personas visten espléndidamente en especial las princesas son toda una elegancia me preguntó cual de todas se ira a quedar con el príncipe, y a todo esto donde estará el príncipe?

Ya han pasado varias horas, las princesas están histéricas todas se preguntan: en donde estará el príncipe? .

—atención por favor, con todos ustedes la reina. — Dijo un sujeto con traje

— lamento la demora, el príncipe esta un poco ocupado, pero en unos cortos minutos lo tendremos con nosotros. — Dijo la reina.

Narra Canzu:

—podrias dejar de comportarte como un niño y salir a la fiesta , las princesas están desesperadas. — Dijo mi madre

— yo no les dije que vinieran. — Contesté

— tu no pero yo si. Y si no sales ahora mismo mandare a sacarte.

— harías eso madre?

— por favor Canzu por el amor de Dios no me puedes hacer esto, que quieres, que vaya y diga: el príncipe esta encerrado en su cuarto y no quiere salir.

— esta bien madre saldré en un momento sólo alejate de la puerta si?

— lo prometes?

— lo prometo cuando he mentido?

— esta bien hijo. — Dijo mi madre alejandose de la puerta.

Okey si mi madre quiere que salga entonces saldré.

Narra Viví:

Canzu habré la puerta de su clotser y saca un camibuso y una sudadera se viste con ello y se dispone a salir dejando a un lado el traje que su madre le había mandado a hacer para esa gran ocasión.

Narra Bella:

Ya empezó el escándalo porque el príncipe va ha salir. Me lo imaginó como el príncipe de cenicienta escogiendo con quien se va a casar, afortunadamente yo no estoy en la lista porque no soy princesa así que para que pierdo tiempo viéndolo.

Comienzo a buscar una salida prontamente, habró una pequeña puerta y entro.

—woo que hermoso es este lugar. — Exclamó en voz alta viendo que nadie me oye.

Es un lugar solitario donde se siente una inmensa paz tiene un pequeño lago y un jardín. ¡Que hermoso!.

Me siento al borde del lago incluso hay una pequeña canoa ¡magnífico!, las estrellas y la luna se reflejan en el lago, esto es genial.

— se puede saber que hace aquí la señorita, ha perdón la princesa no debería de estar adentro?. — Dice una voz masculina a mi espalda.

Me doy vuelta y veo que es un jovenzuelo que no tiene nada que ver con la fiesta ya que ni siquiera lleva un traje, me preguntó como se habrá colado así que me ahorro la cortesía y le contestó de cualquier manera.

—estoy aquí porque quiero ha y por cierto no soy princesa, lamentó decepcionarlo.

El chico me miró con una mirada burlona y dijo:

—hací que no eres una princesa he?

— no, no lo soy. — le contesté seriamente, no me gustaba la idea de estar hablando con un joven que ni siquiera conocía.

— entonces porque lleva un vestido tan costoso?

—eso a usted no le incumbe

— entonces que? eres una pueblana. — Dijo riéndose

— si soy una pueblana a mucho honor

— una pueblana no se puede costear un vestido de esos ni en sueños. — Dijo altivamente, como si fuera el rey o algo parecido.

Me sentí muy ofendida así que me dirigí a la puerta.

— nadie me deja con la palabra en la boca. — Dijo en un tono autoritario.

— pues yo si

— se nota que no sabes con quien estás hablando

— y no me interesa, sabe?.

— pues debería interesarle

— ha sí y porque?

— porque puedo hacer tu vida muy agradable o te la puedo convertir en un infierno.

— huy no púes que miedo me tiemblan las rodillas, dejadme adivinar estoy tratando con uno de los villanos mas peligrosos. — Digo burlonamente .

— no. Estas tratando con el príncipe.

—con el príncipe, eso si que es un buen chiste, usted tiene cara de todo menos de príncipe.

—no me creé?.

empezó a acercarseme de una manera muy peligrosa. Cuando estaba lo suficiente cerca como para tocarme lo empuje con todas mis fuerzas y cayó de espaldas al lago y antes de que saliera empecé a correr hacia el salón para irme de ese lugar y no volver jamás.

Narra Canzu:

Sentí que iba a estallar de la rabia que se creía esa pueblana o dama que se yo, se veía cómo doncella de la realeza pero actuaba cómo una mujer de pueblo. Cómo se atrevió a tirarme al lago como si nada y lo peor que clase de mujer no sabe quien soy yo.

El agua esta helada salgo lo mas rápido posible para evitar morir congelado.

Subo por el ala derecha del  palacio y todo mi cuerpo empieza a temblar ¡lo que me faltaba esa chica me las va a pagar!

—Que le pasa príncipe ?. — pregunta un criado

—nada estoy bien, es solo que.....

En ese momento todo se volvió oscuro.

Narra Bella:

Dentro al palacio muy asustada y me dirijo hacia la puerta de salida lo más rápido posible cuando siento que una mano me sostiene el brazo un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

—se puede saber para dónde vas?. —Pregunta la princesa Estefania.

Sentí un alivio al saber que era ella, por un momento pensé que era ese desconocido

En ese momento habla la reina.

—Lamento mucho hacerlas esperar pero el príncipe ha sufrido un percance ha última hora y no nos podrá acompañar pido disculpas en nombre de él a todas las  princesas

Se forma un murmullo en todo el salón:

—y ahora que pasó?.— Pregunta una princesa

—no se, tal vez se enfermo. — Dice otra

—o se inventó algo

—no, no lo creó .

— lo que faltaba. — Exclamó la princesa Estefania

—que pasó?.— pregunté inocentemente

—uno de los criados me acaba de avisar que el príncipe se ha desmayado. Por cierto hacia donde ibas?

—iba para mi casa es que me siento un poco enferma.

—no te preocupes le diré al cochero que te llevé, quería que el príncipe se llevará una buena impresión contigo pero no va ha salir

—no pasa nada su alteza.

Dicho esto me retiró del palacio antes de encontrarme con el sujeto del lago