Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🔮 Capítulo Dieciocho 🔮

Al salir de el despacho de Trévor mi madre se incorporó apresurada.

—¿Ya saben donde tienen que ir? 

—Si, la habitación —Miré el numero de aquella llave—¡Wow!

—¿Qué número?

—Mil —Estaba sorprendida de la cantidad de habitaciones 

—Es una hermosa habitación, me tocó estar en ella por un año. 

Sonreí.

—Bueno hija debo irme, nos veremos en las vacaciones.

 Ella me abrazó y palmeó mi espalda.

—Cuidense

 Asentí y ella se fue.

—¿Cómo encontraremos la habitación?—Sebastian salto a mis brazos.

Eso me sorprendido ya que el nunca había saltado a mis brazos para que lo lleve.

—No te preocupes, déjamelo a mi —sonreí.

Comencé a caminar y poco a poco personas, seres sobrenaturales, comenzaron a aparecer.

—Disculpa ¿Eres Cornelia Websther?  

—S-Si —respondí dudosa.

—¡Oigan! ¡Es Cornelia Websther! —llamó la atención del resto de la gente.

—¿Eh? —El pánico se apoderó de mi ser y me tele-transporté a la entrada.

—¿Te encuentras bien? —Sebastian preguntó aun en mis brazos.

—Si. Mejor me apuro en encontrar el cuarto.

Recordé un hechizo de invisibilidad que leí en los libros prohibidos y sin dudarlo lo utilicé sobre mi y Sebastian.

Comencé a recorrer las salas y pasillos de aquel castillo de marfil sin ser vista por nadie, solo algún que otro hombre lobo me olfateaba extrañado y desentendido por que no lograban ver nada.

Después de una larga caminata encontré la habitación, abrí la puerta y entré apresurada.

Deshice el hechizo y me senté cansada en el suelo, realmente necesité mucha energía.

Levanté la mirada y realmente el cuarto era hermoso, mi maleta ya estaba allí.

La cama era de dos plazas y media, tenia un cobertor violeta y un tul que caía desde arriba. había una ventana que daba a un jardín o parque. Luego un placard y un cuarto de baño.

Me aproximé a la cama y vi aquel libro del que hablaba el director.

Sebastian volvió a su forma humana y se sentó en el suelo cerca de la cama.

—Veni   —palmee la cama para que se sentara a mi lado.

—No, aquí estoy bien. 

—El suelo debe estar helado, después de todo es de mármol, no te hagas el difícil y veni.

El suspiró derrotado y se sentó en la cama.

  —Debo estudiar todo esto —suspiré —Solo me tomará unos minutos, no hagas ruidos por favor.

Utilizando un hechizo comencé a leer y estudiar rápidamente el reglamento e historia que contenía aquel libro.

  —Terminé, deberías estudiarlo también —sonreí.

—Me tomará días aprender todo esto —suspiró al tomar el libro.

  —Deja que te ayude —puse mi mano derecha sobre su cabeza y le pasé el contenido de aquel libro.

 —¿Cuándo aprendiste a hacer eso? —se sorprendió

—Cuando desapareciste, ahora que recuerdo —lo miré molesta.—¿A quién más le has robado? —me levanté de la cama y lo miré enojada.

El esquivó mi mirada.

  —Sebastian  —enarqué una ceja.

—A un par de familias —susurró.

—¿Cuantas?

Negó con la cabeza 

—¿Dos?   

Negó

—¿Cuatro?  

Negó

Suspiré molesta

—¿Cuantas?

—Veintisiete

—¿Es una broma verdad? 

Negó 

Rasqué mi cuello nerviosa

—Necesito saber que familias son  

—¿Para qué?

—Para devolver lo que robaste, después de todo sos mi responsabilidad.

—No soy tu responsabilidad, tu eres mi responsabilidad, yo soy el que debe protegerte y cuidarte, no tu a mi —habló molesto, como nunca antes.

—A ¿y piensas que robando me cuidas?  — grité

—No —gritó aun mas fuerte.

—¿Entonces? ¿Por qué lo haces?

—Necesidad

—¿De que sirve poder hacer todo con magia si no me pides ayuda?

—No me gusta depender de ti

—A no, pero si depender de robarle al resto.

El suspiro molesto y me miró fijo a los ojos.

—Son mis problemas

—No —me acerqué —son nuestros problemas, ahora tengo que ocuparme de que no te suceda nada, de que no te reconozcan. Así que es nuestro problema.

Él se tomo del cabello, cerro los ojos y suspiró.

—Iré a dormir —volvió a su forma gatuna y se acomodó en un rincón de la habitación.

 —¿Piensas dejarme discutiendo sola? 

No hubo respuesta de su parte.

—Esto no se terminó aquí Sebastian.

Sin pensarlo dos veces obligue con magia a que tomara su forma humana.

—Esa es magia prohibida —me miró sorprendido.  —Se supone que no puede usarse ¿Como es que sabes hacerlo?

—No es de tu incumbencia, al menos no lo será hasta que me digas a quienes les robaste.

—No seas infantil —toco su cien.

—¿Infantil? Sabes, si no vas a contarme a quien le robaste entonces no necesitas hablar —con un chasquido de dedos le quité la voz. —Hasta que no estés dispuesto a contarme no regresará.

La luz del cuarto se apago.

  —Alumnos es hora de bajar a cenar, dejen sus cuartos y apresúrense —se escuchó una voz desde el pasillo.

Con un chasquido me puse mi pijama y me acosté para dormir, cierto gato me había quitado el apetito.

Pov Sebastian.

¿No cenara? yo si tengo hambre, estaba tan molesto.

Las horas comenzaron a pasar y me acerqué a la cama.

Es tan tranquila cuando duerme —suspiro— realmente no tengo orgullo

Salté hacia la cama y me acomodé entre sus brazos

Sin ti estaría perdido y, desde que rompimos esa regla —recordé el beso— me enoja que seas tu quien deba cuidar de mi y no yo de ti, como debería ser.

Te quiero ama...

  




 

 

    

 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro