🔮 Capítulo Diecinueve 🔮
Pov Cornee:
Me desperté sintiendo calor en mi abdomen, miré por debajo de las sabanas y era Sebastián quien en forma de gato estaba echo una bolita calentando mi panza.
Recordé la noche anterior y mi panza crujió de hambre, me destape e incorporé tomando rumbo al baño.
Lavé mi rostro y cepillé mis dientes. Me hice una cola de caballo en mi cabello y con algo de magia me vestí.
Me coloqué un vestido blanco liso suelto junto con una chaqueta de jean y unas chatitas blancas.
Hoy no iba a poder estar de invisible todo el día así que tenia que prepararme mentalmente para las preguntas de los sobrenaturales.
—Sebastián —hablé fuerte.
Él se desperezo y abrió uno de sus ojos gatunos.
—Iré a desayunar ¿Vienes? —estaba enojada, si. Pero no iba a dejar que muera de hambre.
Camino con sus cuatro felinas patitas hasta mi y acarició su cabeza con mi pierna.
—Eso no hará que regrese tu voz —Me gustaba que me acariciara, pero no iba a ceder.
Iba a salir del cuarto cuando recordé las palabras de Trevor, debo cuidar de Sebastián.
Suspiré y lo tomé en brazos.
—Esto no significa que estés perdonado —aclaré.
Le indiqué a la puerta con un movimiento de cabeza que se abriera para mi. Se que no tengo que usar la magia para todo, pero es mas sencillo si la uso.
Asomé mi cabeza y miré por el pasillo, al ver que no había nadie salí con tranquilidad de el.
Comencé a tomar rumbo al comedor y empecé a cruzarme con varias personas.
—¡Hola! —me saludo una chica enérgica.
—Hola —sonreí tímida.
—Cornelia webshter me saludo —gritó a sus amigas emocionada.
Abrí los ojos sorprendida ¿Qué se suponía que iba a ser? ¿Ignorar su saludo?
Aparté aquello de mi cabeza y seguí mi camino.
Al llegar a la cafetería tome asiento en una de las mesas mas aisladas, subí a Sabastian sobre la mesa y con magia aparecí lo que iba a ser nuestro desayuno.
Ustedes dirán ¿Para que va a la cafetería si va a comer con magia?
La respuesta esta en que en el reglamento dice que tenemos que comer las cuatro principales comidas en el comedor y bueno aquí estamos.
En eso un chico super guapo se acerca a mi mesa.
Él estaba sin camisa dejando ver sus muy marcados pectorales.
Tragué fuerte y miré a Sebastián quien me miraba acusador.
—¡Deja de leer mi mente! —le ordené.
—Hola Cornelia —este se sentó en la silla libre de mi lado.
—Hola
—Soy Joaquin y soy un tritón.
— Si, lo se
—¿Lo sabes?
¿Que dije? no podía decirle que leí la biografía de su familia y el estaba allí, se supone que esos libros son secretos.
—amm —balbucee
Él carcajeo y sonreí.
—¿Estas lista para la clase de etiqueta?
— ¿Eh? ¿Clase de etiqueta?
—Si, aquí nos preparan para ocupar el puesto en la corte real de nuestros padres y tenemos clases de modales, etiqueta y demás. Es aburrido, pero después ya te sale natural.
Sonreí incomoda
—Debo irme —Me incorporé
Él se apresuró en levantarse.
—Ves — sonrió —Se te pega, cuando una dama se levanta el caballero se incorpora honrando su salida.
Me sonrojé... ¿Me llamó Dama?
—Gracias —no sabía como racionar a eso.
Nos quedamos mirándonos a los ojos en silencio.
Sebastián salto bruto sobre mi asustándome.
—Eso no es de caballeros, amigo —Joaquín se dirigió a Sebastián.
Lo acomodé en mis brazos y sonreí.
—No te preocupes, debo irme.
—¿Esta noche quieres que te muestre los alrededores del castillo?
—Lo pensaré —respondí apurada mientras me alejaba.
Eso fue extraño...
Pov Sebastian:
¿Extraño? Eso fue intenso ¿Qué no soy un caballero? Ya le mostraré. Ese chico no me cae en gracia ¿A dónde pretende llevar a mi Corne? No lo permitiré.
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