Capitulo 1
Mi nombre es Freddy, tengo 17 años y vivo en (mi casa ok no) Lima junto a mi familia, es decir, mi padre "Carlos" y mi madre "Ana". Ellos son las personas más importantes que hay en mi vida, aunque a veces tengamos algunas diferencias; yo digo que son típicas de toda familia. Sin embargo, no puedo olvidarme de otro miembro importante, al menos para mí, porque es mía, mi Joy. Ella es mi regalona, tiene a penas tres meses conmigo pero se ha ganado mi corazón... es que es una gatita muy tierna e inteligente.
No se lo diría a nadie más, pero es como si ella entendiera lo que le digo. Siempre me presta atención cuando le hablo y por eso cuando estoy triste o feliz, cuando necesito que alguien me escuche, siempre recurro a ella. Llámenme loco, pero estoy seguro que no soy el primero en darse cuenta que los animales son inteligentes y tienen sentimientos.
Bien, tal ves se pregunten como es que un hombre termina teniendo una fina gatita de mascota en vez de un perro o algo con más carácter. Pues, la historia no es tan larga, así que les contaré.
*flash back*
Iba caminando por el bosque, a un lindo prado que había encontrado poco tiempo antes, cuando escuché algo moverse entre los arboles... de pronto un gatito amarillito y muy pequeñito apareció de entre ellos, el pobrecito cojeaba y se veía muy mal herido. Segundos después de verlo, también apareció un lobo gris y el gatito se engrifó y comenzó a correr, dirigiéndose hacia mi. Resultó que el lobo quería convertirlo en su cena, pero el gatito saltó a mis brazos como pudo y sin pensarlo dos veces, tomé lo primero que tenía en la mano (una rama gruesa de árbol que estaba en el piso), y le di una paliza al lobo hasta que se fue.
El gatito temblaba en mis brazos y cuando lo revisé, me di cuenta que tenía un collar rosa con una placa que llevaba escrito su nombre por el derecho "Joy" (no era gatito, era gatita), y una leyenda por detrás que decía "soy una cajita de mágicas sorpresas". Pero a demás de eso, nada. No tenía un número de teléfono ni una dirección a donde pudiera devolverla, porque era obvio que había tenido dueño antes, sino, quien le habría puesto el collar.
Después de eso, llevé rápido a la gatita al veterinario para que la curaran. Pensé en dejarla allí pero como si supiera de mis intenciones, me miró con agonía en los ojos, como rogando que no la abandonara y no me pude resistir a eso, así que la adopté.
*FIN FLASH BACK*
Así pasó y entonces me preocupé de cada una de las necesidades que pudiera tener, daría lo mejor para que estuviera sanita y feliz.
Le compre de todo para su cuidado, cepillo de pelo, champú, perfume, ropita, la mejor comida, una cajita con arena sanitaria, una camita acolchada (que al final nuca ocupó porque subía a mi cama y dormía acurrucada conmigo). También le compre varios juguetitos para que se entretuviera, aunque no era como si los necesitara porque jugaba con lo primero que pillaba, eso incluía mis manos cuando dormía y las dejaba caer inconscientemente fuera de la cama.
De hecho, ahora mismo ella estaba jugando con mis manos y de verdad lo agradecí, ya que me despertó justo a la hora en que debía levantarme para ir al instituto.
- gracias Joy... - le dije acariciando su cabecita y ella respondió con un tierno "miau", mientras cerraba sus ojitos, feliz.
- ¡bien... es hora de levantarme! - dije con animo para mí mismo
Estaba muy ansioso porque en el instituto vería la mujer más hermosa que pudiera existir en este planeta: mi novia Cami. Estábamos hace poco saliendo, pero a mi me gustaba desde hacía bastante tiempo y por fin me había echo el valor de pedirle algo formalmente. Mis amig@s siempre me animaron a salir con ella porque según decían, éramos la pareja perfecta, ya saben, el capitán del equipo de basquetbol con la capitana del equipo de porristas...
A demás de ser una "pareja perfecta" salir con Cami también era una buena opción, porque así las demás chicas que me acosaban, se sentirían amedrentadas por ella y como Cami bien decía: pobre del que se meta conmigo o con lo que es mío y desde hace tres semanas, ella me consideraba de su exclusiva propiedad y la verdad es que no me molestaba.
El día en el instituto se pasó muy rápido para mi gusto, no me había dado cuenta para cuando ya tendría que estar volviendo a casa. Por lo menos estaría un rato más con mi novia mientras podía ir a dejarla a su casa y tal vez nos quedáramos allí viendo alguna película como lo habíamos hecho la semana pasada.
- ¿nos vamos preciosa? - le dije ofreciéndole mi brazo para que tomara de él.
- oh... lo siento cariño, pero esta ves tendrás que ir sin mi...- dijo tomándome del cuello y besándome en los labios.
- pero, ¿por qué? - ya me había acostumbrado a esa rutina.
- debo quedarme más tarde hoy. Tenemos un trabajo que hacer para literatura y con mis compañeros de clase nos quedaremos en la biblioteca para investigar sobre el tema que nos ha tocado.
- oh... está bien. Pero llámame cuando hayas llegado a tu casa, me quedaré preocupado si no lo haces.
- claro que lo haré. No te preocupes, no creo que tardemos demasiado. -dijo encogiéndose de hombros.
- está bien. Cuídate, te quiero... ya lo sabes.
- también te quiero.
Entonces, dándole un beso apasionado de despedida, me dirigí hacia el auto, solo.
Estuve a punto de marcharme cuando recordé que también tenía que investigar sobre una tarea de historia y necesitaba un libro para realizarla. Así que salí del auto y me dirigí al instituto otra vez. A demás aprovecharía de besar una vez más a mi novia, antes de irme a casa.
El instituto estaba casi vacío, ya la mayoría se había marchado a sus hogares y solo unos cuantos rondaban los pasillos. Yo fui directo a la biblioteca pero extrañamente Tanya no estaba allí, ni sus compañeros. Caminé de vuelta a la entrada, tal ves estaban en alguna sala después de haber sacado el material que necesitaban, aunque no creí que hubiera lugar más cómodo para trabajar, que la biblioteca. Decidí que no le daría demasiada importancia.
Seguí avanzando por los pasillos hacia la salida, cuando de pronto oí una risa de mujer en una de las salas de clases. La reconocí de inmediato y ya que la había encontrado entré a la sala para verla una vez más, antes de marchar a mi hogar. Pero en el mismo momento en que entré, me arrepentí de la decisión que tomé.
- ¡Cami! - grité enojado y a la ves destrozado cuando la vi colgada del cuello de otro chico, besándolo. Era el capitán del equipo de beisbol.
Al oírme, Cami abrió los ojos como platos y le soltó rápidamente.
- Freddy yo... - intentó explicar, pero no había necesidad, todo estaba claro. Solo la miré por última vez y salí a paso rápido antes que fuera a machacarle la cara al idiota y allí corriera sangre.
- Freddy por favor... - rogó cuando me logró alcanzar.
- por favor nada Cami... no puedes pedirme nada, no tienes derecho.
- lo siento, él me besó a la fuerza... te lo juro - pero yo sabía que era una mentira, igual como el trabajo que se suponía que tenía.
- ¿crees que soy tonto? Estabas tú colgada de él besándolo, él ni siquiera te estaba tomando. ¡No soy idiota!
- pero...
- ¡pero nada! - No quería escucharla - ¡esto se acabó, no te quiero otra ves en mi vida! - le grité esta vez no solo con rabia, sino con pena, porque ya no la tendría conmigo. Pero no me iba a dejar basurear.
- Noo!... no no no no... no me dejes Freddy - rogó llorando y aferrándose a mi camisa.
- lo siento Cami, no hay vuelta atrás. - dije soltándome de su agarre y marchándome rápidamente hacia el auto.
No sé como pude conducir hasta casa... las manos me temblaban por la ira que sentía... por todas las emociones y pensamientos que cruzaban por mi mente y los ojos se me nublaban cada tanto, pero me resistí a llorar con todas mis fuerzas. No quería entrar a casa y que me asaltaran a preguntas si es que me notaban mal.
Estacioné el volvo en la entrada de mi casa y salí del auto pegando un portazo. Sentí que alguien me observaba. Miré hacia mi ventana... era mi gatita Joy, que ya conocía el sonido del auto y se asomaba cada ves que llegaba, como si estuviera siempre pendiente de mí, como si me esperara todos los días.
Entré a la casa, corrí a mi habitación y cerré con llave. Luego de eso me desmoroné detrás de la puerta... abracé mis rodillas y comencé a llorar.
- ¿miau?
- ahora no Joy-le dije con la voz quebrada.
- miauu... - maulló otra ves y se metió como pudo entre mis brazos, entonces comenzó a lamer mi rostro, mis lagrimas.
- no Joy... le dije quitándola de encima.
- miaauu... - se quejó.
Entonces me levanté del suelo y me tiré boca abajo en mi cama con mi cabeza entre mis brazos.
Ahí tirado seguí llorando a más no poder. No estaba enamorado de Cami, pero de verdad la quería y me dolía demasiado su traición, ella solo había jugado conmigo.
Me sentí realmente vacío en ese instante. No tenía a nadie para consolarme, nadie a quien recurrir. Mis padres no tenían tiempo para mí, de hecho, a penas los veía. No es que me llevara mal con ellos, al contrario, y como dije antes, son lo más importante para mí, pero no éramos de los que pueden sentarse juntos a la hora de comer y solo a veces nos topábamos en la casa porque sus trabajos les hacian ausentarse casi todo el día y sus horarios no eran estables.
Me sentía tan solo y herido, como nunca antes me había sentido...
- miau - sentí un calorcito sobre mi espalda y luego un ronroneo...
JOY...
Como si ella supiera lo que necesitaba, se acurrucó al lado mío para hacerme compañía. Me voltee y ella se acomodó sobre mi pecho. Entonces comenzó a restregar su carita en mi mentón y siguió ronroneando.
- gracias Joy... sé que no me quieres ver triste, es que me es difícil evitarlo... - y entonces me puse a hablar con ella otra ves y le conté lo que había pasado. Como si estuviera escuchándome, me miró todo el momento con atención hasta que terminé. Entonces ella lamió una vez más las lagrimas que habían vuelto a brotar de mis ojos y después se echó de nuevo en mi pecho, ronroneando.
- tú si que me entiendes Joy y tienes razón, te tengo a ti, por eso eres mi gatita consentida. Ojala las mujeres de verdad fueran tan tiernas y fieles como tú. Hasta ahora me doy cuenta que en realidad eres la única que siempre se alegra de verme. Tal vez estoy loco, pero desearía que fueras humana, sería perfecto tener a una chica que fuera tan atenta y que estuviera siempre conmigo como tú. De verdad deseo alguien así... pero pareciera que solo los animales son fieles y llenos de amor hacia sus amos. - entonces volví a mi triste realidad, algo así no pasa sino en los cuentos de hadas.
Joy solo me miraba atenta desde el piso (pues se había bajado de la cama) y cuando terminé de hablar, me sonrió.
¿Ok? ¿Qué es lo que acabo de ver? Mi gata me sonrió...
Vaya, lo de mi ex novia me había dejado muy mal... ya estaba alucinando.
Pero entonces, toda pasó muy rápido.
Una extraña luz entró en mi habitación y se metió bajo la piel de Bella, entonces de ella salió un resplandor como blanco y azul que comenzó a cegarme de a poco, era muy potente y tuve que cubrirme. Lo único que pude notar fue que mi gatita crecía de manera considerable y luego vi en su lugar la silueta de una mujer.
Entones la silueta se fue acercando a mí y lo siguiente que supe fue... nada. No supe nada más.
Desperté asustado y me levanté de golpe, quedando sentado en mi cama. Me mareé por la velocidad con que desperté y recordé todo lo sucedido en el sueño...
- Vaya - dije a nadie... poniendo mi mano en mi frente... - es el sueño más raro que he tenido en toda mi vida.
Entonces cerrando los ojos otra vez (porque había despertado dos horas antes de lo habitual para ir a clases) me recosté en la cama y me volteé para abrazar a mi gatita...
¡Mi gatita!
Me volví a levantar aun más rápido que antes...
- Tengo que dejar de hacer eso... -dije mareado.
Pero enseguida reaccioné. Lo que sentí al abrazar, no había sido a mi gatita.
Me di vuelta lentamente, y entonces al lado mío, la vi...
No a Joy... pero sí el cuerpo de una chica que dormía de espaldas a mi.
- ¡¿quien eres tú y que haces en mi cama? - grité al mismo tiempo que me levantaba. No estaba asustado, era solo una chica, pero no entendía nada. ¿Cómo es que había terminado con una mujer en mi cama?
Al escucharme se despertó lentamente y se desperezó con un sonoro bostezo. Extrañamente me pareció algo muy familiar, pero ¿de dónde? Si yo jamás había dormido con una chica antes.
Se dio vuelta aún con los ojos cerrados y me encontré frente a la mujer más hermosa que había visto en mi vida y eso que yo pensaba que no podía haber ninguna más hermosa que Cami.
La chica parecía como de mi edad, tenía un rostro hermoso, facciones perfectas y una tez tan clara que llegaba a ser tanto o más pálida que yo. Sus labios eran carnosos y de un intenso rojo, su cabello amarillento largo cubriendo sus senos...
O.O senos... oh oh... ¿estaba desnuda? ¡Pero como! No recordaba haber bebido alcohol anoche, estaba seguro que había venido directo a casa. Todo esto me estaba confundiendo demasiado.
La chica por fin abrió los ojos que eran de azulado, me miró un momento... creí que se asustaría, pero no. Me miró tiernamente y luego sonrió como si me conociera de toda la vida.
Entonces mi mente recordó algo.
Esa sonrisa era como la que mi gatita me había dado en ese extraño sueño, por cierto ¿dónde estaba mi Joy?
- Disculpa... - no sabía que decirle ¿y si realmente me emborraché anoche? Le estaría diciendo a la chica que no la recordaba quien era y viéndola desnuda, parecía que habíamos hecho algo más que solo dormir... oh no... había perdido mi virginidad estando borracho. Pero luego me preocuparía de eso. - podría preguntarte ¿quién eres tú? - la chica me dirigió una mirada de extrañez.
- Soy Joy... -dijo y luego se tapó la boca como si hubiera dicho algo malo. Curiosamente la chica se llamaba como mi mascota.
- Joy. ¿De dónde es que nos conocemos? - intenté ser lo más sutil con mis preguntas pero no lo estaba logrando.
- ¿no se acuerda? -dijo mirando sus manos, sus brazos, luego tocando su cara como si tuviera algo raro en ella.
No estaba seguro de qué responder...
- Lo siento, no -tuve que ser sincero.
- vaya, pero si solo fue hace tres meses. En el bosque... - dijo mirándome como si fuera tan obvio de donde la había visto. - usted me rescató del lobo que me perseguía.
Ok, eso me descolocó totalmente. ¿cómo sabía ella lo que había echo en el bosque? Estaba totalmente vació. A demás, no fue a ella a quien encontré en el bosque, fue a mi gatita... y ¿por qué si somos al parecer de la misma edad me trataba de usted? como si yo fuera superior o algo así.
- ¿Joy? - pregunté tontamente, sabía que era imposible que fuera mi gata pero de verdad estaba confundido.
- aha -asintió con timidez.
- no puede ser... No. Estoy soñando aún.
- ¿sueña despierto? - me preguntó curiosa. Era verdad, yo estaba despierto. Pero ella no era mi gata.
- sabes, ya fue suficiente, déjate de bromas y dime que haces en mi cama, porque estoy seguro que yo no te traje aquí. -pareció entristecerse, como si la estuviera negando de verdad y agachó la cabeza, pegando el mentón al cuello con la vista perdida.
Entonces me percaté... ella tenía puesto un collar rosa en su cuello.
Me acerqué sin pedirle autorización, levanté su mentón y toqué el collar. Llevaba la misma placa que la de mi gata.
- ¿Cómo es esto posible? - le pregunté ya medio convencido de que mi sueño si era real.
- Usted deseó que yo fuera una humana... - ¿ella cómo sabía eso?
- sí pero, las personas deseamos muchas cosas, lo que no significa que eso vaya a pasar.
- pues esta vez pasó.
- No entiendo... - Dije tomándome la cabeza que parecía que iba a reventar... tenía tantas cosas en ella.
- ni yo lo entiendo bien... - dijo encogiéndose de hombros - solo sé que lo deseó y ahora estoy aquí. Además, mi collar decía que era una cajita de sorpresas mágicas.
- sí pero no creí que fuera literal. - Dije como si fuera algo lógico. - espera ¿entonces la magia existe?
- tanto como yo existo - eso no me convenció demasiado y ella lo notó. - bien... tanto como usted existe.
Muchas gracias mis queridas lectoras y lectores por darse el tiempo de revisar mi nueva creación. Este es el primer capítulo y pronto subiré el segundo que ya está listo :3 jakja me emocioné he hice dos de una ves, incluso tengo un poco avanzado el tercero.
También quiero decirles, a quienes me siguen, que mi otra historia "una noche de foxica" también la actualizaré pronto, no pienso dejarla de lado y ya casi termino el 8° capítulo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro