Me desperté, estaba ya en mi apartamento. La noche anterior estuvo pésima, un cliente me dejó otros moretones.

Habían pasado 2 meses desde lo de Nathan, el chico que me llevó al hotel, el cual si fue un buen cliente. Me gustó mucho porque me trató bien. Pero me dio miedo cuando le detallé bien su rostro, tenía algo raro, sus ojos se fueron volviendo muy negros en cuestión de segundos.

Eso fue antes de despedirme de Nathan, y de ahí he pensado mucho sobre él, me da miedo. Y gracias al cielo que no lo he vuelto a ver. Si lo viera, saldría corriendo.

Pero eso no es todo, últimamente me han estado pasando cosas extrañas. Como que veía a personas en la calle mirándome fijamente y cuando yo las veía, desviaban la mirada o salían corriendo. Pero algo de ellos sí me impactó, sus ojos eran como dos perlas negras y como los que vi de Nathan. Cuando pasaba eso, mi mente era un túmulo de pensamientos negativos y de desesperación, ya que me daba miedo que llegaran a hacerme algo malo. Pero a final de cuentas, no les demostraba miedo alguno.

Hoy estaba distraída caminando por las calles de la ciudad, ya oscurecía y empezaba a dar un poco de frío, menos mal llevaba una chaqueta. En unas horas empezaba mi turno y tan solo quería despejarme un poco. Seguí caminando, pasé por un puente y luego me detuve en el lago de un parque. Me senté en una banca al lado del lago y estuve viendo a mí alrededor, la belleza de ese lugar, las personas que pasaban por el parque, era mágico. Estuve viendo mi amuleto e imaginando una vida siendo feliz, donde tenía personas alrededor que me querían y me apoyaban, teniendo un buen trabajo en lo que me gustara.

De pronto, no vi a nadie más en el parque, se me hizo raro, o simplemente ya era tarde. Me sentí con miedo, un escalofrío pasó por mi espalda e instintivamente me puse de pie para irme de ese lugar. Al caminar, sentí que me estaban viendo y volteé para asegurarme si había alguien, pero no vi a nadie.

Me asusté más y empecé a correr, pero no sabía en qué dirección iba, sentía a alguien siguiéndome pero no quise mirar y cuando me di cuenta estaba en un lugar del parque que no llegaba la luz de las lámparas. Escuché una carcajada tan escalofriante que sentí mis nervios de punta.

De repente, unas manos rodearon mi boca y mi cintura y me apretaron hacia un cuerpo que era demasiado grande. Me paralicé al instante, quería gritar como nunca antes, pero no podía respirar bien. No sabía quién me tenía raptada y sentía sus manos muy grandes para ser normales, además de sentir garras.

Estaba demasiado asustada, mi corazón palpitaba con fuerza en mi pecho. Después de un largo rato de patalear, morder la mano de mi raptor e intentar empujarlo para que me soltara, lo cual fue en vano porque no lo moví ni un poco, me llevó a algo que, al parecer irradiaba una luz muy fuerte para poder ver cómodamente. No sabía lo que generaba esa potente luz y a medida que nos íbamos acercando me fijé bien de lo que era...

'' ¡Oh, Dios mío!, eso no puede ser cierto, díganme que es un sueño''.

Tenía ante mis ojos un colosal ovni, como lo llaman, de un tamaño enorme y con un plateado muy oscuro.

'' ¡Qué miedo!''.

Quise zafarme, de nuevo, del agarre de quien quiera que me estaba sujetando, pero todo fue en vano. Empecé a temblar y sentí que me asfixiaba aún más, me faltaba mucho el aire y empecé a ver borroso, pero yo sabía que ya me estaba llevando al interior de esa nave.

Vi que una compuerta iba subiendo hasta encerrarnos, también vi muchas siluetas de personas, o extraterrestres, que sería lo más probable. Unos segundos después, el que me había cargado me soltó y caí al suelo, adolorida por el golpe y a la vez aliviada porque ya podía respirar... No sé a dónde fue el que me trajo, ya que solo me dejó ahí tendida en el suelo, sin hacer nada más conmigo.

No quería ver lo que tenía a mi alrededor, pero tarde o temprano lo descubriría... Tenía mucho miedo, pero relajé mi respiración y lentamente fui alzando mi vista, revelando lo que tanto temía, y...

Vi a muchas personas asustadas, estaban encadenados de manos y pies. Algunos me miraban, otros solo estaban cerrando los ojos muy fuertemente. Diciéndose en su mente, supongo, que esto es un sueño, una muy mala pesadilla, que despertarían en cualquier momento... Los comprendo, porque yo estoy pensando lo mismo, quisiera creer eso, pero el dolor y el miedo son muy reales para ser un sueño...

Volteé mi cara al otro lado y lo que vi me heló la sangre...

'' ¿Qué son esas cosas? '' ... ¡Parecen lagartijas, pero gigantes!

Están armados, tienen un traje negro que los hace ver más aterradores y algunos, a los que alcance a ver, sacan sus lenguas de reptil como oliendo algo, supongo que a nosotros.

Me sentí mareada y asqueada, aún no lo creo, esto es tan irreal.

Uno de esos reptiles se aproximó a dónde yo estaba y por instinto retrocedí, arrastrándome un poco por el suelo. Escuché a muchos de esos reptiles reír, no sé cómo describir esa risa, pero me dejó con más miedo que antes. El reptil me alcanzó y por primera vez, pude ver muy bien de cerca a uno de esos reptiles. Sus manos y garras son horribles y muy grandes, todo de ellos es horrible, y su epidermis es de un verde muy raro, como la piel de una serpiente. Pero lo que más me aterró fue su altura, quizá midan dos metros y medio o tres. El reptil me cogió de la cintura con sus garras, me alzó como una muñeca que no pesa nada y del miedo que tenía quedé paralizada, no pude gritar por más que quise hacerlo.

Me miró con sus ojos de reptil y me acercó más a él, yo sólo intenté alejarme, pero no fue posible, y cerré mis ojos muy fuerte, con mucho miedo.

" Éste es el fin, me va a engullir y luego tirar mis huesos al espacio"

Lo primero que sentí fue su lengua de reptil en mi cuello y luego escuché que gruñó de satisfacción, supongo, y para mi sorpresa, me bajó y me sentó en algo. Abrí mis ojos y vi que estaba en un asiento, junto con otras personas, mientras me ataba las manos y pies como los demás. No iba a hacer nada, sabía que sería en vano.

El reptil se fue. Me puso casualmente al lado de una ventana, la cual se veía muy resistente, y cuando vi en dónde íbamos, la nave ya estaba abandonando el planeta tierra y cada vez se hacía más pequeña.

Yo sólo pensaba...

"Todo va a salir bien... Espero que esos extraterrestres no nos hagan daño, ni a mi, ni a esas personas... ¡No te preocupes Evangeline!''.