Capítulo 10
Al acercarse a mí, pude detallar al reptiliano mejor; tiene una sonrisa escalofriante, como los monstruos de esas películas de terror, sus colmillos son parecidos a los de un cocodrilo, muy afilados y largos. Su cara es parecida a la de un humano, lo que lo diferencia es que tiene características parecidas a un reptil como son: los ojos, colmillos, lengua, garras y piel de reptil. Tiene cabello negro y un tanto largo como los humanos y su piel es verde y un poco escamosa. Su cuerpo es muy musculoso y también es demasiado alto. Lo que pienso que lo diferencia de los otros reptilianos es que él tiene más características físicas de un humano, que de ésta raza extraterrestre. Podría preguntarle pero no creo que me responda y además estoy muy asustada como para hacerlo, entonces concluyo que es un híbrido entre raza humana y reptiliana.
Vuelvo a la realidad y veo que se está riendo y me mira fijamente como si quisiera intimidarme mucho... Lo cual empieza a lograrlo. Siento que estoy respirando con dificultad y mi corazón bombea con fuerza en mi pecho. Mi mente me dice que huya de él y que corra muy rápido, pero mi cuerpo no reacciona, estoy paralizada... Me siento como un pequeño animal acorralado por su depredador, rendido porque ya ve su muerte a unos pasos de él.
Mi depredador se cansó de burlarse y ver que yo solo lo miraba a los ojos y con una expresión de horror estampada en mi cara, y procede a hablar...
– Debes pagar por ese trozo de carne... –dijo sin quitarse esa sonrisa y se arrodilla acercándose mucho a mi cara–.
Quedé desconcertada y sin saber qué debía hacer para pagarle al repitiliano y mientras pensaba, de repente me empuja con su mano en mi hombro y quedo tumbada del todo en el piso, luego veo que está encima de mí y con su lengua de reptil empieza a recorrer mi cuello y mi pecho. Abro mucho mis ojos e intento salir de debajo del reptiliano; empujo su pecho, no pone resistencia y se queda viéndome mientras me alejo un poco de él, pero lo siguiente que siento es que me coge del tobillo y me acerca hacia él de nuevo. Vuelvo a intentar zafarme, pero no lo consigo, me coge de la cintura y en un movimiento muy rápido me pone boca abajo.
–No puedes escapar de mí, humana... – dijo el reptiliano cuando se me acerca a la oreja–.
Me da una sensación de asco, escucho que hace algo con sus garras, luego siento que baja mi pantalón y el resto de un tirón y grito muy fuerte...
Empieza a abusar de mi, es lo más doloroso que he sentido en mi vida, ¿cómo es posible que este ser abuse tan horrible de mí?... Sigue y sigue abusándome, dañándome, rasguñándome, en fin... Hace un tiempo ya que empecé a llorar en silencio porque en cuanto escuchó que lloraba, me empezó a abusar mucho más fuerte que antes. Solo quiero que esto acabe, aunque creo que ya moriré. Y en un momento que pude, acerqué a Azurita hacia mi boca y la mordí, quería gritar y con éste acto pude aguantar las ganas de hacerlo, ya que deduciendo que si el reptiliano me escucha gritar me mataría y no quiero eso. De repente, el reptiliano empuja muy fuerte y eso dolió muchísimo más, ésta vez si grito y luego se zafa de mí, pero no veo si sigue aquí o ya se fue... Me siento muy mareada, siento mucho dolor... Ya no escucho ni veo nada, todo se torna negro, siento que he muerto.
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Intento abrir mis ojos pero están muy pesados... Tampoco puedo moverme, siento mucho dolor en todo mi cuerpo, estoy desconcertada y no me acuerdo de lo que pasó antes de desmayarme, me quedo un rato sin moverme e intento dormir de nuevo, pero no lo consigo.
Después de un rato siento que ya tengo un poco de energía y procedo a abrir mis ojos, el dolor también ha mermado un poco. Mis ojos vagan por todo el lugar y deduzco que estoy en una cocina, no sé porque estoy aquí, acostada en un mugriento piso.
Veo que hay un camino de sangre seca en el piso, sigo con la vista el camino, y veo que procede de mí, me asusto mucho, tengo rasgada mi ropa y hay mucha sangre en mi pantalón.
"¿Qué me pasó?"... Dije en mi mente muy asustada y con mi corazón latiendo muy rápido.
Intento levantarme pero no tengo fuerzas, entonces empiezo a intentar recordar qué me habrá pasado. Concluyo que alguien me hizo daño, pero ha de haber sido muy fuerte y horrible la experiencia para haberlo olvidado... Me reviso sacando un poco mi pantalón, tengo mucha sangre seca en mi piel, y me duele mucho.
Empiezo a llorar, porque me hicieron mucho daño y sigo intentando recordar lo que me pasó.
De repente, veo que alguien entra a la cocina y al alzar mis ojos para ver quién es, mi mente grita aterrada, quedo paralizada en donde estoy... Y al verlo, recuerdo todo lo que me pasó, es como si me hubieran desgarrado por dentro. Él simplemente me ignora, va hacia la nevera y coge un pedazo de carne naranja, se la come y luego se va.
Siento una opresión en mi pecho y colapso, empiezo a llorar como nunca antes lo había hecho, no entiendo porqué sigo viva, debería estar muerta y evitar éste sufrimiento.
Pero recuerdo a azurita, la miro con tristeza y decepción... la detallo un rato y luego intento quitármela, pero está muy amarrada, por más que lo intento, no lo consigo...
"¡Qué raro!"
Intento de nuevo, pero Azurita empieza a brillar con un azul muy intenso y abro mucho mis ojos, maravillada...
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Gracias por leer, espero les haya gustado mi historia y recuerden, lo único que recibo a cambio por escribir para ustedes son sus votos y comentarios.
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