CAPÍTULO XII
Camus: Milo...-pronuncio al llegar a su habitación
Milo: Oh Camus, fui a tu habitación y no te Vi ahí
Camus: Estaba en la cocina -vio a Milo- ¿De quién es la ropa?
Milo: Es de Kanon..-susurro el nombre- estábamos cerca de su casa
Camus: Bueno, Surt se fue cuando me dejó aquí -apunto la puerta
Milo: ¿Porque, me dices esto? -se sentó en la cama
Camus: Porque..-¡Hay demonios!- sentía la necesidad ya que es tu casa
Milo: Siéntete libre de traer tu novio a casa -se acostó en la cama
Camus: No es mi novio -se sentó cerca de Milo
Milo: ¿Entonces? Se veía muy atento contigo
Camus: Es, solo un amigo que conocí en Francia -¿Porque le estoy dando explicaciones?-
Milo: Entonces.. ¿Te está cortejando?
Camus: ¡No! ¡Claro que no! -se levantó de ahí y volteo a ver a su 'hermano'- no trata de cortejarme
Milo: Eso no decía cuando te dió su chamarra- se levantó
Camus: Solo fue para que no me enfermara -se fue acercando a el
Milo: No se porque discuto contigo sobre esto
Camus: No se cuál es tu problema
Milo: Este es mi problema- lo tomo fuertemente de la cintura y lo beso, Camus se quedó estático, parecía no responder pero luego lo hizo, paso un tiempo así hasta que este se diera cuenta, se alejo de quién besaba, se tapó la cara avergonzado y le soltó una fuerte cachetada a Milo, salió de ahí corriendo sin más.
Camus: ¡Eres un idiota! -grito al entrar a su habitación
Milo: Su mano se ve delicada pero - tocó su mejilla- da golpes -se siguió sobando, hasta que su laptop avisaba que entraba una videollamada.
Milo: Hola padre -saludo al recibir la llamada
Kardia: Milo ¿Cómo está todo allá? -hablo detrás de la pantalla, Degel pasaba cerca y se acercó a saludar
Degel: ¡Milo!
Milo: Hola Degel
Degel: ¿Cómo estás? ¿Cómo está Camus?
Milo: Él, está bien, seguro en su habitación como siempre
Kardia: Manda saludos por nosotros
Milo: Así será
Degel: Milo, ¿Que le paso a tu rostro?
Kardia: es cierto ¿Alguien te golpeó? ¿Otra chica?
Milo: ¿Chica? No no, nada de eso -dijo cubriendo la marca con su mano
Kardia: ¿Entonces? Es una mano
Milo: Bueno, pues es una larga y rara Historia, cuando llegue se los contaré
Así después de unas horas corto la videollamada.
Pasaron los días y así llegó navidad, para ese tiempo los recién casados habían llegaron a la mansión Antares.
Los hermanos no se hablaron por casi todo esos días, así que Milo tomo la decisión de hablar.
Estaban en la cena familiar, riendo y bebiendo, con el arbolito tan reluciente brillando sin igual, en eso Milo con un traje de gala elegante tocó la copa con una cuchara, captando la atención de la familia
Milo: Yo, quisiera decir algo importante
Kardia: ¿Que es hijo?
Milo: Yo, bueno -rasco su nuca- agradezco eternamente este momento, me agrada estar sentado en la mesa con Degel y Camus-este último se sonrojo levemente, nadie lo captó- Pero creo que es el momento de hacer mi vida, ser independiente
Camus: ¿Te vas? -su voz sonó algo sensible-
Milo: Conseguí un pequeño departamento en el centro de Grecia, cuando pueda compraré una casa
Kardia: Mi muchacho -se levantó de su asiento y abrazo a Milo, este correspondió- Me entristece saber que ya no vivirás aquí, pero estoy orgulloso de que quieras hacer tu propia vida -se separó del abrazo-
Milo: Gracias papá
Degel también le dió un fuerte abrazo, nada puede reemplazar a su madre, pero tener otro padre no hace cambio, le guardo cariño.
Camus no se levantó de su silla, tomo su copa y se la tomó toda de un solo tragó, al parecer había tomado algunas de más.
Al siguiente día Milo se iría a su departamento, por lo mientras se quedaría esta noche en casa.
Había empacado todo, así que se arropó en su cama y decidió apagar la luz. Habían pasado algunos minutos y no lograba conciliar el sueño, pero, alto, escucho como la puerta se abría así que de hizo el dormido.
Una sombra negra se acercó a él, lentamente sintió como su frente fue besada, sintió una caricia en su cabello, y escucho un suspiro.
-No quiero que te vallas ...-
Fue lo último que escucho, hasta que la sombra se fue dejándolo solo, abrió los ojos y sonrió en sus adentros, esa voz y ese toque frío que deja a su paso, sabía quién era pero él ya había tomado la decisión de irse.
Y como lo había planeado al día siguiente, se despidió de su familia y emprendió viaje a su nuevo hogar, pero no obstante dejo una carta sobre el buró de la habitación de su hermano. Este trataba de ser frío como siempre pero ¿Que es lo que le limitaba a ser como siempre? Jamás creyó que su hermano lo besara, peor aún que pasaran una noche juntos, eso sí era algo loco.
Entro a su habitación, dejando solos a su padre y Kardia, se tumbó en la cama con la cara en una almohada, hasta que se le ocurrió ver su buró y ¡Sorpresa! Ahí estaba una carta, remedio que al lado estaba un vaso de cubos de hielo casi derritiéndose.
Tomo la carta rápidamente y la leyó, mientras tomaba un hielo, este se derretía en su mano, pero se sentía tan refrescante.
Camus: ¿Una carta?, Querido Camus, como sabrás no soy de escribir cartas ya que tengo pésima ortografía..-hizo una pausa-Bueno, de ello no se equivoca-siguio leyendo- Pero solo quería decirte que cuando quieras puedes ir a mi departamento, la verdad es que me sentiría solo si no vas, se que nuestra relación es de "sangre" osea hermanos, así que pienso pedirte perdón por el beso que te di el otro día, no fue muy caballeroso de mi parte, aunque me di cuenta que no te gusto por la cachetada que me diste, así que ya lo sabes, llámame algún día, Atte: Milo
Alejo la carta y la dejo en la cama, vio la dirección en la hoja, sus pupilas tenían un brillo al ver que Milo no se había olvidado de él, eso era bueno.
Camus: Maldición, ¿Porque me pongo feliz por una carta? Si solo es de Milo...
Abrió el cajón de su buró y saco la carta que no acabo de leer, era de Milo para Afrodita, al parecer jamás se lo pudo dar.
Camus: ¿Que tienen de diferencia estás cartas? ¿Que van para diferente perdona?, No, tengo que hablar con Shaka
Se levantó, amarro su cabello, tomo su celular y marco a su mejor amigo.
Camus: Shaka, necesito tu ayuda
Milo se echó en su nueva cama, su ropa y todo lo demás ya lo había guardado, aunque se tardó algo de tiempo pudo terminar.
Iba a tomar una ducha cuando el timbre sonó, fue a abrir, pero se sorprendió al ver quién estaba en la entrada.
Milo: Kanon...
Kanon: ¡Que tal Milo!
Continuara...
¡¿Y tú, has sentido el poder del cosmos?! :v
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