Cap 9
Mark: tira de ese cable o no sabré de donde viene!
Carlos: es que no entiendo por qué diantres se te ha ocurrido ponerte a hacer eso ahora!
Mark: deja de quejarte, no terminaremos nunca si sigues así!
Los dos instalaron una antena para poder recoger la energía de los rayos y mediante unos cables, conducir la energía hasta la "máquina E" para que pueda usarla.
Carlos: voy a ver un rato la televisión, cuando termines me avisas.
Mark: maldito perro, se ofrece a ayudarme y se pone a ver la tele, se le ocurren ideas y ni siquiera las pone en práctica...
Por el momento, Mark considera un buen momento el usarla en menos de una semana, pero para eso hacía falta que todo estuviera correctamente conectado, sincronizado y activado. Sumido en su trabajo continuó durante media hora hasta que la televisión le saco del trance.
TV: (Hombre del tiempo): buenas noches ciudadanos, esta semana será la última de la temporada de tormentas.
Mark: sube el volumen.
TV: (Hombre del tiempo) para mañana, como ya saben, por el norte se formará una gigantesca masa de nubes que traerán consigo mucha actividad eléctrica, asique recomendamos a todos no situarse en sitios altos puesto que podrían recibir el impacto de uno que otro rayo. Conforme avanza la tarde, la tormenta se dirigirá hacia el sureste y empezará a tomar intensidad en cuanto a la frecuencia de actividad eléctrica, al caer la noche la tormenta comenzará a disiparse dando paso a un cielo despejado.
Carlos: es lo que necesitamos!
Mark: caya!
TV: (Hombre del tiempo) para mañana y pasado se repetirá la misma secuencia salvo por el hecho de que la actividad eléctrica de esas nuevas tormentas no serán muy potentes y para el jueves habrá acabado la estación de tormentas. Nada más que descansen hasta mañana.
Mark abrió un cajón y sacó un mapa que coincidía justo con el que el hombre del tiempo había enseñado.
Mark: entonces –hace un dibujo- la tormenta comenzara por el norte.
Carlos: si, pero entonces no estará sobre nosotros y no podremos usar su energía.
Mark: luego –hace el recorrido de la tormenta- según se ha dicho se desplazara hacia el sureste, eso nos deja con que pasara cerca, mierda.
Carlos: si, la veremos pero apenas la sentiremos. Alguna idea cerebrito?
Mark: si, que tal si la desviamos, no es muy difícil, solo hay que saber cómo hacerlo.
Carlos: claro! Todos los días me levanto de la cama y desvió una tormenta eléctrica para dar electricidad a mi casa. Enserio como vamos a recoger la electricidad de la tormenta.
Mark: ya te lo he dicho, la desviaremos. Mira, se necesita que las nubes pasen por encima de nosotros, eso es más fácil de lo que crees, cierto que eso pasara solo.
Carlos: y lo de los rayos?
Mark: tan solo usare la antena, tiene un pequeño generador electromagnético muy potente que hará que los rayos sean atraídos y así usar su energía para la máquina.
Carlos: entonces, mañana es el gran día?
Mark: si, porque es un "ahora o nunca" y no pienso desperdiciar más tiempo. La temporada de tormentas termina pasado mañana y no creo que vuelva a haber alguna más por la zona en mucho tiempo. Y no voy a perder la oportunidad de llevar a cabo lo que voy a hacer.
Carlos: vale, pero me voy a casa, seguro mis padres estarán algo preocupados porque aún no he llegado y todo eso, buena suerte con todo.
Mark: si, gracias, la voy a necesitar.
Las horas pasaban y la noche avanzaba, Mark seguía preparando todo para cuando llegue la tormenta y puso, además de la fuente de energía, una toma de tierra de emergencia para que, en caso de que la máquina se sobrecargara de electricidad y estuviera a punto de explotar, o descontrolarse, pudiera descargar toda la energía. La luna decreciente no hacía presagiar nada bueno, su abuelo se lo dijo una vez "si estás haciendo un trabajo importante y es de noche, mira al cielo, si ves la luna llena, creciente o no la hay puede ser bueno, pero si esta decreciente, entonces prepárate para los problemas".
Ciertamente no le dio nunca importancia a esa información, pero después de meditar y que era algo muy muy importante lo que iba a hacer el día siguiente, hizo caso al consejo.
A la mañana siguiente, en la escuela, muchos se burlaron del lobo pues en ocasiones, era fácil de asustar y sumado a que hoy se avecinaba una tormenta eléctrica con altas probabilidades de impactos de rayos, estuvieron dándole la tunda con sonidos similares y mal hecho que no le dejaron concentrarse y que para nada daban miedo.
Mark: cuando acabarán.
Carlos: no lo sé, están durando más tiempo de lo que recordaba, ya deberían de haberse cansado pero no parecen estar aburriéndose.
Mark: me da exactamente igual.
Carlos: conseguiste eso?
Mark: sí, por increíble que parezca, instale la antena, la uní con la máquina, a esta le puse la toma de tierra y llené el tanque con el líquido que te dije.
Carlos: que emoción, vamos a crear vida.
Mark: lo malo es que hasta la tarde-noche no podremos hacer nada.
Carlos: yo he quedado con mis amigos.
Mark: tu por lo menos te entretendrás esta tarde.
La campana del colegio sonó y en segundos la clase quedó vacía, Mark regresó a casa para dar los últimos retoques al proyecto. Nada más terminar, que no fue cosa de más de diez minutos, se sentó a esperar la llegada de la tormenta. Se puso la televisión para entretenerse, pero se aburrió a la hora, decidió terminar los deberes para el día siguiente, no estuvo ni cinco minutos haciéndolos cuando los termino.
Mark: va a ser una tarde muy larga.
Para mantener su mente ocupada, comenzó a hacer una especie de veleta para poder saber el tiempo con mayor precisión, la dirección del aire y predecir el tiempo para el día siguiente cuando de pronto, ya terminando de hacerla, un fuerte estruendo resonó por toda la ciudad. La tormenta había llegado y el sol se estaba escondiendo.
Carlos: siento llegar tarde, me pillo con mis amigos y he venido lo más rápido posible.
Mark: ya era hora, me estaba aburriendo, son las ocho y apenas se escuchan truenos y relámpagos.
Carlos: todo listo?
Mark: preparado, ayúdame a meter el cuerpo en el tanque, quieres?
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