Cap 34
Alvin: -vistiéndose- es decir, he muerto, pero me has revivido con tu máquina y ahora estoy vivo. Es algo difícil de creer pero si sigo vivo es por algo y por ti no es.
Mark: claro que es por mí, yo te he curado, te he dado nuevamente la vida y dices que sigues vivo gracias a... que se, el aire?
Alvin: necesito aire para vivir.
Mark: te he revivido, créetelo de una vez! Voy a cambiarme de ropa, esta está manchada de sangre y si se seca es más difícil de quitar.
El científico abandonó su laboratorio dejando a los tres en él.
Fran: no quiero que te acerques a él! Me has oído?
Alvin: p-porque esa advertencia? No te queda claro que él es tuyo?
Carlos: Mark se ha enamorado del último que salió de esa máquina, ahora que eres tú el último puede que se enamore de ti, quien sabe; Fran por el contrario no te dejara que consigas ese objetivo.
Mark: -entrando de nuevo- listo, cierto, no puedes salir sin mi permiso, sé que tienes edad y no vives pero es por tu bien.
Alvin: y eso porque?
Mark: rompe esa vara de metal.
Alvin: no puedo, sabes que apenas pude romper una rama de aquel árbol mientras que otros lo hacían como si rompieran papel!
Mark: hazlo!
Desganado la pantera se acercó al objeto, lo tomo en sus manos y dirigió la mirada al lobo que, de la misma manera, le indicó que cumpliera su petición. Sin mucho esfuerzo e inesperadamente para Alvin, la vara de metal se partió.
Alvin: l-la he roto!
Mark: efecto secundario Nº1 de haber revivido, superfuerza; ahora entiendes por qué te lo pedí?
Alvin: y-ya pero como lo sabias?
Mark: todos han presentado este síntoma en mayor o menor medida.
Ahora tenía un cuchillo en su mano y se le acercó hasta tener su mano al alcance de la hoja del utensilio. En eso cortó la mano de la pantera dejándole una gran herida.
Alvin: -adolorido- que mierda se te ha pasado por la cabeza! Me has salvado para matarme?
Mark: mira tu mano.
La pantera miro su mano extrañado, más aun cuando vio que la herida ya no estaba.
Alvin: p-pero, yo tenía...
Mark: tú mismo lo has dicho, tenias, ya no. Cuando falleciste lo hiciste por la falta de sangre, y necesitaba sustituirla. Nadie aquí tiene el mismo grupo sanguíneo que el tuyo, el tan especial 0-; asique use el "suero H" como sustituto de tu sangre.
Alvin: has usado el suero para metérmelo por las venas como si fuera sangre!?
Mark: así es, el resultado ha sido que, tal vez, tu sangre se haya combinado con el suero y ahora has desarrollado auto regeneración. Te curaras al menor síntoma de herida, ruptura ósea y enfermedad a excepciones de canceres terminales y similares.
Alvin: me has vuelto inmortal?
Mark: si te meto una bala en la cabeza no, eres inmortal ante heridas pero si te hieren en la cabeza entonces estas muerto; tampoco serás inmortal de por vida, el paso del tiempo te volverá viejo y a cierta edad morirás. Solo te he dado la oportunidad de volver a seguir con tu vida.
Alvin: si, Mark ese perro te está buscando, quiere acabar contigo.
Mark: ya me lo has dicho pero no pasa nada, tengo armas y aunque no sean muy convencionales puedo usarlas para defenderme.
Alvin: se veía muy cabreado y quería saber quién os ayudó.
Mark: tú asaltas mi casa y te llevas lo más valioso que tengo, yo asalto tu base y te dejo en evidencia. Ojo por ojo, diente por diente.
Carlos: por ahora intentemos no causar más problemas.
La pantera se dirigió a la puerta pero antes de salir preguntó al lobo si tenía permitido salir.
Alvin: Mark, puedo salir?
Mark: sí, a que la pregunta?
Alvin: bueno, tú me dijiste que sin tu permiso que no lo hiciera.
Mark: eso era antes de lo de las pruebas; pero te advierto una cosa, ni se te ocurra usar tus habilidades para beneficiarte en torneos y cosas así, no es bueno ir mostrando los efectos secundarios de la resurrección. En caso de hacerlo entonces seré yo, de la misma manera que te di la vida, sea quien acabe por quitártela.
Alvin: no serás capaz de eso.
Mark: prefiero no correr riesgos en cuanto a que se sepa sobre el poder resucitar, si eso implica eliminarte que así sea. Y esto te incluye también Carlos.
Carlos: eso lo sabía desde que me contaste tu encontronazo con la C.I.E. pero no esperaba que me lo dijeras.
Mark: azares del destino.
Todos rieron por un instante hasta que Alvin se marchó del lugar. Mark tenía por así decirlo dos frentes abiertos, el primero era Fran, su talismán, el lobo que lo volvía loco, por el que nuevamente asaltará el cuartel de la C.I.E. para rescatarlo las veces que hiciera falta y por otra parte estaba Alvin, uno al que no podía controlar porque no vivía con él, que no podía meterlo en su casa puesto que es idéntico a apagar un incendio con gasolina.
Luego, aparte de la preocupación por estos dos, esta John, el agente resucitado de su abuelo, que no sabe si eliminarlo y un problema menos o incapacitarlo para que no dé más problemas.
Carlos: y que harán ahora?
Fran: no se tu pero yo –se acerca al cuello de Mark- quiero probar la carne de este lobo.
Mark: y yo quiero probar otro tipo de carne de este lobo.
Los dos se sumieron en un profundo beso, Carlos sobraba y era evidente de eso asique se marchó del lugar dejando a los tortolos en la casa solos.
Carlos: y como siempre yo sobro en estos momentos, nos vemos mañana Mark.
Mark: ah...si, si...nos vemos mañanaaa, cuidado con la lengua.
Fran: te gusta por esa parte?
Mark: sí pero avisa que también me has puesto incómodo.
El lobo blanco hizo caso omiso de la advertencia de su creador y siguió haciendo lo mismo, Mark dejaba escapar de vez en cuando un pequeño gemido que el otro captaba cerciorándose de que estaba disfrutando.
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