Cap 31
Mark: entonces mi abuelo...
Emily: y John es en realidad...
Alvin: chicos, un perro necesita ayuda por ahí arriba, asique dejad de mirad videos y ayudadle!
Mark: -serio- sí Alvin, ahora voy.
Emily: pero, si no parece como Fran, como no lo he visto venir? Lo de los efectos secundarios, su gran fuerza, que su temperamento a veces parece incontrolable.
Mark: más aun, Brayan consiguió hacer que su máquina funcionara, y nadie lo sabía, nadie más que Jefe y...
Los dos: Spike!
Emily: Spike estaba muy nervioso últimamente, seguro sabe que a nada que diga algo acerca de John le ocurra lo mismo que a Jefe.
Mark: si, pero ahora no tenemos tiempo para interrogarle, tengo que ayudar a un amigo y encontrar un talismán muy valioso.
En otra parte
John: parece que hay una fiesta por ahí arriba, quédate aquí, no te muevas o te castigaré, todavía no he tenido la oportunidad de hacerlo.
El lobo no hizo nada en especial
John: tengo que reconocer que pese a tu aspecto eres bastante sumiso, o será porque no te queda otra más que acatar lo que te diga? Me da igual la razón, la conclusión es que tengo ganas de castigarte pero no puedo porque te portas muy bien.
El perro policía salió de la habitación dejando al gran lobo blanco en ella, sin poder salir, atado y siendo vigilado por dos ojos de un oso atemorizado, rezando por que no se le fuera la cabeza e hiciera con él cualquier locura que se le pasara por la mente al monstruo, que una vez, doc consideró hasta como si fuera su hijo.
Pasaba por todos los pasillos en busca de los causantes de los problemas, pero solo se encontraba agentes de seguridad tirados en el suelo, sedados, con sus armas cargadas y sus manos en ellas para dispararlas en cuanto tuvieran al objetivo en sus miras. Afortunadamente para los asaltantes, contaron con el factor sorpresa y pudieron acabar con casi todos ellos.
John: donde estáis, aquí lobo bobo. Vamos hombre, no me creo que seas tan cobarde como para no enfrentarte a mi luego de hacerlo contra casi todos mis agentes.
Mark y Emily corrían por los pasillos buscando a Fran y esperando que no se encontraran con John, cosa que tarde o temprano acabarían haciendo; Carlos apenas tenía diez cargas más listas para disparárselas a cualquier enemigo, Mark por el contrario contaba únicamente con cinco.
John: mira lo que nos ha traído la suerte!
Mark: mierda, nos ha pillado, vámonos!
Emily: y rápido!
Ese momento dio comienzo a una persecución que parecía de película además de interminable, cada que John se acercaba un poco más ellos conseguían hacerle retroceder lo avanzado. Cada vez se encontraban más agotados pero el perro policía no parecía notar el cansancio, Emily decidió enfrentarse a él para ganar tiempo y quien sabe, obtener respuestas acerca de lo de Jefe.
John: enserio estas con él?
Emily: quiero saber qué pasó con Jefe.
John: era un obstáculo, no piensa, cree más conveniente en dejar a un monstruo suelto por la ciudad en vez de en una celda, pero que no se preocupe porque ya me he encargado de eso.
Emily: llamas monstruo a alguien igual a ti?
John: yo no soy como él!
Emily: a mi parecer no hay diferencia alguna.
Se enzarzaron en una pelea muy rápida, la chica cayó luego de un golpe seco que la dejo inconsciente.
John: tú eres el siguiente pequeño enclenque!
Mark corría con la esperanza de encontrar a Fran, pero el cuartel se le estaba haciendo un laberinto en el que si se entra se duda de si se podrá llegar a salir. A lo lejos escuchaba como John le estaba llamando con la intención de encontrarle para mandarlo lejos del lugar.
Llegados a cierto punto ya no sabía si estaba llegando a la entrada o por el contrario se adentraba más en las instalaciones, bajó hasta el piso más bajo donde también había celdas, esta vez para prisioneros y malhechores peligrosos.
El joven lobo se puso a gritar para poder localizar a su creación
Mark: Fran! Fran donde estas!?
Fran: Mark? –feliz- Mark! Estoy en una celda atado, no puedo salir!
Mark: Fran escúchame, tienes que soltarte, haz fuerza!
Fran: no puedo, soy fuerte pero no creo tener la fuerza suficiente como para romper las cadenas!
Mark: si puedes, tienes superfuerza, más fuerza de lo que alguien como tú en una situación normal tendría!
En eso se escucha el ruido de unas cadenas romperse y una de las puertas es lanzada en contra de la pared de enfrente.
Fran: -con lágrimas- Mark!
Mark: -feliz- Fran!
El lobo grande se abalanzó contra el joven que lo recibió con las manos abiertas.
Mark: hay que irse, ahora toca una de las partes más difíciles.
Alvin: Mark, Carlos está en el Thiger, te está esperando, que debe hacer?
Mark: dile que esté atento a cuando yo le diga para usar el rayo de la muerte. Que lo ponga hacia el centro del pasillo y que no toque más
Alvin: bien, ahora le digo.
Los dos subieron hasta el piso más alto, el de la salida, y tuvieron mucho cuidado con no ser encontrados por John; hacia mucho que habia dejado de hablar para que ganaran confianza de que finalmente lo vencieron o que no estaba cerca. Poco a poco se acercaban a la salida, pero no la podían alcanzar hasta que finalmente vieron un gran destello al final de un pasillo.
Mark: -feliz- la salida, por fin!
John: no estoy tan seguro.
Los dos se dieron la vuelta para observar al perro con un arma en la mano. Mark disparó dos de sus cinco agujas para ganar tiempo antes de que les atrapara, tras eso empezaron nuevamente una carrera para salir del lugar; John no podía apuntar bien debido al gran destello, pero en una de esas pudo fijar el objetivo.
Mark: Carlos, úsalo ahora! échate al suelo Fran.
Carlos cruzó las lentes que dejaron de esparcir los rayos de luz a concentrarlos en un punto, este se reflejó en el pecho del policía que se burló del acto.
John: crees parame así?
Mark: cuando la luz se concentra en un punto... yo que tú me preocuparía.
El traje del perro empezó a arder y este se expandió rápidamente por toda su vestimenta, un último esfuerzo hicieron ambos lobos para salir mientras dejaban quemarse al perro, finalmente pudieron ver la luz del sol y no perdieron tiempo en subirse al vehículo y regresar a casa lo antes posible.
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