El retumbar de la campana indicaba la "hora" de descanso, unos 20 minutos para ir a la cafetería de la universidad, comer algo, estudiar, hacer sus tareas... Tiempo libre para hacer lo que uno quiera.

Como era de esperar, los profesores se reunieron en la sala de profesores para corregir exámenes, tareas, proyectos y preparar las siguientes clases además de hablar con sus compañeros de trabajo.

Mark: es agotador, todavía no me acostumbro.

Rick: no te preocupes por ello, para cuando lo hagas será final de año y toda esa experiencia la aplicarás el próximo curso, ya veras.

Mark: gracias Rick, pero la idea es poder poner en práctica esas experiencias ya mismo, no el curso siguiente.

Tras el día de clases, Mark regresaba a su casa cuando en la plaza del pueblo la gente se amontonaba entorno a lo que parecía ser una carreta con un gran banderín de colores. Carcomido por la curiosidad decidió acercarse, además de descubrir cual era su cometido para reunir a tantos habitantes.

Vendedor: acérquense! compren su número de lotería, dense prisa!

Señora: yo quiero el 587490!

Vendedor: vendido! dense prisa, en 20 minutos no venderé ningún número más y 5 minutos después anunciaremos el ganador!

Mark: señora Willson! que ocurre?

Sra. Willson: hoy es el día de la lotería, cada mes se sortean 5.000.000 de libras esterlinas, vienen los vendedores al centro de la plaza con ese cachivache y durante varias horas vende números de lotería, tras eso a las 6 de la tarde se anuncia el número ganador. 

Mark: ah, es solo la lotería, pensé era algo más importante o alarmante.

Sra. Willson: no compraras ninguno? cada número cuesta solo una libra esterlina. Llevo comprando la lotería por lo menos 20 años, nunca me ha tocado, pero no quiero dejar de comprar, no sea termine premiándose el número.

Mark: bien, una vez no hace daño. Yo quiero el 943816!

Vendedor: Buena compra, vamos rápido, solo quedan 3 minutos!

Al poco tiempo sonó un despertador para indicar al vendedor la hora antes de recibir el número ganador.

Vendedor: tiempo! ya no se puede vender ningún número más! ahora recibiremos el número ganador por vía telégrafo, uno de vosotros tendrá la suerte de ganar el día de hoy?

El telégrafo comenzó a emitir pitidos en código morse y el vendedor los empezó a anotar en un papel para despues desplegar una gran pizarra y colocar los números en grande para que todo el pueblo pudiera ver el número ganador.

Vendedor: y el primer número es..... el 9!

Los lamentos y vítores por haber acertado se mezclaron en la plaza, Mark miró su número y al ver el 9 no se sorprendió, cualquiera podía acertarlo se dijo a sí mismo.

Vendedor: el 4! alguno lo tiene? seguimos con el 3! se acerca la otra mitad del número, el 8!

Número por número Mark escuchó y comparó ambos números, cual fue su sorpresa que ambas combinaciones coincidían al 100%, el número de la pizarra era exactamente su número de lotería!

Vendedor: el ganador está entre nosotros?

El silencio fue interrumpido por Mark cuando gritó a todo pulmón que él era el ganador de la lotería de ese mes. Se acercó a la carreta para revisar si había sido modificado (que Mark no estuviera haciendo trampas) y tras no ver problema lo dio como ganador.

Vendedor: tenemos ganador! el señor... como te llamas?

Mark: Mark González

Vendedor: el señor González es el ganador de la lotería de hoy!

Todos en la plaza aplaudieron al ganador de la lotería, muchos de ellos lo hacían con ilusión, otros por el contrario aplaudían sin ganas, deseando haber sido ellos y no el "nuevo" quien hubiera ganado la lotería.

Pero los problemas no acababan más que empezar, pues cuando fue a cobrar el premio al banco se llevó una gran sorpresa.

Banquera: muy bien, siguiente!

Mark: hola, quisiera cobrar este boleto de lotería por favor.

Banquera: muy bien, me deja un segundo el boleto? espere un momento por favor.

El lobo esperó por 10 minutos, tras él la fila de espera para ser atendido se iba incrementando conforme pasaban los minutos pero nadie del banco abría otra ventanilla para atender a más clientes.

Banquera: lamento la tardanza, lo sentimos pero no puede cobrar el boleto, siguiente!

Mark: cómo que no? oiga he ganado la lotería, lo ha revisado el hombre que me lo ha vendido, reviselo de nuevo por favor.

Banquera: si ya sé que es real ese boleto. Siguiente!

Mark: vengo a cobrar un premio y me lo deniegan?

Banquera: si quiere venga otro día, cuando no haya mas gente esperando y lo discutimos.

Mark: lo discutimos hoy! quiero hablar con su superior.

La banquera trajo a su superior, un zorro de bastante envergadura, por no decir que los kilos le sobraban, el traje parecía estar a punto de reventar si flexionaba más de lo necesario cualquier parte de su cuerpo.

Zorro: Buenas, soy el gerente del banco, en qué puedo ayudarle?

Mark: quiero cobrar mi premio de lotería, pero la señorita me deniega el cobro sin ninguna explicación.

Zorro: oh, lo lamento mucho, cómo dice que se llama?

Mark: Mark Gonzalez, lejos de darme una explicación se ha dedicado a evadir mis preguntas y a pedirme que..

Zorro: lo lamento señor Gonzalez, pero el premio no es para extranjeros.

Mark: perdone?

Zorro: el dinero inglés es para los ingleses, un mexicano como usted no puede cobrar el premio.

Mark: soy español y tengo derecho a reclamar un premio que he ganado, he pagado por el número como todos los demás!

Zorro: lo lamento, aquí no repartimos premios a extranjeros, contribuye al premio pero no para ganarlo; ahora, tenga buen día!

Mark se quedó con la boca abierta, estaba completamente seguro de poder cobrar el premio si una fursona inglesa se hubiera presentado ahí en lugar de él. Tras intentarlo varias veces el gerente le desafió a interponer una demanda, la cual llegó a los pocos minutos acompañado de dos oficiales de policía.

Mark: me retaba a interponer una demanda y como puede ver -le enseña la demanda- aquí la tiene, disfrute del resto de la tarde, buenas tardes.

El gerente era ahora quien se quedaba con la boca abierta y sin poder articular palabra alguna, furioso llamó a su abogado para preparar su defensa en el juicio, el cual se celebraría en apenas 2 días contando el mismo día de la demanda.

Mark decidió comprar algo de comida para prepararse una cena ligera y rápida para irse a la cama lo antes posible y terminar con este "mal" día lo antes posible.