Mark caminaba por el pasillo de la universidad en dirección a la sala de profesores mientras saludaba a otros profesores y algún alumno conocido. Sin embargo, estos no solo no le devolvieron el saludo sino que también le dirigieron una mirada de desagrado.

Mark: buenos días.

Nadie en la sala de profesores respondió a su saludo y los que le miraron lo hicieron con una cara de desagrado o desprecio.

Mark: ocurre algo de lo que no me haya enterado? por qué estáis todos tan antipáticos hoy?

Sarah: no lo sabes? hay rumores de que eres un desviado de esos.

Mark: disculpa? yo un desviado? de donde se han sacado esa tontería tan grande?

Sally: sí, hay un rumor de que eres un desviado de esos que está con hombres. En un inicio no me lo quería creer, pero sabiendo que muchos rumores se han vuelto realidad... 

Mark: no os estaréis creyendo un rumor sin consistencia esparcido por a saber quién, no?

Todos en la sala se quedaron callados y algunos continuaron con sus trabajos pendientes antes de iniciar las clases.

Mark: así que sí, preferís creer en un rumor de a saber quién por a saber qué fin en vez de creerme.

Sarah: bueno, vives con un hombre y eso le da fuerza a la teoría.

Mark: y tengo una sirvienta bajo mi techo, lo cual le debería quitar fuerza a la teoría, pero parece ser que elegimos omitir las partes que no nos gustan para quedarnos con lo que nos interesa.

Sally: hay, lo siento Mark, pero no creo que te podamos seguir teniendo una misma relación como antes, a partir de ahora solo somos profesores y compañeros de trabajo.

Mark se quedó de piedra en su sitio sin entender cómo se había desatado esta situación, mucho menos sin entender quien había podido esparcir semejantes rumores, los cuales a pesar de ser ciertos solo eran eso, rumores. Hasta que apareciera alguien que afirmase haberle visto, explícitamente, besándose o teniendo cierto contacto físico con otro hombre.

La llegada a su clase no fue muy diferente a lo experimentado en la sala de profesores o mientras entraba en la universidad, con la salvedad de que en la pizarra estaba escrito la palabra de "sodomita".

Mark: muy bien, quien ha sido el gracioso que ha escrito esto en la pizarra.

Tal y como esperaba, nadie respondió a la pregunta del profesor. Por el contrario, todos se quedaron callados y comenzaron a prepararse para la clase que iba a comenzar.

Mark: nadie? muy bien, entonces no vamos a empezar la clase hasta que aparezca el gracioso que hizo esto.

Y así fue como el tiempo pasó pero ninguno delataba al culpable, quizás ni siquiera fue uno de ellos pero a pesar de eso a Mark poco le importó, además de que nadie aclaraba la situación, todos se quedaban callados fingiendo no saber nada cuando, a ojos del profesor, ellos sabían quien era el culpable. El timbre indicando el cambio de clase sonó y para sorpresa de todos, su profesor decidió darles una lección.

Mark: muy bien, puesto que nadie sabe quien ha sido, a pesar de que estoy seguro que lo sabéis perfectamente, pero preferís encubrirlo, porque es lo que estáis haciendo, le estáis encubriendo. Vais a realizar los ejercicios 1-2-3-4-5-6-7-8-12-14-15-28-29-30 para mañana de toda la unidad además de examen sorpresa, para mañana también por supuesto.

Todos en la clase empezaron a protestar sin poder creerse lo que su profesor estaba dictando.

Mark: no habéis querido aclarar quien ha sido y ahora pagarán justos por pecadores, asique haceros a la idea de que mañana se os viene un marrón muy gordo del que no vais a escapar, porque si mañana no os presentáis haréis el examen en el momento que entréis por esta puerta. Y si todavía creéis que os vais a escapar de alguna forma, ya os digo yo que no, a como de lugar haréis el examen y juro por dios que lo haréis.

Molesto recogió sus cosas y salió de la clase dejándolos molestos y acusando al profesor de ser extremadamente duro con ellos. Ya sabían que Mark era alguien duro con sus alumnos, pero esto le daba mil vueltas a su faceta más exigente.

De vuelta en la sala de profesores para recoger unas fichas especiales para su siguiente clase, la actitud de los profesores no cambió nada. Antes de que el lobo entrase parecía haber conversación y buena sintonia, pero en el momento en el cual Mark se hizo presente todos callaron, nadie dijo ni una sola palabra hasta que salió de la sala de profesores. En su nueva clase los alumnos volvieron a molestarle con el mismo tema una vez más, con la salvedad de que en esta ocasión les puso un examen sorpresa en el mismo momento, inventándose varias preguntas que debían resolver en el poco tiempo que quedaba.

Sarah: no creo que Mark pueda ser sodomita, no es alguien así.

Sally: ya pero le has visto con alguna mujer? nadie le ha visto con una en un restaurante o en la ópera, incluso en el teatro que parece frecuentar. Siempre aparece solo y de vez en cuando con su sirvienta pero en ningún momento con una mujer a la cual llamar novia y pensar en casarse.

Mark: oh, asique de esto va todo.

Sarah: no te lo tomes así,  tan solo...

Mark: no, ya lo habéis dejado claro esta mañana, solo somos compañeros de trabajo. Si referís creer mentiras adelante, cuando se demuestre lo contrario vendréis a pedir perdón y yo os diré con un cartel si hace falta, "os lo dije".

Sally: pero tienen parte de razón, no estás con una mujer y no parece que...

Mark: oh, entonces me levanto a las 5:30 de la mañana para coger un tren a las 6:30 de la mañana para entrar a las 7 y hasta las 4 de la tarde no salgo, llego a casa a las 6 y esperáis que siga teniendo energías para salir de fiesta todos los fines de semana o todos los días? haced mi rutina a ver si a vosotras también se os quitan las ganas de vivir.

Muy molesto el lobo salió con sus cosas en dirección a casa, pensando en todo momento quien ha podido ser el que lo haya acusado de sodomita (forma despectiva para decir a alguien que ha tenido relaciones con otro hombre o que siente atracción por otros hombres). Por más que pueda imaginar a alguien que lo considere como su enemigo, saca una gran lista de candidatos a los cuales no puede investigar al 100%.

Tras llegar a casa se metió en el baño para ducharse y subir a la cama a descansar, ese día había agotado a Mark no solo de forma física sino también mentalmente.