Entrando en la casa, Mark ordenó a Helen preparar la bañera con agua caliente para bañar al lobo pues suponía que el circo no les daba una buena higiene. La sirvienta obedeció a su amo y se dispuso a llenar la bañera de agua caliente mientras Mark terminaba de romper la cadena del cuello del lobo, el cual consiguió su objetivo tras calentar la cerradura y así se rompió casi de forma instantánea. Una vez libre de las cadenas el lobo de baja estatura se deshizo de ellas poniendolas en su laboratorio junto a cuerdas y otro tipo de amarres.

Helen: el baño está listo señor.

Mark: gracias Helen, ven, por aquí, vamos a bañarte.

El gran lobo le siguió timidamente hasta el baño, se deshizo de la gran camiseta rota (casi podría considerarse trapo) además de sus viejos zapatos y pantalon para después meterse en la bañera calentito.

Mark usó una silla para subirse a ella y poder enjabonar mejor al lobo en aquellas partes que él mismo no era capaz de alcanzar.

Helen: debemos asegurarnos de su desparasitación, limpieza, vacunas...

Mark: gracias por recordarme eso, por ahora le vamos a limpiar y desparasitar, es muy probable que tenga piojos, pulgas o garrapatas en alguna parte de su cuerpo. No descartaría ir al médico mañana por este problema; tráeme un peine por favor.

La sirvienta trajo un peine pequeño usado con anterioridad para poder eliminar piojos de cualquier tipo de peaje. El jefe por su parte comenzó a pasarlo por la barbilla y por detrás de las orejas, brazos, pecho, espalda... por cualquier parte a fin de cuentas para no sacar ningún parásito, lo cual sorprendió a ambos.

Mark: no tiene pulgas? ni piojos? esto es raro, bueno mejor para nosotros, cuanto menos parásitos tenga mejor, no nos complicamos en eliminarlos.

Sin embargo, a pesar de estar en bastante buenas condiciones de salud de parásitos, ello no implicaba la higiene del pelaje, la cual tras enjabonarse desprendía burbujas negras, suciedad. Esa misma suciedad caía al agua volviéndola opaca, antes transparente por la limpieza, ahora opaca, de un color marrón negro para ser exactos, por la suciedad.

Helen: mira el jabón! sale sucio, no deben de lavarle muy a menudo, quizás con muy poca frecuencia.

Mark: sí, Helen, trae una cubeta pequeña para aclararle la espalda.

La sirvienta le llevó una pequela cubeta con agua para que pudiera calarar la espalda del gran lobo. Lo que no se esperaron ninguno de los dos es la sorpresa escondida tras la espuma de color negro, tras aclararle parte de la espalda enjabonada Mark se sorprendió por un pequeño detalle, había una mancha blanca en su espalda, justo donde había estado limpiando.

Mark: esto... 

El lobo quedó paralizado por la sorpresa de ver cómo el color original del lobo no era negro sino blanco, entendió ahora la razon por la cual el agua se estaba volviendo de un color negro, no por la suciedad sino porque el pelaje de este lobo había sido teñido para dar la apariencia de ser negro! quizas por eso no tenía parásitos en el pelaje pues el circo debía asegurarse que siempre su pelaje fuera negro, cualquier parte blanca debía ser teñida rápidamente.

Mark: puedes sacar el brazo del agua?

El gran lobo hizo lo pedido y Mark confirmó sus sospechas, la parte sumergida en el agua caliente había eliminado el tinte negro del pelaje revelando su verdadero color. Lo mismo pasó con su cintura, piernas, pies y toda parte cuyo contacto con el agua o jabón hubiera sido igual o superior a los 5 minutos que llevaban en el lugar.

Helen: curioso, entonces el circo mintió?

Mark: son unos estafadores! los lobos de pelaje blanco tienden a ser de mayor tamaño frente a los de pelaje negro; tiñendo todas las semanas su pelaje nadie se daría cuenta sobre el verdadero color, y ya de paso podía exhibirlo como "el lobo negro más grande y fuerte del mundo" sin nadie quien les lleve la contraria pues... solo los del circo le daban "higiene".

Helen: bueno, mire el lado positivo, si ellos buscan a un lobo de color negro y en realidad lo mostramos con su pelaje blanco, ello quiere decir que no nos incriminarán.

Mark: eso sería lo de menos, el problema ahora es saber cómo eliminar todo este tinte sin tardarnos mucho tiempo, en apenas 2-3 horas debería despertarme para ir a la universidad y no quiero pasar el resto de la noche limpiando.

Con mucho cuidado y enjabonando bien cada parte de su cuerpo lograron devolver el verdadero color al gran lobo, un blanco tan blanco y reluciente que parecía reflejaba la luz como un espejo.

Mark: listo -mira su reloj- mierda, ya se me ha acabado el tiempo, puedes hacerte cargo de él Debo irme ya a la universidad, muchas gracias, adiós!

Sin darle posibilidad de respuesta a su sirvienta Mark desapareció de la casa y no volvería a aparecer hasta las 5 o 6 de la tarde. Pasado ese tiempo el lobo volvió a la casa para volver a lavar a su nuevo "inquilino".

Mark: a propósito de esto, me llamo Mark Gonzalez y tengo 32 años, cómo te llamas?

Fran: me llamo Fran Díaz y tengo como 30 años.

Mark: oh eres español también?

Fran: español? eso qué es?

Mark: mejor pregunto otra cosa, cuanto tiempo has estado en el circo?

Fran: desde que tengo memoria, mi mamá estaba en el circo y recuerdo que me tuvo entre el heno de la cama de uno de los acróbatas.

Helen: es probable que no tenga mucha educación, los circos no suelen formar bien a sus integrantes, mucho menos a fursonas de la "casa de los horrores".

Mark: cuándo entro tu madre al circo? sabes de donde viene?

Fran: me dijo algo sobre dinero, me necesitaba para ganar dinero, estaba trabajando. Y... pues no sé de donde viene, nunca lo dijo.

Mark: ok, bueno sal de la bañera, ya estás limpio, otra vez jeje.

Fran se levantó de la bañera y de inmediato metió su cola entre las piernas para posteriormente cubrir con ella sus partes delanteras. Mark, que no era tonto, se dio cuenta de ello y comenzó a atar cabos, era muy probable que tras una mala conducta o desobediencia hacia alguien de aquél circo hubiera llevado a algún tipo de abuso sexual y por cómo estaba actuando el lobo blanco era exactamente eso, en el circo abusaban sexualmente de él.