Mark: ahí están...

Emily: los tengo, síguelos un rato y después te vas a otro lugar.

Cuidadosamente Mark empezó a seguir al coche de los que el día anterior le habían estado siguiendo, averiguarían a donde iban esa tarde.

El coche negro se dio cuenta de que lo estaban siguiendo e hizo la maniobra de poner el intermitente a la izquierda para luego irse a la derecha. Mark captó la maniobra pues conocía la zona y no pueden irse a la izquierda asique él puso el intermitente a la derecha, el coche giró a la derecha y dejó de prestar atención a su perseguidor por un tiempo hasta que tras un cuarto de hora con Mark pisándoles los talones volvieron a fijarse en él.

¿?: Oye, te has dado cuenta que ese coche nos está siguiendo?

¿?: -mira por el espejo discretamente- sí, parece como si nos estuviera siguiendo.

¿?: Eso mismo te digo, he intentado librarme de él antes pero parece que estaba haciendo un recorrido un tanto igual al nuestro, pero ahora vuelvo a pensar en que nos sigue.

Pasaron cinco minutos cuando el coche en un cruce volvió a realizar esa maniobra de despiste.

Mark: ya lo tienes?

Emily: sí, ya puedes desviarte si quieres, lo tenemos en pantalla y siguiéndolo vía satélite.

El coche giró desviándose pero Mark siguió de frente pues ya no era necesario seguirle. Paró en una estación de servicio a seguir desde el satélite al coche que aparcó en un edificio blanco, como si fuera un centro de investigación. El lobo se puso nervioso pues no quería pelear con aquellos guardias que poco sabía acerca de la razón por la que lo estaban siguiendo.

Mark: voy a ir.

Emily: estás loco? Sin Fran?

Mark: estoy seguro que en el caso de estar estaría poniéndole en riesgo, después de todo si no salgo del lugar ya sabéis donde estoy. Deseadme suerte.

Emily: mucha suerte!

Mark llegó al lugar esperando respuestas, aunque más que respuestas esperaba conocer al antiguo compañero de su abuelo y saber si le estaba siguiendo. En la entrada del apartamento se encontró con los guardias que no le dejaron pasar, como era de esperarse.

Guardia: identificación por favor.

Mark: a, que se necesita identificación?

Guardia2: si, ahora lárguese!

Mark: conocen a un tal Manu?

Los guardias se miraron serios, hablaron en un idioma diferente para que el lobo no pudiera entenderlos, para su sorpresa le dejaron entrar luego de apartarse de mitad del camino.

Guardia: planta 2 habitación 15.

Mark: gracias.

Subió en el ascensor y habiéndose abierto las puertas pudo ver un largo pasillo bien decorado, lujoso se podría decir como al final de este había una puerta con el número 15. Lenta pero progresivamente avanzó hasta esa habitación, dudo entre si debía llamar y esperar a recibir una respuesta o si entraba directamente en ella. Pasados dos minutos decidió llamar tocando dos veces a la puerta.

¿?: adelante!

Mark abrió la puerta viendo a un zorro sentado en una silla, en su escritorio tiene varias pantallas de sobremesa junto con un ordenador portátil.

¿?: quien te envía?

Mark: me llamo Mark, por lo que he averiguado, eras compañero de "juegos" de Brayan González.

¿?: ese viejo lobo estaba obsesionado con su proyecto que no sabía lo que hacía. Si lo hubiera llegado a hacer supondría un grave peligro para todos.

Mark: yo soy su nieto.

¿?: Tú eres el pequeño Mark? Decía yo que me era muy familiar tu cara, tienes mucho parecido a él. Por cierto yo soy Manu.

Mark: tú eres Manu? Pensaba que eras uno de sus ayudantes o algo así.

Manu: hay Mark, tú y tu abuelo sois muy... listos pero parece que os faltan luces en situaciones muy obvias.

Mark: inventabais muchas cosas?

Manu: teníamos proyectos para realizar en un futuro, eran buenos, me los lleve luego de ver que había cierta posibilidad en que los usara para cualquier locura si se le llegaba a ocurrir.

Mark: pues estate tranquilo, no pasara porque murió hace veintidós años.

Manu: lo siento, no pensaba que ya se había ido. Tuvimos muchas ideas...

Mark sacó de su bolsillo un USB y lo conectó con el portátil e inmediatamente comenzó a hacer una copia de los viejos archivos robados a los que ya, seguramente, los había modificado y mejorado desde aquel entonces.

Para evitar ser pillado entretuvo al zorro sacándole información acerca de sus inventos y proyectos, lo que gustosamente respondió con una sonrisa en su cara.

Manu: tuvimos buenos proyectos como el "inversor modular", tu abuelo dijo que podía cambiar la genética de las células y poder volverlas células madre para curar canceres y enfermedades por el estilo.

Mark: bueno, yo he diseñado una especie de antibiótico que cura el 80% de las enfermedades conocidas además de unir ligamentos, reparar nervios y curar heridas, por supuesto esto incluye cura de huesos y fracturas óseas.

Manu: si, pero en el caso del inversor hace que puedas cambiar las células, por ejemplo si tienes una célula de piel con esto la puedes cambiar a una célula madre que, dependiendo de donde la uses, se convertirá en ese tipo de célula.

Continuaron charlando por mucho rato, para sorpresa del lobo pudo saber más acerca de las investigaciones de su abuelo por aquel zorro que por su propio abuelo y notas que este había dejado. Si mal no recordaba Brayan dejaba notas para que algún día Mark siguiera con esos proyectos aunque sorprende que no tuviera una copia en físico de estos, algo que dejó un poco confuso al lobo.

Mark: -observando el USB- bueno, tú eres quien nos está siguiendo?

Manu: tengo que asegurarme de que no hicieras el mismo error de tu abuelo.

Mark: -desconecta el USB discretamente- y de que error es el que intentas evitar que cometa.

Manu: por desgracia no elimine el "proyecto R" del ordenador, espero que no sepas lo que es y que no lo hayas llevado a cabo, de lo contrario tendría que eliminar al experimento. Con esas cosas no se juegan, puede ser muy peligroso.

Mark: porque tendrías que matarlo? No hay garantías de eso.

Manu: contestando a tu pregunta, te sigo por esa y otra razón. Alguien me dio el chivatazo de que en verdad lo hiciste, creando a un joven de dos metros y fornido.

Mark contuvo la respiración por un momento, estaba describiendo a Fran y no le faltaban detalles.

Manu: su raza es igual a la tuya, es decir, un lobo, y de pelaje blanco como la nieve. De nombre Fran.

Mark: como sabes de él?

Manu: me importa una mierda como lo descubrí, debe morir, es muy peligroso.

Mark: es muy amable y cariñoso, no hay razones para matarlo.

Manu: de otra manera, también hay un tigre suelto...