Hace mucho tiempo, el universo necesitaba a alguien que lo rigiera por eso creo a los dioses. Cada dios fue creado a partir del polvo estrellas, cuando estos mueren vuelven a su forma original como lo que una vez fueron.

Toriel, la diosa de la Vida, trajo la vida al mundo y creó la humanidad que ella considera sus hijos. Más tarde, la población se convirtieron en seres humanos demasiado y muchos se están aprovechando de la vida por lo que es cuando el Dios de la magia Gaster, el Dios de los cielos Asgore, y el Dios de la Sabiduría Gerson decidieron que la muerte tenía que ser creado para equilibrar la creación de la Diosa de la Vida. Disgustada por esa decisión Toriel huyó del reino de los dioses y fue al reino humano, mientras que la muerte estaba siendo creada.

Así la muerte fue creada por los tres dioses. Gerson era consciente que necesitaba algo que fuera lo contrario que Toriel, que era "luz" y por lo tanto para crear un dios opuesto a ella se necesitaba oscuridad. Además necesitaría la ayuda de Asgore para aprovechar el poder de un agujero negro, una estrella negra para poder crearlo, ya que un agujero negro era lo más parecido al concepto de la muerte. Así, Gerson los bendijo con sabiduría para controlar esta oscuridad. Gaster fue encargado de su creación real, vinculando estos elementos y dotándolos de Magia, sin embargo, debido a que Gaster nunca antes había "creado" algo (ese dominio pertenecía a Toriel, e incluso entonces, la Vida no podría haber creado la Muerte) , hubo consecuencias impredecibles y dos Dioses de la Muerte fueron creados en lugar de uno. Sans y Papyrus, ambos titulares del título, dos caras de la misma moneda. Hechos de una mezcla de magia, sabiduría y oscuridad.

Toriel estaba furiosa cuando oyó esto, y creo una barrera en un lugar en el mundo humano, donde viviría una vida tranquila y hermosa lejos de los demás dioses, quedándose oculta ante todos ellos.

-Los mortales son tan molestos, allá había otro intentando traspasar mi territorio para "rescatar" a su hermana.

Su capa negra soplaba detrás de él, un frío recordatorio de que, pase lo que pase, no tenía vida.

No era nada.

Él era Muerte.

Su guadaña parpadeó de la existencia mientras avanzaba, hierba marrón marcando donde caminaba, un misterioso rastro de muerte.

Y sin embargo... mientras miraba hacia el cielo, vio... tantos colores. Colores que le recordaban las cosas. Gente. Específicamente, una persona.

-Que no lo entienden es el orden natural, su tiempo se acabo

El odiaba su trabajo, quitar la vida, matar creaciones. Siendo odiado por todos, solo por ser el dios de la muerte brusca, porque nadie lo entendía. A él tampoco le gustaba realizar ese trabajo, pero ninguno se molesto en preguntarle, en conocerlo y saber qué es lo que pensaba realmente, solo lo juzgaron por su titulo, sin molestarse en saber cómo era en realidad.

-¿Porque algunos mortales no pueden aceptar eso?

Pero el no puede tener compasión, dudar al hacer su trabajo, ya lo hizo una vez y término horriblemente mal.

-Porque ellos entienden que la vida es preciosa

-Es patético, ¿no?- dije una voz profunda y sombría -No puedo siquiera mirarte a los ojos.

-¿Qué ... qué ... ¿por qué? ¿Por qué está pasando esto? ¿Quién eres? -Chara logró susurrar. Nada tenía sentido.

-Me conocen como el Reaper- Continuó.

-¿Reaper?

-Es lamentable que esto te haya sucedido

-YO...

-Sé que tienes miedo. No estoy seguro de cómo es este lugar para ti, pero debe parecer demasiado aterrador. Todo lo que te rodea son tus recuerdos. En cierto sentido, es lo que te hace quien eres. Tú... no los necesitarás a dónde vas.

-No...

- Por favor, si decides venir conmigo pacíficamente esto será mucho más fácil... para los dos.

-N... no.

-No duele, es... pacífico. Finalmente puedes relajarte

-¿Voy a ver a Asriel?

Reaper guardó silencio.

-Por favor, chico, no hagas esto mas dificil

-Ellos no quieren dejarla ir todavia

-¿Por qué haces esto? -gritó Chara. -¿Qué hice? ¿Por qué estoy siendo castigada? ¿Hice algo mal? Por favor ¡sólo para!

-Chico, esto pasa con todos al final. Sólo toma mi mano y todo habrá terminado- Reaper estaba de pie frente a Chara ahora. Su mano hecha de hueso extendida hacia ella. Chara dejó de revolverse, mirando el rostro invisible de la figura con ojos anchos y la boca abierta, pero no se movió para tomar la mano. -Ok entonces, no quería hacer esto, pero no estás haciendo esto fácil

La mano se movió ahora hacia un lado y se materializó una gran arma. De alguna manera era incluso más oscuro que su entorno. La parte superior tenía lo que parecía ser un adorno que se asemejaba a algún tipo de cabeza de lagarto. Luego, de la boca del lagarto, una hoja curva muy afilada de apariencia malvada apareció en existencia. Reaper levantó lentamente la guadaña por encima de su cabeza, la oscuridad circundante parecía fluir y brillar con el movimiento.

-No. ¡No, no! -Chara se echó hacia atrás y se estremeció. Apenas podía ver, sus ojos estaban inundados de lágrimas fantasmales. -Por favor, yo solo, yo no... Yo no... Yo... soy...- En el fondo brillaban un mar de visiones e imágenes. Todo lo que era lo que la hacía ser Chara casi se había ido. No tenía recuerdos, ni siquiera podía formar un pensamiento completo. Todo lo que quedaba eran los instintos primitivos: temer, huir, vivir.

-Bueno, ¿no puede esperar? Eventualmente todos serán llevados al mismo lugar

En ese momento, cuando la guadaña alcanzó su pináculo, las manos de la Reaper, aunque apenas visibles, no golpearon, sino que temblaban. Finalmente, después de un interminable momento, la guadaña bajó, pero justo antes de que golpeara a Chara, logro alejarse de alguna manera, tan solo unos centímetros pero eso fue suficiente.

La guadaña cortó profundamente, casi destrozando su alma. Casi. La sensación de ser apuñalado palideció en comparación con lo que sentía en ese momento. Cada fibra de su ser gritó en agonía.

Viendo lo que estaba sucediendo por culpa de su duda Reaper solo pudo susurrar presa del pánico -No, no se suponía que esto no iba a suceder-

-Esperar a veces puede ser sentirse como la muerte Sans

-Chara ¡Chara! ¡Yo te ayudare!

-¡Asriel!-grito Chara viendo a el dios de la esperanza, el cual tan solo observaba la flecha que se dirigía hacia él.

-No lo entiendo

Pero ahora si

-Lo sé. ¡Qué tal esto! Imagina que si yo muriera y me voy de tu lado?

-¡Imposible, Tori! Tú eres una diosa y yo la muerte y seguiremos

Pero estaba equivocado ¿no?

-¿Qué tal si me voy lejos a un lugar que no puedas alcanzar, donde no puedas encontrarme y que nunca podamos vernos otra vez?

-Bueno, ¿porque harías eso de todas maneras?

-No tuve opción

-¿Que quieres decir con que no tuviste opción?

-Alguien me llevo lejos

Alguien lo hizo, ella lo hizo. Todavía recuerdo aquella sensación, como si todo el multiverso sintiera la inminente perturbación ocurrida. La luz desapareció del mundo, y el cielo lloro lágrimas de dolor por tu partida. La era de la corrupción había empezado.

-Y tu nunca sabrás, cuando será la próxima vez que me veas, si es que vuelves a hacerlo, y sientes que desperdiciaste una eternidad esperando

-Tori

-Esa incertidumbre es la que los mortales sienten, y sie ellos aman a alguien demasiado, algunos tienen la determinación para buscarlos

-Tori

-¿Y si tu me pierdes, no me buscarías Sans?

Lo haría, lo hare. Te buscare por todas partes, no habrá un lugar en el infinito multiverso que no revise para encontrarte, para tenerte de nuevo a mi lado, para poder ver otra vez tu hermosa sonrisa.

-¿Te darías por vencido?

Jamás lo hare Tori. Sin importar el tiempo, yo te seguiré extrañando, te seguiré buscando... Te estaré esperando.

-Bueno, es un ejemplo nada mas

...

-De verdad no creía que... lograras entender

Lo entiendo... y no sabes cuánto lo lamento.

Yo sé que esto es un error, pero te amo y eso te mato. Después de todo...

La muerte está condenada a estar siempre sola.

►En realidad no estoy conforme con este texto, pero lamentablemente no puedo escribir nada mejor por ahora. Bueno ahora que termine con el Sorel, en el siguiente ya aparecerá el Sanscest.