Una suave brisa, acaricio sus cabellos, como si fuera una caricia. Su rostro estaba escondido entre sus rodillas, las lágrimas caían en el suave césped, las copas de los árboles lo protegían de los rayos del sol y el canto de las aves eran lo único que escuchaba.

Tal vez era una mala idea haber huido de esa forma, pero la mirada fría que le había otorgado Sasuke había lastimado su corazón, al igual que esas crueles palabras. Es inmortal pero aun así dolía, dolía todo lo que tenía que ver con Sasuke. Ahora estaba solo, en un "Pequeño bosque", sus alas no dieron para más y aterrizo, además sus lágrimas no lo dejaban ver con claridad.

-Soy un tonto - susurro, alzo su rostro y miro hacia las copas de los árboles - ¿Ahora que hago? -

Naruto cerro los ojos y suspiro, no tenía a donde ir, no tenía en quien confiar, estaba solo...de nuevo. "Si tienes algún problema puedes acudir a tus guardianes", la voz de Fugaku lo hizo despertar.

Miro hacia todos lados, buscando a alguien que lo pudiera ver. El lugar estaba vacío y con confianza se levantó del césped y sacudió sus ropas.

El sabio alzo sus manos - Guardianes de alma, que protegen a sus reyes... yo los invoco, creación de Fukagu, ¡Naruto Uzumaki! - chasqueo los dedos, una enorme luz alumbro el pequeño bosque, los pájaros salieron volando del pánico. En la luz se podía ver dos siluetas que poco a poco tomaron formas humanas.

Un joven de cabellos rojos se hinco enfrente de Naruto, al igual que una linda chica de cabellos del mismo color.

-¡Kurama y Kushina! ¡Para servirle! - dijeron en unísono.

Naruto bajo sus manos y sonrió levemente - Me alegra volver a verlos -

Los dos se levantaron y miraron a Naruto - ¿Estas bien? – preguntaron al ver el semblante decaído del rubio.

-Lo estoy... creo -

Kushina se acercó al sabio - Sabes que puedes contar con nosotros- dijo mientras tomaba sus manos - sabes que somos tus guardianes y pase lo que pase estaremos contigo -

Pequeñas lágrimas se asomaron en los ojos de Naruto, Kushina al verlo soltó sus manos y lo abrazó - No llores...no llores Naruto, no me gusta verte triste -

Kurama se cruzó de brazos y suspiro, sabía que su hermana era muy cariñosa con Naruto, como si fuera una madre - Deja que cuente lo que sucedió -

Kushina lo fulmino con la mirada - Tu no ayudas en nada hermanito -

Naruto se removió, el ya no quería llorar, ya no quería ser débil, pero cada vez que cerraba los ojos, las palabras y la mirada de Sasuke llegaban a su mente – Tiene razón, Kurama... déjame contarles -

Kushina se separó de Naruto y lo tomo de los hombros - Bien, te escuchamos - sonrió.

Kurama se acercó a ellos y se sentó en el césped, Kushina hizo lo mismo.

Naruto tomo el aire necesario - Yo... estoy viviendo con el hijo menor de Fugaku... Sasuke Uchiha... el bueno, él es un buen chico y como todos los seres humanos, también sufrió, pero es un chico muy fuerte, tiene una sonrisa encantadora – sonrió - sabe preparar comida deliciosa, sabe cuidarme y es muy atento conmigo, aparte vive en un hermoso departamento, creo que era así y...-

.-Wow, detente Naruto... ¿Esa es la razón por la estabas llorando?.- Kurama alzo una ceja.- Porque si es así, no es nada de lo que debemos preocuparnos -

-¡Kurama! ¿Por qué rayos eres así con Naruto? Debes de tener más tacto, idiota - Kushina golpeo su costado - Continua, Naruto, no le hagas caso a este...- se detuvo.

La mirada del rubio estaba de nuevo perdida, esos recuerdos volvían a atormentarlo, "¡¡Eres una molestia en mi vida!!", esas palabras le dolían, "Eso era para ti, ¿Una molestia?"- ¿Soy una molestia? -

Los hermanos se miraron entre si - No lo eres, Naruto... al contrario eres una bendición en nuestras vidas, gracias a ti es que estamos vivos - sonrieron.

Kushina se levantó y trono sus dedos - ¿Quién te dijo eso? Vamos a matarlo -

Kurama suspiro - ¿Fue ese tal Sasuke? -

Naruto lo miro sorprendido, bajo su mirada y asintió lentamente - Creo que lo molesto, debería regresar a la caja...pero no puedo, porque siento algo por él, me he enamorado, porque mi corazón late con fuerza cuando estoy a su lado y me pongo nervioso, he tratado de ya no sentirlo, pero no puedo -

-Naruto -

- No quiero separarme de el a pesar de que me haya dicho esas palabras, no quiero ser una molestia, al contrario, me volveré una persona que acepte en su vida, sé que él no siente lo mismo por mí, pero si buscar su felicidad me mantiene a su lado, lo haré -Naruto cerro los ojos y sonrió, ya no podía huir más en lo que sentía.

Kushina sonrió - ¡Ese es mi Naruto!, sé que el siente lo mismo por ti -

-Ni siquiera lo conoces, Kushina -

-¡¡Cállate, Kurama!!, hay un método que te hará saber que él está enamorado de ti - Kushina brinco de felicidad - Y se hace llamar celos -

Kurama se golpeó la frente, Naruto rio, luego alzo una ceja, por el nombre del método - ¿Celos? ¿Qué es eso? -

-Celos mi querido Naruto, es un sentimiento de enojo y de propiedad... una persona celosa no puede soportar ver al amor de su vida con otra persona que no sea el, es hermoso cuando esa persona lo siente – suspiro - y algo peligroso a la vez, así que ¡Kurama!, vas a salir con Naruto – apunto a su hermano con el dedo.

-¡¿Qué?! Espera Kushina, ¿Cómo que salir? - Naruto la miro con pánico.

-Salir a dar una vuelta por el pueblo, tal vez te lo topes y ¡Taran! El método entra a escena - Kushina lo agarro del brazo y lo arrastro fuera del bosque. Quedo sorprendida al ver lo diferente que estaba el lugar.

-¿Qué lugar es este? -Kushina miro por todos lados - ¿Y los caballos? ¿Los Kimonos? Y ¿Los guerreros? -

-Bienvenida a Tokio - Naruto sonrió.

Kushina lo soltó -Bien, luego me vas a mostrar el lugar, Kurama... ven hermanito - se acercó a su hermano y lo tomo de la mano - Ve con Naruto a dar una vuelta - lo acerco hacia el rubio.

-Yo no formare parte de esto -

-Lo harás o yo misma me encargo de que no regreses a cuidar el alma de Naruto -

Kurama tomo el brazo del rubio - Nos vemos, hermanita – sonrió y lo arrastro fuera del alcance de Kushina.

Un auto blanco se estaciono enfrente de una gasolinera, choco su frente en el volante, no lo encontraba, no había rastros de él, ya había ido a diferentes parques, hasta había hablado con las aves, para ver si uno de ellos era, pero no, se había vuelto loco.

-Sasuke, no te preocupes, lo encontraremos - Sakura palmeo su espalda, era la segunda vez que veía a su amigo de esa manera, pero era más intenso, más exagerado, tanto que hasta hablaba con las aves, era extraño verlo actuar de esa manera -Sasuke -

-Estoy bien.... sigamos buscando - giro la llave, el auto encendió su motor y avanzo en su búsqueda.

Los dos miraban en distintos lugares, se topaban con diferentes personas, con diferentes tiendas, pero en ningún lugar estaba. Sakura miraba atenta hacia la ventana, hasta que sus ojos verdes se toparon con la silueta de Naruto, junto con un chico pelirrojo - Sasuke, lo encontré - señalo hacia el lugar.

Sasuke freno de golpe, sus ojos se toparon con la silueta del rubio, ahí estaba sonriendo con otra persona que no era el, dando su mano hacia ese desconocido, abrió la puerta del auto y salió de ella, con pasos apresurados se acercó hacia ellos, no se había dado cuenta que sus manos, se transformaron en puños. El enojo y los celos empezaron a carcomer su alma -¡Naruto! - grito.

Sus ojos azules lo miraron sorprendidos, sus mejillas estaban de ese color rojo, él sabía que siempre lo ponía así, nervioso. Naruto desvió su mirada y miro hacia el chico, este acerco su oreja, al parecer hablaban en secreto, eso hizo que aumentara más sus pasos.

Tomo la mano de Naruto y lo separo del chico, sus ojos negros se toparon con los del desconocido - Lo siento, pero este Dobe, es mío -

-¡Sasuke! - Sus mejillas empezaron a arder, su corazón empezó a latir con fuerza, sentía que pronto iba a salir de su pecho.

Kurama frunció el ceño - No tiene tu nombre -

-Tch, no es necesario que se lo ponga – sonrió - solo de que lo sepas, me basta, ¡Vámonos! - jalo la mano de Naruto y se lo llevo a rastras.

-¡Espera, Sasuke! -Naruto trataba de zafarse -¡Sasuke! -

-¡Cállate! Estoy tratando de no perder los estribos para no volver y golpearlo -

-Sasuke – Naruto susurro y bajo la mirada - lo siento -

Sasuke se detuvo y lo miro -No, yo lo siento...por haberte dicho eso, soy un estúpido, tú no eres ninguna molestia en mi vida, eres especial en ella - se rasco el cuello – vamos - siguió caminando, sin soltar la mano de Naruto.

Sakura solo lo vio irse junto al rubio, no podía hacer nada, no era como esas chicas que trataban de conseguir algo que ya estaba perdido, se abrazó a sí misma y sonrió, sus ojos se aguaron, pero no era el lugar indicado para llorar.

-Tch - Kurama camino hacia ella y paso a su lado -Pronto llegara tu felicidad, Sakura - susurro.

Sakura al escucharlo, volteo rápidamente hacia él, pero esta había desaparecido - ¿Mi felicidad? - susurro.

Naruto se tambaleaba, se habían subido a una extraña maquina llamada "tren", se le había olvidado que era cansado invocar a sus guardianes, sus parpados empezaban hacerse pesados.

-Naruto, te he estado buscando desesperado – sonrió - tanto que hable con los pájaros, hubieras visto la cara de la gente, sé que estas luchando para conseguir mi felicidad, pero creo que eso no es necesario... ya que yo me he enamorado de ti -

La cabeza de Naruto choco en su hombro, Sasuke lo miro, este estaba profundamente dormido, el azabache negó divertido -Dobe, me costó mucho confesarme y tú te duermes - paso su brazo por sus hombros, para que estuviera más cómodo - haré que te enamores de mi - aparto uno de sus cabellos - te lo aseguro -