—“Bien, ahora entremos y hablemos de negocios”— dijo el chico devolviendo a Ollivander a la realidad.

Dentro del nuevo lugar Leonel se veía como un lobo saboreando a su presa y Ollivander no había sido un comerciante durante toda su vida por nada, conocía esa mirada, era la de un depredador, alguien ambicioso que estaba a punto de ganar algo que quería. Vería que tan costoso sería el trato de chico.

—“Bien a los negocios entonces, dijo colocándose un par de guantes blancos entrelazando los dedos mientras una extraña luz se reflejaba en unos anteojos que no tenía hace un momento.

Tras él había un Harry sin lentes y entrecerrando los ojos con molestia.

Lo que pediré no está fuera de las capacidades económicas que posee actualmente, simplemente serán tres sencillas cláusulas que estoy seguro que puede pagar, la primera cosa es un contrato en el que se estipule que se recibirá el 1% de las ganancias anuales como compensación por la utilización de la imagen personal de mi cliente, en este caso Harry, para usos publicitarios y marketing así como el logo de la tienda y el nuevo eslogan, pues es una propiedad intelectual de mi autoría, y se considerará como un costo adicional ya que no está incluido en el pago por uso de imagen. En otras palabras estamos hablando de un 2% anual de las ganancias totales.

El señor Ollivander miró con aceptación la petición, no era imposible, por la imagen del chico que vivió en los nuevos eslogan y el logo, era un precio justo.

En segundo lugar, aparte del contrato comercial queremos beneficios exclusivos, por ejemplo una guía y dos kits de mantenimiento para varitas, así como mantenimientos gratuitos si se llegara a dar la ocasión. Esto incluye personalizarlas.

El señor Ollivander frunció un poco el ceño ya que se podía explotar esa cláusula si no trazaba un límite.

Solo lo haré el mantenimiento gratuito, con las varita de ustedes dos, estoy de acuerdo con el mantenimiento pero solo personalizaré sus varitas.

Es justo Luego agregó,  el dinero es suficiente para Harry pero quiero algo específico para mí dijo el chico Rubio mientras sus ojos azules se iluminaban con malicia tras las gafas que por alguna extraña razón volvieron a iluminarse. Mientras Harry seguía frunciendo el ceño ya que no veía nada.

El señor Ollivander dió un respingo cuando sintió esa mirada, era extraño como este niño podía imponer su presencia de una forma tan ridícula y a la vez perturbadora.

—“Solicito que me enseñe Cómo recolectar tanto la madera como la sustancia mágica para crear varitas.”— ofreció dando una enorme sonrisa de antelación.

La noticia golpeó a Ollivander como un tren sin freno, la varitología era tanto una ciencia como un arte, no era algo que aprendías porque sí, se necesitaba dedicación y pasión, además se necesitaba talento, incluso alguien estudioso no podía simplemente decir que quería aprender a hacer varitas solo porque sí. El hombre mayor se preocupó por la seguridad de éste par de niños,  sabiendo Cómo era éste chico específico podría llegar a imaginarse que querría abrir su propia tienda de varitas, y Si tan solo lo que había hecho en su destartalado local era una prueba de las cosas que podía llegar a hacer, No quería ni imaginarse tener que competir con él como un rival comercial, aún peor, el daño que podría causarse a sí mismo o a otros si cometía un error, hacer una varita no era simplemente tomar un pedazo de madera cualquiera y meterle un pelo de un animal mágico Random.

Incluso, una eminencia como él, con sus décadas de experiencia y excelencia en la manipulación y fabricación de varitas, no estaba exento de cometer errores, de hecho recordando que el chico había mencionado que quería pelo de thestral en su varita le hizo recordar la ocasión en la que casi muere intentando recrear la famosa varita de saúco, de las tres reliquias de la muerte, se creyó lo suficientemente experimentado como para desafiar la artesanía de un ser sobrenatural como la era la muerte y que recrear o mejor dicho superar lo que básicamente era un artefacto creado por una deidad.

En esa ocasión manipuló mal el pelo de thestral y casi destruye su taller por completo, de hecho tuvieron que reemplazar el techo del lugar, dos veces, los residuos de magia hicieron que el primer techo simplemente se fuera volando como una extraña imitación de una parvada de aves migratorias.

Ollivander se consideraba una persona prudente, pues incluso con su deseo de recrear y superar la varita de saúco sabía que realizar dicha hazaña podría ser peligroso, así que usó las protecciones más fuertes que existían, pero incluso con las protecciones más poderosas de la era no pudo defenderse de los daños colaterales, los residuos de la explosión hicieron mucho más que simplemente hacer volar algunas tejas del techo. Hubieron incidentes de magia accidental no solo de menores durante casi un año en las inmediaciones del callejón diagón, para ser más específicos en el área muggle. Personal del ministerio de magia tuvo que desmemorizar a muchas personas por la magia accidental realizada sin ninguna intención de hacerlo, mucha gente fue multada y los inefables (investigadores de alto grado del ministerio de magia en el departamento de misterios) tuvieron demasiados problemas para eliminar la magia residual, qué comenzó a echar a perder pociones y que muchos núcleos de varita explotaran en los abrigos de sus dueños, Aunque lo peor No fue eso, sino que los niños se vieron afectados más que ninguno por ésto, su magia se descontrolaba y sus varitas explotaron con mayor frecuencia que cualquier adulto y la mayoría de los padres temió la seguridad de sus familias. La ola de terror más grande que se había visto en Gran Bretaña antes del ascenso del mago tenebroso Grindelwald, solo por querer superar un cuento de hadas que posiblemente ni siquiera era verdad.

Además de deprimirse y culparse por las consecuencias de su arrogancia, él también salió afectado físicamente de ahí que tuviera el cabello blanco ahora, no era por vejez, había tenido el cabello blanco desde los 40 años, además de que de repente su magia actuaba de formas extrañas, aunque, gracias al cielo, nunca era de forma perjudicial, si era preocupante que de la nada aparecieran cosas al azar en su habitación o mientras comía o estaba en la ducha y desaparecían algunas otras cuando estornudaba, De hecho eran cosas muy variadas, como monedas, lápices, zapatos, y uno que otro auto de juguete, lo más extraño que alguna vez llegó a aparecer en su bañera fue un gnomo de jardín, uno real, que de hecho logró hacer un gran desastre en su tienda. O cuando se había esforzado mucho en preparar una cena especial, Pero cuando añadía pimienta a su comida esta le provocó un estornudo, basta decir que todo dentro de su cocina desapareció. Fue un año Muy duro.

Él más que nadie sabía que si había errores en la fabricación podría desenlazar explosiones mortales, o peor, su alma podría fracturarse o ser enviada al más allá sin retorno, Aunque eso último le recordó que el chico había mencionado que ya había muerto una vez, no quería ni imaginar lo que se sentía.

El anciano consciente del peligro quiso saber las intenciones del chico —“¿Para qué necesitas aprender eso?”—  Preguntó el señor con la esperanza de que si conocía sus planes podría disuadirlo de alguna manera.

Harry a diferencia de Ollivander no tenía idea de las repercusiones reales de lo que su amigo estaba pidiendo, pero incluso él, sin tener noción de la magia o la fabricación de varitas en este caso, sabía que no era una buena idea, o por lo menos sintió que no lo era.

Leonel por otro lado era consciente de mucho del potencial desperdiciado visto en libros y películas, algo que en ciertos fanfics eran expuestos así que haber visto varios de ellos le dió muchas ideas de Cómo crear un Emporio debido a las pocas restricciones del magia. Además La veía desde un punto científico para intentar utilizarla como en los videojuegos, Animes y mangas. Ese tan famoso Deus ex máquina. Una triste realidad que incluso en el mundo mágico parecía compartir con la historia de la humanidad, quién más tenía más valía, un concepto simple sencillo y para toda la familia, el mundo no era de los inteligentes académicamente hablando, ni de los nobles y Buenos, pertenecía a malas personas con dinero y poder militar. Leonel quería eso, pero no para los propósitos que las malas personas justificaban como un medio para un fin, iba a hacer contactos y aliados, pero sobre todo amigos, Harry había sido el primero, había tenido suerte de conocer al niño que vivió antes que los demás, a pesar de estarlo utilizando procuraduría su bienestar, y para alcanzar ese bienestar se necesitaba dinero se quisiera o no, por eso estaba negociando con Ollivander.

Regresando a la pregunta del por qué necesitaba saber esto el chico contestó:  —“Muy fácil, si aprendo a recolectar la materia prima Además de aprender sobre varitas puedo extender la diversidad de mercancía en el medio comercial mágico...”—

Ollivander pareció mover las orejas de algún modo puso su total atención ante de lo que el chico había dicho.

—por ejemplo, en Centroamérica existe un árbol llamado científicamente por los muggles como Ficus insipida, En México, Guatemala, El Salvador y Honduras se le llama Amate, en Colombia es conocido como Chibecha, en Panamá y Perú Higuerón y Ojé en Perú y Bolivia. Este árbol es conocido por su uso en la brujería y más sí el ejemplar de dicho árbol se encuentra en un cementerio o Tierra Santa, según tengo entendido sirve para invocar seres espirituales, aunque los muggles dicen que es para invocar demonios y al diablo en especial, pero en realidad son espíritus. Y estoy casi 100% seguro que usted no tenía ni idea.

Si de algo Garrick Ollivander podía presumir era de saber sobre la fabricación de varitas, en especial de sus componentes y definitivamente no tenía ni idea que existiera un árbol así en un continente como el americano.

También existe uno en la región de El Salvador, que se llama Tabebuia rosea, llamado comúnmente Maquilishuat, el cual produce flores rosadas como el cerezo, la magia que produce es curativa y se dice que su madera es altamente es ignífuga osea resistente al fuego, por lo que puede brindar protección extraordinaria en contra de hechizos que tengan que ver con el fuego.”—

Nuevamente El fabricante se quedó sin palabras, no tenía ni idea.

—“Existe el temido árbol de la muerte, manzanilla de la muerte o manzanillo de playa, nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, el simple hecho de tocar sus ramas hojas o frutos puede llegar a matarte ya que son altamente venenosos, pero solo Imagine las posibilidades, si pudiéramos bañar su madera con salvia del noble maquilishuat, podría neutralizar el veneno para el mago y al ser básicamente una madera inmaculada tendría la pureza para convertirse en una varita muy poderosa pero letal para los que ataquen a su amo, incluso podría llegar a hacer lo mismo que algunas varitas que actúan por sí solas”—

Ahora el que estaba pálido y con los labios azules era el señor Ollivander. Definitivamente éste chico era algo, pero algo que daba miedo.

—“Además existen criaturas mágicas que los antiguos pueblos indígenas de esas regiones consideraban criaturas mitológicas, por ejemplo los hellhounds Americanos, criaturas mágicas de gran poder que brindan protección a los humanos, aunque dependiendo de su género cuidarán únicamente a ese género de ataques violentos provenientes del género opuesto, blanco para mujeres, negro para los hombres, coloquialmente llamados cadejos. O pelo de Fenrir, criaturas nórdicas extremadamente poderosas. Escamas de Gorgonas griegas, cabello de veela, cuernos de Xenomorphos que tienen sangre y saliva ácida, en fin, hay miles de posibilidades.

Si antes le tuvo miedo ahora le tenía pavor, éste niño no era normal. Nunca escuchó la mitad de las cosas que mencionaba, pero parecía saber lo que decía y en verdad quería saber qué eran los Xenomorphos, nunca había escuchado esa palabra, ¿sería acaso una especie desconocida de Boggart?

—“En fin, si me enseña a obtener los materiales puede obtener un socio comercial a largo plazo, basándonos únicamente en el sistema de oferta y demanda podemos obtener tratos bilaterales que nos beneficien a ambos, en Cristiano, yo busco sus materiales, usted me los compra a precio de mercado, simple y efectivo, además debido a que mi publicidad atraerá a más clientes para usted yo obtengo ganancias pasivas tanto por los materiales como por las varitas vendidas, creo que 12 sickles por varita vendida es un precio justo por todos los cambios que lo beneficiarán. Además no quiero un rival, es verdad que podría abrir mi propia tienda de varitas y eso, peeeero, no puedo competir contra la experiencia la calidad y el prestigio de su nombre y renombre, además es mejor unir fuerzas con el bando ganador, 'una sola golondrina no hace verano' decía mi madre. Así que ¿Qué dice?”—Dijo extendiendo su mano hacia Ollivander mientras mostraba su sonrisa de negocios.

—“Eres astuto, muy astuto, sabes hacer negocios y me gusta mucho tu visión, pero no puedo exponerte a que corras peligros por simples materiales, eres demasiado joven para entender el riesgo del trabajo, además ¿como se supone irías a los lugares que me mencionaste?”—

El chico mostró sus perlas blancas y dijo con su voz de negocios  —“Tengo planeado un viaje al rededor del mundo en unos meses así que pensaba aprovechar la oportunidad para recolectar materiales inusuales.”—

Entonces Ollivander lo entendió, él también fue joven y visionario, también era un poco astuto a la hora de hacer negocios, no por nada llevaba tantas décadas en el mercado, este niño era lo que coloquialmente denominarías un... malnacido hijo de perra, era un bastardo astuto
—“¿Tú planeaste todo ésto?”— acusó con molestia, si, pero más que molestia, con asombro. Aunque su respuesta lo dejó helado.

—“No, ésto se fue desarrollando en los últimos minutos, pero igualmente quería que me enseñara, además mi idea original era rogar y llorar hasta que me dijera que sí, todos aman a los aduladores y odian a los lloricas, de alguna manera lo iba a conseguir”—  sonrió el chico pareciendo estúpidamente honesto.

Después de deshacerse de la impresión inicial Ollivander meditó profundamente en las consecuencias de lo que implicaría para un chico de 11 años el recolectar estos materiales peligrosos, pero después de ver cómo podía ingeniárselas para salirse con la suya quiso ver hasta dónde podría llegar con sus ideas revolucionarias, además su mente de Ravenclaw quería ver lo que podría aportarle el conocimiento del chico, además de su propia ambición, aunque a diferencia de su intento de recrear la varita de saúco ésta vez tendría más cuidado, estaba caminando sobre cáscaras de huevo en ese escenario, pero finalmente decidió confiar en él.

—“Me parece justo, pero es peligroso, en especial la manipulación de las sustancias magicas, por lo que tienes que venir cada fin de semana para que te enseñe todo lo necesario para el entendimiento de las funciones de la combinaciones y fusiones de varita, también de las sustancias y como recolectarlas adecuadamente sin que te hagas volar en mil pedazos accidentalmente.”— advirtió.

—“Señor Ollivander, debo decirle que usted acaba de hacer un gran trato”— sonrió Leonel estrechando la mano de Ollivander.

—¿Oye, ya me puedes devolver mis lentes?”— preguntó Harry a su amigo.

Al final del trato Ollivander y Leonel terminaron en Gringolls. Fueron atendidos por un duende diferente, ya que Sméagol estaba siendo fuertemente regañado por su jefe que parecían que estaba destrozando la oficina en el piso de arriba.

Quien los atendió fue Griphook, el mismo duende que llevaría a Harry y a Hagrid en el vagón de mina a la bóveda de Harry en los libros y películas.

El duende les ayudó a regañadientes ya que no podían causar a Leonel de robar porque técnicamente no había robado nada, además el ministerio no les importaban mucho los problemas de los duendes, sólo si les afectaba directamente, únicamente por eso. Así que Griphook se conformó con Simplemente hacer su trabajo y guardar silencio.

Los nuevos socios pidieron la transferencias entre bóvedas en conjunto a un monedero mágico especial para caja chica, que al igual que el que le habían entregado a Leonel más temprano, permitiría hacer depósitos directamente a la cuenta personal de ambos socios comerciales que conectaría ambos monederos para hacer intercambio de caja chica de monedero a monedero, El único problema fue que al parecer los duendes pasaron por alto un pequeño detalle, uno que no sería notado hasta mucho tiempo después, que al abrir un canal directo entre ambos monederos ya no podrían cobrar la comisión por intercambio que se pediría en el banco y que además podrían intercambiar no solo dinero sino también objetos, ya que el primer monedero, osea el de Leo, tenía la capacidad de poder enviar objetos no muy grandes hacia su bóveda privada, por lo que el chico, siendo el desgraciado que era, lo explotaría y lo utilizaría como un traslador mágico. Enviaría los materiales recién recolectados al monedero de Ollivander y en recompensa El fabricante enviaría el dinero de regreso hacia su monedero o su bóveda directamente. Dejando a Gringolls fuera del intercambio por lo tanto sin tener la oportunidad de cobrar su comisión, evadiendo impuestos nuevamente.

Solo ese primer día la tienda fue visitada por al menos 75 personas más, mucho más del doble de lo que Ollivander recibió diario. Las ideas del chico abrirían el futuro a un nuevo nivel de comercio en el mundo mágico.

Ni una semana desde su transformación y tal como lo había predicho el chico, el establecimiento parecía que estaba regalando varitas, o algo parecido. Se abarrotaba horriblemente, incluso había filas de más de 50 personas fuera de la tienda esperando su turno, era tanta la afluencia de clientes que el pobre Garrick no daba abasto con la demanda, ya que él era el único que atendía la tienda.

Harry y Leonel visitaban la tienda los fines de semana, pero incluso con la ayuda de estos dos, Harry obviamente disfrazado para que la gente no se fuera sobre él, no dieron a basto para atender a tantas personas en una tienda tan pequeña.

Leonel sugirió abrir una segunda sucursal, o recibir pedidos por correspondencia, pero ninguna de las dos fue viable, ya que tendría que ser el mismo señor Ollivander quien atendiera ambos medios comerciales, y dado que ya no daba abasto ni con su propia tienda, expandirse solo le traería más problemas. Aunque no descartaron la idea por completo, simplemente no podría ejecutarse en este momento.

Para Harry trabajar y obtener dinero fue una experiencia nueva o por lo menos en el mundo mágico. Era muy distinto a trabajar con su amigo o para los vecinos, de hecho que la gente lo tratara bien simplemente por ser un chico común y corriente fue algo bueno para él, aprendió a socializar más y además el señor Ollivander les enseñó mucho acerca de atención al cliente como administrar un negocio y uno que otro hechizo útil para el hogar. No se tendría que barrer trapear o pulir, un simple movimiento de varita y algunas palabras especiales y bualá todo limpio y ordenado.

Leonel tenía, a ojos de Ollivander, tenía una mente privilegiada, sin saber que eran solo toneladas de basura que aprendió a reciclar para darles un uso diferente. El muchacho hizo una aportación que cambiaría por completo la experiencia de compra de varitas, para siempre.

Aportando de su propio capital pidió crear un sombrero seleccionador al igual que el que estaba en Hogwarts para que fuera el objeto mágico quién diera las opciones para la varita del futuro mago, así como lo hacía el sombrero seleccionador. Obviamente el señor Ollivander se negó rotundamente a que alguien o mejor dicho algo que no fuera él mismo en persona pudiera ayudar a los jóvenes magos a encontrar la compañera que les acompañaría en su carrera estudiantil, incluso talvez por el resto de su vida.

El muchacho dió muchos buenos argumentos, entre ellos uno innegable que era el paso del tiempo, para hacer que Ollivander viera las virtudes de tener éste artefacto, simplificaría su trabajo a menos de la mitad del tiempo requerido, teniendo el doble de eficiencia y la mitad de posibles errores de juicio, "la personas cometían errores", eso indirectamente le recordó al viejo fabricante las consecuencias de sus propios errores, por lo que después de lo que llamarías un lavado de cerebro, el señor Ollivander accedió a que se creara el artefacto. Aunque puso de condición que supervisaría ese cachivache personalmente hasta que estuviera totalmente seguro de que funcionaba de forma adecuada. Leonel lo tranquilizó diciendo que incluso si se creara el artículo más perfecto en el universo nunca superarían a la experiencia de una persona tan talentosa y experimentada como él. El señor Ollivander se tragó esa mentira olvidando las palabras del chico:  ~…todos aman a los aduladores y odian a los lloricas, de alguna manera lo iba a conseguir”~

Pasaron por muchas ideas de cómo se hechizaría el sombrero, y que debería ser un sombrero en primer lugar para hacer que la experiencia les ayudara a los futuros magos que entraran al colegio Hogwarts a No sentirse tan nerviosos cuando tuvieran que ser seleccionados en sus casas, pero después de algunos intentos realmente malos Harry ofreció una idea que si bien Leo había planteado en su mente no había exteriorizado para evitar que el niño que vivió tuviera un contacto directo o indirecto con las personas responsables de su desgracia en el mundo. La sugerencia de Harry fue qué preguntarán cómo había sido hecho el sombrero seleccionador de Hogwarts, posiblemente al director o alguien que fuera experto en el tema.

El señor Ollivander alabó la aguda mente del chico, le dijo que al igual que su amigo tendría el potencial de ser, sino un Ravenclaw, talvez daría la talla en Slytherin.

Leo insistió en averiguar con otras personas acerca del tema ya que por obvias razones tanto el director, osea Dumbledore, como alguno otro profesor o especialista podría estar ocupado en su trabajo y sería muy descortés interrumpirlos para un simple proyecto personal, además de no que creía que no tenían el dinero suficiente como para pagarles por participar en un proyecto de esa magnitud. Aún a pesar de las palabras del chico Ollivander derrumbó sus excusas diciendo que conocí a las personas adecuadas y que mínimo todas le debían un favor de una o de otra manera, Así que no gastarían un knut para obtener su ayuda.

Leo aceptó pero decidió que no quería conocerlos en persona, o podrían de una u otra manera afectar el resultado, así que ni él ni Harry estarían presentes mientras los implicados trabajaban. Ollivander no sospechó en ningún momento del porqué éste chico no querría conocer a las eminencias que trabajarían en su propio proyecto, pero después de ver cómo pensaba, no tuvo dudas que de alguna manera tenía razón así que lo dejó ser.

De hecho se pidió ayuda a varios magos de alto nivel para recrear las condiciones y hechizos del sombrero original de Godric Gryffindor. Usaron a 5 personas para éste encantamiento, agregaron mucho de su conocimiento como el que podían almacenar los retratos mágicos. Casualmente también eran de casa diferentes a excepción de dos Ravenclaw.

El principal interesado y por obvias razones indispensable fue el fabricante de varitas Garrick Ollivander, en segundo lugar en importancia el director de Hogwarts Albus Dumbledore, seguido a él el profesor Severus Snape, luego la Profesora Sybill Patricia Trelawney y La jefa del departamento de aplicación de la ley mágica, Amelia Susan Bones. Siendo Ravenclaw, Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y finalmente, aunque no fue su casa durante la escuela si fue una de sus opiniones, Hufflepuff, en ese mismo órden respectivamente.

Cada uno puso a su disposición el conocimiento en cada área de especialización en que destacaban, por ejemplo, todo el conocimiento de varitología y emparejamiento que Ollivander poseía, que ayudaría a encontrar las maderas y núcleos más adecuados para encontrar la varita ideal.

Albus Dumbledore aportó su capacidad de leer las personalidades e intenciones de las personas y los posibles cursos de acción que podrían llegar a tomar según su personalidad.

La aportación de Severus fue su legeremancia, su capacidad para entrar profundamente en los pensamientos y recuerdos de las personas era casi tan fuerte Como las de lord Voldemort, de hecho era la única persona que podría proteger su mente para que el señor oscuro no pudiera leerla, existían muy pocas personas que pudieran resistir su poder de leer e invadir la mente.

la Profesora Sybill Patricia Trelawney era la encargada de impartir la clase de adivinación en Hogwarts, algunos creían que sus clases era solo patrañas, pero ella fue la encargada de traer al mundo la profecía que terminaría con el reinado del señor tenebroso, su aportación fue su capacidad de ver el futuro. Ayudaría a que los poderes de albus dumbledore y severus snape tuvieran un mayor alcance y sobre todo precisión para emitir un juicio más exacto.

De Amelia Susan Bones se agregó lo que era más obvio para alguien que ostentaba el título de jefa del departamento de aplicación de la ley mágica, fueron sus conocimientos sobre las leyes mágicas y las aplicaciones correctas de las mismas, básicamente entregando lo que podríamos denominar como "límites" para cierto tipo de personalidades, Cómo por ejemplo alguien que sea muy irresponsable con sus hechizos y que pudiese causar un accidente, el conocimiento de la señora Bones ayudaría a que tanto el núcleo como la madera se adecuen a un comportamiento más seguro para todos en especial para el joven mago que portaría la varita. "Según la Ley Mágica, se debe completar la educación para que se te considere seguro para manejar un objeto mágico tan poderoso cómo lo era una varita".

Toda la ingeniería implicada fue un trabajo arduo y bastante complicado, Incluso el famoso alquimista Nicolás Flamel fue convocado para que ayudara con los hechizos de preservación del sombrero, además para ayudar a Albus en desentrañar los misterios del sombrero seleccionador original, sorprendentemente habían una tonelada de hechizos que ni siquiera el propio albus dumbledore tenía idea que el sombrero poseía encima, fue algo esclarecedor toparse con algunos de ellos, ahora muchas de las actitudes del sombrero tenían sentido.

Cuándo se logró terminar con los encantamientos tomados del sombrero seleccionador, Se agregaron muchos más encantamientos que tenían que ver con el inventario, así como con los materiales que el señor olivander disponía, llenaron todas las características de las maderas mágicas podían tener al igual que los núcleos conocidos, también el conocimiento que la cinta de medir mágica otorgaba para conocer la longitud ideal para la varita, además de vincularlo a otros tres objetos mágicos, ideados por Leonel por supuesto y de forma incógnita, para ayudar a que la precisión de la decisión fuera aún más rotunda.

Los tres objetos mágicos en cuestión tenían funciones fuera de la decisión del sombrero, pero aportaban mucho en el ámbito comercial propiamente dicho. El primero de ellos y el más grande pero fácil de crear fue El MANIQUÍ DEL HONOR, un objeto que tomaba la apariencia de una persona y se quedaba quieto o habiendo un movimiento repetitivo, como en las fotos mágicas. Hacía de marquesina viviente por así decirlo.

Funcionaba de la siguiente manera; cada vez que la puerta de la tienda se abría, se animaba y emitía una voz femenina con la información de un mago o bruja, más o menos como los cromos de las cajas de las ranas de chocolate, decían el nombre y cargo del mago, sus habilidades, de lo que estaba hecha su varita y lo que podía hacer, como una habilidad especial o un hechizo en concreto en el que era superior al promedio.

Este muñeco era abiertamente una artimaña publicitaria para que los niños no solo compraran en Ollivander sinó para que se esforzáran en la escuela y según sus logros aparecerían en la tienda con su cromo a tamaño real. Nada hacía que un niño se esforzara más que el ser reconocido, pero no entre sus conocidos sinó como el mejor de los mejores frente al mundo. Lograr conseguir el título dependía en gran parte por los puntos de casa que ganaran y sus calificaciones o resultados en actividades mágicas del colegio. Snape dijo que era una pérdida de tiempo y que solo invitaría al caos y la anarquía, solo por ganar ese estúpido puesto, pero a Dumbledore le parecía una grandiosa idea, de hecho, pensó que podría tener una copia idéntica en el gran comedor, como incentivo para los estudiantes además de la copa de las casas.

El otro objeto fue una bola de cristal mágica que medía la cantidad de magia en la persona, estaba basado en un medidor Geiger, para medir la radicación, o por lo menos en un medidor cardíaco. Su núcleo era un cristal que reaccionaba a la magia en forma de luz, entre mayor fuera la magia más brillante era aunque tenía una especie de defecto que en realidad era otra forma de medición, y era que su color cambiaba según el mago, al parecer medía la magia oscura dentro del mago y se manifestaba con el color rojo. Aunque simplemente hechizaron una bola de cristal con el cristal adentro y un considerable número de runas que harían que el cristal simplemente emitiera luz en forma de numeración con la cantidad de magia que percibía.

Usaron a Dumbledore para hacer la medición ya que al preguntarle ¿Sí existiera un 100% de magia para que un mago usara, qué nivel tendría? A lo que dijo un rotundo 85%. Haciendo cálculos y mediciones la esfera midió a Dumbledore y dió el dato exacto de 85% por lo que ahora se podría usar el dato para que el núcleo más adecuado para este tipo de personas exageradamente poderosas no hicieran explotar accidentalmente sus núcleos y más los incompatibles.

Finalmente una vuelapluma que hacía las facturas y enviaba el registro directo al ministerio de magia con la información exacta del mago que compró su nueva varita, aunque sólo se hizo en menores ya que el registro era para la regulación del uso de magia de menores, ésto para mayor seguridad además de ahorrarle el trabajo a Ollivander de escribir a mano y mandarlo por lechucería.

Entonces el sombrero de Ollivander nació. Leo y Harry estaban emocionados cuando supieron que ya estaba listo pero no lo probaron ellos mismos, ya que querían pensar en que Ollivander había elegido bien por ellos y así le demostraban lealtad, lo que el señor Ollivander apreció mucho en el corazón.

El sombrero en sí que era francamente lo que esperarías de un sombrero de brujo, era puntiagudo con un ala amplia, pero tenía una hebilla muy ostentosa con el símbolo de las reliquias de la muerte que Leonel había dibujado. Dumbledore casi sufre un infarto cuando vió ese símbolo, le preguntó a Ollivander sobre el sello pero se limitó a responder lo que había oído de su socio menor, eran una forma de darle misticismo a la imagen de la tienda, eran la capa de invisibilidad, la piedra de la resurrección y la varita de saúco, una brillante idea si tomamos en cuenta que él era un fabricante de varitas así que tener una como símbolo fue lo más adecuado. Dumbledore no preguntó más, el tema con Grindelwald seguía siendo sensible para él.

El símbolo era de color plateado, con la hebilla triangular en dorado y el cinturón que la sostenía en color marrón metálico parecido al bronce. Y en el sombrero habían estampados dragones, fénixs y unicornios, cada uno representando su Color. Todos estaban emocionados por éste nuevo sombrero, incluso el estoico Snape parecía un niño nervioso.

El primero en probarlo fue Albus Dumbledore en persona. La esfera fue puesta en sus manos mientras el sombrero en su cabeza canturrió como lo hacía el sombrero seleccionador en Hogwarts, aunque su voz era mucho más ligera y agradable, talvez porque era nuevo. Vió muy profundamente en la mente de Dumbledore y por curiosidad intentó usar su oclumancia, aunque le costó bastante y al final simplemente no quiso competir contra él, era demasiado trabajo solo para jugar con un sombrero.

Resultó que la varita ideal para Dumbledore era de Ébano con núcleo de pluma de fénix, 36 centímetros, rígida, Que, para sorpresa de todos, el mismo Dumbledore confirmó que su primera varita era exactamente esa. El sombrero, debido a la influencia de Amelia Bones también dió algunos consejos para una futura carrera y aptitudes.

La Magia no verbal y legeremancia, fueron sus aptitudes, duelista, el liderazgo y la enseñanza eran sus opiniones como carrera profesional. Pero también dió advertencias con un tema que era secreto para todos los demás.

"Debe dejar descansar a los que se han ido, el pasado no se puede alterar, manipular un futuro que no nos pertenece atraerá sufrimiento a inocentes y malestar a los justos. No todos pueden redimirse, hay seres que no quieren ser salvados". Esas palabras calaron muy profundo en la mente del anciano, de alguna manera sentía que lo que había estado planeando para el bien del mundo estaba equivocado, pero era alguien decidido, vería como se desarrollarían las cosas. Además tanto el tema de Grindelwald como de Ariana ocuparon su mente por una larga tarde después de la lectura del sombrero.

Vieron el funcionamiento del maniquí, así como la esfera, el sombrero y la pluma, simplemente el resultado no se envió ya que Dumbledore no quiso cambiar su varita por la que el sombrero le ofrecía.

Otro fue Snape, pasó algo similar como con dumbledore, varita de Severus Snape era de madera de pino negro y núcleo de nervio de corazón de dragón. Aunque hubieron un par de opciones bastante válidas entre ellas saúco y tejo, pero snape no creyó tener compatibilidad con ellas. También obtuvo sus posibles carreras y aptitudes. Excelente para la creación de pociones, hechizos, fuerte en legeremancia y oclumancia, gran destreza en duelos y casualmente sus opciones laborales eran la enseñanza y la creación de pociones. Sus advertencias se parecieron mucho a las de Dumbledore, aunque al Tener pasados diferente tenían significados diferentes.

"Alejarse de las artes oscuras, dejar el pasado en el pasado y a los muertos descansar. Enviar al olvido los malos recuerdos y refugiarse en las buenas memorias, abrir su corazón A las posibilidades y también a la oportunidad de volver a amar, olvidar viejos rencores, superar la culpa y enmendar errores". Definitivamente snape sabía que esos consejos eran para él, aunque creía que posiblemente se había pasado un poco con el poder que le dio al sombrero y por un momento se detuvo a reflexionar de lo importante que podría llegar a ser estos consejos para su futuro y el futuro de los estudiantes.

Con la profesora Trelawney fue más de lo mismo. Su Varita, sus actitudes con la adivinación y extrañamente en duelos. Sus advertencias fueron un poco extrañas porque parecían más un regaño que una advertencia. "Deja de intentar adivinar lo que sucederá en el mañana y vive tu presente, atavíate y arregla tu cabello como tu alma, viste con femineidad y busca el amor verdadero, porque solo el amor verdadero puede sanar los corazones heridos". Ella se rió un poco de ésto ya que tuvo un matrimonio express ya que no quiso cambiar su apellido debido a su famosa abuela por lo que su matrimonio se acabó antes de comenzar como tal. Pensó que tenía la oportunidad de desmentir al sombrero hasta que recordó que si lo hacía se haría daño a sí misma debido a que el poder de ver el futuro era su aporte al sombrero así que mejor solo no tomaría el consejo y seguiría con su vida así como estaba.

El nuevo maniquí fue expuesto con la figura de Dumbledore y el mundo se volvió loco, si Ollivander tenía trabajo antes ahora no podía ni comer, lo bueno era que las varitas volaban al mostrador después de ser elegidas por el sombrero y los niños y algunos adultos solo tenían que probarlas, había una diana de práctica para eso. Así evitaban destruir la tienda.

Definitivamente Leonel había hecho un gran negocio, en especial porque a Ollivander se le olvidó cobrarle y registrar su varita en el ministerio de magia. Y definitivamente éste no era el último negocio que haría en estas tierras y más sí tenía un mundo de oportunidades para aprovechar.

Continuará...