Los días transcurrían siempre era lo mismo,  discusiones por todo, típico en una pareja, pero ella y yo parecíamos perros y gatos peleando quien tenia la razón, aveces era satisfactoria molestarla aparte beber su sangre no era molesto era un sabor dulce y su aroma era irresistible que podía uno volverse adicto, sin mas que decir aveces solía tocarla, era algo normal para nosotros ya que ambos habíamos tenido relaciones, hace cuatro meses en poco tiempo, no era una elección, fue forzoso para los dos era ordenes de nuestros padres que debíamos ser uno, maldición, al principio fue difícil, pero interesante tomar la pureza de alguien que seria solo mía para la eternidad no estaba mal era un avance.

-Ya fue suficiente.-Dice haciendo un lado sus manos pero este se aferraba a sus pechos atra vez de la tela de su blusa.

-Yo diré cuando sea suficiente.-cuando comenzó a desabotonar los botones de su blusa esta intentando detenerlo.

-Estas loco, que pueden vernos.-Murmuro bajando el tono de voz.

-El ganado no habla obedece aparte eres mi mujer y harás lo que yo diga.-Apretó sus labios sintiéndose impotente, sabia Yuma bien que era la tipo de mujer de la antigüedad que hacia caso a las reglas y no pondría objeción.

-Esta bien pero vayámonos a tu habitación o en el mio pero no aquí, no quiero que mis hermanas me vean.

-De acuerdo.-Respondió deteniéndose para luego tomarla de la mano para guiarla hasta su cuarto.

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Yiali y yo complementábamos tan bien que no teníamos problemas con eso,  porque podía verlo en sus ojos ella no le disgustaba estar conmigo parecía disfrutarlo. Pero cuando se trataba de mis obligaciones como siguiente heredero de su linaje debía aprender muchas cosas, leer libros de quinientas hojas o hasta mas, que me dejaba agotado y leer el tarot conocía las cartas de los humanos pero están eran especiales eran las cartas del tiempo podía decirte lo que sucedería en este momentos o dentro de veinte años, pero si se trataba de alguien cercano como el futuro de mis hijos estaba prohibido ya que habría cosas que no gustarían y quiera cambiar.

Solía estar metido en su habitación, había ocasiones que me quedaba a dormir, se podría decir que nuestra relación de ser una pesadilla parecía interesante, pero eso de leer no era mi pasatiempo en aquel tiempo, siempre me acaba aburriendo y quedarme dormido en medio de la lectura a lo que ella me despertaba haciendo ruidos al dejar caer los libros sobre la mesa.

-¿Estas loca?

-Como mi futuro esposo debes aprender, la historia del rey del tiempo.

-Y para que.

-Podrías ser el siguiente sucesor.

-Que aburrido.

-Para mi clan es un honradez ser el siguiente "rey del tiempo" no un aburrimiento.

-Se oye mas una obligación.

-Para otras cosas si es una obligación y esto no lo es, así como yo te cumplo como tu mujer, tu cumplirme como mi marido.-Se acerca a el sigilosamente mirando con el ceño fruncido a lo que tenia razón, odia admitir eso, aparte si negaba podría negarse estar con el y ya no sentía tan cómodo cuando Yiali se separaba de el, sentía la necesidad de tenerla a mi lado y eso era malo ya había pasado un dos y medio.-Entendiste.-Asentí con la cabeza.

-Como digas.

Por alguna razón ella sentía lo mismo la veía mas apegada a mi incluyendo cuando estaba en el huerto cosechando mis verduras y ella suele ayudarme, porque acaba huyendo por ver una simple lombriz al parecer le aterran demasiado. Pero sabia bien que nunca de los dos admitiríamos que estábamos empezando sentir el uno al otro, aparte odio verla con su amigo el único y mas que mi única amiga esta enamorándose de el no puede ponerse peor.