Han pasado tres días desde que fui a casa de los Steele y entre trabajo, gimnasio y familia no he podido Volver a ver a Derek. Ayer fui a visitar a mi madre, quien continua enferma, la edad no le ha favorecido y con su reciente amenaza de infarto nos tiene a mis hermanos y a mi bastante preocupados. Creo que no soportaría perderla, después de la muerte de mi padre ella es lo único que me queda, si mi Papa perdió la batalla contra el cáncer de próstata lo último que puedo esperar de Dios es que me permita conservar a mi madre.

Recuerdo cuando era pequeña y mama me arropaba y me daba el beso de buenas noches antes de dormir. Yo soy la hija menor y nisiquiera debí haber nacido, mama estaba en una edad ya avanzada cuando se embarazo de mi y el embarazo fue muy complicado por la misma razón ¡benditos los espermas de mi padre que lograron fecundar un óvulo a sus 56 años!

Con 4 hijos ya grandes volver a criar fue un desafío que mi madre, aunque podía, nunca rechazo. Ella es lo mas grande que tengo en la vida, hoy por hoy tengo 26 años y ella 73, yo vivo en los Ángeles California y ella en New Jersey con mi hermana mayor Bárbara.

Recuerdo también que cuando yo nací mi madre me tenia el mundo resuelto, ella era costurera y mi padre era un viejo militar que en ese entonces trabajaba como copropietario de un restaurante, el Italoamericano se llamaba ya que su socio Ryan Scarlatti era Italiano y el era obviamente el americano. Mis hermanos Barbara, Larry, Jeison y Martha siempre fueron muy buenos conmigo a pesar que solo los dos últimos vivían conmigo ya que Bárbara y Larry se habían casado y formado sus propias familias.

Angélica y Charlie -mis padres- no tenían tiempo para mi pero aun así nunca me falto su amor, fue cuando me obligaron a estudiar derecho que decidí irme de casa para vivir como yo quería: sin presión alguna por parte de mi familia. Mi padre quería que yo fuera todo lo que el no pudo, una exitosa profesional con un trabajo estable, pero mis gustos no coincidían con sus intereses. Como hija de una costurera tenia un especial gusto por la moda y el buen vestir, cosa que mi padre no vio al imponerme una carrera que no me gustaba.

A los 20 años tras haber estudiado dos años en la Facultad de derecho de Seatle, en donde vive mi hermano Larry, abandone la carrera y me mude a los Ángeles con mi amigo Adam quien ya hacía 14 meses se había venido desde New Jersey a trabajar aquí. Adam me dio una cálida bienvenida y me demostró desde el primer día que podía contar con el incondicionalmente y gracias a el 6 meses después de mi llegada ya estaba trabajando como asistente del famoso diseñador Thomas Franco, diseñador al que hoy llamo colega. Gracias a mi capacitación en Seatle y a algunos talleres que tome no me fue difícil avanzar en el mundo de la moda y el diseño. Thomas me enseñó mucho en el tiempo que fui su Asistente y a pesar de mi corta edad demostré tener talento en la industria.

Cuando en una ocasión Thomas me encomendó el diseño de un vestido para la Miss Puerto Rico de ese entonces supe que era mi momento de avanzar y tres meses después terminado y fabricado el vestido todas las revistas y periódicos locales tenían mi nombre, luego de eso tras algunas entrevistas y unos trabajos bien hechos mi salto a la independencia laboral era inevitable. Con 22 años renuncie a ser la Asistente de Thomas Franco para pasar a ser la diseñadora principal de la marca Dianca -la mas prestigiosa del país en la actualidad- marca con gran peso internacional gracias a su sello de calidad y originalidad.

En mis casi cinco años en Dianca he logrado mucho mas que cualquier otro y con mi pasada colección de invierno he demostrado porque he subido tan rápido en la industria.

Adam, a petición mía, renuncio a su trabajo en la revista de Nicole Rocas para pasar a ser mi asesor y agente, ambos compartimos el gusto por la moda y mientras yo siga como voy su trabajo en Dianca esta mas que asegurado.

Volviendo a mi presente tras el cálido paseo por mi pasado me doy una ducha relajante y me dispongo a dormir toda la tarde.