Reencuentro
Hara se encontraba sentada en la confortable cama visualizando su teléfono móvil, cuando decide por fin desempacar una muda de ropa para tomar una ducha, le había dicho a su hermano lo que le había acontecido, pero ambos decidieron tocar ese tema en persona. Entra en el baño y toma una ducha de unos veinte minutos para salir con un vestido floreal que se ajustaba bien a su figura, peinando así su cabello al tomar asiento en el tocador. Estaba tan distraída que se asustó un poco cuando vio el reflejo masculino desde el espejo, terminando por ponerse en pie y quedar frente a aquel que le miraba con sorpresa. Hara se veía igual de hermosa que siempre.
—¿Qué haces en mi habitación? No, más bien, ¿qué haces en mi casa? —fueron las primeras palabras que articulo Jung.
—Me dijeron que no venías aquí, Kang me trajo aquí por órdenes de tu padre.
—Ellos se equivocan, claro que vengo a dormir, esta casa la compre yo, por ende, estás en mí...
Es interrumpido por el dedo de la joven que lo interpuso sobre su boca mirándole con cierta molestia, al parecer sus palabras solo la incomodaban, a lo que esta termina de darse la vuelta y guarda sus cosas antes de tomar las dos maletas.
—Es tu casa, igual no pienso dormir contigo, puedo irme a la de invitados mientras hablo con su señor padre y que sepa que me iré con Jeong.
—No Hara... —se queda en silencio al notar la mirada de confusión de la chica que estaba dispuesta a salir. —No es necesario que te marches, podemos convivir, igual lo haremos en la empresa y si mi padre lo hizo debe ser por alguna razón.
—Sí, claro Jung, convivir no creo que sea posible con una persona como tú...
—¿Por qué lo dices? ¿Temes a enamorarte de mí de nuevo?
La joven quedó en silencio y se acercó levemente a él con sus maletas detrás posicionándose a su lado, lo mira y le brinda una sonrisa ladina antes de negar su cabeza.
—Mi corazón le corresponde a un amor americano, no te creas el más importante Jung, tu puesto ya fue ocupado.
Comenta antes de marcharse, esa respuesta en verdad este chico no se la esperaba, que toco su pecho sintiendo una punzada de dolor, la joven camino rápidamente hacia la habitación de invitados, su corazón latía, y sentía que vomitaría por la mentira que ha dicho, pero no podía dejar permitirse que nuevamente Jung jugara con su corazón. Tendría que buscar los consejos de su hermano, necesitaba estar tranquila, por lo que se sienta en la cama para terminar de maquillarse en espera de ser recogida, la conversación con su hermano sería larga.
El timbre de la casa se escuchó a lo que la joven salió de la habitación bajando con cuidado las escaleras encontrándose con una joven que recibía a Kang, primera vez que la había visto, pero ella la miró con cierto desdén, a lo que Hara frunció su entrecejo levemente observando como detrás en la escalera bajaba Jung.
—Kang, veo que ya viniste por Hara.
—Y yo veo que estás aquí, ¿y esos milagros? Es raro que te encuentre un día común y corriente tan temprano.
—Hoy decidí dormir en casa, pero vaya sorpresa la que me diste.
Sonríe cruzándose de brazos al referirse a Hara, quien solamente acomodo un poco su cabello poniéndose a la par de Kang.
—Fue una sorpresa para ambos, me habías dicho que el señor no venía a dormir.
—Pero fue grata, no me lo pueden negar.
—Kang, solo vámonos, quiero ver a mi madre. —la joven va a dar un paso fuera cuando es tomada de la mano por Jung.
—No tienes tanta prisa, antes te voy a presentar a alguien —señala a la joven que vestía con prendas de empleada y solo los miraba en silencio. —Hara, ella es Yona, es la hija de la ama de llaves, a la señora Yor te la presentaré cuando venga de hacer las compras —mira a la joven. —Yona, ella es Hara, vivirá con nosotros a partir de ahora, por qué te quedarás, ¿no?
—la joven sonríe fingidamente mirando a la chica antes de mirar a Jung. —Claro que me quedaré, pero ni creas que vamos a dormir juntos Kim, solo lo hago por mi madre —mira a Kang antes de salir de la casa acomodando sus lentes.
—Sí que eres rápido, ve más lento tigre —dice sarcástico antes de despedirse del chico, siguiendo rápidamente a la joven que se había adelantado al auto.
—Volverás a mi Hara Soo, ella no nos va a separar más —dice con cierta confianza para sí mismo cerrando la puerta mientras miraba a la chica que no se había movido ni un solo segundo de su posición. —Yona, quiero que hagas una cena deliciosa para dos, quiero que sean pastas, confió en tu buen gusto —sonríe animadamente para subir a su habitación y tomar una ducha, estar con trajes a cada hora del día ya le cansaba.
—Como ordene mi señor... —responde poco audible antes de ingresar a la cocina.
La joven, al percatarse que se encuentra en soledad, saca de su bolsillo del uniforme su celular, para así poder a hacer una llamada. Después de un par de timbres, una voz femenina contesta del lado contrario.
En la llamada
Y: Señora, una mujer ha llegado a vivir con el señor Jung, al parecer se conocen desde hace tiempo, y el señor Jung se ve enamorado.
S: ¿Qué? Dime que es una broma Yona, nadie puede estar con ese criminal, recuerda que Jung es una mala persona, debes deshacerte de esa mujer lo antes posible.
Y: ¿Y cómo señora? Al parecer fue traída por el señor Kim, por lo que pude entender.
S: Ese estúpido viejo está metiéndose en donde no debe, ya debe saber de la demanda... No sé qué harás, pero debes hacer que se vaya... Pero que nadie sospeche.
Y: Está bien señora, yo me encargo de eso, no la defraudaré.
S: Bien Yona, te daré el dinero que tenemos pendiente cuando hayas sacado a esa mujer.
Y: Pero señora So...
S: ¿Señora qué? Recuerda que tienes prohibido mencionar mi nombre en esa casa, te pago para que hagas tu trabajo, así que depende de ti sacarla lo más rápido posible, usa la cabeza niña, recuerda es un criminal que debe estar tras las rejas.
Y: Si señora... Lo siento...
S: Estamos en contacto Yona, solo limítate a hacer bien tu trabajo si quieres el dinero.
La mujer del otro lado cuelga la llamada dejando a una pensativa joven quien decide empezar a buscar un buen menú de comida, empezaría por buscar la confianza de la chica para así desenmascarar a su jefe, el cual era un criminal, pero por temor a que se desquite con su madre no lo había enfrentado.
Los rumores de Jung Kim cada vez tomaban más fuerza en algunos de los empleados, información que seguro no demoraría en llegar a los hermanos Soo, apenas era su primer día en la ciudad de Seúl de nuevo y solo estaban enfocados en su madre, Hara no le dirigía la palabra a Kang, pero fue cuando recogieron a Jeong que estos volvieron a conversar.
—Jeong, dile a tu hermana que no esté enojada conmigo, no es mi culpa que el señor Kim haya tomado esas decisiones.
—Hermana, ¿tan malo fue verlo?
—Estaba arreglándome cuando lo vi entrar, simplemente me enojo tanto la actitud que tuvo de preguntarme que hacía en esa habitación, cuando dudo mucho que no supiera el plan de su padre.
—De hecho, Jung no lo sabía, debió actuar bajo la sorpresa de haberte visto de nuevo, Hara.
—Kang, ¿por qué el señor Kim me hace esto?
—Es un tema complicado que en algún momento lo sabrán, solamente deben tener paciencia y cuidado con lo que escuchan.
—¿Cómo así Kang? ¿Qué está pasando?
—No puedo decirles yo, pero pronto el tiempo se acabará y ustedes también lo sabrán, de allí deberán tomar decisiones, igual... Hara, ¿tú amas a Jung todavía?
—Yo... Yo le dije que mi corazón le pertenecía a un americano, y creo que se la creyó bien, pero... ¿Qué importa si lo amo o no? Seguramente Jung tiene otra persona, además, no tengo dudas que se acuesta con su empleada, ella me miró tan mal cuando me vio bajar las escaleras. —la joven bufa levemente escuchando la risa de los dos chicos que se encontraban con ella. —¿De qué se están riendo?
—Creo que estás celosa por Yona, pero tranquila, Jung no se acuesta con ella, se rumoreó que ella estaba enamorada de él, pero nunca le dio atención.
—¿Y a mí que Kang? A mí no me importa saber eso, él es libre.
Una nueva carcajada deja escapar el mayor, que hace que la joven frunza su entrecejo, manteniendo ahora nuevamente el silencio para los dos, quizás eran celos, o ellos exageraban. Hara no estaba celosa, solo irritada, era eso, solo irritación.
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