Escape por la puerta principal
Prisión de Seúl, 10:00 p.m.
Las luces se empiezan a apagar en los pasillos, era hora de dormir para todos los presos, pero por parte de Jung, él ya estaba listo con el uniforme colocado para así poder escapar, se colocó la gorra y tomo las llaves junto a la credencial con la que abrió la puerta de su celda, para así salir dándole la señal a sus cómplices. Que empiece la verdadera fiesta.
Las luces fueron apagadas de golpe, encendiéndose únicamente las de emergencias, las celdas se habían quedado sin energía, por lo que Jung corre a abrir una de las celdas, tenía que realizar un alboroto para que no notaran su ausencia. Las puertas eran abiertas entre los presos, a pesar de qué policías llegaron a solventar la emergencia, eran muchos los que estaban afueras.
Jung abría y cerraba puertas hasta por fin llegar a la sala principal, donde se escondió en la pared, puesto que guardias venían en cantidades al interior del centro penitenciario, acomodando su gorra corrió en contra de la marea de oficiales, cuando uno de ellos lo detuvo al sujetarlo de la mano.
—¿Qué haces yendo en dirección contraria? La emergencia está en los pabellones.
Colocando su voz un poco más ronca, pero que parecía totalmente natural, coloco su mano en señal de respeto para señalar desde la gran ventana que algunos presos estaban escalando las mallas.
—Todo esta desenergizado, señor, los atraparé por el frente, ya avisé algunos compañeros, vamos, enciérrenlos desde adentro.
El hombre no comento nada más, por lo que Jung salió casi corriendo afuera utilizando la credencial para abrir la puerta principal del centro penitenciario, que embarcándose en una camioneta negra se quitó la gorra observando a su hermana y su cuñado.
—Qué bueno que ya estás aquí, me tenías muy preocupada, ¿por qué no salías?
—Casi me descubren, pero estoy bien, es mejor irnos de aquí antes que se den cuenta de que no estoy.
—Como órdenes, Jung.
Responde Mark con una sonrisa mientras lo mira por el retrovisor para así empezar la marcha rumbo a la pista privada de su familia, allí los estarían llevando en un avión privado hasta la isla donde ya se encontraba parte de su familia, o más bien, las personas importantes que pueden ser buscadas por información de Jung durante los primeros días.
—¿Hace cuanto Hara se fue con Jeong? Me preocupa la bebé, es un vuelo bastante largo.
—Tranquilo, papá y mamá van con ellos, así como los niños, ya en la isla está Sunnie, que fue la que se adelantó para ir acomodando todo, ella estaba más cerca, de Roma paso a la isla, ellos se fueron apenas Hara salió de aquí, ya deben llevar sus seis horas de vuelo.
—Espero mi esposa llegué bien, bueno, más bien que todos lleguen bien, pero me preocupa más Hara por la bebé, ustedes me entienden, también son padres.
—Tranquilo cuñado, ellos llegarán bien, más bien no pienses tanto que nosotros también tendremos un vuelo arduo.
Comenta el mayor de todos antes de dejar escapar una pequeña risa, Mark descendió primero buscando al piloto para seguidamente los tres se embarcaron en la aeronave que los llevaría a su nueva vida, lejos de los problemas, lejos de las malas situaciones que pasaron gracias a los hermanos Han.
El vuelo que consta de 16 horas, Jung las llegaba a sentir eternas, él solo quería llegar y recostarse en una cama con su esposa, que esta lo pudiera abrazar mientras lo llenaba de besos. Era la vida perfecta que soñaba junto a Hara, y que la tendrían pase lo que pase.
En la Isla de Tagomago, 2:30 p.m.
El vuelo aterrizó con total seguridad, por fin habían llegado a la isla, el ambiente se sentía distinto, el viento golpeaba en su rostro por lo que daba una vibra de seguridad y relajación. Los recién llegados subieron al auto que los esperaba para llevarlos a la residencia donde vivirían.
Después de media hora de trayecto los esperaban en la puerta de la gran mansión, los dos pequeños de Jenner fueron a recibir a sus padres, mientras que Jung solo pudo correr a los brazos de Hara para poderle abrazar y darle un sonoro beso en sus labios.
—Bienvenidos a casa, los estábamos esperando con muchas ansias, ¿todo estuvo bien en el vuelo?
—De maravilla, aunque me hiciste mucha falta, ¿ustedes también llegaron bien?
—Algo de turbulencia, pero llegamos bien, esta bebé me hizo dormir prácticamente todo el vuelo o no se quedaría quieta.
El joven deja escapar una pequeña risa mientras acariciaba el vientre de su esposa observando como sus padres llegaban a su encuentro, ambos jóvenes los abrazaron en forma de saludo ingresando nuevamente a su nueva casa, el almuerzo estaba servido.
—Cuéntenos, ¿todo salió bien? ¿No están heridos?
—Tranquilo padre, Jung demoro un poco en salir, pero gracias a la distracción de los presos paso como un oficial más.
—Kang me comento que la emergencia se controló, y logro comunicarse con nuestros aliados, están más que contentos por los beneficios que traerá el monto de dinero dado.
—¿Kang vendrá? Es muy peligroso que se quede allá solo, pueden ir por él.
—No quiso, tiene su familia allá, dijo que se encargaría de la empresa, sería la cabeza legal y firme una sucesión temporal hacia él, igual los dueños son ustedes y mis nietos.
—Kang se está exponiendo mucho.
—Lo sé Jeong, pero es más terco que una mula, igual no hizo nada, no "sabe" donde estamos, la justicia no puede ir tras de él, además, con este escándalo una nueva cara en la empresa S&K que la dirija en nombre nuestro, sería muy beneficioso, todos saben lo serio que es Kang.
—Igual trabajarán de forma remota.
—O mejor aún, abrir nuestra propia sede en Europa, expandir la empresa tanto como su padre lo soñó, salir del perímetro de Corea.
—Verán que todo mejorara a nuestro favor, somos una familia y eso nos mantendrá siempre fuertes.
La sonrisa de Jung contagio a todos los presentes, aún era muy pronto para saber que vendría, lo que si sabían era que su vida mejoraría, estaban juntos y eso era lo que importaba.
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