El Café
Jeong bajo hasta el estacionamiento con el señor Han para subir a la lujosa camioneta de color negro, la cual tomo rumbo a una de las cafeterías más cotizadas de Seúl, se notaba que no saldría barata la información, pero actuar paciente era la habilidad de este chico.
—No te preocupes por el precio muchacho, yo invito el café.
—Muchas gracias en serio, pero no podría recibir tanto, podíamos ir a otro lugar más económico, no quiero sentirme aprovechado por su buena voluntad.
—No me vengas con sermones, hijo. Tranquilo, yo te he invitado y esta es una de las mejores cafeterías, desde sus productos hasta la ambientación, por eso me gusta.
—Está bien, señor Han, muchas gracias.
Sonríe Jeong de forma natural pensando en que notaria que es un hombre sencillo y humilde que estaría dispuesto a escuchar cualquier información sin criticar al no querer perder su empleo. Aunque a la vez, esto no era gratis, había gato encerrado para Jeong, mucha amabilidad tampoco transmitía confianza.
Al llegar al lugar juntos se adentraron a una mesa algo apartada de las demás, era una zona exclusiva especialmente para el señor Han. El mesero llegó y Jeong pidió una malteada de moca en compañía de un cupcake de chocolate, mientras que su contrario pidió un tinto americano con un trozo de torta de vainilla.
—Verás joven Soo, como te comente, el tema de Jung Kim es bastante delicado y más por la relación que tenemos, puesto que este hombre fue pareja de mi hermosa hija Sook, hace aproximadamente cinco meses, pero él no la trataba nada bien, la trataba muy mal e inclusive intento ensuciar nuestra empresa con sus negocios sucios.
El hombre hablaba mientras Jeong estaba confundido, puesto que hace cinco meses era imposible que Jung hiciera algo, hace cinco meses ellos trabajaban en la empresa y él era el esposo de su hermana. Alguna vez si llego a pensar que Jung le estaba haciendo una mala pasada a Hara, como lo es ponerle el cuerno, pero escuchar las palabras del señor Han lo ponían a dudar demasiado.
—Mi hija lo ha demandado quitándole la máscara, él no es tan bueno como dice ser, yo le dije a Sook que cambiara sus ojos de Jung, pero no me quiso obedecer y ahora se llevó una gran decepción de él, además de este problema.
—Señor Han, tengo una consulta, hace cinco meses vine a visitar la empresa y hasta donde sabía el señor Kim se encontraba casado con otra mujer... No comprendo esa parte.
—Es cierto eso, se sabía que su esposa trabajaba en la misma empresa, pero nunca se vio en la vida pública, entonces Jung solo engaño a mi pequeña Sook para poder hacer de las suyas.
—No puedo creer lo que me dice, realmente me impacta demasiado.
—Y eso no es todo, en la demanda se especifica sus delitos, entre ellos maltrato físico y verbal, asimismo como el tráfico, no me sorprende que el desfalco haya sido propagado por ellos, y mi dinero ha caído en su trampa. Sé que es difícil de considerar joven, pero usted que está a cargo de la contabilidad, ahora debería pensar como le dije de retirarse a un mejor lugar, inclusive yo podría ayudarle.
La sonrisa del hombre hizo caer en cuenta a Jeong del interés mostrado, por suerte la conversación había sido grabada por este chico a escondidas, el pedido llego a lo que el más joven rompió el silencio.
—Provecho, mi señor. Tomaré sus consejos en cuenta...
Comento Jeong empezando a degustar su pedido mientras mantenían una conversación un poco más normal de trabajo, hasta el momento de culminar ese descanso adelantado. Una llamada hizo que Jeong se despidiera del hombre y regresara a la empresa, faltaban treinta minutos para que se acabara el turno por lo que iba en busca de su hermana, era necesario que ella escuchara esa grabación. Al subir al ascensor se colocó sus audífonos para simular escuchar música, tenía que averiguar de forma interna, puesto que los empleados tenían cierto conocimiento.
—Ten cuidado con lo que vayas a decir, ya no estamos solas.
—Tranquila, el chico no escucha, tiene audífonos... No puedo soportar más callarme, en verdad, lo de la demanda al jefe va muy en serio.
—Yo aún no puedo comprender como un joven tan guapo puede ser un demonio en persona, el señor Jung se ve que da miedo, pero él también tiene una hermana y que golpeara a la señorita Sook no es un gran ejemplo, además que supuestamente es un narcotraficante...
—¿Ahora quién es la que debe tener cuidado en hablar?
—Lo siento, pero como dices tiene audífonos, pero, aun así, no entiendo cómo pudo pasar algo así.
Las compuertas del ascensor se abrieron y las chicas descendieron, Jeong se quitó los auriculares inalámbricos y subió al piso de su hermana, la cual por suerte se encontraba sola en su oficina. Toco la puerta y al escuchar el pase se adentró poniendo seguro.
—Hara, ya sé lo que está pasando.
—¿Qué está pasando de qué? Jeong, creo haberte advertido que no te metieras en problema.
—Puede ser una locura, pero solamente escucha esto, no puedo dejar que te pongan en peligro.
Jeong saca su celular del bolsillo entregándole los audífonos para que pudiera reproducir la grabación frente a la conversación que tuvo con el señor Han minutos antes de llegar de vuelta a la oficina.
—Y no únicamente es eso, lo confirmé porque unas chicas estaban hablando de eso en el ascensor.
—Pero... Jung no es capaz de hacer algo así, debe haber gato encerrado en esto.
—Yo sé que no, pero todo tiene sentido, por eso te terminó de la forma que lo hizo hace cinco meses, porque seguramente se les vino este problema.
—¿Crees que deba enfrentarlo? ¿O solo esperar que se atreva a decirme? No me gustaría generarle más problemas.
—Jung no te dirá lo que pasa, quizás ni saben que varios de sus empleados están enterados del problema. —da un suspiro mientras se acomoda en su asiento viendo a su hermana algo pensativa. —Pero, siento que si puedes darle pistas para que se confiese ante ti.
—Estoy de acuerdo contigo, esta noche intentaré hablar con él, veré si me sostiene la mentira o es capaz de abrirse conmigo.
—Pero no seas tan directa hermana, debe tenerte confianza para decirte que es lo que está pasando a ciencia cierta, porque yo personalmente no creo en nada de lo que dicen.
—Lo sé. No sabemos bien que pasa o como paso esto Jeong, esta noche intentaré sacarle la verdad, pero no te prometo nada.
—Confió en ti, eres la mejor en esto, no sería divertido que Jung fuese a prisión o peor, yo fuese a prisión por el jodido desfalco.
—Tranquilo Jeong, eso no pasara, nadie irá a prisión, verás que esto se solucionara lo que sea que ocurra. —le brinda un abrazo con una sonrisa. —Más bien anda, tenemos que ir a casa.
—Te llevo entonces, debo estar muy al pendiente de ti.
Este sonrió para buscar sus cosas, dejando a su hermana en soledad, la cual toco su cien al momento que su hermano menor se marchó, estando ligeramente preocupada por lo que había escuchado.
—Ay... Jung, ¿en qué te metiste?
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