Capitulo 1
—Somos eternidades
—¿Enternidades?
—Si y al parecer tu también lo eres. Y entre todos ellos debe estar también tu eternidad.
Sus ojos solo lograban distingir una gran abitacion blanca con muchas puertas en todos lados. Escaleras para poder subir a las puertas que se encuentran arriba.
Pero también sus ojos observan como varias personas entrar a diferentes puertas y cuando se cierra esta desaparece para que aparezca una nueva.
—¿Qué es este lugar? —Pregunta
—La estación
—¿Estación?
—Así es
El no entendía nada y en lugar de resolver sus dudas, se le generaban más.
Su mirada se detuvo en una puerta en especial. Es de un color marrón claro con retoques dorados a su al rededor y al lado de la puerta hay una llave.
—Tengo muchas dudas —Le dijo a quien lo ha acompañado desde que llegó ahí.
—Y te serán resolvidas
—¿Qué es eso de eternidades? —Quiere saber. Su tierna mirada Puede notar sufrimiento, dolor, arrepentimiento en cada eternidad que ve pasar.
—Te encontrarás con el o con ella, dependiendo de la forma que quieran tomar tu eternidad.
<< Casi siempre las Enternidades se encuentran, en muchas vidas diferentes. Hay ocasiones en las que nunca se encuentran en esa vida o en ninguna otra.
Es algo mucho más fuerte y profundo que una alma gemela. Hay veces que suelen confundirse con las almas gemelas y tu eternidad. Tu alma gemela la encontrarás y está bien pero en cada vida es una alma gemela diferente y tu eternidad no. Tu eternidad siempre será una y aun que no se encuentren ellas no descansarán hasta encontrase una vez en una vida.
Sin embargo también se encuentran, se aman profundamente pero esa vida no está escrito para estar juntos. >>
—¿Escrito?
—Si. Verás esta es tu octava vez que vienes aquí y... —Se interrumpió.
—¿Y? Termina lo que estabas por decir
—Y en esas ocho vidas tu eternidad te ve morir o tu vienes primero aquí. —El no lo sabía pero le daba esa sensación de dejar algo atrás aun que el no quisiera.
—Esas ocho veces el ha sufrido mucho. Es cruel
—Hay peores cosas que eso —Mencionó otra voz que venía atrás de ellos.
—¿Qué es peor que tu eternidad te vea morir?
—Que nunca la encuentres —Mencionó uno de ellos
—Que te odie —Su mirada cafeína demostraba dolor pero no uno común, un dolor que te hace sangrar por dentro.
—Matarla en vano —Un chico de cabellos rubios cenizo y mirada profunda de unos ojos color negros muy apagados. Se podría notar que sufre mucho y no sólo el, las eternidades que tienen enfrente también lucen igual y podría apostar que el luce igual.
Los observó detalladamente a cada eternidad que tenían enfrente y no entendía porque se le asercaron a él si podrían estar buscando a su eternidad en este preciso momento.
De pronto empezó a sentir un horrible malestar en su pecho, como si se lo estuviera apretando una gran mano con intenciones de matarlo, el aire se le fue de sus pulmones, su vista empezó a notarse muy borrosa. No podía contralorlo, quería respirar profundo para tranquilizarse pero cada vez que intentaba inhalar el aire le dolía. Le dolía demasiado.
Sus rodillas calleron al suelo blanco y su manos fueron a su garganta y a su pecho. Quería pedir ayuda, intentaba decir Ayuda por favor. Pero las eternidades que tenia enfrente solo lo observan con lástima, lo sabía, ya había sentido esas miradas antes.
El dolor en su pecho se iba desvaneciendo con el paso de los minutos y al fin ya podría respirar con normalidad pero eso no quiere decir que este tranquilo. Sentía incomodidad, no quería estar ahí sentía la necesidad de irse, de buscar.
—¿Ya estás bien? —Le preguntó su acompañante.
—¿Por qué? —Se cuestionaba así mismo
—¿Por qué te dio ese ataque? Tu que te imaginas.
—No lo Se
Se quedó pensando en esa palabras Tu que te imaginas, no podía imaginarse una razón para ese ataque nada bonito que le acaba de ocurrir. Su mirada cayó al suelo tratando de pensar y pensar pero la realidad es que su cerebro trataba de viajar al pasado.
—Mi eternidad perdoname por dejarte —Murmuró
—¿Tambien dejaste a tu eternidad? —Le preguntó quién estaba a lado de él
—Si... Aun que no quise hacerlo
—Nadie de nosotros —Señaló atrás de su espalda quien había más eternidades.
—Yo me e encontrado a mi eternidad pero en cada vida yo lo hago sufrir, lo lástimo mucho y cuando creemos que es momento de estar juntos algo pasa. El me a visto morir cinco veces y yo a él tres veces.
—En mis vidas igual siempre le hago daño de alguna forma y el termina odiando me con todo su ser.
—He matado a mi eternidad siete veces y siempre es en vano, tardó en darme cuenta que no hay otra cosa más importante que mi eternidad.
—Yo aun no la encontrado
En el poco tiempo que ha estado ahí y escuchando las experiencias de otras Enternidades Se dio cuenta que cada una de las eternidades están destinadas a encontrarse, sufrir, sangrar por dentro y morir en los brazos del otro.
La última vida que tuvo no la recuerda del todo pero hay pequeños fragmentos. Un bonito cielo de colores naranjas, un baile con mucha elegancia y unos ojos brillantes color grises.
—Es hora —Le dijo su acompañante
—¿Pará qué cosa?
—Pará partir
—A dónde iré —Quería saber a dónde irá ahora, si sería peligroso o si el estaría ahí para buscarlo.
—Vida número nueve
—Pero aún no me has respondido mis dudas —Mi eternidad... El estará aquí y si lo está quiero darle un mensaje
—No hay tiempo, debes partir —Dijo firme —De todos modos cuando llegues a tu otra vida nada de esto lo recordarás —Agrega con lástima —Ya has estado aquí ocho veces y ninguna de esas ocho veces recuerdas haber estado aquí.
—Es sierto pero...
—Tu novena vida te espera —Lo interrumpió
Se resignó a buscar sus respuestas que necesitaba, ya era hora de partir de nuevo y su alma...
—Los recuerdos en tu cabeza se van pero el alma nunca olvida. —Le susurro pero su voz cada vez se escuchaba más lejana.
No importa dónde estes
No importa con quién estés
No importa si cometiste un error
No importa si tienes pecados o mil demonios controlandote.
No importa nada de esto porque eres mi eternidad y te juro por mi alma que te encontrare en cada vida.
Porque una vida no es suficiente para mi, quiero la eternidad. Se que suena egoísta de mi parte al quererte para mi toda la eternidad pero creeme cuando te digo que sin ti esas vidas no tienen nada de importancia.
Mi amor por ti no es suficiente para solo una vida y esa es la razón que necesito la eternidad; para amarte, atersorarte y protegerte.
Mi eternidad...
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