Ya habían pasado unas semanas desde que escucho la conversación de Reborn, pero esta ya se le había olvidado porque otro asunto rondaba su cabeza.Se acercaba su aniversario y el castaño quería preparar algo especial. Fue al supermercado a comprar los ingredientes para un pastel.

Aunque preparar cosas dulces no era su fuerte, tenia muchos días para practicar ya que su esposo se encontraba en una conferencia y llegaría un día antes de la fecha especial.

Durante la semana el castaño dividió su tiempo entre su trabajo y el horneado de pasteles, los cuales poco a poco iban mejorando.

Iba caminando por las diversas tiendas buscando el regalo ideal, miraba las vitrinas pero nada llamaba su atención, hasta que vio un hermoso reloj que haría juego con los trajes de su marido. Decidido entro a comprarlo, aunque constaba un ojo de la cara, su querido azabache lo valía.

Ya estaba oscuro cuando llego al apartamento, este estaba en la penumbra y extrañaba la presencia del mayor. Sin muchas ganas preparo algo para cenar, se sentía solitario, estaba acostumbrado a tener a Reborn cerca suyo.

Empezó hacer memoria de como inicio su relación. Después del incidente en la librería, su profesor de italiano lo miraba mas que al resto y lo notaba, esa mirada lo seguía por toda el aula. Un día lluvioso, el mayor ofreció llevarlo a su casa, Tsunayoshi se encontraba empapado por la torrentosa lluvia, no iba a aceptar el ofrecimiento pero ya había anochecido. 

Se subió al elegante auto negro, miraba por la ventanilla a medida que este avanzaba, su cuerpo empezó a tiritar. Al notar esto, Reborn encendió la calefacción y le ofreció su abrigo. Ese fue el día en que el castaño quedo encantado con su colonia. Lo dejo afuera del edificio, Tsuna agradeció una infinidad de veces y le dijo que le devolvería su abrigo al día siguiente. 

El día de la clase, Reborn acepto su prenda y le pregunto al castaño si estaba libre en la tarde. Tsunayoshi respondió que si, ya que ese día no tenia que ir a trabajar. Fueron a una cafetería, donde preparaban el mejor café, según Reborn.

Fue un momento único, el castaño estaba embobado por el mayor, no solo por su aspecto sino también por su intelecto, este sabia de todo, cada cosa que Tsuna preguntaba este la respondía. 

Después de ese día, se les hizo costumbre reunirse, poco a poco Tsunayoshi se iba enamorando del azabache y le era mas difícil ocultar sus sentimientos. Cuanto termino aprobando la asignatura de italiano, el mayor lo invito a una cena. El restaurante rebosaba de lujo, nunca en su vida había concurrido a un lugar así. Hablaron de temas triviales y contaron sobre sus vidas, el mayor le contó que venia de Italia, sus padres habían muerto cuando este era joven y su abuelo se encargo de criarlo. Por otra parte, Tsuna hablo de su familia, de su madre que se encargaba de las labores del hogar y su padre que era el vicepresidente de editoriales Vongola. 

Al finalizar la velada, Reborn lo acompaño a su apartamento, cuando llego momento de despedirse ninguno quería moverse. Sin embargo, el azabache sin previo aviso capturo los labios de Tsuna con los suyos en un tierno beso, pero eso no quedo ahí, el castaño sintió la necesidad de probar mas. Tomo la corbata negra que traía el contrarios, la enrollo en su mano derecha y jalo de ella, llevo la cabeza de Reborn a su altura para así disfrutar otra vez de esos labios que tanto deseaba. 

Ambos fueron atrapados por un torbellino de lujuria,  caminaron rápidamente al apartamento del menor el cual mostró torpeza al momento de abril la puerta. El azabache lo alzo, para que el menor pusiera sus piernas alrededor de él. La prendas iban siendo arrojadas por el camino al dormitorio, sin separa sus labios se recostaron el la cama. Esa noche, Reborn mostró maestría en un área que el  menor no conocía en absoluto, sin embargo deseaba conocer. 

Por la mañana, el castaño desahogo todos lo que sentía por él, el contrario lo miro con una sonrisa y lo beso. El acepto sus sentimientos. Desde ese día se volvieron inseparables y dos años después de casaron. 

 Tsunayoshi se estaba quedando dormido en la mesa de la cocina recordando el pasado, se levanto con una sonrisa y se dirigió al dormitorio para descansar.

...

Llego el día tan esperado, hoy regresaba su amado.

Como llegaba en la noche, preparo el pastel ese mismo día después del trabajo y lo dejo guardado para la sorpresa.

Tuvo que salir un momento del apartamento para comprar algunas cosas que le hacían falta, al llegar encontró que las luces estaban encendidas, dejo las cosas encina de una mesa y corrió al dormitorio. Y ahí estaba, la persona que le quitaba el sueño, se abalanzo a ella y ambos cayeron en la cama.

-Esa si que es una bienvenida- dijo el azabache sonriente- ¿Me extrañaste, amore?

-Por supuesto que te extrañe,professore- respondió dándole un cálido beso.

Pasaron toda la noche demostrando cuando se habían echado de menos, los dos amantes querían sentir el cuerpo de su amado lo mas cerca para suprimir la distancia que los había separado.

El castaño se levanto al sonar su alarma, miro a su esposo y sonrió. Fue a tomar un baño, pero en el camino se sintió un poco mareado y se apoyo en la pared. 

-Debe ser porque no cene anoche- dijo restandole importancia.

Preparo el desayuno tranquilamente esperando que el mayor se despertara. Y así fue, justo cuando lo iba ir a buscar, este apareció en la cocina ya bañado e impecablemente vestido con su traje. 

Se despidieron antes que cada uno partiera a su trabajo, Reborn prometió ir a buscarlo para ir a cenar a un restaurante sorpresa.

Ya en su trabajo, el castaño miraba atentamente el reloj, como si eso sirviera para que pasara mas rápido la hora. Quería esperar a su esposo, pero se le ocurrió una idea, sorprenderlo a la salida del trabajo. 

Aviso que se retiraría antes, tomo sus pertenencia en donde se encontraba el regalo que había adquirido hacia unos días. Al salir, se arreglo la bufanda que traía, ya que el clima parecía que no iba a tener clemencia esa noche. 

Llego a la universidad ya atardeciendo, varios conocidos lo saludaron al reconocerlo. Iba felizmente caminando por los pasillos ya vacíos e iluminados. Se detuvo en una puerta que tenia inscritas el nombre se la persona que tanto amaba. Poso su mano en la perilla y abrió la puerta, iba a entrar pero voces dentro del cuarto lo detuvo. 

-¿Porque no quieres hacerlo, kora?- pregunto un desconocido.

-Ya deje eso hace dos años- dijo un cabreado Reborn- No me hagas repetirlo.

-¿Es por tu lindo esposo, kora?- pregunto burlón- Todos sabemos que te casaste con él para que no te descubrieran.

- ¿Y que tiene?- hablo el azabache- ¿Como si tu no te metieras con cualquiera?

El castaño al escuchar esas palabras, sintió que todo alrededor se derrumbara, sus lagrimas empezaban a deslizarse por sus mejillas.

-No responderé a eso, kora- dijo el contrario- Tienes que venir con nosotros, kora.

-¿Porque tendría que hacerlo?- pregunto serio.

-Eres el mejor asesino, kora- respondió- No hay nadie como tú, kora.

-Eso es verdad- hablo sonriente.

Eso fue la gota que derramo el vaso, no quería escuchar mas. Todo era una farsa, una gran farsa. Solo se había casado con el para aparentar, todas las palabras bonitas, los cariños, los detalles no significaron nada para él. 

El castaño soltó el paquete que tenia en su otra mano y salio corriendo.

Los ocupantes de la oficina escucharon como algo se estrellaba contra en suelo y alguien corriendo. A Reborn le vino un mal presentimiento, abrió la puerta y en el piso encontró un paquete de color azul, con una nota.

Por nuestro primer aniversario, esperando que sean muchos mas a tu lado. Te ama, tu esposo

Quedo petrificado, Tsunayoshi estuvo ahí y lo escucho todo. Corrió al escritorio, tomo su abrigo, llaves y su celular. 

-¿Que pasa, kora?- pregunto su acompañante.

Reborn ya enojado lo tomo por su ropa.

-Si algo llega a pasar sera toda tu culpa, no debiste haber recurrido a mi- gruño.

Salio a toda marcha a buscar su auto, en el camino intentaba contactarse con el castaño, pero este no respondía ni las llamadas ni mensajes.

Cuando el semáforo se puso en rojo abrió el presente que Tsuna le había echo. Quedo sorprendido por el hermoso reloj, este tenia una pequeña inscripción detrás de el. 

Ti amo con tutto il mio cuore.

- Yo igual te amo con todo mi corazón- dijo triste.

Llego al apartamento todo cansado, no espero el elevador y prefirió ir por las escaleras. Esperaba encontrar al castaño ahí, pero su hogar estaba en la penumbra.

Por otro lado de la ciudad, un castaño caminaba a paso lento mientras los copos de nieve caían sobre el. Llego hasta una hermosa casa y toco el timbre. 

Un peliplata quedo sorprendido al abrir la puerta.

-Décimo!!!- dijo abrazando al castaño que tenia todavía lagrimas en sus ojos.

-Gokudera-kun- sollozo mientras correspondía el abrazo y dejaba salir toda la tristeza que sentía en su corazón.

Su amigo lo guió hasta el interior de su casa.

Continuara...

Otro cap :33 espero que les guste!!!

gracias por leer <3