Las paredes blancas y el olor a medicamentos.

Hace mas de dos horas que estaba en la sala de espera. Su esposo fue ingresado al quirofano para retirar la bala y detener la hemorragia. Sin embargo, temía por la vida del bebé.

Yacia sentado con sus manos juntas recargandose sobre ellas.

Hace unos minutos llamo a Nana para contarle que su hijo se encontraba en el hospital, la mujer lloro preguntando que habían pasado y Reborn respondió que se lo explicaría cuando llegará.

Acompañado por sus amigos, lo obligaron en ir a darse una ducha y a cambiarse de ropa, la operación llevaría mas tiempo de lo pensado.

Regreso vistiendo ropa casual, no su tipico traje.

Un médico entro a la sala, llamando la atención del azabache.

- ¿ Cómo está mi esposo? -preguntó.

-La operación fue un éxito, pudimos extraer la bala y detener la hemorragia- habló el profesional.

-¿Y el bebé? -preguntó nervioso.

- Esta a salvo -dijo tranquilo.

Varios respiraron aliviados por la noticia.

- Podra ver a su esposo en una hora, lo estamos trasladando al centro de cuidados intensivos.

Al quedar con sus compañeros, se sento aliviado, iria a ver a Tsuna en breve.

Entro al cuarto rodeado de puros objetos blancos, el sonido de una maquina que sonaba al compás del corazón del castaño lo alarmó.

La enfermera lo dejo solo. Camino viendo el rostro durmiente del menor.

Acerco una silla para poder estar todo el día, si pudiera a su lado.

Tomo su mano, lo miro. Lo miro examinandolo, encontrandole quizás alguna falla. Pero no la tenía, él era perfecto, perfecto para él.

Sus dedos hicieron contacto con la pálida mejillas ajena, sentia su calor. Estaba vivo, a su lado.

Algunas lagrimas rodaron por su rostro, casi lo perdía. A el amor de su vida y a su futuro hijo.

Tal vez, la vida le estaba dando la oportunidad de seguir siendo feliz. Tal vez y solo tal vez el karma le había jugado una broma.

Paso la mañana a su lado, hasta que la puerta se abrió estrepitosamente.

Una castaña de pelo corto seguida por un rubio caminaron rápidamente hacia su hijo. La madre lloraba tomando la mano desocupada del menor, mientras su esposo la abrazaba.

Querían respuestas, pero Reborn no estaba de acuerdo hablar en frente de Tsunayoshi.

Salieron a la cafetería para pesar del azabache que no queria separarse de su esposo.

El mayor, ante la mirada atónita de sus suegros, le explico como antes pertenecía a las fuerzas especiales, porque las habia dejado y como todo su pasado repercutió en estos días.

Iemitsu estaba sorprendido y enojado, Nana no sabia que decir. Reborn por primera vez les pidio perdon por haber involucrado a su hijo, pero sin importar que, el seguiría a su lado.

La castaña le tomo la mano y le regalo una sonrisa sincera.

El día transcurría y esperaba ansioso que Tsuna despertara.

Ya por la tarde, cuando el sol empezaba a ocultarse. Estaba leyendo uno de sus libros favoritos en la silla que habia puesto al lado de la cama de su esposo.

Escuchó uno quejidos, bajo su libro alarmando pensando el peor escenario.

El castaño estaba con sus ojos abiertos con una mirada desconcertada.

-Amore-dijo tocando su mano.

-Reborn- susurro apenas audible.

Le agradeció a los cielos por haber escuchado sus suplicas, por volver a ver los hermosos ojos cafe que tanto ama.

Continuara...
Nuevo cap!! Wiiii
He estado un poquito ocupada estos ultimos dos días, pero ya estoy de vuelta ;)
Espero que les guste, nos vemos en el siguiente, bye bye