El castaño tomo un taxi hasta su trabajo, por el camino contemplaba las concurridas calles en el centro de Tokyo.

Llego a un enorme edificio que se alzaba entre las tiendas a su alrededor. La editorial contaba con los autores mas reconocidos del país ademas de algunos extranjeros. 

A Tsunayoshi desde pequeño le habían encantado los libros, su padre por los recurrentes viajes que hacia por consecuencia de su trabajo, siempre le traía libros de diferentes partes.

Cuando entro a la universidad a estudiar literatura, nunca pensó que encontraría otra cosa que lo atrayera que no fueran los libros.

Y ahí estaba su profesor de una asignatura que tomo por placer, clases de italiano.

Pensó que este profesor, llamado Reborn solo era encargado de esa materia, pero no era así. Enseñaba historia  y estaba a cargo de varias investigaciones.

Poco a poco, mientras más concurría a sus clases, empezó a admirar al azabache, como no mirarlo, su pelo negro tal cual sus ojos, su cuerpo escultural y ese traje, por dios ese traje que le quedaba como un guante.

Quería entablar alguna conversación con él, pero cada vez que se acercaba su cerebro entraba en modo idiota.

Igual pensó en como alguien con ese estatus podía fijarse en él, no tenía nada especial.

Un día en su trabajo de medio tiempo en una librería, la encargada tuvo que salir hacer algunos recados, por lo que el castaño quedo al mando.

Estaba ordenando unos libros en el estante con la ayuda de una escalera , no escucho a nadie acercarse. Una voz muy conocida habló a sus espaldas, lo que lo alarmó y se tambaleó en las alturas, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera.

Espero el golpe contra el suelo, pero este nunca llegó. Al contrario de sentir el frió piso, sentía una calidez que lo rodeaba. Su profesor lo había atrapado.

Avergonzado pidió que lo soltara, pero al mirar el rostro del azabache, se perdió en su mirada, como él en los ojos café del menor.

El sonido del teléfono de la tienda rompió el enlace de sus miradas, atrayendolos a la realidad.

Tsuna fue bajado con delicadeza y contestó el aparato seguido por la mirada del mayor.

Al terminar de tomar nota de la llamada, se acerco a su salvador y le dio las gracias, después le ayudo a encontrar un par de libros.

Tuvieron una pequeña charla, ya que tenían casi los mismos gustos, en lo que a literatura se refiere.

Ese día el castaño llego a su casa con una enorme sonrisa. 

Salio de sus pensamientos al entrar a su oficina, había muchos manuscritos que revisar. Suspiro y entro de lleno a su labor.

Las horas pasaron y el descanso del almuerzo llego, había recibido un mensaje de su esposo para que no se saltara la comida. Se levanto y camino a la cafetería, comió acompañado de sus colegas y al terminar volvió a su trabajo.

Ya a las siete de la tarde recibió una llamada que hizo que en su rostro se formara una sonrisa.

  - ¿Si? - respondió contento.

  - Te estoy esperando afuera de la editorial- dijo el azabache.

  - Voy- habló saliendo de su oficina, colgó y se despidió de sus compañeros.

Al cruzar las puertas lo vio. Ahí estaba el con un abrigo arriba de su traje y su infaltable sombrero. Algunas mujeres que caminaban a esas horas por la avenida, lo quedaban mirando, pero Reborn no apartaba la mirada de su castaño.

Los dos caminaron a su encuentro, el mayor le dio un beso en los suaves labios ajenos.

Lo tomó de la mano y lo guió al vehículo.

En el camino, cuando el semáforo estaba en rojo, no dudaban en juntar sus labios otra vez.

El encargado de la cena de ese día era el azabache, por mientras que Tsuna tomaba un baño, Reborn intentaba terminar de cocinar y no ir a tomar un baño con su esposo.

  - Amore- gritó para que el castaño lo escuchara desde el baño- La cena esta lista.

El nombrado apareció con su pelo mojado vestido con una camisa naranja del mayor y unos pantalones cortos que le llegaban por debajo del muslo.

Su esposo se deleito con la imagen que presenciaba, reunió todo su auto control y cenaron en tranquilidad.  Eso si que al terminar, se lanzo como una pantera a su presa. 

En la misma cocina desnudo la parte inferior Tsunayoshi, masajeó cada centímetro de su cuerpo sin dejar de besarlo.

  - Reborn- suplico- No me hagas esperar- decía moviendo sus caderas al ritmo de los dedos que estaban en su entrada.

  - ¿ Tanto lo quieres? -susurraba el nombrado en oreja ajena, mordisqueando el pálido cuello de su esposo.

  - Si- respondió lujuriosamente buscando los labios del contrario atrapándolos en un intenso beso.

El azabache de una estocada certera, inserto su miembro en la cavidad de Tsuna. Este con cada movimiento gemía con mas fuerza, hasta que ambos llegaron hasta el punto máximo de placer.

Como si una vez no bastara, prosiguieron en su dormitorio, porque el castaño alejo que la encimera de la cocina era muy fría.

Por la mañana el castaño despertó porque escucho hablar a Reborn.

  - Sabes que deje eso hace un par de años- decía -¿Para que volvería?

  Su voz sonaba enojada, le siguió un silencio, no podía oír lo que la otra persona al lado de la línea decía.

- ¿ Cómo que esta vivo?-dijo asombrado procurando no hablar tan fuerte para no despertar a su esposo que dormía de espaldas a él.

Tsuna escuchaba y mas dudas le surgían.

  - Esta bien, mándame la información y te llamare en unos días- habló mas tranquilo- Addio.

El castaño escucho como dejaba su celular en la mesita de noche, quería preguntarle que había sido esa conversación pero tal vez era algo de la universidad, pensó.
Se volvió a quedar dormido, aunque no tenía que preocuparse por la hora ya que era sábado y no tenía trabajo.

  - Tsuna-dijo una voz- Amore, despierta.

  - Mmmm...-dijo somnoliento- ¿Reborn? ¿Que haces con traje? - pregunto sentándose en la cama y pasando sus manos por sus ojos.

  - Tengo que ir a la universidad por algunos asuntos que tengo que resolver- hablo besando la frente de su dormilón- Volveré temprano.

Sin más se despidió y salio de la casa.

Tsuna sentia su cuerpo pesado y pegajoso, al levantarse y caminar al baño sintió como algo bajaba de sus glúteos.

  - Kyaaa!!!-grito - Reborn!!! Me las pagaras- dijo enojado- Cuantas veces tengo que decirle que no haga eso, todavía no estoy preparado para tener hijos.

Gruñía caminando hacia el baño, tomó una larga ducha. Al terminar se vistió con otra camisa de su marido, le encantaba el olor de su colonia.

En toda la mañana no pudo sacar de su cabeza la llamada misteriosa.

  - No pienses tanto en ello-se dijo así mismo- Debe ser algo relacionado con su trabajo, si eso debe ser.

Aunque se lo repitiera una y otra vez, algo le decía que su Reborn le ocultaba algo.

Continuara...
Holaaaa y empezamos con un nuevo fanfic!!! Espero que les guste ♥
Si tienes algunas sugerencia la pueden dejar :) sera bien recibida :33
Nos vemos en el siguiente cap!!! Bye bye