Capitulo 3
Muchos días después...
Mis padres fruncieron el ceño al Joey contarles que regresaría de nuevo a los escenarios y nosotros tomados de la mano, ellos lo miraron serios y molestos. No les agradó para nada la noticia.
_Usted nos dijo que no volvería a esa vida señor
_ Así es, eso fue el acuerdo para que pudiera casarse con mi hija – dijo mi padre y los miró en seco –
_ Su hija para mi jamás fue y será un acuerdo señor. Yo la amo y por eso me casé con ella – no lo toleré más –
_ ¡¿Por qué no aceptan de una buena vez la profesión de Joey?! ¡Es un artista, ama la música! ¡Cómo no pueden entenderlo!
_ No Andrea. Nosotros nunca vamos a aceptar que este hombre sea tu esposo – él los miró con enfado –
_ Que injustos son – mi madre intervino –
_ Tal vez ahora no nos entiendas, pero después nos encontrarás la razón. Mereces mucho más que esto – Joey no lo toleró más –
_ ¡Ya es suficiente! ¡Andrea y yo nos amamos! ¡Y no voy a permitir que nadie, mucho menos ustedes me separen de su lado! Andrea es mi esposa y siempre cuidaré y protegeré de ella. Que les quede claro
Lo miré perdidamente enamorada.
<< Mi amor >>
<< Mi amado Joey >>
_Palabras de un artista sensible y mentiroso como tú
_ ¡Papá ya basta! Ni Joey ni yo tenemos que tolerar sus insultos y malos tratos
_ Eso mismo digo yo. Sí vinimos hasta aquí fue únicamente para que te vengas con nosotros – abrí los ojos –
_ ¿Qué?
_ Así es Andrea, ni tu madre, ni yo seguiremos avalando esto, así que empaca tus cosas para irnos cuanto antes de aquí – Joey se desfiguró-
_ ¡No voy a permitir que se lleven a mi esposa! ¡Qué egoístas son!
_ ¡Ay por favor! ¡Solo queremos el bienestar de nuestra hija!
_ Ustedes no saben lo que es mi bienestar. Ahora les pido que se vayan. Ya no quiero seguir conversando con ustedes, y mucho menos crean que me iré con ustedes – mi madre se exasperó –
_ ¡Como que no piensas irte con nosotros! – él volvió a interferir -
_ Ya la escuchó señora. Mi esposa está conmigo, por lo tal, no se irá de esta casa
Abrasé a Joey y él me sonrió perdidamente enamorado, al ver que yo me sentía protegida en sus brazos. Mis padres sin saber que decir, me miraron junto a él y furiosos salieron de la casa de Joey, sin despedirse.
A punto de llorar, Joey me miró y acarició mi mejilla.
_ ¿Estás bien niña mía?
_... Lamento que mis padres se comportarán así contigo
_ No mi amor, no tienes porque disculparte, no es tu culpa – me corrieron las lagrimas por mis mejillas -
_... Es que me gustaría tanto que mis padres te quisieran...
Rompí en lágrimas y él me abrasó fuerte y acarició mi largo cabello. No pudo entender porque mis padres lo detestaban y se lamentó por aquello.
_ Ya mi niña hermosa. No llores por favor
_...
_ Sé que es difícil pero...
_Yo te amo mi Joey y no quiero nunca que mis padres me alejen de ti – más me abrazó y levantó mi mentón con cariño -
_ Escúchame niña mía. Eso no va a pasar ¿Sabes por qué? Porque eres mi esposa – sonrío tierno – Estamos casados legalmente y tú vives aquí conmigo. Tus padres por mucho que se nieguen a la idea, no pueden y no podrán hacer nada
_ ¡Ay Joey!
Más lo abrasé con sentimiento y llorando en su hombro, él acarició mi espalda y luego me cargó con cariño en sus brazos. Me agradó que lo hiciera.
_ Llévame a nuestro dormitorio por favor – me sonrió tierno –
_ Con mucho gusto lo haré mi niña bella. Ven, vamos...
Triste en sus brazos, él me sostuvo con más cariño en sus brazos y me llevó lentamente por el largo pasillo, que llevaba a nuestra habitación. Amé aquel tierno paseo cargada así en sus brazos.
Me recostó con suavidad sobe la cama, yo lo miré hacerlo y él me miró otra vez tierno; después se acostó a mi lado.
Lo miré anhelante, con tanta dicha. Él corazón me latió fuerte y atrayente por sus mágicos e intensos ojos celestes, además de su larga cabellera rubia.
Joey dulce tomó mi mano y me miró con adoración. Me sedujo con su mirada profunda y sexy y yo me perdí en ella.
Acarició mi mejilla.
_ ¿Cómo te sientes? ¿Ya estás más tranquila? – di un suspiro -
_ Si, un poco (volví a mirarlo y le sonreí con mimos) Me encanta cuando me acaricias la mejilla – me sonrió –
_ Y lo haré una y mil veces más si es necesario. Niña mía, yo solo quiero que seas feliz – toqué su mano junto a mi mejilla –
_ Y lo soy mi vida. Siempre he sido feliz a tu lado. Me haces muy feliz – me miró detenidamente –
_ Te amo Andrea. Te amo con todo mi corazón
_ Y yo a ti mi Joey
Él me miró cautivado y comenzó a besarme.
Arriba de mí, nos besamos sin parar; acaricié su largo cabello y él me ató a sus brazos, como si de eso dependiera su vida.
Con su camisa desabrochada, miré sus sexys pectorales y se los acaricié con afán y deseos, y él me sonrió todo provocativo y estimulador.
Miré su sexy lunar en su abdomen y se me revoloteó todo y él lo advirtió.
Levantó con cariño mi mentón para buscar mi mirada con la suya.
_ Tú también me haces muy feliz mi Andrea. Te amo
_ Mi Joey
Ambos nos sonreímos y él sin soltar mi mentón, volvimos a besamos; nos abrazamos fuerte, sin desprendernos y comenzamos a hacer el amor.
En una fuente de soda, Joey me miró con ternura y encanto frente a mi peculiar vestido rosa, con su colorida y ancha falda blanca. Yo le sonreí perdidamente y sus ojos brillaron apasionados al recordar que habíamos vuelto a hacer el amor.
Esperábamos unas ricas copas de helados, además de su café cargado preferido, y sentados frente a frente, Joey volvió a mirarme y yo con mi libro favorito de "The Tale of Peter Rabbit" sobre la mesa, él tomó mi mano.
_ Que linda y dulce te ves con ese vestido
_ ¿Te gusta? Me lo puse solo para ti
_ Eso me halaga, además me gusta la trenza que te has hecho sobre tu cabello.
Te ves especialmente hermosa esta tarde mi vida
_ Que tierno eres mi Joey. Estoy tan feliz de poder compartir cosas como estas contigo, solo contigo
_ A mí también me agrada. Me encanta tenerte así, sentada frente a mí, que ambos nos sonriamos con complicidad mientras esperamos ansiosos a que nos traigan lo que pedimos y que yo pueda ver tu linda sonrisa, además de ver tu tierno gusto por ese libro de niños
_ Jejeje ¿No te parezco una infantil por gustarme libros como este?
_ En lo absoluto. Recuerdo cuando te conocí aquella tarde con ese libro y tú lucías tan linda y tierna leyéndolo en esa modesta plaza
_ Desde ese día mi vida cambió porque al fin pude conocerte
_ Y yo te conocí a ti mi niña bella y aun conservas ese tierno libro. Lo llevas para todos lados
_ Jejeje, si es cierto, nunca lo apartó de mí. Lo he leído una y otra vez y no me canso
_ Haré el intento por leerlo una de estas noches ¿Qué me dices?
_ Que si te gusta, te comeré a besos sin parar
_Entonces tendré que leerlo esta misma noche
Ambos nos pusimos a reír y él destellándome con su mirada, yo sostuve con más cariño su mano y él contempló mi sonrisa para él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro